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Sin limites por Nini_el_panda

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Notas del fanfic:

Este es mi primer escrito aqui, y espero que les guste, no es gran cosa, pero espero ganarme alguno que otro fan, para cuando me vuelva escritora, tenia años queriendo publicar algo aquí y hoy me siento con la suficiente preparación.

Notas del capitulo:

Pueden o no creerme, pero este capitulo lo escribí directamente aquí y bueno espero lo disfruten. 

En un solitario parque, podría decirse que casi totalmente abandonado, se encontraba una chica, igual de solitaria, con apenas unos visitantes, el parque era el lugar preferido de esta chica, su aspecto no era el mejor, y sus ropas no le hacían justicia a su figura esbelta y bien formada, a sus 17 años Elizabeth, una pelirroja, alta y de unos hermosos ojos azules y pequeñas pecas que recorrían todo su cuerpo, había vivido muchas cosas.

Nadie sabía exactamente como una chica tan hermosa, pudo vivir en circunstancias tan adversas y difíciles desde una edad muy temprana, desde que nació, su vida parecía estar destinada a lo peor, abandonada en la calle, lo único que le dio una identidad fue una carta en donde escribían “mi nombre es Elizabeth Divassi” , fue recogida por una persona anónima, quien, con las mejores intenciones la llevó a un hospital, sin saber que lo que ocurriría con ella despues no seria lo mejor, llevada a un orfanato, la niña creció aislada y despreciada por casi todos los niños que ahí se encontraban, ya fuera por su color de ojos, por sus pecas, e inclusive por su cabello, si no era maltratada, simplemente era ignorada, y los adultos hacían a ojos ciegos, y simplemente decían cosas como “los niños pueden ser crueles” o “así son los niños, solo están jugando”. Al cumplir los 7 años fue “adoptada” por una familia, la mentira más grande que pudo escuchar en su corta vida, al no poder hacerse cargo de la niña, el orfanato había decidido entregarla a un hogar sustituto a cambio de dinero, en dicho sitio, las cosas no mejoraron del todo, las diferencias eran superficiales, una mejor alimentación, menos niños que le maltrataran, y la oportunidad de asistir a la escuela.
La chica creció en un ambiente difícil, sin conocer a sus padres, sus primeros años de vida, siendo ignorada maltratada y humillada, lo único que no cambió fue su sonrisa, aprendió a sonreír casi al mismo tiempo que aprendió a leer, para ella era su escape, era llevada a otro mundo, donde no hacía falta nada más que la imaginación.

Esta chica vestía unos jeans holgados, una playera heredada de uno de sus “hermanos” que le quedaba grande, unos converse viejos y algo rotos, su vista deteriorada por el tiempo que pasaba leyendo, ahora se veía apoyada por unas gafas un poco grandes, las cuales ocultaban bastante su belleza, pero eso no le importaba en lo más mínimo, ella era feliz, con todo y con nada, sin importar lo que pasara, ella estaba acostumbrada a la soledad, a los maltratos, el ser ignorada, etc.
La vida no le había sonreído, pero ella al contrario le sonreía día con día, sin importar lo que pasara ella siempre respondía con una sonrisa.

-¿Elizabeth?- una voz desconocida para la pelirroja le habló a sus espaldas haciendo que esta volteara un poco sorprendida.

-¿Si?- la chica observó por un segundo a la persona que le había hablado y luego reaccionó -¿es usted la persona que me contactó en la escuela?- Preguntó ya totalmente atenta a la otra persona.

-Mi nombre es Andrea- la señora ahora se encontraba frente a Elizabeth, sonriendo de una manera que le dio a entender que sentía lástima por ella.

-Mucho gusto, ¿para que quería reunirse conmigo fuera de la escuela?- Elizabeth fue directo al punto sin inmutarse, pero estaba algo nerviosa y por inercia comenzó a jalar un mechón de su largo cabello rojo, una pequeña actitud que había adoptado hace mucho tiempo.

