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Enamorándome del objetivo. por NoahStrider

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Notas del fanfic:

¡Hola! Es mi primer Fanfic de Cherik, son mi OTP y así que decidí escribir algo para esta hermosa pareja.

Notas del capitulo:

Bueno solo quiero aclarar que en este Fanfic los chicos tendrán sus mutaciones, no al principio pero mas adelante los tendrán.

Ningún personaje me pertenece ¡espero que le guste!

"Buenos días Papá"

Una dulce voz chillona resonaba en su cabeza y también sintió unas cálidas manos en su frente dandole pequeñas palmadas. Aun sin abrir los ojos, Erik hizo una pequeña sonrisa y al abrir los ojos vio a Wanda su pequeña hija observándolo con esos ojos grandes, brillantes y marrones.

—Buenos días Wanda— dijo el padre mientras revolvía el cabello rojizo que le llegaba debajo de los hombros a la niña y seguido de eso darle un beso en la frente.

—¿Hoy saldremos a desayunar?— pregunto la niña mientras lograba escapar de los brazos de su padre e ir a saltar a la cama.

Erik camino hacia su closet y tomo una prenda de ropa diaria que consistía en un pantalón de vestir negro y una camisa blanca.

—Claro que si, ahora ve a cambiarte y no olvides abrigarte bien— ordeno en tono severo mientras la niña salía corriendo hacia su habitación.

Así era la rutina de aquel hombre, Erik.

Su rutina (al menos en las mañanas) consistía en pasar el mayor tiempo posible con su hija antes de que el reloj marcara las 2 pm, trabajar era la prioridad de Lehnsherr debido a que su pequeña tenia un problema grave en el corazón pero la culpa lo consumía todas las noches, el peso que cargaba en sus hombros..todas esas muertes.

Desde que supo que Wanda tenia aquella enfermedad en el corazón (a los pocos meses de nacida para ser exactos) tuvo que dejar la preparatoria a los 17 y empezar a trabajar en un taller mecánico pero el dinero no era suficiente para aquel pequeño departamento, sumando los gastos de los pañales, ropa, leche, mamilas nuevas, cremas, las consultas especiales de Wanda con el Cardiólogo, la niñera y ademas la comida en casa, luz, agua. Era difícil en ese entonces para un chico de 17 años, aunque el consiguiera distintos trabajos a la vez (la paga era poca quizás se debía a su edad y a la falta de estudios) decidió entrar a lo mas fácil: el mundo de la mafia. Tenia dos opciones (ser un sicario o vendedor de drogas) y el decidió la primera debido a que por nada del mundo quería vender drogas a muchachos o incluso niños.

Con el duro entrenamiento y el paso del tiempo Erik logro ser el mejor sicario de aquel grupo de mafiosos que empezó por lo mas bajo y con el paso del tiempo (y gracias al Alemán debido a las muertes que causo hizo ganar mayor territorio) ahora se encontraban en uno de los 5 grupos mas respetados, aquel chico de 17 años se convirtió en la mano derecha del importante Sebastian Shaw.

La vida de Erik no era mala, contaba con un auto, una casa con piscina en un vecindario seguro, Wanda asistía a una primaria publica que se encontraba a unas cuadras de su casa. No tenían deudas y podían pagar las consultas y medicamentos de la niña sin problema alguno y de vez en cuando podrían darse el lujo de salir o comprar cosas para ellos mismos.

Perdido en sus pensamientos cada 5 minutos antes de ir a bañarse como le solia pasar siempre, el alemán reacciono y entro al baño de su habitación y se baño. Después de 20 minutos salió del baño, ya vestido y peinado tomo sus guantes y los puso en el bolsillo trasero de su pantalón.

—Papa, estoy lista— la niña se asomo por la puerta del cuarto, llevaba unos pantalones azules, un abrigo rosado con botones rojos abotonados casi todos (a excepción de los dos últimos botones), la bufanda roja que Erik le había regalado hace unos días, guantes blancos con detalles floreados y un gorro rosado de rayas blancas.

—Bien, sube al auto— contesto el adulto y la niña se fue.

Salió de la habitación y se dirigió a la puerta, antes de salir tomo su abrigo gris de botones negros y se lo puso (abotonando el abrigo hasta el cuello) y después saco los guantes de aquel bolsillo y se los puso, por ultimo tomo las llaves del auto y de la casa.

Al cerrar la casa Erik saludo a algunos de sus vecinos y camino hacia el auto donde la niña se encontraba sosteniendo una fotografía la cual el alemán olvido sacar hace unos días.

—Wanda...— murmuro Erik mientras entraba al auto.

La niña de cabellos rojizos seguía observando la fotografía, triste.

—¿Cuando me hablaras de mama?— dijo después de unos segundos aun observando la fotografía en la cual aparecía una mujer de cabellos rojizos con una sonrisa que con tan solo verla podrías adivinar como era esa mujer: maravillosa, humilde, atenta, y mil cosas maravillosas.

—Cuando tengas edad suficiente— contesto el castaño y empezó a manejar hacia el lugar que siempre frecuentaban.


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Notas finales:

Espero que les haya gustado, dejen reviews por favor n.n

Subiré capitulo 2 o 3 veces a la semana, pronto empezare clases y bueno será difícil escapar de las tareas xD


Gracias por leer, cuídense ¡los quiero! ~


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