I
No estaban seguros de cómo terminaron así, pero de un momento a otro, esa discusión fue terminada con cuatro miembros fuera del dormitorio, dejando a Yongguk y Daehyun sentados en el sofá. Una película de terror reproduciéndose en el televisor.
Estaban cenando (antes de las siete) y de pronto Youngjae habló de un episodio del weekly idol que había visto y luego el tema se tornó a Yongguk y Daehyun, después de que Youngjae había dicho y comprobado que era más cercano a Zelo en comparación con ellos dos.
Himchan había sugerido dejarlos solos, como broma. Pero, al parecer, la defensiva y desesperación de Daehyun por que no se fueran fue suficiente para que los otros pensaran que sería divertido hacerlo realmente.
Ahora, estaban solos.
Daehyun miraba la pantalla, pero no realmente, sino, un espacio en ella pero sin poner atención a la película. Yongguk miraba la pantalla, pero no realmente, sino a Daehyun a su lado.
Solo cuando Daehyun giró un poco su rostro hacia Yongguk que éste le sonrió de lado.
La película seguía reproduciéndose, mostrando una escena de que el techo de una casa vieja se estaba cayendo desde el punto de vista del salon de estar, al mismo tiempo que Yongguk le hizo un gesto a Daehyun para que se acercara.
Naturalmente, Daehyun sonrió de lado también.
Yongguk pasó un brazo hacia el costado de Daehyun, atrayéndolo lo suficiente para inclinarse hacia su cuerpo y besar sus labios. La otra mano del mayor sujetaba el respaldo del sofá, para poder tener mayor control.
Daehyun sonrió en el beso cuando sintió a Yongguk moverse sobre él, y rápidamente se acomodó mejor en el sofá, moviéndose hacia el lado, quedando recostado y Yongguk sobre él.
“Hyung”, le llamó Daehyun, separándose un poco, “¿los demás no van a preguntar si vimos la película?”, preguntó, sin dejar de sonreír.
Yongguk rió un poco, con una gran sonrisa.
“¿En serio te preocupa, Daehyunnie?”, inquirió, volviendo a bajar para dar un corto beso en el cuello del otro, recibiendo un suspiro.
“No, la verdad no”, respondió, riendo.
Yongguk rió con él, divertido por las cosquillas que conseguía sacar del muchacho, tocando sus costados, besando su cuello y riendo contra sus labios.
II
No era que Yongguk fuera un mal novio. Era que sus intereses estaban repartidos por todos lados.
Tenía interés en estudiar música, tenía interés en trabajar en la tienda de mascotas cerca de su departamento, tenía interés en pasar tiempo con sus amigos, en componer su música e ir a ver conciertos.
A veces Daehyun pensaba que él siempre quedaría para después.
Yongguk le llamaba, a veces. Le mandaba mensajes en las mañanas (a la hora que el mayor recién se estaba yendo a dormir) deseándole un buen día, a veces, y de vez en cuando le regalaba algo, chocolates, normalmente.
Yongguk no era un mal novio. Daehyun solo pedía que en lugar de ir a beber con uno de sus compañeros, fuera a su casa y cenaran juntos, tal vez acurrucarse un rato porque era un día de clases y ninguno se sentía con las energías de algo más que solo dormir juntos y bastaba con querer tenerse cerca: mirarse a los ojos y sonreír sin una razón en particular más que estar feliz con la presencia del otro, tal como lo hacían al principio de la relación.
Tal vez era esperar demasiado.
Daehyun le había respondido el mensaje a Yongguk, diciéndole que tuviera beunas noches, pero justo cuando presionó enviar, el timbre de su puerta sonó.
Caminó hasta la entrada, encontrándose a su novio que le miraba con una gran sonrisa.
“¿Celebramos algo?”, preguntó Daehyun con duda, pero infinitamente feliz.
Yongguk rió igual, y con un paso, estuvo lo suficientemente cerca para dar un corto beso en los labios del otro.
“No”, contestó, acercándose lo suficiente para abrazar el cuerpo del menor y ser correspondido al instante, escuchando la risa de Daehyun contra su hombro. Eso era lo único que había que celebrar.