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Algo contigo por Lady Cadiie

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Notas del capitulo:

Buenas...

No sé por donde empezar... el AoKise se ha vuelto una obsesión para mi ¡Me encanta la pareja que forman ellos dos! Y en honor a eso, decidí hacer un fic. Cabe aclarar que éste es un Universo medio Alternativo ¿Por qué? Bueno, empezamos con que los personajes ya están grandes (unos 21 o 22 años dependiendo) y no existe como tal la "Generación milagrosa". Habrá algo del anime y del manga, si pero no como lo recordamos...

En fin, basta de charla y más acción. Nos leemos abajo~

Advertencias: Unas cuantas palabras altisonantes. Drama y cursilerías. Un poco de Angst también.

Disclaimer: Los personajes de Kuroko no Basuke no me pertenecen, son de Tadatoshi-sensei y yo sólo los uso para que recreen escenas que se encuentran en algún punto de mi mente.

Algo contigo

Capítulo I

.

—Eso es Kise. Ahora, acomódate pegando tu cuerpo un poco más a Rumiko-chan por favor…

El rubio suspiró. Esa sesión se estaba tardando más de lo que estaba planeado y lo comenzaba a exasperar. No es como si tuviera un compromiso con alguien, pero le molestaba el hecho de que los modelos amateurs de hoy se crean divas y se tomen todo el tiempo del mundo sin considerar a los demás. Sin embargo, mostró su mejor sonrisa y obedeció lo que el camarógrafo le dijo.

Después de todo, él ya tenía veintiún años. Debía comportarse como un profesional.

Unos 'Click' por aquí, maquillaje y unas cuantas palabras para los nuevos, terminó el trabajo que estaba llevando a cabo y se dejó caer pesadamente en un sillón que encontró cerca de ahí.

—Buen trabajo Kise-kun — una señora le mostraba una gran sonrisa mientras le ofrecía una botella con agua —, estoy segura que el cliente estará satisfecho con el resultado.

—Gracias Nene-san — Ryota bebió la mayor parte de la botella y volvió a recostarse, ahora en las piernas de su manager.

—Kise-kun, tus pendientes por el día de hoy terminaron y son las cinco de la tarde — suavemente, hacia un masaje en el cabello dorado logrando sacar un par de risillas a su representado — ¿no quieres ir a cenar a mi casa con mi hijo y mi esposo? No quiero que descuides tu dieta…

—Muchas gracias por la invitación, Nene-san. Hoy iré a visitar a Kurokocchi, quedamos en salir por un café.

—Bien, tu ganas — se levantó de donde estaba dejando recostado nuevamente al rubio y recogió su bolso de una silla —… sé que ya no eres un niño, y no tengo porque llevarte a casa desde que creciste tanto — simuló secarse unas lágrimas ficticias — pero quiero que llegues temprano a casa y comas bien ¿de acuerdo?

—Está bien Nenecchi…

—¿Qué te he dicho de llamarme tan igualadamente, idiota? — Vociferó rudamente la mujer, levantó a lo alto una carpeta gruesa que traía en las manos y la dejó caer en seco sobre la rubia cabellera.

—¡Ite~! Eso dolió, Nenecchi — pero Kise no esperó por otro golpe y salió corriendo del lugar con sus cosas. A lo lejos, escuchó un leve '¡Idiota!' que se coló por todo el pasillo y soltó una risilla traviesa.

Tsumori Nene es una mujer adulta de cuarenta años de edad, aunque por lo bien que se cuidaba solía pasar por alguien de treinta. Está casada en la actualidad con un médico y tiene un hijo de quince años que practica baloncesto. Ella es la representante de Kise Ryota desde que tenía dieciocho años; el rubio sonrió ante el inesperado recuerdo de lo que ella le dijo cuándo se conocieron…

"Mira niño, no sé qué es lo que te haya pasado y no me interesa en lo absoluto. Seré tu manager de ahora en adelante y yo sólo trabajo para gente que le interese trabajar, al mínimo acto que vea que no estás realizando lo que te corresponde, te botaré y créeme, no conseguirás en Tokio a una representante más efectiva que yo ¡Así que quita esa cara de entierro y nos vamos a conseguir unos cuantos trabajos! ¿Me escuchaste?"

