LUHAN’S POV
Desperté sin ganas de vivir. En realidad la mayoría de mis acciones diarias llevaban acoplada aquella frase. “Sin ganas de vivir”.
No… Ya sé lo están pensando. No soy emo, ni busco atención de terceros o escribo en mi diario chorros de palabrerío inútil simulando estar deprimido. Odio a ese tipo de gente. En realidad soy bastante más disimulado, es decir: nunca dejo que los demás entrevean cuales son mis emociones.
Si detesto a la vida o a la gente, ese es problema mío. Considero parte de mi rol como buen ciudadano evitarle a las personas preocupaciones tontas, por lo tanto ni siquiera me molesto en poner una mala cara o llorar delante de alguien. Prefiero guardarme toda la mierda que es mi existencia para mí mismo. Esto me lleva a una contradicción… Si detesto tanto a la gente, por qué cuido de sus sentimientos?
Bueno, es que jamás nadie cuidó de los míos. Sufrí mucho durante gran cantidad de tiempo. Mi vida se basó en desengaños, males de amores, padres ocupados con pocos ratos libres para entablar un lazo afectivo con su único hijo. Tanta tristeza acumulada por razones comunes me hizo pensar dos cosas:
La primera: hay gente que sufre más que yo y no se está quejando o poniendo cara de culo. Lo menos, yo debo ser como ellos si quiero que este perro mundo cambie en algo.
La segunda: hay gente que sufre igual o más que yo y en realidad ni siquiera lo merece. Ahorrarles el disgusto de verme cabizbajo es lo mínimo que puedo hacer por ellos.
Bueno, ya fue demasiada filosofía. La cuestión es que desperté, sin ganas de vivir, y fui a lavarme los dientes. Oh por dios, que mañana tan extrema!
Miré mi rostro al espejo como una especie de costumbre matutina que desarrollo para no olvidarme de mi cara… Sí, soy muy olvidadizo.
Repasemos: ojos color avellana… Bueno, marrones. Piel blanca…Cabello negro algo corto. Yo me considero normal. Tal vez demasiado. Sin embargo, hay gente que dice que debería ser modelo. Yo lo niego, simplemente odio esas superficialidades. Las chicas de mi clase e incluso las de años superiores están constantemente invitándome a citas o fiestas y yo las rechazo. No es porque me crea más que ellas, en realidad todas son muy lindas y amables, pero la última novia que he tenido me dejó con la excusa más estúpida de la tierra. Ella dijo: “No puedo salir con alguien que es más lindo que yo”.
Más lindo que ella? No digo que era hermosa, simplemente era mi tipo, pero de ahí a decir que yo podía llegar a superarla en belleza…Realmente no se valoraba lo suficiente. Además, si ese hubiese sido el caso, no veo el problema. El solo hecho de estar saliendo con alguien que la amaba a pesar de que no éramos igualmente aceptados por la sociedad, estéticamente hablando, debió haber sido suficiente para aceptar ese amor y no dejarse llevar por lo que el resto pensara. Pero bueno, la cuestión es que por aquella chica “fea” yo sufrí horrores y jamás tuve el valor de enamorarme de nuevo. Tampoco quería tener amoríos de una noche porque eso me significaba, probablemente, estar expuesto a que la muchacha desconocida se enganchara de mí o yo de ella y como dije hace un rato: no pensaba volver a sentir algo por alguien de nuevo.
Salí de mi pequeño apartamento para dirigirme a la facultad. Eran alrededor de las 7:45. Tenía tiempo de sobra. Llegué a mi clase y, como siempre, mi bonito y alegre amigo coreano, Baekhyun y, mi hermano del alma y dulce chino, Yixing, estaban esperándome en los asientos que tomábamos siempre en aquella aula anfiteatrada.
-Lulú!-Exclamó Baek, con una gran sonrisa. Aquel chico realmente era lindo. Mi ex novia debió haberme confundido con él o algo así… Aunque según ella, Baekhyun solo tenía cara de chica y cuerpo de debilucho. No lo sé, yo lo encontraba súper tierno.
-Cómo están?-Pregunté, también sonriendo y tomando asiento junto a Yixing.
-Bien…-El compañero a mi lado no parecía muy animado. Enseguida me preocupé, ya que eso realmente era extraño.
