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La varita de Draco. por litle dragon

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Notas del fanfic:

Todos los personajes (excepto algunos cuantos) pertecen a la mente increible de J.K Rowling. La historia en estas lineas es mia, Aunque yo solo ate algunos cabos y con mi imaginacio amante del lemon salio esto y quise compartirlo.

Harry había quedado de verse ese fin de semana en la madriguera para la cena de  navidad con todos los Weasley,  incluyendo a Hermione que ya formaba parte de la familia tras haberse casado con Ron ese verano. Harry por otro lado junto con su esposa  Ginny, tenía buenas noticias que dar a todos los Weasley. La próxima llegada de su primer hijo.

Molly había preparado un banquete especial, pues su hijo Charley hacia más de tres años que no se reunía con ellos. El día poco a poco se fue llenándose de sucesos conmovedores, de alegría y a la vez nostálgicos, al recordar a todos los ausentes debido a la pasada guerra.

Todo aquello no podía disminuir el nerviosismo de Harry. (Desde que Ginny lo había sorprendido con la noticia de la llegada de su primer hijo, Harry no había sido el mismo. El quería ser el mejor padre, dándole lo mejor y sobre todo su amor y su tiempo.) El era un manojo de nervios  y todos podían notarlo, así que no solo recibió felicitaciones sino también consejos y aunque tenía a su ahijado Teddy, y eran muy unidos no era lo mismo. Bill trato de aclararle muchas dudas que lo dejaron mas confundido por lo que Ron tuvo que interferir, retando a Harry a un juego de quiddich. La mayoría de la familia participo dejando solo a unos cuantos como espectadores incluyendo a Ginny, que a pesar de tener pocas semanas de embarazo y amar el quiddich le basto con mirar. Pero esto no funciono mucho, Harry realmente estaba muy despistado, tanto que lo único  que consiguió fue un montón de raspones en la cara y un brazo roto después de ser golpeado por una blogget.

Así fue como Harry llego a la sala de espera del Hospital San Mungo de enfermedades y heridas mágicas.

Hermione había aplicado en Harry un hechizo de sanación pero sus huesos ya no eran los mismos por tantas lesiones, que lo único que consiguió fue disminuir el dolor. Ron lo había acompañado. Era la víspera de navidad y el hospital estaba casi vacío. Había una escases de sanadores debido a las fiestas y solo dos de ellos  se encontraban ahí, así que tuvieron que esperar.

-¿Seguro que no quieres nada?- Ron se sentía tan culpable ya que gracias a él y a su buena voluntad se encontraban  ahí.

-No Ron, estoy bien.

-¿Tienes frio? Puedo darte mi suéter.

.Ron, en serio estoy bien. De hecho, no deberías haber venido, podrías regresar para no perderte la cena.- Ya era la tercera vez que Harry había tratado de correrlo. Había postergado esa visita más de un año y si debía estar ahí quería estar solo, pero entendía la preocupación de su amigo.

-Bromeas, si hago eso Ginny me mataría, No, aquí me quedo.

-Está bien, pero contrólate, es un hospital y lo menos que puedes hacer es golpear el suelo con tu pie.

-No hay nadie aquí a quien le pueda molestar. No sé por qué nos hacen esperar, llegaremos tarde a la cena.

-¡Ron!

-Lo siento, me callo.

Esperaron media hora más y el pelirrojo se impacientaba con cada segundo que pasaba, hasta que no soporto más y se dirijo a la ventanilla para buscar a la bruja de la sala de recepción, así que Harry estaba solo cuando escucho por fin a alguien salir de un consultorio para recibirlo. A él no le sorprendió ver a ese hombre de cabello platinado y con bata blanca. Aunque a Draco Malfoy pareció sorprenderle demasiado.

-¡Potter! ¿Tú eras mi siguiente paciente?

-¡Hola Malfoy!- contesto Harry mirando directo a los ojos a su ex compañero de escuela.

Ron regreso con su cuñado y atónito miro aquella escena.

-Tu…tu. ¿Qué haces aquí?

-Aquí trabajo Weasley.- contesto Draco de mala gana. Recordando la enemistad que siempre se habían jurado.

-Si sabes que esto es un hospital, no la morgue.

-Ron, no.

-¿No, que Harry? Es Draco Malfoy, el intento matarte. -contesto Ron sin disimular el enfado de encontrarse con él. -Sin contar el sinnúmero de veces que nos arruino la vida.

Harry estuvo a punto de volver a callar a Ron cuando de pronto Draco se adelanto y con mucha paciencia detuvo el comentario del pelirrojo.

-Si no tienes algo más importante que decir Weasley déjame seguir trabajando.

Harry se levanto  de su asiento e intento seguir a Draco cuando Ron lo detuvo.

-¿En serio vas a ir con él?- Ron le pregunto a su amigo horrorizado.

-Si.

-Le dije a mi hermana que te cuidaría.

