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Cappuccino (BaekYeol/ChanBaek) por choiannie

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Notas del capitulo:

¡Gracias por leer! 
Actualización martes y viernes a partir de la proxima semana.

Capítulo I

 

Café. Desde que comenzó a frecuentar aquel lugar el joven de lacio cabello negro se había vuelto adicto al café, para ser más específicos; al cappuccino. Aunque había sido hace ya cuatro años, podía recordar perfectamente el día en que lo compró por primera vez: estaba tan cansado y hambriento que decidió entrar al primer local que apareciera para poder comer algo, y ese resultó ser su ahora local favorito. Desserts Island, era el nombre de aquel sitio. Cuando entró notó que la especialidad del lugar eran los cafés, y por recomendación de una empleada optó por comprar uno. Pensó, entonces, que no sería conveniente ni buena idea hacerle caso a una persona que no conocía y que nunca en su vida había visto, menos cuando se trataba de una empleada nueva en el local según había escuchado. Sin embargo, estuvo mal. No se arrepentía, nunca lo haría.

 

Aquel día, en la ciudad de Seoul la lluvia caía de manera estrepitosa. Era un martes en la mañana. Casi no había personas en la calle y quienes estaban iban con paraguas o casi corriendo buscando huir del agua. El cielo se encontraba cubierto por gigantescas nubes repletas de lluvia que teñían el día con un tono grisáceo. Desde que despertó, Baekhyun consideró que el día se sentía muy solitario y que por lo tanto visitaría su lugar favorito para sentirse mejor. Mas, aún en aquel lugar no había un alma. Era el único visitante. Sabía que el lugar no era muy conocido ni muy visitado, al menos no en los horarios que él elegía, pero de ahí a solo tener un cliente…

 

Colocó la taza que sostenía sobre su platillo, para luego mirar su reloj de muñeca y tomar un trozo de los pancakes que había perdido como desayuno. Baekhyun tenía en su poder una membrecía del grupo del lugar. La ganó gratuitamente gracias a su fidelidad y a sus compras constantes. No podía estar mejor, a decir verdad, y por cada compra que hacía sumaba puntos que podía canjear por algunos platillos. ¿Qué mejor que usar puntos para comprar en lugar de tu propio dinero?

 

—Oh, ¡Baekhyun! Buenos días, ¿Cómo estás?

 

La actual encargada —y dueña— del local, Lee Jieun, se había vuelto una amiga cercana para él. No fue difícil, su personalidad y la de ella resultaron ser similares desde un principio y el carácter altamente social de Baekhyun resultó ser la clave para que se formara esta amistad. Él, al verla, sonrió y se puso de pie inmediatamente con el solo fin de atraparla en un abrazo.

 

—Perfectamente, Eunnie. ¿Y tú? Hace unos días que no te veo.

 

Debido al trabajo, para Baekhyun resultaba difícil salir constantemente a darse un tiempo para sí mismo. Podía lucir siempre relajado y alegre con las cosas, hasta podía llegar a parecer que podía con todo, pero él siempre colocaba el trabajo por delante de las cosas. Pensaba que si terminaba primero, entonces podría disfrutar de los placeres de la vida sin tener que estar pensando en hacer esto o aquello después.  Una vez se separaron, él volvió a mirar su reloj. Tenía que regresar a su casa para poder mirar un programa que esperaba desde hacía dos semanas.

 

—Oh, tengo que irme ya. Uhm, bueno, cuando termine de comer esto.

 

—No te preocupes. — respondió, casi riendo. — ¿Quieres llevarte lo de siempre?

 

—Me conoces bastante bien.

 

Siempre que llegaba la hora de salir de aquel lugar, sin importar si había comido bastante o si no había comido absolutamente nada, Baekhyun se marchaba con un gran cappuccino en mano. Preparado personalmente por Jieun justo como a él le gustaba.

