Mis dedos se enredaban alrededor de su cabello castaño, marcando el paso para poder entrar más profundo en su boca.
-más adentro Tony… más rápido.
Mi novio obedeció hasta que finalmente yo me corrí. Él se trago todo mi semen, y con ojos tiernos y grandes me miro satisfecho. Yo sonreí forzadamente, le ayude a ponerse de pie. me beso fogosamente enredando su lengua con la mía, haciéndome probar mi propio sabor, salado, amargo. Como un veneno.
-te quiero dentro cap- me susurro al oído y yo, Yo, solo necesitaba oír esa señal para darle la vuelta, empotrarlo contra la pared y sin delicadeza bajar los pantalones formales del smoking dejando su trasero a mi merced. pegando mi cuerpo contra el de Tony. Lleve mis dedos hasta su boca. Él. impaciente lamio, lubricándolos, baje hasta su entrada y con más rabia que excitación metí dos dedos de una sola estocada, lo escuche rugir salvaje por el dolor, ensanche esa pequeña entrada que me succionaba como queriendo retenerme. baje el ziper del pantalón y le penetre, duro y rápido. Duro y rápido como le gustaba a Tony Stark. Escabullí mis manos bajo su pantalón y le masturbe con cuidado de no manchar la pulcra tela negra.
-Ah… si…¡capitán!- gemía Tony. Mientras las embestidas lo hacían pegar contra la pared del cubículo del baño público en que nos encontrábamos.
-Tony baja la voz- le susurre al oído.
-me…- Tony gruño. Terminando en mi mano.
-wow cap… eso fue genial- dijo el millonario arreglándose frente al espejo - espero no haber manchado este pantalón. Estuvo fabuloso, pero debo regresar a la fiesta, después de todo es la fiesta anual de caridad de los vengadores.. hey Jan…- dijo Tony saliendo del baño.
Con movimientos pesados arregle mi ropa y Salí a la fulgurante recepción, esa noche los invitados especiales serian los vengadores, y mas por compromiso que por gusto asistí, la verdad no estaba muy concentrado esa noche, con los espasmos del orgasmo aun hormigueándome en el cuerpo me deje caer en la barra.
¿Hace cuanto que estaba con este multimillonario playboy filántropo? La respuesta no requería mucha de mi masa cerebral. Hacia exactamente 4 mese que éramos “novios”. Si con novio te refieres a la persona con la que follas 3 veces al día y nada mas. Nunca dormimos juntos, nunca habíamos ido a ver una película al cine, nunca habíamos salido en una cita formal. Simplemente éramos novios de sexo y despedida. En enero de este año, durante el baile de gala de la corporación Orscop me le propuse a Tony. Entre las rosas y fuentes del jardín, de la manera mas romántica que se me ocurrió y contra todos mis prejuicios. Él solo contesto un seco sí. Y en ese momento yo fui el hombre más feliz del universo, me sentía idealizado pero fue estúpido, esa misma noche tuvimos nuestra “primera vez” o al menos lo fue para mí. Pero después de eso, no paso mas. No hay caricias ni abrazos, ni palabras cursis. Solo sarcasmo, bromas de mal gusto y un truco barato. No mas. Pero aquí me tienen, sufriendo como un masoquista enfermo, atado aun amor condenado a la nada pero no puedo quejarme, el mismo Tony me lo advirtió.
-si quieres que te sea fiel- le dijo el hombre de acero- tienes que suplir a todas las mujeres que me tiraría si estuviera soltero.
El solo pensar en tener una relación con Iron Man no me dejo razonar, sin pensármelo dos veces acepte su condición. después de todo ¿Cuánto sexo puede necesitar? Pensé en su momento. Poco después empíricamente resolví que mucho. Si bien Tony tenia fama de ser todo un playboy nunca pensé que ese hombre fuera una maquina sexual.
Al principio todo estaba bien, un poco de sexo algo de indiferencia, esa relación tenia mucho que dar, pero con el tiempo deje de seguirle el ritmo al filántropo, las sesiones de sexo salvaje se prologaron en tiempo y repetición, ahora con solo 4 meses de iniciada, la pareja no salíamos del cuarto. La relación se había convertido en algo vano.
Al regresar de aquella reunión Tony suspiro aliviado.
-al fin en casa Cap- dijo bajando del auto.
-si… Bueno. gracias por traerme, tomare mi moto y me iré.