—Definitivamente Nenecchi es alguien de temer —el blondo soltó una risita nerviosa —. Sin embargo, sin ella ahorita no sé dónde estaría…

Kise caminaba lentamente sobre la –a esa hora- tranquila calle de Tokio. Llevaba sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y escuchaba su reproductor de música. Al contrario de algunos famosos, al rubio le gustaba la tranquilidad de una caminata; aprovechaba esos momentos de soledad para agradecer internamente por todo lo bueno que sucedía en su vida, entre ellas Nene: ella era una mujer ruda en el trabajo, pero con un corazón lleno de calor para brindarlo a quien lo necesitaba y, desde hace algún tiempo, ella ocupaba un lugar en su corazón como una mamá, su esposo lo quería como un hijo, Ren lo admiraba como a un hermano mayor; ellos eran lo más cercano a una familia. Tenía un trabajo, un techo y algunos amigos que hacían de su día diario algo increíble.

Pero existían heridas que eran muy difíciles de sanar. Involuntariamente, llevó una mano a su hombro y lo apretó fuertemente. Eso era algo que no era fácil de sanar.

Sumido en sus pensamientos, y cerca del local donde se quedó de ver con su mejor amigo, Ryota revisó la hora y observó que aún quedaba una hora para el encuentro.

—¿Habré caminado muy rápido? Kurokocchi llega pronto por favor…

—¡Buenas tardes!

Una peculiar voz chillona atravesó sus tímpanos y saltó de la sorpresa interrumpiendo su fingido drama. Frente a él, una peculiar chica de piel morena con cabello y ojos cafés que lo miraban fijamente y le regalaba una sonrisa.

—Amm… ¿Hola? — El rubio no supo que responder y se limitó a contestar el saludo a su manera.

—Dime ¿Te gustaría participar en un proyecto? — La chica esperaba ansiosamente la respuesta con una enorme sonrisa, mostrando sus dientes en el proceso.

—¿Acaso no me conoces? — No era por presumir, pero Ryota era un modelo algo famoso y el que una chica no lo conociera lo desubicaba.

—No ¿debería de hacerlo? — Ella bufó por el cambio de pregunta — Oye es descortés ignorar la pregunta de alguien más…

—A sí, lo siento— él cambió inesperadamente de actitud y mostró una sonrisa de pose —, ¡Me encantaría! ¿Dime, de qué trata?

—Verás, somos un grupo de jóvenes latinos…

—¡Woooaaa! ¿Vienen de Estados Unidos?

—No, venimos de América Latina — la fingida decepción del rubio la alertó —. Bueno, Joseph viene de la región del tío Sam…

—¡Jajaja! No te preocupes, me gusta conocer mucha gente… mejor continúa diciéndome.

—¡Casi me haces caer! — la morena le metió un codazo en las costillas ¿de dónde venía tanta confianza? — Bien, somos jóvenes latinos recorriendo el mundo, y estamos juntos para llevar a cabo el 'Proyecto Beso' — la morena halaba la manga del modelo hasta un punto del parque dónde se encontraba un set de grabación profesional —. Nosotros queremos hacer llegar a la gente que el amor y la química no tienen relación con el sexo, por eso, viajamos a distintos países y tomamos tres fotografías: dos mujeres besándose, dos hombres y una pareja heterosexual besándose. Armaremos una colección en un año y los fondos se recaudaran para ayudar a fundaciones sin fines de lucro ¿Te animas?

—Es muy interesante y noble lo que intentan mostrar a las personas, además suena divertido — Kise se dejó cautivar por todo el esfuerzo implementado en aquel proyecto y decidió cooperar — ¡Claro que te ayudaré!

—Genial, por eso me agradaste mucho cuando te vi caminando pensativo. Ahora traigo a la mujer que besarás…

El rubio estaba frente a una cámara fotográfica, como todos los días. No se encontraba nervioso, para él, era natural todo el ajetreo que se llevaba a cabo tras bambalinas. Al parecer, la luz del día se les acababa ya que el sol comenzaba a despedirse de todos dejando atrás, matices naranjas, rosados y violetas que cubrían el inmenso cielo.

—¿Cómo que se debe de repetir el beso de los hombres? ¡No tenemos tiempo, mañana partimos a Corea!

Los ojos gatunos de Ryota observaban a una chica alta con ojos de color que veía al camarógrafo con cara de reproche. Se notaba que ella tenía la ansiedad a un nivel extremo, pero el chico detrás del foco principal seguía negando con la cabeza.

—Sólo nos faltaba la pareja heterosexual y Romina trajo a una pareja real que accedió sin preguntar siquiera para que era. Fue algo sublime, pues se captaba la esencia y la complicidad de la pareja ¿Entonces por qué…?