 

La lluvia se había calmado levemente para cuando terminó de comer, pero era suficiente como para darle un buen baño a quien sea. Él no había traído sombrilla, pero si caminaba derecho por la acera sería capaz de llegar a su casa sin problema alguno. Los edificios y sus toldos tapaban esa zona del agua que caía, afortunadamente. Acomodó su chaqueta y tomó la bebida, despidiéndose de todas las empleadas y de su querida amiga antes de salir del lugar con una sonrisa dibujada en el rostro. Su estado de ánimo esa mañana era bastante bueno. Tenía lo que quería: su adorado café, y llegaría a tiempo a casa para ver aquel programa.

 

Al empujar la puerta de cristal para lograr abrirla, se sorprendió por la fuerte brisa que en realidad estaba haciendo. Desde dentro del local no parecía ser tanta, pero ahora que estaba afuera lucía bastante poderosa. Arrugó la nariz en un gesto de desagrado y comenzó a caminar. Ahora, también, había más gente que antes en la calle. — Genial — susurró para sí mismo mientras camina. Odiaba estar en lugares pequeños con mucha gente junta, le causaba desagrado. Y, como si algún ser hubiera escuchado su queja, fue empujado por una persona que no supo identificar.

 

Todo pasó demasiado rápido como para poder asimilarlo a la primera. Lo importante era que su café ahora estaba tirado en el suelo, al igual que él.

 

—¡Al menos detente a pedir perdón! ¡Serás bestia!

 

Gritó, sin importarle quien haya sido ni quien le haya podido escuchar. Y es que ¿Cómo aparecía una persona que lo tiraba al piso de tal manera y ni siquiera se detenía para asegurarse de que estaba bien? Todo el buen ánimo con el que había comenzado el día se había ido por la borda en segundos. Estaba enojado, más por el café derramado que por él mismo. ¡Su precioso cappuccino! Ahora estaba todo tirado en el suelo. Su ropa humedeció y se ensució un poco. Gruñó, en voz bajita, y se negó a despegar la mirada del envase de aquella bebida. Había un débil sonrojo en sus mejillas. Estaba avergonzado, un poco, sí.

 

—Oye, ¿Te encuentras bien?

 

Cuando levantó la mirada sus ojos azules se encontraron con un par de grandes ojos marrones, el mismo color café que a él tanto le gustaba. Era un hombre, había un hombre frente a él. Una persona bastante alta según podía juzgar. Su cabello castaño claro y ondulado lucía un poco despeinado, pero le daba un aire bastante… atractivo. Sumidos en la curiosidad, los ojos de Baekhyun viajaron por el cuerpo de aquel extraño y no pudieron seguir cuando su mirada cayó sobre la camisa que antes solía ser puramente blanca y ahora tenía una gran mancha marrón en un costado. Oh, no. Pensó, mordiendo su labio inferior de manera nerviosa cuando vio como aquel chico fruncía el seño, confundido.

 

—Tu camisa… — aquel chico miró su camisa y luego miró el café derramado en el suelo. Volvió la mirada a Baekhyun, quien continuó hablando. — Oh Dios mío, lo siento. No fue mi intención. Yo-

 

—No te preocupes por eso, está bien. Vi lo que pasó, bastante bien de hecho. — lo interrumpió antes de que el más bajito de los dos sufriera un ataque de nervios. Le tendió la mano para ayudarlo a levantarse, Baekhyun enseguida la tomó y aceptó la ayuda.

 

—No, en serio. Mira, ven conmigo a mi casa, que está bastante cerca, y te regalaré una de las camisas que mi hermano mayor ha dejado allá. Te daría una mía, pero es obvio que no te va a servir. 

 

—No es necesario que hagas eso. — respondió el extraño de manera educada, mientras sostenía el paraguas para cubrir a ambos. Baekhyun movió la cabeza de un lado a otro.  