 

-Bueno, para empezar, soy la directora de una escuela especial- la señora seguía sonriendo mientras hablaba -y tu eres candidata a una beca completa, para estudiar en esa institución, y para eso necesitaba entrevistarte, por eso te cite aquí-

-Ah, vale, pues ¿qué quiere saber?- preguntó la joven mientras enredaba el mechón de cabello en su dedo índice

 

-En primer lugar, ¿cuál es tu mejor materia?- la pelirroja encogió un poco los hombros y sin darle mucha importancia respondió -Pues, en todas mis materias tengo la calificación más alta- dijo simplemente

-Vaya, bueno ¿qué es lo que más te apasiona?- Elizabeth sonrió y emocionada dijo -¡La lectura!-

 

La señora se sorprendió un poco ante la reacción de la menor, después de observar por un momento a la chica, continuó -está creo que es un poco difícil, pero podrías intentarlo- la señora de su mochila, sacó un pequeño cubo de Rubik y se lo dio en las manos a la pelirroja -¿Sabes lo que es esto? -preguntó a Elizabeth mientras que ella le sonreía al objeto

-Si, es un cubo de Rubik, me gustan- dijo sonriendo y desarmando el cubo -¿puedo jugar con el?- preguntó mientras seguía desarmandolo

 

-Esa es la idea, Elizabeth, pero te voy a tomar el tiempo ¿estás de acuerdo?- Elizabeth asintió y le entregó el cubo a la señora, indicándole que ella lo desarmara, esta así lo hizo y sacó un cronómetro de su mochila, para después entregarle el cubo a la menor -Bueno, en cuanto estés lista-

Elizabeth tomó el cubo y le indicó con la cabeza a la señora que ya podía iniciar a tomar el tiempo, entonces comenzó a mover el cubo para verlo por todas sus caras, al hacer eso también había comenzado a acomodarlo, moviendo esquinas, aristas y caras, no le tomó más de 53 segundos resolverlo todo, entonces se lo devolvió a la directora de aquel instituto.

 

-¿Cuánto me tardé?- preguntó interesada en su récord, pues nunca se había medido el tiempo.

 

-Realmente, no tardaste nada, de todos los candidatos eres quien más rápido resolvió el cubo- la señora se veía bastante satisfecha con el resultado de la menor, entonces le devolvió el cubo y le sonrió -Bienvenida al colegio Blue Mermaid, un colegio femenino, al sur de Colorado, con dormitorios para foráneas, en este caso tu ocuparias lugar en uno de estos…-

 

De pronto la chica interrumpió a la señora -¿quiere decirme que tengo la oportunidad de irme a estudiar a otro país solo por un juego sencillo?, ustedes están locos, realmente locos- la pelirroja estaba más que sorprendida, incrédula ante tal situación, pues era realmente increíble.

 

-No es broma ni te estoy mintiendo, tu eres de las pocas personas con el potencial para estudiar en este colegio, y estaría muy contenta de que accedieras a asistir a clases ahí- la señora sacó unos papeles de su mochila, entonces se los entregó a la pelirroja para después darle unas instrucciones -Tienes que darle a firmar esto a tus padres, es una autorización para el viaje y la residencia en el colegio, y nosotros nos encargaremos de los trámites en tu actual escuela, así que no te preocupes por eso, tu solo encargate de lo que acabo de pedirte- la directora del colegio le sonrió y entonces guardo otros papeles en su mochila- bueno con esto hemos terminado, iré a buscarte este viernes a tu escuela para irnos, porque ¿aceptas verdad?- preguntó temerosa la señora, pues realmente quería a esa chica en su colegio.

-Vale… digo, creo que no me irá mal en otro sitio- la menor sonrió y después guardó el documento en su mochila, para después levantarse -ire a entregarle esto a mis tutores, no creo que me lo nieguen- la chica bajó un poco la cara y susurró -no les vendría mal deshacerse de mí- como último gesto de despedida la chica sonrió a su interlocutora, y entonces dio media vuelta para marcharse a su “hogar dulce hogar”.

Notas finales:

Bien, lo acabo de terminar de escribir, y la verdad creo que quedó bastante ¿bien?, bueno olvidenlo no sé pero espero que si han llegado hasta aquí sea para buscar un siguiente capitulo, por favor si les gustó haganmelo saber, como dicen por aquí eso inspira, y gracias en serio por tomarse el tiempo de leerlo.


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