-¿terminamos lo de esta tarde?- pregunto con tono pícaro. Yo sabía a qué se refería. Mi cuerpo se tenso ante la idea, pero el deseo pudo mas que el juicio. Esa noche me deje hacer, Tony me abrazaba y besaba con lujuria y candor. Pasando sus dedos expertos por mi cuerpo, chupando mi pene y haciéndome llegar al punto en que ahí mismo, en el estacionamiento de la mansión, lo tome sobre el capot del auto dejando las huellas blancas de nuestra pequeña travesura sobre el rojo brillante del coche.
¿no se quedara a dormir capitán?- ronroneó, tomándome de la corbata - santurrón- escupió. Yo solo pude tragar grueso
Como de costumbre al abrir los ojos a la mañana siguiente Jarvis me recibió con un cordial saludo.
-buenos días capitán Rogers, son las 6:30 am, hoy tendremos un día parcialmente soleado con probabilidad de lluvias al anochecer.
-¿Dónde está Tony?- pregunte con la vos gruesa del recién despertar.
-el señor Stark está en su Taller.
Baje con cuidado las escaleras hasta el almacén de coches de Tony. La música Heavy Metal se escuchaba a todo lo que daba.
-Tony¡- grite pero la música no le permitía oírme así que golpee el cristal. haciéndome una señal con la mano me permitió entrar desactivando el código de seguridad. Estaba cubierto de grasa y aceite de coche, con las manos enguantadas por esos toscos guantes de trabajo- Tony…- repetí con voz trémula, él se me acerco y comenzó a besarme apasionadamente. el conjunto de olor a grasa y el delicioso sudor de Tony Stark me desconcentraba, sus manos jugueteaban por mi espalda haciendo sentir la dura textura de los guantes.
-¿quieres mas Cap.?- pregunto, enredándome con sus manos y bajando lentamente hasta quedar de rodillas frente al cierre de mi pantalón, lo tomo con los dientes bajando lentamente.
-no- respondí, el me miro confuso- necesitamos hablar Tony- puse mis manos sobre sus hombros y le ayude a pararse.
-¿de que?- me pregunto evasivo.
-de… de nosotros.
-¿nosotros?… ¿que pasa con nosotros?- sus ojos se helaron, quedando sin expresión. se quito los guantes y tomo la botella de whiskey dando un sorbo de la boquilla.
-Tony… yo… nosotros necesitamos algo mas que esto.
-¿Qué es esto?- pregunto con su tono frio y sarcástico- ¿de que me folles?
-no… Tony quiero decir. Nuestra relación no tiene mas trama que una película porno- me miro reacio. se dio la vuelta, tomo su llave inglesa y siguió arreglando su moto.
-lo siento Cap.… eso es todo lo que soy.
-no Tony- dije acercándomele-¿ por qué no vamos.. no se a tomar un helado, a caminar por el parque…?
-¿por qué no vamos a una cena?,¿ al cine? , ¿por qué no lo hacemos en una cama de rosas?. Yo se lo dije desde el principio capitán America, yo no voy a citas, yo no llevo a bares. ¨Yo¨. Es todo lo que te puedo ofrecer y si tu no lo quieres tengo una fila para quienes sí- desvió la mirada y se metió bajo la maquina.
-¿entonces?... ¿eso es todo?
-yo le advertí que si quería estar conmigo tenia que aceptarme tal y como soy.
Espere durante unos minutos, pero, no me contesto. Con el corazón herido Salí de la cochera, escuche un vidrio romperse tras de mi, aun así mi orgullo era muy grande como para regresar sobre mis pasos. Tome mi chaqueta, Salí de la casa y no regrese.
Pasaron los meses, tres meses para ser exactos. no volví a ver a Tony. no se comunico conmigo y en las galas de beneficencia y juntas de los vengadores no me dirigía la palabra, si tenia algo que tratar conmigo simplemente mandaba a Pepper por ello.
Fue hasta la cena de navidad, la que da shield todos los años, que volví a verlo. tan radiante y esplendido como siempre. Con su traje negro y su camisa fina de satín rojo. Y yo, yo estaba sentado en la barra tomándome todas las botellas del lugar, si tu hígado y sobriedad son indestructibles, no queda mas que disfrutar del sabor. Lo miraba en la pista, luciéndose, con botella de whiskey en mano y dos hermosas modelos de compañía.
-hola…- me murmuro una hermosa rubia a mis espaldas.
-hola Pepper- dije con falsa alegría.
-sí… bueno ¿podemos hablar?
-claro- dije alzando la mano para pedir dos martiny.
-quizá en otro lugar- dijo, señalando la pista de baile.