 

—No será necesario — comenzó a hablar, y el más alto supo por el brillo de los ojos del bajito que no podría volver a decirle que no — pero es lo que quiero hacer, así que vamos.

 

Como si lo conociera de hace tiempo, Baekhyun comenzó a empujar al chico en dirección a su casa. Ni siquiera notó que debido a su prisa estaba mojándose con la lluvia que aún continuaba cayendo. Las personas que habían visto toda la escena ahora lo miraban con desconfianza pintada en la mirada, pero continuaban con su camino como si consideraran esa escena solo una piedra en su camino. A Baekhyun no le pudo importar menos.

 

—Por cierto, mi nombre es Byun Baekhyun. — comentó, creando con sus labios una sonrisa. — ¿Tú eres?

 

—Park Chanyeol. — respondió el alto, sonriendo de igual manera — Es un placer, Baekhyun. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

—¿Llevas mucho tiempo viviendo por aquí?

 

Una vez llegaron al apartamento de Baekhyun, Chanyeol se acomodó en uno de los muebles de la sala de estar, no sin antes haber dejado los zapatos mojados en la entrada para no ensuciar el interior. Baekhyun, quien estaba un poco mojado a diferencia de Chanyeol, prestó un poco más de atención al lugar en donde colocaba las cosas de su hermano mayor cuando las dejaba en casa —para que no se mezclara con la suya y las pudiera regresar luego—.

 

—Me mudé hace unas semanas. — Baekhyun regresó a la sala con una camisa en las manos. Estaba planchada y parecía recién lavada. Se notaba que se había tomado su tiempo en elegir la que iba a entregarle. Chanyeol sonrió.  — ¿Por qué?

 

—Vivo en el residencial junto a este, suelo venir por aquí mucho porque varios amigos míos viven cerca. — Mencionó, tomando la camisa y dándole un suave «Gracias»  — no recuerdo haberte visto antes, por eso pregunté.

 

—Oh, bueno. Ya sabes donde vivo, puedes venir cuando gustes~ — el pequeño lo miró unos segundos, antes de mirar hacia la ventana. — No parece que la lluvia vaya a detenerse pronto, así que… iré a preparar un poco de chocolate caliente. Puedes dejar la camisa ahí, la recogeré luego. — tras decir estas palabras, desapareció por el pasillo.

 

El apartamento de Baekhyun era lujosamente hermoso, grande y espacioso. Incluso había aire acondicionado central y calefacción en el lugar, lo que le permitía controlar la temperatura de la casa cuando quisiera. Estaba en el quinto piso de una de las torres donde se encontraban los apartamentos más costosos de la zona, lo que quería decir que él venía de una familia bastante adinerada.  Chanyeol lo siguió con la mirada y, después de haberse cambiado, por un impulso de curiosidad, lo siguió hasta la cocina en donde se sentó en uno de los taburetes. Baekhyun, al notarlo, rió suavemente y luego volvió a lo que estaba haciendo.

 

—¿Y tú? ¿No piensas cambiarte de ropa? — apoyó los codos sobre la cerámica y lo miró fijamente mientras se movía de un lado a otro buscando ingredientes.

 

—No te preocupes, lo haré luego.

 

—Te vas a resfriar, Baekhyun. — dicho esto, el mencionado volteó a encararlo. — además, hay una mancha roja en tu pantalón.

 

Baekhyun alzó una ceja, extrañado. ¿Una mancha roja? Cuando bajó la mirada por la tela de la prenda hasta la altura de su rodilla confirmó lo que había escuchado. Definitivamente, había una mancha roja en su pantalón. Y lo mejor era que con el tiempo se volvía cada vez más grande.

 

—Genial, lo que me faltaba. Tener la rodilla herida.

 

—Por algo pregunté si estabas bien antes. — lo escuchó suspirar. — Vi la caída y fue algo… ¿Dura?

