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Capítulo 1: Undertaker juega damas chinas.
Era un día nublado en la imponente ciudad de Londres; los caballeros de sombreros de copa caminaban con ritmo por sus calles y los carruajes se deslizaban en carretera con sazón, mientras las caderas de las damas se movían al igual que un buque de carga al salir del puerto. Sin embargo eso era lo que sucedía en la superficie de Londres, mejor comentado en las calles de la sociedad burguesa y noble; y tal vez hasta los pobres se encontraban bien.
Pero en un barrio de aquella ciudad, una singular zona se encontraba muy diferente, ¿por qué será? Bueno tal vez es porque es el barrio donde se encuentra la misteriosa tienda de un personaje peculiar.
En la tienda de Undertaker se encuentran muchos secretos sin resolver que veremos salir a luz; tal vez quién sabe, que será lo que oculta está interesante tienda…
Las cortinas negras eran corridas con delicadeza por una blancuzca mano de uñas largas y negras; mientras una sonrisa maliciosa nacía de aquel interesante personaje que las corría.
-Mmmm, parece que hoy es buen día, he he he he-decía entre risillas un albino de cabello blanco plateado, bastante largo y un traje negro bastante peculiar.
De repente es azotada la puerta del frente y en ella entra una peculiar pareja.
-Vaya, que puedo hacer por ustedes ji ji ji-dijo Undertaker al ver aquella pareja.
-Oh RanMao aquí no está el conde-dijo una voz misteriosa de origen asiático que se encontraba muy consternado.
-Oh que tengo aquí al señor Lau y su….-dijo Undertaker sin saber que nombre darle a la joven chica asiática; que parecía una muñeca de porcelana.
-Mi hermana claramente-dijo orgulloso el chino que abrazaba sensualmente a la jovencita.
-Muy bien eso creo ji ji ji-dijo el albino con una rostro de incredibilidad.
-Ah señor Undertaker, buscábamos al Conde; verá lo vimos en su carruaje girar por esta calle y pensamos que estaría aquí-dijo Lau mientras se sentaba sobre un ataúd con RanMao en sus piernas.
-Eh el Conde y el señor mayordomo, tienen problemas de parejas ji ji ji, así que no los he visto-dijo Undertaker con una sonrisa perturbadora.
-Oh que problema-dijo Lau levantándose del ataúd con dirección de la puerta.
Pero en eso Undertaker, como un rayo correo y se detuvo frente a la puerta para no dejar pasar a la pareja de asiáticos.
-Disculpe por molestarlo señor Undertaker nos retiramos-dijo Lau con un tono temible; pero Undertaker nos les cedía el paso.
-Señor Lau, y su hermana; no crean que se irán sin pagarme la información que les di sobre que el Conde no se encuentra aquí-dijo el albino con una sonrisa tétrica.
-¿Pagarle?-dijo el chino dudoso, mientras abría sus ojos una acción no muy propia de él.
-Ji ji ji ji ji, sí exacto, igual como le cobró al Conde deme lo que más me gusta-dijo Undertaker con una sonrisa y un tono de voz que estaba a punto de explotar de la risa.
RanMao, se interpuso entre los dos hombres lista para enfrentarse en batalla a Undertaker, que la miraba confundido.
-RanMao, no es necesario la violencia porque no le enseñas al señor Undertaker como son los pagos de Hong Kong- dijo el chino con los ojos abiertos en una sonrisa maliciosa.
Lau pensaba que nadie podía negarse a los mejores pagos de su hermana, sabe que solo podía confiar en ella; era la única que sabía lidiar con esos problemas.
Y así la china se acercó con movimientos felinos a donde se encontraba Undertaker y lo tomó de la manga de su traje y lo hizo sentado en un ataúd, mientras ella se le subía con las piernas a cada lado encima de Undertaker. Este la miraba confundido, ya que la china empezó a acariciarle el cabello con sus manos, mientras su mirada seria de muñeca sin emociones, lo observa con atención.
-Vaya, ustedes de verdad no saben cómo me paga el Conde cierto ji ji ji ji-dijo Undertaker entre risillas mientras se quitaba a la asiática de sus piernas.
-Muy bien señor Lau, le toca a usted-dijo el albino al momento tomó la mano de Lau y se lo llevó al interior de la tienda.
-Hermano-dijo en un tono suave la joven asiática, que no pudo ni siquiera escuchar como su hermano se quejaba.