Harry alejo un poco a su amigo de los oídos del sanador y en voz baja trato de convencerlo de que todo iba a estar bien.

-Ron, confía en mí.

Ron Weasley podía creerle cualquier cosa a su inseparable amigo pero temía a las represarías de su hermana si dejaba que le sucediera algo.

-Está bien, pero yo voy contigo.

-Lo siento Weasley pero tú no entras.- Draco había escuchado todo y le dio mucho gusto decir aquellas palabras. Después de todo ahora estaban en su territorio

-Estaré bien. Y Harry camino siguiendo a Draco mientras su amigo lo miraba con lágrimas en sus ojos.

-Toma asiento Potter.- Le pidió Draco amablemente mientras cerraba la puerta.

Harry miraba atentamente los cuadros móviles colgados en las paredes. Sorprendentemente podía observar en ellos que Draco se esforzaba en ser un excelente sanador. En los cuadros se podía ver al rubio en diferentes partes del mundo con sus alegres pacientes.

-Me sorprende que no enloquecieras como Weasley.

-De hecho, yo ya sabía que trabajabas aquí.

-¿Y aun así decidiste venir? ¡Qué valiente! ¿Y qué fue lo que te trajo por aquí?

-El quiddich. Me rompí el brazo.

-Déjame ver-Draco se acerco a él mientras que Harry se quitaba el suéter que Molly le había dado como obsequio para que lo revisara mejor.

Draco revisaba cuidadosamente cada hueso, musculo y tendones del brazo mientras que Harry lo miraba pacientemente.

.Creí que ya no jugabas.

Harry había dejado el quiddich un par de años atrás debido a que su trabajo como auror lo absorbía y se sorprendió que él estuviera al tanto.

-Si, así es. Pero este era un juego con la familia,

-Cierto, supe que te casaste con la chica Weasley. Ahora Ron es tu cuñado. Supongo que ha de ser muy entretenido. Felicidades.-Termino diciendo esto último en tono sarcástico.

-¡Vaya, te estás controlando muy bien¡

Draco soltó inmediatamente el brazo dejándolo caer y haciendo que este golpeara con la silla donde se encontraba Harry, provocándole un nuevo dolor.

-¿A qué te refieres Potter? –Pregunto Draco con un extraño nerviosismo.

Harry miro sorprendido a Draco mientras se sobaba el golpe.

-A que no te estás refiriéndote a Ron con insultos.

-¡Ha, eso!- Y de  nuevo volvió a tomar el brazo. Termino de revisar en silencio y se dirigió a un estante por unas pócimas.

-¿Y tú, estas casado? –Pregunto Harry señalando la fotografía donde Draco posaba junto con Astoria Greengrass.

-No, solo estamos comprometidos. ¿Hijos?

-No, bueno si, uno. Ginny está embarazada.

-Vaya, has estado ocupado Potter.

-Si, un poco. –Contesto el chico con una sonrisa tímida, pues era extraño el hablar de esas cosas con su enemigo jurado. Se habían declarado la guerra desde que se conocieron y él no sabía por qué. Y ahora se ponían al tanto de sus vidas y por un momento dejo de estar nervioso.

Draco le pidió a Harry que se quitara la camisa  y unto un poco de ungüento en todo el brazo, y de inmediato conjuro con su barita un hechizo. Con el ungüento el dolor avía regresado pero Draco  sello sus huesos y estos quedaron como nuevos. Harry había aguantado perfectamente el dolor y ya que había terminado solo le quedo una pesadez.

-Ya esta Potter.-y Draco comenzó a vendarlo.

-¿Tendré  que regresar?

-No creo que sea necesario. Solo descansa unos días.

-¿Y qué aras al rato? No me digas que pasaras el resto del día aquí.

-Como soy el novato me toca cubrir a los demás. Además, mi familia y Astoria no están en Inglaterra.

Draco había terminado y guardaba el resto de sus utensilios mientras que Harry se sitio obligado a formular la pregunta, aunque no sabía cómo y porque lo hacía.

-Bueno, nosotros aremos algo y…

Draco supo inmediatamente a donde se dirigía Potter con esas palabras y de ninguna manera aceptaría. Afortunadamente para él alguien toco a la puerta.

-¿Harry estas bien? –Pregunto Ron, que ya había esperado demasiado.

-Sera mejor que te vayas Potter, antes de que tu amigo tire la puerta.

-Si, tienes razón.

Harry se vistió mientras que Draco escribía en un pergamino pero antes de abrir la puerta Harry se regreso.

-Feliz Navidad, Draco.

Draco lo miro atento al escuchar su nombre, jamás creyó que eso sucedería. Se relajo sobre su asiento y dejo mostrar una pequeña sonrisa.

-Feliz Navidad, Harry.

Notas finales:

subire el siguiente capitulo cada quice dias(espero) y espero sus criticas constructivas.


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