-Eso no me suena a verdad, Xing…-Contesté con mirada triste. El aludido levantó las comisuras de los labios forzadamente, fingiendo una sonrisa.
-Le dije de ir esta noche a la fiesta de Suho pero no quiere…-El coreano se metió en la conversación oportunamente. Ahora lo entendía todo.
-Oh… Ya veo. Las cosas siguen mal?- Interrogué.
-Sí… Él me dijo que vaya pero yo no quiero verlo… No sé si estoy listo.-Respondió Yixing.
Era obvio… Mi amigo chino y el susodicho Suho habían sido pareja hasta hace unos meses. Aparentemente, este chico cuyo nombre real era JongMyun, lo habría engañado con otro muchacho de primer año… Sin embargo Suho lo niega a muerte y camina por las paredes con tal de que mi amigo Xing le crea… No lo sé, yo sí le creo.
No es que le crea por nada… Realmente pienso que si alguien te engaña en verdad no te ama y que si está intentando recuperar tu amor a toda costa, llorando por los rincones y buscando testigos de que en realidad aquello fue una mentira entonces... Por qué debería ser cierto? Si alguien fuera culpable de algo no buscaría pruebas que validaran el hecho, simplemente se abstendría de hacer cualquier cosa. Este chico Suho es diferente, el en serio quiere aclarar el malentendido, o lo que él dice que fue un malentendido.
En fin, mi desesperado intento por hacer que Yixing apostara a la felicidad me hizo probar convencerlo de ir a aquella fiesta.
-Deberías ir… Yo creo que el chico realmente está arrepentido y además, yo también iré.
Mis dos amigos me miraron como si estuviera loco. Yo jamás iba a fiestas. Las odiaba y en verdad prefería quedarme en mi departamento mirando series de televisión o leyendo algo.
-No puedo creer lo que acabo de escuchar… Quizás olvidé donde se encontraba mi boca y metí el cereal de desayuno en mi oreja…-Bromeó Baekhyun aunque sin salir de su asombro.
-No…Lu Han, no tienes que venir por mí, de ver…-Xing iba a decir algo pero lo corté.
-No! No tengo nada mejor que hacer y tampoco quiero que pases la noche deprimido… Por favor, vayamos!-Dije entusiasmado. Mis compañeros me miraron y sonrieron…Los había convencido.
SEHUN’S POV
-Ese chico es hermoso…-Musité sin dejar de mirar en dirección a los muchachos que jugaban al futbol en la cancha de la universidad. El grupo que jugaba ahora era de 4to año. Realmente me divertía verlos pero jamás me centraba mucho en el juego…Sólo me interesaba él.
-Sabes, creí que eras heterosexual… De qué chico hablas?- Preguntó Kai, mi mejor amigo.
-Sí, yo también lo creía pero solo míralo… Es perfecto.-Contesté, mirando embobado en dirección al partido.
-Sigo sin saber de quién estás hablando…-Mi compañero parecía no entender.
-Cuántos chicos hermosos y perfectos ves por aquí?-Interrogué irónico.
-Sólo uno…Yo.-Respondió.
Ciertamente podría estar en lo cierto. Kai era putamente lindo, alto, moreno, gran sonrisa, pero sencillamente no mi tipo. Las chicas me gustaban pero aquel estudiante era mil veces más llamativo que cualquier mina.
No sólo era su aspecto. Todo en él me encantaba. Aparte de tener unas piernas increíbles debido a su diario entrenamiento y el resto de un físico privilegiado, llevaba consigo una cara de ángel. Además de esto, siempre que lo veía estaba sonriendo, riendo, burlándose de alguno de sus amigos o ayudando a alguien a hacer algo… Lo creía tan tierno, tan buena persona. Era un maldito dios y si bien yo también era lindo, aquel chico barría el piso conmigo.
-No digas estupideces… Es aquél…-Dije, señalando al de camiseta azul y shorts blancos que corría de un lado a otro persiguiendo el balón.- No sé su nombre…
-Lu Han? Te gusta Lu?- Kai no salía de su asombro.
-Sí… Es adorable el muy puto…
Mi amigo se echó a reír causando que lo fulmine con la mirada.
-Esta noche es la fiesta loca de ese chico de tercero… Suho. Encáralo allí…-Sugirió.
-El jamás va a esas cosas… Y lo digo porque si me lo hubiese encontrado alguna vez ten por seguro que habría terminado entre mis piernas.-Contesté sin dejar de mirar a Lu Han.