—¡Cielos Denisse, cállate un poco! —Sacó una imagen que recién salía impresa y la aventó con enojo a la chica — ¡Hasta un niño de kínder podría darse cuenta que esos hombres no querían besarse! No se nota esa magia, más bien, parece un beso torpe que se dieron dos personas como castigo, no te conformes con algo de calidad tan baja, no seas incompetente.

La pelirroja suspiró derrotada, ella también había percibido ese aire que transmitía la escena captada. Ambos voltearon a ver al rubio que los miraba, se sonrojaron levemente y se dieron cuenta que no tenían que hablarse de esa manera frente a otra gente y se besaron.

—Disculpa, mi novia y yo a veces tenemos dificultades.

—No se preocupen, pero no deberías de llamar así a tu novia, camarógrafo.

—Oye ¿te importaría besar a un hombre?

—En lo absoluto. Soy modelo y si necesitan eso para terminar su trabajo yo los ayudaré — Kise mostró su mejor sonrisa y a lo lejos vio cómo se acercaba la morena que lo había halado hasta ahí —. Amigacchi, necesitamos tu ayuda…

—Sí, ya me enteré tras luces ¿Necesitamos a otro hombre, cierto? ¡No se preocupen, en menos de cinco minutos tendrán a uno aquí!

Ryota se encontraba pensativo. Tenía mucho tiempo sin besar a alguien… es más, tenía mucho tiempo sin tener una pareja y no estaba seguro ya de hacerlo, pero su espíritu de querer ayudar, además de hacer tiempo, lo llevaron a hablar sin pensarlo bien. Se sentó en el suelo para poder tener la cabeza fría, recordó que tenía un par de pastillas mentoladas en el saco y comió una, pasándola por toda su cavidad bucal.

—Lamento la espera, conseguí a un voluntario.

—¿Conseguiste voluntario? ¡Me prometiste una hamburguesa después de esto!

Kise tembló como gelatina, levantó el rostro y lo encandiló la luz del sol, dejando ver sólo una silueta imponente. Tenía años de no escuchar ese timbre de voz tan único, tan poderoso…

Tan excitante.

—¿A-aominecchi?

—¿Kise?

Una burbuja de fantasía encerró a ambos jóvenes en ese instante. Aomine Daiki no sabía que pensar después de seis años volvía a ver a su antiguo amigo de secundaria, su mirada azulina se clavó en los orbes dorados que lo miraban con estupefacción; por inercia, ayudó a levantarse al blondo, sin despegar su mirada del otro.

Ryota no podía hablar, la persona que más admiraba en secundaria hacia acto de presencia frente a él y lo ayudaba a levantarse. Ya no sabía que creer, que pensar o que sentir… pues podía percibir como una oleada de mariposas chocaban contra las paredes de su abdomen, causándole miles de sensaciones que terminaba en un cosquilleo agradable.

"Eso significa… ¿Qué ya no jugaremos juntos?"

"Si, ahora seremos rivales en la cancha…"

Ante el inesperado recuerdo, el rubio se soltó del agarre y retrocedió dos pasos. Él por sí sólo, rompió el encanto del cual comenzaba a dejarse llevar. No lo negaba, le daba mucho gusto volver a ver a un viejo amigo.

—"¿Por qué no volví a saber nada de ti, Aominecchi…?"— Pensó Kise mientras acomodaba sus ideas. Tomó algunos cabellos entre su mano y los halo tratando de concentrarse en el dolor físico.

—¿Podemos empezar? El sol terminará por irse en unos minutos — dijo rápidamente el castaño que maniobraba detrás de la cámara.

—C-claro.

Tenían sólo un par de minutos para acomodar toda la escenografía, la manta en su lugar, los espejos y a los actores principales, los cuales, veían a todos lados, distrayéndose en todo. Menos con el que iban a compartir un beso.

—¿Y cómo terminaste aquí Aominecchi?

—Ella no dejaba de parlar y parlar… hablando algo sobre un proyecto y yo me exasperé y le dije que hacia lo que ella quisiera pero que se callara y me comprara una hamburguesa — contestó el moreno entre bufidos y caras amargas.

—Aominecchi no has cambiado nada — dijo el blondo mostrando una gran sonrisa.

—¿Y tú, cómo terminaste enrollado aquí?

—Solidaridad.

El moreno no dijo otra cosa y simplemente se dedicó a observar a su antiguo compañero. Kise era unos pocos centímetros más bajo que él, tenía unas facciones maduras pero delicadas, su cabello era un poco más largo que en secundaria, era delgado, más delgado de lo que recordaba y ya no tenía esos brazos que bien competían con los suyos en su época.

