-Te gusta el helado?
-Si! Es lo mejor, sobre todo si es de fresa.
-A mi no me agrada tanto el de fresa- me susurro. Nunca pude saber muy bien que me gustaba de sus ojos negros. Nunca pude saber muy bien que era ese sentimiento que me atacaba cuando le veia cerca mio. En ese entonces no seriamos mas que chiquillos. Recuerdo muy bien las facciones de mi Sasuke. Piel blanca como el marfil, mas suave y tesa que cualquiera que haya visto, ojos negros que pareciera que todo lo ven en mi alma, y unos labios de tono rosa palido, que apenas sobresalen entre su piel blancuzca. Facciones tan definidas como las de un angel. Como las de un hombre. Nunca las confundiria.
-Sasuke, que es lo que mas te gusta en todo el mundo? - Le pregunte, con la esperanza de una respuesta romantica.
-Me gusta mi familia, y tambien me gusta tener un mejor amigo, como tu - Respondio, con toda la inocencia de un niño. Y poniendo un alto a mis ilusiones. - Y que es lo que mas te gusta a ti Naruto-kun? -
Y entonces esa fue la pregunta que me llego al alma. Porque fuese lo que fuese que se cruzara en mi camino, nada seria mas importante que el para mi. Nada me gustaria mas que el. Me quede callado, no supe que hacer despues de mucho tiempo. Un silencio se prolongo en la cocina y no supe que responder. Mi corazon latia cada vez mas rapido y mas rapido. No sabia que responder, pero sentia que aquellos embriagadores ojos negros me pedian una respuesta. "Lo que mas quiero eres tu. Lo que mas amo eres tu senpai. Lo que mas aprecio eres tu. Te amo. Te amo. Te amo.." La palabra se repetia en mi cabeza una y otra vez. Pero no cometi el error de dejarla salir.
-Lo que mas me gusta, Sasuke-senpai - le dije, con un nudo en la garganta. Pude sentir como se me subia la sangre a la cabeza, imagino que me habre ruborizado un poco - es el ramen!
-¡Sabia que lo dirias! Y no tienes porque decirme senpai eh?
Todas esas cosas. Todas aun las recuerdo. Aun cuando el que yace en mi cama sea otro hombre, aun te amo Sasuke. Si tan solo no te hubieras ido.
End Flashback.
Aun amanece en la ciudad y aquel ojiazul de piel morena esta listo para levantarse y ser una persona mas en su universidad. Aun no lograba adaptarse del todo, ya que las cosas habian cambiado hace mucho tiempo y por lo tanto no solo se les daba orientacion ninja a los estudiantes sino que tambien material academico de manera universitaria. Siempre habia sido un tipo de estudiante ejemplar, nada especial, solo buenas notas y poco reconocimiento. Le recalcaron siempre de su situacion, de que debia tener cuidado de aquel demonio que llevaba dentro, de que el autocontrol era la clave. Cuando fue niño tuvo un ataque de furia y en medio de este el demonio habia aprovechado para salir, desde ese entonces,se le enseño como sobrevivir frente a un situacion como esa, no solo llevandolo a situaciones extremas fisicas, sino tambien psicologicas, lo que hacia que no solo su cuerpo sino su mente estuvieran equilibrados. Apenas llego a la puerta de entrada reconocio a su fiel compañera Hinata.
- N-Naruto-kun!! Como esta tu dia? - Le pregunto aquella muchacha de senos protuberantes y timida voz.
- Ha ido genial Hinata, hasta ahora.