Con pesadez me levante de la barra, y la seguí hasta un cuarto apartado del lugar, era algo parecido a una lujosa recepción. Después de todo aquella cena era en la fabulosa torre Stark.
-iré al grano- dijo Pepper- Tony esta destrozado por tu partida.
Me quede callado, desde el otro lado de la puerta se podían escuchar los gritos del susodicho.
-por el escándalo y las dos modelos no creo que le haya afectado tanto.
-no estés tan seguro, Steve, voy a contarte algo que jamás he contado a nadie y que prometí no decirlo- me tomo la mano con suavidad y yo temblé de pánico ¿Qué sucedía? ¿tenia cáncer o algo así?- ¿Por qué crees que Tony no dura con sus parejas mas de un mes?
-¿ha tenido parejas?- pregunte sarcástico
-se que suena difícil de creer, pero sí. Solo tres parejas para ser exactos, la primera era una chica joven, la dejo al mes, las segunda fui yo, rompimos a los 3 meses, y finalmente la tercera y mas duradera fuiste tú. Se que les sucedió, el sexo con Tony es… wow impresionante. pero vacio, hueco, se la pasaron en la cama probablemente todo el día, bueno la cama, la cocina, el taller…- los ojos de Pepper se perdían en recuerdos.
-bueno…- dije para regresar a la conversación principal.
-el punto es Steve, que es la manera en que Tony demuestra su cariño- rodé los ojos con ironía- es verdad, su padre y su madre nunca le demostraron cariño. las únicas veces que su padre le felicito era cuando construía una maquina esplendida.. o, cuando llevaba una chica hermosa a casa, Tony aprendió que la manera de demostrar cariño es con el sexo, y me temo que fue demasiado sexo para algunas. Él no solo demuestra el cariño con el sexo, todos sus sentimientos los expresa con sexo. Últimamente no se concentra en la empresa, no ha creado nada, no avanza en el traje de Iron Man, esta drogado o borracho todo el tiempo, e inclusive a echo uso de su tarjeta Play Boy. Steve, mírame. El está destrozado y es por ti…
Pepper me miraba de una manera profunda, anhelante, como si esperara que yo pudiera hacer algo por Tony.
La puerta se abrió abruptamente, interrumpiendo nuestro duelo de miradas. Tony entro con dos hermosas chicas, una en cada brazo.
-ups… perdón señoritas esta habitación ya esta ocupada, vamos a mi despacho en la suite de lujo- dijo a las muchachas que drogadas a penas y podían seguirlo.
Pepper me miro de nuevo, pidiéndome ayuda muda.
-bueno- conteste tomando mi abrigo- un caballero nunca defrauda a una dama. Le di un par de sacudidas a mi abrigo y Salí de ahí.
Ya fuera de la habitación, por los largos y solitarios pasillos de la torre me sentía como en un laberinto, quería correr esconderme, no sabia que rayos estaba haciendo, buscando a alguien a quien yo había dejado. Pero ya era demasiado tarde, estaba a menos de tres escalones para el piso de Tony. Suspire y agarrando valor gire el picaporte.
En la cama estaba Tony y sus dos compañeras, las botellas estaban vacías y regadas por el piso, sobre la mesita de noche dos largas líneas blancas esperaban a su próximo usuario, un coctel de pastillas yacían sobre el buro. Y Tony… Tony estaba dormido, enredado entre las sabanas de satín rojo. Mire a las dos señoritas que recién despertaban de su letargo, y con una mirada autoritaria las corrí sin necesidad de palabras.
Tony…- susurre para tratar de despertarlo, tenia que asegurarme que no le daría una sobredosis.
-capi, que sorpresa. ¿Quieres algo de tomar?- dijo en una inconciencia, su voz era eufórica y sus pupilas dilatadas me decían que estaba demasiado drogado para estar consiente. A trompicones se paro de la cama y fue directo por una línea de coca, de una rápida inhalación ya estaba en su organismo- te ofrecería a Melinda o a Amber, pero creo que ya no están. Ven siéntate y…
No termino la frase, corriendo se dirigió al baño a vomitar, estoy seguro que mas del 70% del contenido de su estomago era alcohol puro, con cuidado y en silencio espere junto a él, las arcadas sonaban fuertes, y Tony se abrasaba de la taza para no perder el equilibrio, ahora que lo veía el pobre hombre se veía demacrado, de muchas noches sin sueño, mas delgado y su musculatura había casi desaparecido. Puse una mano sobre su hombro, lo tome con delicadeza entre mis brazos y lleve hasta la cama.
