1 de como un primer encuentro se confunde con acoso
Enamorado, de todas las malditas emociones creadas por la mente humana la única que albergaba hacia ese chico era amor. Frustrante, esa palabra describía a la perfección esta situación puesto que ese tonto, NO! Ese idiota, le odiaba con todo su ser, incluso aun recordaba el primer “encuentro”
*flash back*
Era su primer año en el internado, habían pasado tan solo dos semanas pero por suerte tenía un amigo, Edward Folks. Aburrido en su habitación – porque era solo suya gracias a “los contactos”- decidió que lo mejor sería ir a visitar a su amigo, recorrió los enfermizos pasillos –llamados así porque todo era blanco y odiaba ese color en los muros- y con total confianza entró a la habitación, Ed se encontraba en su mesa de estudio leyendo algún pesado libro sobre historia, supuso el chico.
-Hola Pat- sonrió el rubio al oír los familiares pasos y movimientos de su amigo, se giró sobre el eje de la silla mientras Patrick se recostaba en su cama.
- Estoy aburrido- dijo Pat con su típico semblante neutral.
-Es común en ti- rió Ed mientras se acercaba al chico- supongo que querrás comer, iré por muffins a la cocina. La encargada me deja pedir lo que sea cualquier hora.
-Chocolate y leche fría- dijo el chico mirándolo con una de sus pocas expresiones faciales: ilusión. Ed suspiro y sonrió de lado mientras salía de la habitación negando con la cabeza.
Patrick se levantó de la cama unos minutos después de su salida y se dirigió hacia la mesa de su amigo para buscar un libro con el que se entretendría mientras Edward llegaba. Tomó – como siempre cuando era niño- uno que hablaba sobre el comportamiento humano desde la prehistoria, siempre le había interesado la parte del desarrollo para vivir en comunidad si bien, prefería leer sobre canibalismo, esto por desgracia para él no lo incluía el libro.
Antes de siquiera poder sostener con ambas manos el pesado volumen oyó la puerta y tiempo seguido cayó al suelo con la vista nublada después de algún golpe con ruido sordo que dio a para en algún lugar de su cuerpo que olvido al instante
***
-dilo de nuevo, ¿por qué lo golpeaste?- dijo Ed con una mezcla de confusión, frustración y enojo, todos dirigidos hacia su compañero de cuarto.
-lo siento, creí que era algún tipo de acosador- se excusó mirando al suelo- además que no muestre ninguna emoción en su rostro me asusta… es demasiado sospechoso y raro.
-¿ y eso qué importa?- dijo Pat incorporándose mareado, tiempo seguido cayó sobre el desconocido palideciendo un poco. En cuanto miró hacia arriba (si bien su vista era doble) no pudo evitar pensar que el otro chico era guapo, su cabello marrón oscuro caía descuidadamente por su frente y aunque parecía un nido de pájaros se veía bastante bien en el ojiverde. Pat lo analizó por un buen rato, cosa no muy duradera puesto que el desconocido lo alejó de sí nervioso.
-¿Estas bien Pat?- dijo Ed conteniendo la risa en medio de la cómica reacción de su amigo al caer sobre su compañero de cuarto.
-Si… ¿Y mi muffin?- Ed rio con algo de decepción y le señaló su escritorio, Pat se dirigió a él enseguida y tomó el pastelillo y el vaso con leche fría.
-¿Cómo puedes ser amigo de eso?- dijo el peli marrón mientras señalaba a un silencioso Patrick que comía su muffin con la delicadeza con que se trata al ser amado.
- no es para tanto Theodore- rió Ed alzando los hombros mientras el peli marrón miraba con odio a Pat.
-una pregunta- dijo luego de un silencio incomodo solo para Ed y él, los otros dos lo miraron atentos-¿Él se tintura el cabello Ed?
Desde ese dia la llama de la competitividad creció en el pecho de ambos.
*fin flash back*
Tocó inconscientemente su cabello y se miró al espejo, éste era una molesta mezcla de rojo vino y marrón acaramelado, esto le daba una apariencia poco común que lo hacía llamar demasiado la atención en algunas zonas públicas. Siguió con el análisis, ojos grises con el borde superior e inferior con una tonalidad amarillenta, facciones tan finas como las de una chica, complexión delgada –mas no enferma-… suspiró irritado con su apariencia no cambiante desde los 13 años cuando había llegado al internado, media 167 cm, pesaba 54 kg y su piel era tan pálida como la de los enfermos terminales que su madre trataba a diario.
-una vergüenza- dijo a su reflejo suspirando pesadamente, recordó el odio que le profesaba aquel chico y su autoestima bajo aún más, comió un chocolate en seguida.
***
Se organizó el uniforme y salió del vestuario de la habitación para encontrarse con esos hermosos ojos verdes que lo miraban con desprecio.
-Eres lento- se quejó Theodore desabrochando su camisa para entrar al vestuario, quitarse la ropa y ponerse el uniforme, ahora si estaba jodido, no aguantaría mucho en aquella habitación y empezó la lista mental de los cuartos donde sería bien recibido por las chicas-¿por qué con esa roca?
Patrick salió de la habitación aún más desanimado haciendo una lista mental de como suicidarse sin dejar huella, su “problema emocional” sería un obstáculo ahora que compartiría cuarto con alguien –sin contar sus problemas médicos por supuesto- .
Este sin duda sería el más complicado año que podría pasar alguien en el internado.