En el interior de la tienda Lau cae en una silla suave de madera barnizada con piel de color negro y decorados blancos enfrente de una mesa que hacía juego con las sillas. Sobre la mesa un curioso juego de “damas chinas”…
-Ya que el señor Lau no sabe cómo me paga el Conde, le cobraré con un juego de “Damas chinas”, si yo ganó, bueno el señor Lau verá algo que jamás olvidara ji ji ji ji; y si usted gana lo dejaré libre y le diré el secreto del Conde y su mayordomo ya que recuerdo que siempre le dice indirectamente al Conde que tiene un interesante mayordomo no es así señor Lau-dijo Undertaker en un tono gracioso y macabro.
-Interesante señor Undertaker me dirá lo que quiero saber del Conde-dijo Lau con mucha seriedad.-Bueno y bien, ¿qué es eso qué quiero saber del Conde?-dijo Lau con una sonrisa de confusión.
Esto hizo que Undertaker se echará a reír como loco.
Y así ambos empezaron a jugar mientras RanMao jugaba con los ataúdes de Undertaker y encontró en una gaveta muchas fotografías del Conde Phantomhive con el mayordomo; y después unas del mismo Conde excepto que alguien le había quitado la cabeza a Sebastián en la fotografía y había puesto una de Undertaker.
La china sin expresión alguna las miraba y en su cabeza era muy difícil saber con exactitud que consideraba de ese extraño personaje.
En eso en la puerta entraron el Conde y el mayordomo que peleaban de extraña manera.
-Sebastián dime por qué siempre te niegas a ser el “Uke”, hoy en la terapia que ni se te ocurra decir tonteras de mí-dijo el conde a gritos mientras miraba mal al mayordomo oscuro.
-Bocchan le he dicho mil veces que no me gusta venir hacer terapia de parejas con el señor Undertaker, él tiene fotografías de usted y además siempre lo ve de forma extraña-dijo el mayordomo con aquel aterciopelada voz muy molesta sin notar ninguno de los dos a la china que tenía en sus manos esas fotografías de la que hablaba Sebastián.
-Ya te dije que estoy harto de tus celos demonio inútil, quedamos que era sexo por diversión, Santo Cielo eres peor que una esposa; creo que ni Elizabeth me trata así-dijo Ciel molesto mientras volteaba su vista y se encuentra con la joven asiática sin expresión alguna.
-Lo ve siempre me compara con todo el mundo Bocchan, por eso me dice que solo es sexo por diversión; bien que siempre gime mi nombre y al final cuando lo hacemos me dice que me ama-dijo el mayordomo herido y bastante molesto.
Pero giro su rostro ya que su amo lo jalo de la corbata y observo a la china que los miraba con un frasco de galletas abiertas y se las comía mientras observaba esa escena peor que “esposas desesperadas”, la joven parecía disfrutar de la escena de drama amoroso por parte de esos dos.
-Vez Sebastián no sirves para nada-dijo el conde sonrojado mientras se ocultaba detrás de la espalda del mayor.-Bocchan siempre me culpa de todo, es un niño demasiado consentido; y bien que quiere que la maté y ya; después de todo tengo que matarla al final de la primera temporada de nuestro programa o no-dijo el mayor con su tono molesto de esas labores.
-Sebastián no digas estupideces sabes muy bien que ella no muere-dijo el pequeño Ciel.-Además no creo que diga nada-dijo pensándolo bien.-Bocchan es usted demasiado fastidioso, no puedo creer lo caprichoso y molesto que llega a ser-dijo enojado el mayor ya que le fastidiaba que su Bocchan siempre fuera tan insultante con él. -Lo ve Bocchan teníamos que ir con el “Doctor Phil”, o con el “Doctor Oz”, hasta muy bien pudimos visitar a “Oprah”; esa mujer tal vez le cambia de actitud hacía mí-dijo molesto el mayor.
-Sebastián no pagaré un viaje tan largo-dijo enojado el conde.
-Ya le dije que lo puedo pagar yo-dijo el demonio autosuficiente.
-Eres un mayordomo, ¿de dónde sacarás el dinero?-dijo el menor con burla.-Olvida que soy un demonio verdad-dijo el mayor con ironía.
-Te detesto no eres tan buen amante, no sé por qué tus fans girls te persiguen tanto por esa tontería de que quieren ser violadas por ti, no eres tan bueno como te ves-dijo el conde con burla y celos.
