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ATRAPADO (Yaoi) por yumiyu

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Notas del capitulo:

Bueno dejo colgada la introducción de ésta nueva historia =)

Espero que os guste y querais seguir leyendo. La historia la empezaré la semana que viene. 10 años después de éste episodio =)

 

Éste era el caso más difícil que había tenido en mi vida. No podía pensar con claridad. Por más que sabía quiénes eran los culpables de todo no podía hacer nada. No había pruebas y los jefes de los clanes quedaban totalmente absueltos.

 -Por dios John, olvídalo.

-No puedo olvidarlo Tom. No puedo hacer como si nada y mirar para otro lado.

-Sin pruebas no podemos abrir de nuevo la investigación.

-Esos tipos han matado muchas personas. Hacen lo que quieren con la ley. ¿Sabes la de niños que han vendido como si fuesen carne? ¿La de niños que han violado?- Estaba empezando a exaltarme. No podía quedarme con los brazos cruzados. Después de 8 años con la investigación la habían cerrado de la noche a la mañana como si nada hubiese pasado. Como si nada estuviese pasando.

-Amigo. Me jode lo mismo que a ti. Sé que has invertido mucho tiempo en éste caso, pero no podemos ponernos a investigar por nuestra cuenta. No hay nada que hacer y ya estamos metidos en un nuevo caso. ¿Recuerdas el secuestro de la niña rusa? Nos lo han asignado.- Giré la cabeza hacia un lado. Por nada del mundo dejaría a esos bastardos fuera de la cárcel. Aunque fuese yo solo los tendría bien localizados. Haría lo que estuviese en mis manos para evitar que más personas sufrieran.

-Mi turno ha acabado. Tengo que recoger a Darien de la clase de futbol.

-Se está haciendo muy mayor- Sabía perfectamente que sólo quería cambiar de tema. -¿Cuántos años tiene ya?- Me paré y me di la vuelta para mirarlo.

-Dieciséis, está en una etapa en la que no quiere saber nada de su padre. Menos mal que Ray aún es tan pequeño como para que juegue con él.

-¿Cuántos tiene ya Ray?

-Cumplió cinco el mes pasado.- Sonreí y di por finalizada la conversación dándome la vuelta y saliendo por la puerta.

Los pensamientos negativos volvieron a mi cabeza ¿Cómo habían sido capaces de cerrar esta investigación después de tanto tiempo? Teníamos muy claro que eran las bandas Holeblack y Spin las que andaban detrás de todo. Sólo teníamos que esperar a que cometiesen algún fallo. Sabíamos hasta quienes rodeaban a los jefes. Era suficiente. En algún momento cometerían un fallo y podríamos inculparlos y destapar a toda la banda. Conseguiríamos saber quiénes estaban realmente al mando y podríamos actuar. Caminé hasta dentro de mi peugot negro, me senté y apreté el volante con fuerza.

-¡Mierda!- Solté en voz alta. Esto no iba a quedar así. Era tan raro que hubiesen acabado con todo, era como si… Como si formase parte de un plan. Alguien del departamento o superior debía estar implicado y había provocado todo esto.

Arranqué el coche un poco más calmado y conduje por la ciudad. Averiguaría quién ha sido, seguiría vigilando sus casas, sus pasos, su vida. Me ocultaría entre las sombras, sin que nadie se enterase. Llegué hasta el instituto de mi hijo y aparqué el coche al lado del campo de futbol. Podía verle desde aquí. Era cierto que había crecido demasiado rápido. Su cabello platino estaba demasiado largo para el gusto de su madre o el mío. Casi me superaba ya de altura y su cara y voz habían ido cambiando con el transcurso de los años sin darme a penas cuenta. Suspiré y subí la cabeza hacia arriba esperando a que acabara y se subiese en el coche. Esta tarde la tenía libre. Podría investigar un poco.

-Hola papá- Desvié la cabeza hacia Darien que entraba por la puerta del copiloto y le sonreí. Para variar no recibí sonrisa a cambio. Fue sentarse y ya estaba mirando para otro lado. Maldita adolescencia.

-¿Ha ido bien el día?- Tan solo se encogió de hombros. Suspiré derrotado y me dirigí a casa. Claire había dicho que hoy estaría con Ray en un cumpleaños. Así que sólo seríamos el señor fantasma y yo.  Bueno, al menos así podía salir de casa sin levantar sospechas.