- Tranquilo, todo estara bien. En cuanto una de esas maleficas personas no se acerquen estara bien.-Naruto sabia exactamente a quien se referia Hinata. De hecho, siempre se referian a ellos asi. El grupo de peronas cool y populares lideradas por la excepcional estudiante Sakura Haruno y la deportista estelar, Ino Yamanaka. Junto con otros que se les unian cada que querian hacer de las suyas. Desde que el azabache habia abandonado la escuela para su programa de intercambio, aquel grupo habia dejado de ser tan funcional como todo el mundo lo pensaba antes. Tras de ellos y con un sembalnte tan indiferente como el de él mismo, venia su compañero Sai. Palido y con el cabello negro, le recordaba a Naruto a aquel Uchiha que lo habia dejado abandonado, desolado. Cada vez que lo miraba tenia cierto aire a él, pero nunca era lo mismo. Una lagrima trato de salir de sus ojos,pero el no lo permitio. Nunca hubiera permitido que alguien viera lo debil que era en realidad.
-Hola, veo que contemplan a algunas importantes personas, asi que no quise estorbar.
-No ocurre nada Sai - comento Hinata, mientras Naruto hacia un gesto de asco frente a aquellas fachadas que le habian hecho la vida imposible en la secundaria.
-En fin, nos reuniremos hoy para discutir sobre el trabajo que dejo aquel loco profesor?
-A las 5 en punto Sai - comento Naruto - y Hinata, no olvides llegar a tiempo. - Su compañera siempre era un poco descuidada, mas por el contrario, Sai no conocia el significado de esa palabra. Siempre para lo que fuera que necesitara Naruto, el estaba alli, tan puntual como siempre, con la mirada indiferente pero candida ante el. Nunca olvido el dia que lo conocio, el Uchiha habia sido un gran obstaculo para llegar a él, pero desde que se fue, supo que era la oportunidad perfecta para acercarse. Y hoy planeaba algo estelar.
El dia transcurrio como ningun otro, el trio de compañeros se disolvio y despidio para volver a encontrarse por la tarde, en el departamento de Naruto. Nada especial, solo una cocina un comedor varias sillones y una habitacion con su respectivo baño.
Sai llego junto con Hinata, lo cual fue un milagro, discutieron varias cosas y entonces resolvieron que debian ir a por materiales.
- Ve tu Hinata - le decia Sai, tratando de deshacerse de ella por un momento.
- No creo que sea justo Sai, siempre va ella. Deja que vaya yo entonces - le dijo, dedicandole una sonrisa fugaz. Hinata se ruborizo. Aquel semblante combinado con el cabello rubio, hacia que Sai temblara de deseo y pasion por dentro. No podia esperar a quedarse a solas con el, asi que le lanzo una mirada a Hinata, una mirada que lo dijo todo.
- Ire yo - comento la muchacha de ojos blancos - No me pasara nada, Naruto - le dijo y desaparecio de ahi con un adios rapido de sus manos.
El silencio goberno en la casa, tal como lo habia hecho hace muchos años ahi. Naruto solo miraba a su compañero blancuzco, tratando de pensar en algun tipo de broma para disipar la tension. Sai se le adelanto.
- Naruto, no podia esperar este momento, la verdad es que tu...- Reunio valor para aquel comentario que lo dejaria sin palabras, o haria que algo extraordinario pasara entre los dos. Pero entonces Naruto le dijo que debian adelantar algunas palabras para incluirlas en los posters, asi que corto pequeños pedazos de papel y le dijo que escribiera lo que se le ocurriera. Sabia que su compañero era alguien verdaderamente artistico, alguien que siempre habia sobresalido en las clases e pintura y diseño. Ambos comenzaron a escribir cosas y enotnces Naruto quiso revisar aquellos papeles, y fue cuando entre sus manos tuvo un papel escrito que lo dejo sin voz.
"Me gustas". En otro mas a la izquierda habia uno que decia "Me encantas".
Naruto se volvio y miro el blanco y marmoleo semblante de su compañero.La respiracion se le detuvo y entonces solo pudo musitar
-Sai... yo...
Sai no sabia que hacer, las manos le sudaban, el corazon le palpitaba a mil y sentia que el color blanco de su piel se iba a ver decorado por un rojo intenso. No hizo nada mas que tomarlo de los brazos y tumbarlo en el suelo. Naruto con sus grandes fuerzas, trato de hacer algo, pero se le olvidaba que Sai tambien poseia de sus grandes condiciones fisicas.