 

—Pues no había sentido nada hasta ahora. — las mejillas de Baekhyun se tiñeron con un intenso color rosa, lo que provocó que Chanyeol riera un poco y hablara sin siquiera pensar.

 

—Te ves lindo sonrojado.

 

Dicho eso, un silencio incómodo se apoderó de la sala. Por su expresión, parecía que esas palabras habían sorprendido enormemente a Baekhyun y Chanyeol no apartaba la mirada de sus ojos. Parecía como si estuviera tratando de leer su mente, de atravesarlo con la mirada, de estudiarlo. Baekhyun sintió su respiración agitarse. «¿Por qué me está mirando así?» pensó. ¿Había sido una buena idea llamar a ese extraño a su casa?

 

Claro que sí, estaba seguro.

 

Además, le gustaba como lo estaba mirando.

 

—Venga, Baekhyun. Hay que tratar esa herida tuya.  — Chanyeol se puso de pie y por su cuenta bajó el fuego de la estufa, con la intención de que el chocolate se preparara de manera más lenta. — ¿Tienes alcohol y algodón? Una gasa estaría bien de igual manera.

 

—¿Piensas tratarla tú? — preguntó, lanzándole una mirada algo coqueta.

 

—Sí, si no te molesta, claro.

 

Chanyeol esperó a que Baekhyun fuera a cambiarse a un conjunto más cómodo, quien salió de su habitación vistiendo una bermuda blanca y una camiseta de color negro, encima traía un abrigo del mismo color pues el frío que hacía lo estaba matando. Una vez estuvo junto a él, se arrodilló justo en frente para limpiar y cubrir la herida que había tomado lugar en la rodilla del mayor.

 

Baekhyun se mantuvo en silencio por todo ese tiempo, quejándose de vez en cuando debido al ardor que producía el alcohol contra la herida. Para cuando terminó, Baekhyun se encontraba haciendo un puchero que al parecer no había notado. Debía ser una costumbre suya, y realmente se veía muy tierno. Daban ganas de tomarlo y no dejarlo ir nunca, al menos esto era lo que Chanyeol creía.

 

Al regresar a la sala ya con los chocolates calientes, y algunos malvaviscos, en mano; se concentraron en una conversación que comenzó con la simple pregunta de sí Baekhyun vivía solo en aquel lugar. Y así era, recientemente había decidido dejar la casa de sus padres y vivir por su cuenta en aquel departamento. Según él, si comenzaba desde temprano pronto se acostumbraría a la idea de la independencia y además tenía la privacidad que necesitaba. La limpieza y la cocina no era un gran problema, debido a que él mismo lo hacía y estaba acostumbrado de todos modos. Además, no era una persona que hacía mucho desorden por lo que resultaba mucho más fácil mantener la casa en perfecto estado. De hecho, no le extrañó cuando Chanyeol preguntó si lo hacía desde pequeño.

 

—¿Me crees si te digo que lo hacía por puro gusto?

 

—¿De verdad?

 

—Como ya sabes, tengo un hermano mayor. Su nombre es Baekbom. Él era quien estaba pendiente de los negocios familiares por lo que a veces tenía que irse con Papá para allá y para acá. — se acomodó sobre el mueble de manera que sus piernas quedaron cruzadas. — cuando él no estaba, no tenía con quien jugar y como desde siempre he sido muy inquieto comenzaba a hacer cualquier cosa… así desarrollé cierta costumbre a estar cocinando y limpiando esto y aquello. Mi madre decía que le era de mucha ayuda.

 

—¿No habían niños de tu edad en ese entonces? — Chanyeol, quien se sentó justo al lado de él, estaba un poco extrañado.

 

—Sí, si habían, y créeme que jugaba con ellos hasta el cansancio. Pero no estaba todo el tiempo fuera. Ya sabes, a veces uno solo quiere estar en la comodidad de su hogar.

 

—Baekhyun, ahora que lo pienso no te he preguntado tu edad. ¿Cuántos años tienes?