Aparqué en la puerta del garaje y en menos de dos segundos, Darien ya estaba encerrado en su cuarto. Rodé los ojos hacia arriba. Cuando pasaría ésta etapa. Me acerqué a mi despacho. Agarré todos los documentos que tenía de la investigación y volví a  meterme en el coche.

 

 

Observé la casa de nuevo. Siempre que venía aquí se me encogía el corazón. ¿Cómo alguien así puede tener hijos? Era la cuarta vez que veía a ese niño con el tipo al que apodaban “El K.O”. Siempre tenía la mirada agachada y los ojos tristes. Las veces que había podido verlo siempre eran siendo tirado por su bracito de la puerta de la casa a la camioneta negra y de la camioneta a la puerta de la casa. ¿Cuántos años tendría? No parecía ser mucho más mayor que Ray. Tal vez ni si quiera era su hijo. Tal vez lo habían secuestrado. No podías esperarte nada bueno de esa banda y que se llevasen al pequeño fuera de la casa me preocupaba, igual que lo hacía que estuviese ahí encerrado. ¿Acaso no iba al colegio? No claro que no lo hacía. Me había podido tirar días haciendo guardias delante de esa casa y ese niño no había salido a jugar y mucho menos a estudiar. ¿Por qué seguirían reteniéndole? No les sirve de nada, incluso si fuese su hijo… Seguramente se hubiese desecho de él. No veo a ninguno de la banda como un padre. Apreté con mis dedos mi entrecejo, me estaba empezando a doler la cabeza. Algo empezó a vibrar en mi bolsillo haciéndome saltar. Agarré el teléfono que casi ocupaba todo el hueco del pantalón por su gran tamaño y contesté la llamada.

-¿Si?

-Cariño- La voz de Claire se oyó por el otro lado.

-Hola mi vida, ¿Ya estáis en casa?

-Sí, te estamos esperando para cenar- Miré mi reloj. Las horas habían pasado demasiado rápido.

-Voy enseguida- Corté la llamada y encendí el motor para volver a casa. Otro día volvería a ver si consigo algo más de información.

 

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-Cariño, el teléfono- Intenté salir de mi neblina. Podía oír a mi mujer hablándome, incluso podía oír el insistente pitido desagradable del teléfono móvil. Alargué como pude el brazo para agarrarlo aún con los ojos cerrados.

-Si.- Contesté aún sin salir de mi sueño.

-Te necesito en comisaria.- La voz de Tom me sacó del todo de mi sueño y miré el reloj de la mesilla.

-Tom ¿Qué ha pasado? Son las 5 de la mañana.

-Han encontrado a “K.O” muerto. Había un niño con él- El corazón me dio un vuelco y me erguí de golpe asustando a Claire.

-¿El niño está bien?

-Está vivo si es a lo que te refieres.

-Voy para allá.- Colgué y me levanté de golpe de la cama para correr en dirección a la comisaría.

 

Al cruzar las puertas pude toparme con Tom

-¿Dónde está? ¿Ha dicho algo?- Por fin existía una oportunidad de conocer algo de esa banda.

-La psicóloga está con él. Parece ser que sufre algún tipo de amnesia postraumática. No recuerda nada, salvo que se llama Jeremy y que tiene 6 años.- Asentí y me acerqué hasta la sala donde sabía tendrían a Jeremy. Observé como el niño tan solo miraba los bloques de juguete repartidos por el suelo y se aferraba a lo que parecía un peluche de un conejo. Encendí el botón para escuchar sus voces a través del opaco cristal.

-Jeremy cariño, ¿Podrías decirme de dónde has sacado ese conejito tan bonito de ahí?- El chico solo la miró por un segundo y abrazó más a su peluche. –No te lo voy a quitar mi vida. Puedes confiar en mí.- Jeremy miró su conejo y luego a la señora, bajó la cabeza y negó.- La señora Prout se levantó y salió por la puerta que estaba ubicada a mi lado dejando al niño solo que siguió en la misma postura.

-¿Cómo está?- Pregunté en cuanto salió. Ella solo negó.

-Yo diría que aparte de su bloqueo mental el niño ha sufrido mucho. Parece no tener nada de autoestima.