-Ya le dije que no besé a ninguna de ellas y qué esos son sus celos; ya que usted no tiene un club de fans y está molesto de los pervertidos y los travestís que le persiguen en twitter-dijo el mayor cansinamente.
-Estoy harto de ti-dijo el conde mientras se sentaba cerca de RanMao que seguía en silencio y disfrutaba del espectáculo.
-Muy bien sabe qué yo también estoy harto de usted, así que termino mi relación con usted y lo borraré de mi lista de Facebook y nuestra relación ahí también-dijo el mayor amenazante mientras sacaba su iPhone y buscaba la aplicación.
-Huuuuy que temible eres demonio, bórrame; y sabes qué aceptaré la relación que me pide ese el mayordomo de Trancy; entendiste!!-le gritaba el conde mientras buscaba entre sus ropas el teléfono celular.
-Oh vaya el niño también es una cualquiera, ¿por qué será que no me extraña?-dijo molesto el mayordomo que tomaba su gabardina y se dirigía a la puerta.
-A dónde crees que vas Sebastián, acabas de insultarme y te largas típico de ti; huyes de nuestros problemas-dijo el conde con sarcasmo.
-Bocchan iré a ver al señor Grell tal vez me quite su horrible sabor a chocolate-dijo el mayordomo enojado mientras salía.
El conde se enojó mucho y no pudo contestarle al mayor que salía, lo miró con cierto recelo pero una profunda tristeza le invadió ya que no se puso de pie para detenerlo. A fuera de la tienda el mayordomo estaba desilusionado ya que pensó que su Bocchan lo detendría y se fue a sentar a un tejado a reflexionar.
-Ese estúpido-decía Ciel mientras comía una galleta de perro con RanMao que lo veía sin expresión alguna. Dentro de la tienda de Undertaker.
En eso el conde sintió como RanMao lo abrazaba con ternura y acerco sus labios finos y delgados al oído del conde y le susurró:
-Conde Phantomhive, su mayordomo lo ama mucho aún debe estar esperando que usted lo busque, no lo deje; comprenda un poco que hace lo que hace porque le quiere; además tiene razón con lo del señor Undertaker-dijo en un tono serio y frío aquella mueca sin emociones. RanMao le enseño a Ciel miles de fotografías de Undertaker en su gaveta misteriosa y aparte, ella había encontrado la computadora portátil de este personaje y le enseño los fanfiction creados por Undertaker en su cuenta de “amor yaoi” que eran todos de él y el albino.
-Tienes razón RanMao, no debo confiar en Undertaker; él siempre me había dicho que terminará con Sebastián y no solo por diversión lo hacemos, yo creo que sí…lo amo, siempre se lo digo-dijo avergonzado el conde en ese abrazó.
Todo estaba muy tierno entre esos dos jóvenes, y ese increíble consejo de parte de RanMao; hasta que un extraño grito los desconcertó: “MÁS…MÁS UNDERTAKER…MÁS DURO POR FAVOR, HAZME CORRERME”, entonces Ciel se despidió de RanMao y salió corriendo avergonzado de la tienda de Undertaker en busca del mayordomo.
Sebastián por su parte estaba bajando del tejado y se dirigía al carruaje, mientras veía la pantalla de su celular, la opción de terminar relación en su Facebook. En eso Ciel corre y sube en una caja y en un salto felino se le lanza a la espalda del mayordomo y le quita el celular mientras le besa una mejilla con ferocidad, para así poder hacer voltear al mayor. Que con una sonrisa Sebastián toma bien en sus brazos a su Bocchan y se van juntos al carruaje.
Dentro de una habitación de color negro, en una cama de sábanas blancas se encontraba Lau con las caderas alzadas arriba y en siendo penetrado de forma bestial por Undertaker que masajeaba su miembro con voracidad, mientras le embestía con fuerza y lo único que hacía el chino era sujetarse a las sábanas y gemir descontroladamente, esperando a momento de venirse……
-Hermano mayor, seguramente perdiste de nuevo el juego de “damas chinas”, tenemos una semana de estar viniendo por ese estúpido juego con el mismo y tonto tema-dijo la china molesta mientras se colocaba los audífonos, y se recostaba en un ataúd.
Ya que sabía que su hermano duraría bastante rato en ese juego de “damas chinas”………