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Chocolatte por Bitter

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Notas del fanfic:

Ih~ Realmente espero ser más constante con esté fanfic, bueno, si veo interés probablemente así sea. Como sea, nos leemos en las notas finales. 

Seis de la tarde y ya casi finalizaban el orden en las aulas del colegio, era una costumbre designar  cada día a un chico y una chica para que se encargarán de aquella tarea, pero hoy había ocurrido una excepción. Eran dos chicos y una extraña incomodidad se sentía en el aire o más bien nerviosismo ¿A qué? ¿Por qué? No lo entendían muy bien, sólo podían percibir ese revoltijo incomodo en su estómago, incontrolable. Mismo que lo hacían mirar a cada instante en dirección contraria, sólo para ver un poco más ese rostro inquietante, apartando la mirada y tiñendo sus mejillas de un ligero color rojizo al encontrarse y volver con torpeza a sus deberes. ¿Por qué no cruzaban palabras? ¿Qué era lo malo de aquello? Que en el fondo, un pequeño pinchazo en sus corazones le indicaba que aquello no era simple curiosidad infantil, con deseos de formar una amistad…Era… Esa clase de sentimiento que se debería sentir por una chica  ¿No?

Oh… Ha comenzado a llover. — Murmuró el menor, aquel que casi nunca hablaba, que siempre parecía correcto y cuando sonreía sus ojos formaban dos pequeñas lunas en ese rostro tan níveo. — Creo que tendré que esperar aquí, buen regreso a casa JongIn-Ah~— Murmuró, observándolo por primera vez en lo que iba de tarde, girando su cabeza hacia la ventana con rapidez cuando sintió el calor cubrir nuevamente sus mejillas, odiaba reaccionar siempre de ese modo, pero era algo que no podía controlar.

Yo tengo un paraguas. — Contestó entonces el de bronceada piel, quién le sacaba unos cuantos centímetros al delgado muchachito de 14 años.  — Vamos, te acompaño hasta casa, vamos por el mismo camino después de todo.

¿Vamos por el mismo camino? — Preguntó un perplejo SeHun, nunca, nunca se había dado cuenta de aquel detalle y eso que en más de una ocasión había intentado adivinar donde iban los pasos de aquel chico que se pasaba la mayor parte de las clases durmiendo.

Yo… Ah~ No se supone dijeras algo así, yo sólo te llevaré a casa ¿Si? — Dijo avergonzado el aludido, rascando su nuca sin mirar directamente a su compañero de clases.

El camino fue silencioso, ambos avanzaban uno  muy cerca del otro, aquel simple contacto entre sus hombros chocando lograban que ambos se sintieran aún más nerviosos, las mariposas revoltosas en sus estómagos entonces parecían revolotear con más fuerza. ¿Cómo explicar ese sentimiento? Era incomodo, pero deseaban internamente permanecer siempre así, uno muy cerca del otro, sin más.  

Al llegar a casa del menor,  la madre del pequeño Oh notó que el hombro de JongIn estaba realmente mojado, pues todo el camino el moreno se había dedicado a cuidar más que SeHun permaneciera seco. La señora no tardó en invitarlo a pasar, pidiendo a SeHun que lo llevará a su cuarto y le prestará ropa mientras ella preparaba chocolate caliente a la espera de que el Señor Oh llegará y fuera a dejar en automóvil a JongIn a su casa, pues la lluvia parecía no querer ceder.

JongIn no tardó en quitarse sus prendas superiores y las mejillas de SeHun alcanzaron un nivel de rojo impensado al ver al descubierto cuerpo bronceado, era… Sentía un montón de nuevas sensaciones que no nunca esperó sentir o saber que existían, intentó concentrarse en su armario y dejar algunas prendas sobre la cama antes de salir corriendo escaleras abajo para encontrarse con su madre y las dos tazas de chocolate caliente.

¿Por qué SeHun había salido así de la habitación? ¿Le incomodaba de alguna manera? Tomó las prendas y las vistió enseguida, olían a SeHun, todo el lugar cubierto en colores azules y celestes lucían como SeHun. Se sentó en la cama situada en el centro de la habitación, rebotando un par de veces en la cama, sonriendo como lo que era, un muchachito enamorado, las fotografías en la habitación colgaban y él paseaba su mirada de un lugar a otro, intentando guardar aquellas imágenes en el fondo de su mente, porque eso de que el corazón era el que sentía siempre le había parecido una mierda. Todo estaba en la mente.

Traje chocolate caliente… — Comentó una vocecita tras la puerta, sus miradas se encontraron y luego de dejar el chocolate en las manos del mayor, se sentó junto a él, sin decir nada, como siempre. Y es que la relación que ellos mantenían siempre había sido así, eran compañeros de clase desde mediados del año pasado, sus puestos estaban separados únicamente por el pasillo, en más de una ocasión les había tocado realizar un trabajo, pero la conversación definitivamente no era su fuerte, a veces sus manos rozaban y esos días eran memorables en sus cabecitas.