Kai soltó una carcajada.
-Amigo te pasas de puto…-Dijo entre risas.- Y además exageras, seguro irá a ésta y allí tienes que insinuártele como sea.
-Un detalle…-Repliqué, ahora dirigiendo la vista a mi compañero con seriedad.-Es hetero…
-Tú no entiendes… La idea no es “preguntarle” si quiere besarte, lo que realmente debes hacer es activar el plan “causa y efecto”.
Parpadeé varias veces. Causa y efecto? Qué mierda era eso?
-No estaría entendiendo…-Cuestioné.
El otro bufó ante mi idiotez.
-Escucha, es obvio que si vas y le dices que te gusta de la nada, él te contestará con un: “Oh, lo siento, pero no ando por esos caminos”. Eso, definitivamente, no puede pasar. Él tiene que engancharse de ti, por eso debes idear un plan para que no pueda negarse a besarte y, cuando menos lo esperes, estará comiendo de tu mano como un pajarito.
Ahora sí, casi me cago encima… Cómo carajos iba a obligarlo a besarme?
-Tú estás demente…-Musité y volví a girarme hacia el partido.
Kai se puso frente a mí y me tomó por los hombros.
-No! No lo estoy! Siente lo que voy a decirte. Nadie es completamente gay o completamente heterosexual. Tú eres lindo y a todos nos gusta que nos toquen. Solo vas, inventas alguna excusa para acercártele y aguardas a que afloje de una buena vez. Él ni siquiera piensa en la idea de estar con un chico pero eso no significa que no pueda gustarle.
Realmente aquello era cierto… No sé si la parte de “completamente gay”, pero de toda la sarta de idioteces que acababa de decir mi amigo habían dos cosas demasiado verdaderas:
La primera: Que jamás haya pensado en que pudiera gustarle un chico no hace que sea heterosexual.
La segunda: A todos nos gusta que nos toquen.
Después del interesante discurso de mi compañero, me quedé regulando: que debía hacer para que Lu Han se enganchara de mí? No podía darle a elegir. Si quería que las cosas sucedieran no estaba permitido siquiera definir la función en algún punto del dominio en que la respuesta fuera un “no”.
Esa noche encararía a aquel chino que me estaba volviendo loco desde que entré a la universidad… Jamás había estado tan seguro de algo.
LUHAN’S POV
Me arreglé como pude. De verdad no tenía muchas ganas de ir a aquella vendita fiesta pero mi amigo Yixing necesitaba apoyo.
Me puse a re calcular y quizás no sería tan malo asistir. Habría muchos chicos de primero, segundo y tercero con los cuales socializar. Los de quinto y sexto jamás estaban invitados a esas reuniones, por lo tanto a ellos los descartaba.
Camisa negra, jeans oscuros, zapatillas rojas. Siempre me decían que esos colores resaltaban mi piel y mis ojos. En verdad poco me importaba eso, aquella ropa era cómoda y se adaptaba a la situación.
Busqué mis llaves, documentación, dinero y celular, simples cosas necesarias que todo hombre mayor de edad, o mujer, necesita para salir de su casa. Salí de mi apartamento y comencé a caminar hacia la enorme mansión de ese chico Suho.
Maldito el momento en el que decidí ser buen amigo. Intentaba convencerme por todos los medios de que debía ayudar a Xing aunque tuviera que obligarme a mí mismo a hacer cosas innecesarias. Aquello era una completa estupidez. Es decir, debía ir a la casa de un muchacho con el que apenas intercambio palabras, sentarme en una silla cinco o seis eternas horas hasta que la fiesta terminara, mirar el alcohol de reojo y sonreír o saludar a personas que sólo me conocían de vista. Todo eso era bastante tedioso a comparación de quedarse en casa con un buen libro y un café.
Debía hacer que las horas pasasen rápido. No podía estar toda la fiesta sentado evadiendo a las chicas que quisieran estar conmigo o evitando tener ganas de estar con alguna de ellas. Consideré la posibilidad de bailar junto a Baek mientras Xing hablaba con Suho, pero luego recordé que él seguro se iría con otra persona y me dejaría solo. Bueno… No tenía otra opción. Llevaba veinticuatro años encima, una cara de niña aterradora y una resistencia al alcohol bastante baja para mi cuerpo: si nadie me violaba en el intento, debería emborracharme.