Por el rabillo de su ojo, el rubio veía minuciosamente a su amigo. Era ligeramente más alto que él y mucho más marcado. Su piel conservaba fielmente su color moreno característico y su cabello seguía igual de corto que antes. Sin duda, aún tenía esa postura imponente que doblegaba a más de uno al verlo.

Seis años no pasan en balde.

—Muy bien, ya está todo listo. Ahora, sólo necesito que se pongan frente a frente y cierren los ojos, déjense llevar por un agradable recuerdo, algo que los ponga alegres.

Ambos, moreno y rubio, obedecieron las instrucciones. Cada uno se encontraba inspeccionando en sus recuerdos, tratando de encontrar algo que los ayudase a crear ambiente.

—Ahora, abran sus ojos y véanse fijamente…

Azul y amarillo se miraron fijamente. Ninguno retiraba la mirada y no tardaron en entrar en una burbuja. Las iris azuladas contemplaban los diferentes tonos de amarillo que se presentaban frente a ellas, encontraba luz, risas y un brillo muy especial que le invitaba a acercarse más, algo parecido a un desafío.

Y él no rechazaba ningún reto.

El rubio sintió que la distancia entre él y el moreno se acortaba lentamente, casi parecido a una cámara lenta. Y sentía quemarse, el azul eléctrico que lo miraba tan profundamente le atravesaba con un fuego abrasador que recorría su cuerpo, llenándolo de una extraña calidez.

Sin darse cuenta, sus labios estaban a milímetros de tocarse, el aliento de uno inundaba las fosas nasales del otro y viceversa. El moreno fue el que rompió el aire que los separaba y comenzó a besar los labios rosados del otro –porque aclaremos, él se dio cuenta que eran de un rosita claro-, con lentitud, fue moviéndose sobre la boca del otro, degustando la saliva seca que residía ahí; al parecer sus manos cobraron vida propia –o eso quiso pensar- pues sin planearlo, posó una mano en la espalda del otro acortando aún más la distancia mientras la otra, se encontraba ya sobre la mejilla del blondo, acariciando la suave piel que ahí se encontraba.

Por inercia, Kise enrollo sus dos brazos alrededor del cuello de Aomine. Su cuerpo reaccionaba ante cada pequeño movimiento del otro y temblaba de emoción. No quería dar batalla, sólo planeaba dejarse llevar por aquel ósculo en el que estaba envuelto; jamás lo habían besado de esa manera… o simplemente él no lo había sentido de esa forma.

Daiki se esforzaba en no meter la lengua, y simplemente optó por acariciar los pomposos labios del modelo con sus dientes; suave y delicado, se contenía enormemente por respetar a su amigo de secundaria pues vamos ¿Quién se encuentra con un conocido después de años y se besan?

Ryota quería guardar eso para siempre, quería poder llevarse aquel beso toda su vida, que su piel no lo olvidara. En un arrebato, enrollo sus delgados dedos en las hebras azules, masajeando en círculos levemente la cabeza de Aomine y éste, encendido y cegado por el momento, empezó a descender su mano derecha despacio, ligero, hasta dar en el inicio del trasero del rubio…

—Listo, ya quedó —la suave voz del director cortó nuevamente la magia que se creaba en el set, pero esta vez lo hizo doliéndole, pues no quería separarlos. Lo que desprendían a través de su beso fue algo que llegó a todos los presentes y algunos incluso lloraron.

Kise se separó agradeciendo la interrupción, ordeno la ropa que se encontraba desajustada y se preguntó por qué estaba desajustada, se estaba dejando llevar, como una hoja en otoño que cae de un árbol y el aire se la lleva. Al voltear a ver al moreno, sintió vergüenza ante el casi imperceptible color carmín que tenía el otro en sus mejillas.

Daiki simplemente refunfuño; quiso golpear al culpable que lo arrebató de ese momento, pero ver al blondo con esos ojos se sorpresa y los labios hinchados con un color rojo en ellos le hizo jadear y tener el perverso pensamiento de ver más…

Mucho más de Kise Ryota.

.

.

"[...] ese beso salió del alma, de dónde sigo vivo ¡De la parte más intensa de tu corazón! Salió del lugar dónde sólo yo he estado."

Poison

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.

Notas finales:

¿Qué tal con el primer capítulo? Ya se que día actualizaré, será todas las semanas, entre lunes y martes encontrarán un nuevo capítulo y cuando no sea posible, avisaré con anterioridad. Díganme si las personalidades se salen de su órbita porque a mi me gusta que sean lo más apegada posible por fitas :3

Gracias por leer hasta aquí. Son bien sensuales. Linda semana.

Mordidas a todos ustedes.

Lady Cadiie<3


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