SeHun — La voz que siempre parecía adormilada se dejó escuchar, demasiado fuerte para su gusto, pero es que ni eso podía controlar en ese momento. Giró su cabeza, observando el perfil bonito, pero particular del menor, hasta que éste también giró, observándose ambos por interminables segundos.

Habían momentos en que uno debía dar un paso, momentos que se transformaban en un “es ahora o nunca.” Momentos como aquel.

Sus labios abultados se unieron torpes a los delicados mezquinos de SeHun, estaban fríos y no parecía un beso a decir verdad, era como un choque entre dos bocas inexpertas, era ver los ojos de SeHun fijos en los de él. Era extraño.

Se apartó a los pocos segundos, dejando la taza de chocolate a un costado, con la intención de levantarse e ir a esperar a bajo, en la sala, junto a la señora Oh, pero aquello no pasó. Delgados dedos retuvieron el brazo de JongIn, SeHun no lo miraba, pero lo detenía y tampoco ya sostenía su taza. El mayor se sentó otra vez, podía ver las mejillas teñidas de un furioso rojo, los labios que temblaban ligeramente y los ojos cubiertos por el flequillo. Y JongIn se aventuró una vez más a los labios del menor, ahora con calma, deteniéndose allí cuando sus carnosidades se unieron, pero ahora era diferente, lo sabía y sentía, ambos con sus ojos cerrados y los pequeños y torpes movimientos que ambos realizaban, mitad por instinto, mitad intentando imitar esa clase besos vistos en la televisión. Los labios de SeHun ya no eran fríos, eran cálidos y sabían a chocolate, a emoción. Como fuegos artificiales estallando en su estómago.  Fue un beso seguido de otro, fue la certeza de aquel sentimiento, uno que ahora nombre tenía.


~

 

Aún hoy recordaba aquella tarde con nostalgia ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde entonces? Tres años… Cada que llovía o bebía chocolate caliente no podía evitar llevar su recuerdo hasta él, hasta ese día en su habitación, su primer beso, su primer amor Kim JongIn… Desde ese día no lo había vuelto a ver otra vez, ni una sola vez, intentó buscarlo, intentó por todos los medios encontrarlo, quizás si no hubiera dicho algo como aquello. Quizás… Tantos quizás…

“JongIn, está mal besarnos entre chicos.”

Le había dicho, había sido un cobarde, porque, después de todo lo  quería ¿No?


~


El último año escolar comenzaba y finalmente acabaría todo, deseaba que acabará porque con el tiempo, había notado que nada tiene significado, que las personas sólo se dejaban llevar por las apariencias. SeHun se había convertido en un chico realmente inexpresivo, tenía fama de ser  más duro que un tempano, nadie nunca en su clase le hablaba, aunque no era algo que le importará realmente. Un año más…

Dejó el bolso sobre el pupitre, echando una mirada rápida a su alrededor. Descubriendo personas realmente particulares, personas que sólo había visto un par de veces, en secciones contrarias, en el primer asiento y con esa increíble apariencia correcta estaba el chico de los ojos desbordantes, KyungSoo parece que se llamaba si mal no recordaba. A un costado de él, estaba el chico-delineador y más atrás, en las últimas filas un chico de enorme, pero realmente enorme y sin exagerar, sonrisa, que no quitaba la mirada del chico-delineador. Vaya compañeros de clase los que tendría. Suspiró resignado, tomando té de burbujas antes de observar al exterior. Desde su lugar podía ver con claridad las copas de los árboles, puesto en el segundo piso se encontraban, además, podía ver la entrada, gente corriendo que atrasada llegaba y un chico que caminaba despreocupadamente tranquilo, ajeno a la hora. Esa expresión a sueño y piel bronceada… ¿Por qué se le hacía tan familiar? ¿Por qué su corazón volvían a punzar de aquel olvidado modo una vez más?...


JongIn… ¿Eres tú? —

Notas finales:

Bien, creo que es necesario aclarar algo. No sé si llamar a esté fanfic una adaptación, porque realmente no lo es, cambiaré muchas cosas, pero si debo decir que me sirvió como inspiración y en algunas cosas me basé en el manga real.. Y es que los ojos de Kou son tan JongIn y el rostro de Touma es tan LuHan, que mi pequeña cabeza sólo pudo pensar en SeHun al medio, lol. Pero como digo y repito, no será una adaptación, quizás tome un 30% y sería. So~ 


Kou: http://mangaweekend.files.wordpress.com/2011/04/ao-haru-ride-3.png

Touma: 
http://25.media.tumblr.com/37253e23dac715ce3bcc5ea476356f8d/tumblr_meuaypqfzP1rybiymo1_500.jpg


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