-El médico dijo que tiene cicatrices en su cuerpo y golpes recientes- Añadió Tom. Los ojos se me empañaron de lágrimas.

-Me gustaría seguir tratándolo.

-¿Qué va a pasar con él?- Tenía que saberlo. Había pensado mucho en que igual podía salvar a ese niño de las garras de la banda. Pero nunca había podido hacerlo.

-Los servicios sociales se lo llevarán. Seguramente acabará en un orfanato hasta que alguien bondadoso lo adopte.

-Yo lo adoptaré.- Lo dije sin pensar. Pero no había estado más seguro en mi vida.

-¿Qué? ¿John qué dices? No es una decisión que se pueda tomar a la ligera.

-Me siento responsable Tom, quiero hacer esto.- La señora Prout se me quedó mirando sorprendida.

-¿Está usted seguro de esto señor Rives?- Asentí. -¿No tiene nada que ver con que el niño esté involucrado en su caso? Es un niño, no puede forzarle a recordar.

-No es por eso. Quiero hacerlo.- Ella asintió y sonrió.

-En ese caso yo avisaré y hablaré con los servicios Sociales, aludiré que el niño estará mejor con un policía por la dificultad del caso.- Asentí. Sonreí y volví a desviar mi mirada hacia el niño que por fin había cogido los bloques para jugar.

 

 

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Todo había sido un caos. Nos había llevado casi 6 meses conseguir que Jeremy viniese a casa. Claire acogió al niño como sabía que haría con amor y sonrisas y poco a poco pude ir viendo como Jeremy volvía por lo menos a hablar. Me preocupaba bastante que no llegase a integrarse en la familia y el que peor de todos lo llevaba era Ray. Que de la noche a la mañana le habían puesto un hermano con el que tenía que jugar y compartir sus cosas. Me quedé parado cuando vi cómo Jeremy y Ray se encontraban en frente de la habitación de Darien, me escondí detrás de la esquina y observé con atención.

-¿Por qué no puedo ver a Darien?

-Por qué no le caes bien- Me sorprendí ¿Realmente mi dulce Ray podía ser cruel con otro niño?

-¿Por qué?

-Porque no. Yo soy su hermano y solo yo puedo entrar a su habitación ¿Me oíste?- Negué con la cabeza. Iba a salir para reprender a mi hijo cuando Darien apareció por la escalera.

-¡Darien!- Gritó Jeremy corriendo hacia él y lanzándose a sus brazos. El chico parecía querer mucho a mi hijo mayor.

-Te he dicho que no hagas eso ¡Tonto!- El pequeño Ray se dejó caer al lado de su hermano y empezó a llorar. Podía llegar a entender sus celos. Pero siempre había educado a mis hijos en el respeto. Salí para ayudar a Darien cuando le oí hablar y me paré de nuevo.

-Escucha Ray. Tú eres un niño bueno y los niños buenos comparten y ayudan ¿No?- Ray asintió entre llanto de cocodrilo.

-Pero él quería entrar a tu cuarto.

-¿Y qué pasa?

-Que tú eres mi hermano, no su hermano- Darien se agachó hasta ponerse a su altura.

-Bueno pero podemos ser todos amigos ¿No? Yo seré siempre tu hermano y Jeremy será nuestro amigo. ¿Harías eso por mí?

-¿No me abandonarás a mí verdad?

-Jamás.- El pequeño asintió. -¿Entonces tenemos un trato?- Volvió a asentir. -¿Te portarás bien con Jeremy?- Pareció pensárselo pero finalmente asintió y sonrió.

Sonreí desde mi rincón en la pared. Tal parecía que Darien por fin había empezado a salir de su estado de “adolescente cabreado”. Salí de mi escondite y pasé por su lado observando cómo cogía a los dos niños y los llevaba en volandas como si fuesen aviones. Jeremy sonrió. Me alegraba tanto que pudiese ser un niño normal y corriente, por fin podía ser, un niño feliz.

 

Notas finales:

¿Os han caido bien los personajes?

¿Sugerencias?

PD: Ya añadí fotos a un album sobre los personajes de la historia en mi Fanpage. Iré como siempre poniendo adelantos, fotos y escenas eleminadas =D

Un abrazo! Nos leemos ;)


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