-Naruto, no puedo decirte nada mas que eso - Aquellos pequeños cabellos lacios caian, mientras que los del rubio yacian despeinados en el suelo, aquellos ojos azules se le clavaron y entonces supo que siempre lo habia querido. Que hubiera hecho cualquier cosa para que no sufriera, que si no hubiera sido por aquel idiota Uchiha... la frustracion que hace mucho tiempo lo habia invadido en pequeñas cantidades, ahora se apodero de el. Lagrimas empezaron a caer de sus ojos hacia el moreno que lo unico que podia hacer era mirar como su compañero se desmoronaba a segundos. Sai le solto una de las manos y entonces golpeo el suelo con todas sus fuerzas.
-¿Porque? ¿Porque alguien como el?! Todo lo que pudiste haber dicho era Sai te necesito. Sai te quiero, pero no hiciste nada. Solo contemplaste como te dejaron solo, como te abandonaron! Yo siempre estuve ahi para ti, siempre! Todos los dias veia como mirabas por la ventana del aula, como esperbas a tal vez mirar de nuevo su rostro, y yo, en donde quedo? - Aquellos comentarios tocaron el corazon de Naruto. Bien era cierto que amaba al azabache mas que a nadie, que aquel rostro hacia que se estremeciera, que desde que se fue, nunca nada fue igual. Recordo el dolor que le causo, la lastima que todo el mundo le tenia aun asi el tratara de hacerse fuerte, entonces comprendio como Sai debio haberse sentido. Desde que el azabache desaparecio sin razon Naruto nunca fue el mismo, cuando menos se dio cuenta,las lagrimas ya estaban brotando de sus ojos tambien.
-Sai, yo...lo siento -
-Eso es mas de lo que necesitaba - y entonces, se abalanzo sobre el rubio, le tomo ambas manos y las entrelazo con sus dedos. Naruto no se resistio, sabia que por fin alguien lo queria, alguien lo apreciaba de verdad. Ese beso insipido, al igual que Sai, se fue intensificiando, y entonces ambos soltaron las manos y empezaron a tocarse y a recorrerse por todas partes. Sai fue el primero que intento un movimiento, con una mano temblorosa toco uno de los pezones de Naruto, haciendo que aquel ojiazul se ruborizara entre aquellas marcas que delicadamente recorrian sus mejillas. El de pelo tan negro como el ebano, empezo a convertirse en otra persona, las caricias del rubio le producian un calor interno y a la vez lo estremecian. Temblaba cada vez que Naruto con las manos tan calidas le recorria el rostro, la angustia que alguna vez sintio, se convirtio en pasion y entonces le quito la camisa. Los ojos azules le seguian por todas partes, le miraron cuando empezo a besar y mordisquear los pezones, lo observaron cuando le puso una mano sobre su miembro, y se abrieron cada vez mas cuando se lo empezo a masajear. La lengua de Sai se movia sin control por todo el cuerpo de Naruto, por sus pezones, por su abdomen, en su boca. Aquel rubio no sabia que hacer, nunca jamas alguien lo habia tocado con tal amor, con tal posesion; se enloquecio y entonces dirigio las manos de Sai a su parte inferior, donde éste empezo a tocar y a masajear cada vez mas rapido, Naruto sudaba y respiraba bocanadas de aire desesperado, para luego convertirse en gemidos. Sai lo miraba con tal excitacion que no podia parar, lo hizo mas rapido. Mas fuerte. Y fue entonces cuando el maximo nivel llego a ambos, Sai quedo sin aliento y el rubio solo podia dejar que aquel liquido saliera de el. Ambos pararon un minuto, se miraron a los ojos y entonces supieron que la respuesta a sus peticiones, siempre habia estado frente a ellos.