 

—Veintiún años, ¿Y tú?

 

—Oh, wow. Yo tengo diecinueve. — Baekhyun se sorprendió al escuchar eso — ¿Debería llamarte hyung?

 

—No es necesario, pero si quieres hazlo.  — colocó la taza vacía sobre la mesa. — Y no pareces de diecinueve. Te ves… mayor.  No sé, es que con ese cuerpo creí que…

 

Inmediatamente notó hacia donde iba decidió callarse. Ese era el problema de ser tan abierto con sus pensamientos, pensó una vez reaccionó. El sonrojo volvió a posarse sobre sus mejillas y mordió su labio inferior levemente. No podía ser más idiota. Chanyeol, por otro lado, comenzó a reír al ver su expresión y por poco muere cuando sintió el golpe que le había dado Baekhyun en el pecho. Se veía delicado y frágil, pero la fuerza que tenía no era de subestimar.   

 

—¿Tú de qué te estás riendo? — sus ojos azules se encontraron con los marrones ajenos, manteniéndose la mirada fijamente.

 

—De que eres súper tierno, Baekhyun.

 

Baekhyun, a diferencia que antes, no sintió sorpresa al escuchar eso. Ni siquiera sintió ganas de correr. Sentía mariposas en el estómago, por así decirlo, como cuando era un adolescente pequeño e ingenuo. Sus miradas no se separaron un solo instante. La armonía y atmosfera que se sentía se quebró cuando el teléfono de Chanyeol comenzó a sonar. Su rostro se convirtió en todo un poema cuando vio la pantalla del móvil.

 

—Lo siento, tengo que irme. Olvidé algo importante. — se golpeó la frente en señal de auto-castigo. Esta vez fue el turno de Baekhyun para reír. — Me gustaría reunirme contigo nuevamente, Baekhyun, eres bastante agradable. — dicho esto, Baekhyun tomó el  celular de sus manos y comenzó a marcar.

 

—Ahí tienes mi número. Llámame, me das la dirección de tu casa, y pasaré por allá tan pronto como pueda.

 

Chanyeol sonrió y se puse en pie, siendo acompañado hasta la puerta por el más pequeño de los dos. Antes de irse, pareció dudar sobre algo por un segundo, pero al final tomó la decisión que creyó correcta. Caminó de regreso hacia Baekhyun, quien estaba aún parado en la puerta, y besó su frente. Volvió a despedirse y a agradecerle por todo. Baekhyun sonrió.

 

—Nos vemos, Gigante.

 

Una vez desapareció de su vista, Baekhyun entró a la casa y cerró la puerta tras de sí. Cuando sus ojos cayeron en la camisa de Chanyeol inmediatamente optó por lavarla y plancharla para regresársela, claro si él llamaba nuevamente. Esperaba que lo hiciera, con toda honestidad. Comenzó a pensar en lo que le había pasado en la mañana y creyó que ese había sido el mejor accidente que le había ocurrido. Sin embargo, solo pensando en eso pudo recordar algo bastante importante. Gruñó, corriendo a encender el televisor a ver si tenía al menos el chance de ver algo. Nada.

 

Se había perdido el programa que había estado esperando. 

Notas finales:

¡Hola! Muchas gracias por haber leído /u/ 

 

Apenas terminé mi otro BY vengo con esto, yo debería estar actualizando el 2min, si, pero es que me agarró la inspiración con este y ... y... mejor lo aprovecho ;A; 

Estoy probando un nuevo estilo con esto, nunca he escrito lemon o mpreg antes así que espero hacerlo bien. Ojala les guste el fic, será un poco largo, ah. 

 

¿Me apoyan con este FB feo? Agradezco el apoyo con chocolates(?


-> FB Channie♥ <-

 

¡Nos estamos leyendo!  

Twitter:  imnotnoona 

 

X.O.X.O 

 


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