Cuando llegué a la descontrolada reunión me sorprendí. No esperaba encontrar a tanta gente allí… Ubiqué a mis amigos como pude.
-Por fin! Creí que jamás los encontraría!- Suspiré aliviado al ver a mis dos compañeros, bebiendo cerveza como borrachos compulsivos.
-Hay mucha gente verd…-Yixing iba a decir algo pero lo interrumpieron.
-Oye…Puedo hablar contigo?-Aquel era Suho… Me quedé pasmado. Baek me tomó de la mano en dirección a la multitud de adolecentes bailando.
-Espero que se reconcilien…-Musitó mi amigo mientras miraba la escena con preocupación.
Yo solo sonreí.
-Tranquilo, todo estará bien.-Lo tranquilicé acariciando su hombro.
Me hizo una seña para fuéramos al sector donde estaba instalada una barra de tragos. Nos paramos frente a ella esperando que alguien nos atendiera.
-Un vodka…-Pidió Baek. Me quedé mirándolo como expectante.
-Y qué hay de mí?-Pregunté escéptico.
El coreano parpadeó varias veces como intentando encontrarle algún sentido a mi reciente interés en el alcohol.
-Lo siento…Creí que no tomarías…-Se disculpó.-Que sean dos vodkas por favor!-Corrigió, dirigiéndose hacia el barman.
El hombre nos entregó nuestras bebidas y nos quedamos allí. Yo no tenía intenciones de despegarme de donde hubiera tragos en toda la noche y al parecer Baek tampoco.
Estaba muy tranquilo mirando en todas direcciones cuando un chico alto y con enormes orejas me distrajo de mis pensamientos.
-Oye… Estás solo?-Me preguntó. Al parecer quería ligar… Me miraba como si quisiera comerme.
No me horroricé. Soy heterosexual pero no tengo prejuicios. Lo rechazaría como a cualquier mujer.
-No, lo siento…-Contesté y miré hacia otro lado. Mi amigo coreano se acercó a mí abrazándome por el hombro y mirando al muchacho alto.
-Oh, pero qué es esto?-Preguntó, admirando al espécimen frente a nosotros. Claramente Baek no había ni tomado medio vaso y ya estaba en estado deplorable.
-Mi nombre es Park Chanyeol…-Contestó el chico con una amable sonrisa.-Soy de segundo.-Ahora se dirigía a mi amigo.
-Es un placer Chanyeol!-Exclamó mi compañero, separándose de mí y yendo hasta el muchacho.- Ignora a Lu Han, él es un aburrido…- Solo rodeé mis ojos ante el cometario. Aparentemente todo era válido a la hora de ligar, incluso dejar mal parado a tu mejor amigo.
Ambos se fueron dejándome solo como un idiota. Me quedé en la barra mirando hacia todos lados sin saber qué hacer… O mejor dicho: no quería hacer lo que sabía que debía hacer.
Suspiré.
-Barman! Otro vodka!- Pedí.
SEHUN’S POV
-La puta madreeeeeee…-Me quejé. Esta situación me estaba poniendo de los nervios.
Kai solo reía.
-Ve y háblale! Está solo!-Me incentivó, pero yo estaba en shock.
-Acaba de rechazar a ese chico alto!-Contesté alterado.
-Tú lo viste?-Preguntó mi compañero, irónico.-Era horrible! Tú no eres así! Vamos!
Me había pasado todo el rato mirando a Lu Han. Desde su llegada hasta el momento en que sus amigos lo habían dejado tirado. Estaba exageradamente lindo, tanto que ponía mi cabeza a girar.
Respiré hondo.
-Muy bien…-Por fin me animé. Ya tenía un plan elaborado, sólo quedaba aplicarlo y el primer paso era caminar diez metros en dirección al chino y acortar distancias. Yo era un experto cortejando, siempre lo había sido. Ninguna chica se resistía a mí, pero esta vez estaba hecho un manojo de nervios.
Me acerqué y le di un toque en el hombro con uno de mis dedos. Lu Han se giró con sorpresa. Casi muero cuando vi sus grandes y redondos ojos mirarme.