-¿Quién te dijo Rodie o pepper?
-¿que?- conteste a tan inesperada pregunta.
-¿rodie o Pepper? Cuando estoy en este estado solo hay dos personas que saben como tratarme ¿rodie o Pepper? Los demás se aprovechan y hacen una fiesta o me llevan a la cama para hacer escándalos sexuales. Nah.. aun creen que la prensa puede impresionarse con otro escándalo de mi parte.
-Tony yo…- mi voz era trémula, no sabia que decir.
-bueno- se incorporo con trabajo- ya que estoy ebrio, drogado e ido te diré que aun te extraño capipaleta… mucho- sus ultimas palabras salieron tristes. Me miro con esos ojos cafés de perro moribundo, y aunque para un te extraño no sea mucho para algunos viniendo de tony era una declaración de amor verdadero.
No dije nada, lo arrope entre las sabanas, así desnudo y solo cubierto por la tela roja lo cargue en brazos y me lo lleve, no importo las miradas de alguno que otro metiche, lo subí al coche y conduje hasta la mansión.
-¿Cuál es el numero de acceso?- pregunte para poder entrar.
-1-9-4-2.
Sonreí para mi y seguí caminando hasta la ducha, lo metí en el agua caliente y sin desnudarme le bañe como si fuera un niño pequeño, pase mis manos enjabonadas por todo su cuerpo, él solo se dejo hacer, no supe nunca si cedió ante mi o estaba demasiado drogado, lo deposite en la cama de pulcra seda blanca, él no dijo nada, tome una corbata se su selecta colección de Gucci y le tape los ojos con ella.
-que ray…- lo silencie con un dedo.
-esta noche serás mío, a mi manera y a mi ritmo, tu solo déjate llevar.
Sentí como su cuerpo se relajó bajo el mío, con los ojos vendados y el corazón en un brinco, pase mis manos suavemente por su abdomen baje con mi lengua desde el cuello hasta el pecho que desnudo subía y bajaba por lo agitado de la respiración, mas abajo su erección comenzaba a tomar forma, llevo su mano hasta su miembro pero lo detuve.
-Esta noche no Tony. Esta noche será lento… tranquilo, esta noche me contaras con detalle tus fantasías, tus pasiones y tus miedos. Dime Tony ¿que quieres que te haga?
No respondió, tome su barbilla y le di un beso sereno en los labios, amargos, aun conservaba el sabor a vomito y pastillas, pero eso no me importaba, hay días que hasta el peor de los defectos de alguien, te parece un grito desesperado de ayuda.
-ahora lo entiendo Tony- dije, recorriendo mis dedos por su cuerpo, jugando, disfrutando- todo ese deseo, esa lujuria, no era mas que tu manera de amar- mis ojos se volvían cristalinos, y agradecí que o pudiera verlos, entorne una sonrisa y le dije- hoy quiero enseñarte mi manera de amar, hoy quiero hacerte el amor.
No se necesito mas, deje que mi cuerpo fuese el que hablara, tome sus labios y los saboreé con detenimiento y parsimonia, ese sabor amargo era de apoco sustituido por su dulce sabor normal, su piel se erizaba ante mi contacto y yo me sentía orgulloso de aquella reacción.
Susurre palabras de amor a sus oídos, mordí sus lóbulos, mientras el gimoteaba por lo bajo y dejaba caer sus lagrimas. Recorrí su abdomen, sus piernas, su entrada, con absoluta devoción. con cuidado y algo de lubricante, introduje mis dedos. El gimió como nunca lo había escuchado, tan vulnerable, tan humano. No pude resistir mas, eleve sus piernas por sobre mis hombros y en una danza mas que en embestidas. Mis roncos gemidos llenaban la habitación, pero justo antes de acabar, lo note. La tela que cubría sus ojos estaba empapada, me detuve, la quite. Y lo que descubrí me conmovió el corazón, unos ojos tiernos y anhelantes, cristalinos por el llanto, me llamaban en silencio, me quede pasmado, él extendió sus manos hacia a mi, me tomo por los hombros y me beso, sin pasión sin lujuria, era un beso casto, Sensible, era una declaración de amor.
Después de eso, me deje llevar, no fui consiente de mi mismo, no supe si acabamos en el orgasmo o fue algo mas profundo. Aquella noche tony lloro lo que no había llorado en años, me dijo que me extrañaba, y nos contamos nuestras historias de vida mutuamente.
Quizá sea solo la cursilería de un viejo, pero creo que esa noche fue cuando nació nuestro amor y probablemente nuestra relación