-Hola…-Saludé con una sonrisa. Fingí completa tranquilidad. Por la cantidad de copas que había tomado hasta ahora supuse que el chino ya estaba suficientemente ebrio como para no detectar ningún atisbo de preocupación en mi actitud, por lo cual se me hizo sencillo entrar en conversación.-Soy Oh Sehun, tu juegas al futbol, verdad? En el equipo de los de cuarto…
El chico me clavó la mirada. Yo por dentro chorreaba ganas de estrecharlo en mis brazos y besarlo contra una pared, pero debía ser fuerte. Al menos ahora estaba interesado en saber qué tenía para decirle… Eso era bueno.
-Oh Sehun? Un gusto, Lu Han.-Se presentó, sonriendo. “Ya sé quién eres, te follo con la mirada todos los días” Pensé para mis adentros. Sin embargo tenía que hacerme el sorprendido.
-Lu Han? Extraño nombre… Eres de China?- Ni yo podía creer hasta donde llegaba mi afán por querer tirarme encima del pelinegro… Era obvio que sabía de dónde era. Conocía hasta su grupo sanguíneo. La única información que ignoraba hasta ese día era su nombre y eso se debía a que no sé leer chino.
Lu Han soltó una risita que casi me provoca comérmelo. Mire hacia un lado, Kai me saludaba con una mirada pícara. Volví a ver al chino a mi lado.
-Sí, de Haidán. Tú eres de aquí?-Me preguntó.
Claramente me hablaba de aburrido. Hacía aproximadamente media hora que estaba solo y ebrio apoyado contra la barra. Cualquier tipo de compañía de seguro le venía bien y yo no iba a desaprovechar aquella oportunidad.
-Sí…-Contesté y lo miré fijamente a los ojos. No era que no quisiera saber más de él, pero allí sólo me provocaba darle un beso. Realmente lo necesitaba. En toda la conversación mantenida hasta ese momento no había podido dejar de verle los labios. Cómo los movía y se los relamía inconscientemente…Me volvía loco.
El chino se quedó prendido de mi mirada. De seguro su borrachera era extrema. Decidí activar mi plan.
-Oh, discúlpame… Es la primera vez que vengo aquí. Sabes dónde está el baño?- Pregunté, riendo para mis adentros. Había ido a todas y cada una de las fiestas de Suho desde que comenzó el año.
-mmm…-Lu Han se puso un dedo en la boca y miró hacia arriba en ademán de duda. Cuando hizo eso sólo pude imaginar esa mano tocándome, esa boca besándome… Estaba perdiendo la cabeza.-No… De verdad no sé…-Contestó apenado.- Rayos! Yo también quiero ir…
Bueno, eso no lo tenía planeado pero claramente fue bueno para mí.
-Vamos a buscarlo juntos?- Le sugerí y me sonrió en señal de aceptación.
Subimos hacia el piso de arriba. Recorrimos unos pasillos y afortunadamente no encontramos el bendito baño. Miré por una puerta…
-Creo que es aquí…-Mentí.
Abrí la puerta y Lu Han entró al lugar que señalé, con mucha confianza. Me resultó tierno eso de él… Tan ingenuo. En verdad estaba actuando como algún tipo de violador… Hasta yo me asustaba de mí.
-Esto no es un…-Dijo, pero un portazo cortó su frase. Se giró hacia mí sorprendido pero no asustado. Comenzó a reír.-Oh… Eso no se hace!
Yo también solté risitas. Me acerqué a él lentamente. El chino ahora sí estaba un poco asustado, fue retrocediendo a medida que yo avanzaba.
-Lu Han…-Susurré.
El otro solo tragó saliva.
-Qué?-Contestó sin siquiera inmutarse. Dios… Me estaba aniquilando por dentro.
-Quiero darte un beso.-Solté sin más.
El chino me miró perplejo. Luego se echó a reír.
-Oh! Con que era eso! Lo sabía! Ya nadie es original para ligar!-Protestó entre risas.
Callé sus carcajadas acercándome más hasta él.
-No vas a dármelo?-Pregunté serio.
El chico me miró con una gran sonrisa. Luego se rascó la cabeza y miró hacia un costado.
-Lo siento amigo, creo que me dejé llevar por el aburrimiento. En realidad no soy gay.-Declaró.
Sus palabras me destrozaron hasta la última fibra de esperanza. Iba largarme del cuarto cuando escuché a Kai en mi cabeza: “A todos nos gusta que nos toquen”.
Tenía que seguir.
-Tampoco yo. Pero tú estás jodidamente bueno y no puedo evitar querer estar contigo… Puedes darme un beso?- Si creía que me rendiría estaba más que equivocado.
Lu Han negó con la cabeza, entre risas, mientras se dirigía nuevamente hacia la puerta. Le tomé la mano.
-Te propongo un trato…-Solté. El muchacho se giró hacia mí.
-Un trato?-Repitió incrédulo.
Sonreí.
-Tú eres hetero y yo soy un hetero completamente prendido de ti. Lo único que quiero es que me des un beso.-Dije.
-Me alagas realmente pero yo no soy…-Iba a negarse pero lo corté.
-Que yo tampoco lo soy!-Repliqué.- Solo te estoy pidiendo un beso. Si no eres gay entonces no te significará nada dármelo.
Aparentemente di en el clavo. Su cara se transformó y en ese instante pareció que estaba lleno de dudas.
-Lo siento… No quiero. No me gustan los hombres.-Continuaba negándose pero eso solo hacía que yo quisiera más de él.
-Escucha…-Suspiré.- Te juro por lo que más quieras que si me besas jamás volveré a hablarte y hasta creerás que todo fue un sueño de lo bien que me las ingeniaré para no volver a verte la cara.
El chico rió y me miró desafiante.
-Y qué hay si no te beso?-Inquirió. Oh, bueno.
Me acerqué a él y lo acorralé contra la ventana del cuarto en el que estábamos. Se tambaleaba. Seguía borracho. Genial.
-Si no me besas pasaré todo lo que quede del año buscándote y persiguiéndote hasta que me digas que sí. Créeme, soy muy insistente.
No iba a darle a elegir. Era besarme o besarme.
-No me estás dando opción…
Claramente no. Largué una carcajada.
-Es muy simple. Son solo diez minutos, no pido más que eso. Solo tienes que dejarte besar. En esos diez minutos haré todo lo que yo quiera y no podrás negarte. Si no sale como yo quiero o no quedo completamente complacido entonces tendremos que probar de nuevo hasta que salga bien. Te conviene esmerarte-Impuse las reglas del juego. Todo estaba saliendo muy bien.
-Estás loco…-Dijo, bajando la cabeza.
-Por tu culpa…-Contesté.- No sabes lo que soy capaz de hacer con tal de conseguir lo que quiero… Sólo es un beso.
Respiró como si realmente lo hubiese convencido. De seguro no quería cargar conmigo todos los días buscándolo como un cargoso.
-Bueno…-Finalmente, mi sonrisa iluminó toda la habitación.- Lo haré…
-Buena decisión…- Me alejé un poco y lo esperé a un metro de distancia.-Ven aquí.
Se me acercó lentamente, mirando hacia todos lados con nerviosismo. Luego posó su vista en mí. Realmente no quería hacerlo… Casi me arrepiento de todo eso pero no podía echarme atrás. Lu Han había aceptado.
Cuando por fin llegó hasta mí, miró mis ojos y se acercó lentamente. Al ver las cercanías entre nuestras caras, retrocedió frustrado.
-Dios! Amigo, no puedo hacer esto! No puedo!-El chino lucía desesperado.
-No será tan malo.-Intenté no parecer un violador pero supongo que ya era tarde para eso.
-Ya…-Intentó calmarse y volvió a retomar el camino hasta mí. Nuestros rostros estaban muy cerca.- Ahí voy…
Sus labios apenas rozaban los míos. El suspenso me mataba pero debía ser él quién iniciara. Lamí suavemente su labio inferior provocando que sus ojos se abrieran terriblemente y se alejara asustado.
-Ah! Mierda!-Gritaba tapándose la boca.-Dios! No puedo!- Respiró hondo para tranquilizarse.-Hazlo tú.-Ordenó.
Me reí sonoramente.
-Qué?-Pregunté. Me estaba pidiendo que inicie?
-Que me beses tú! Yo no puedo!-Declaró.
Lo miré picarón.
-Está bien, pero debes saber que si yo soy quien inicia, también seré quien lo termine.-Advertí.
Lu Han exhaló con resignación.
-Ya… Sólo hazlo.-Repitió mirando hacia abajo.
Sonreí sugerente. Fui hasta él a velocidad luz, dando pasos largos hasta donde se encontraba. Lo tomé de la cintura y mi mano se aferró a sus cabellos con fuerza. De un momento a otro, lo estaba besando.