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El único al que amo por Kunay_dlz

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Notas del fanfic:

Personajes pertenecientes a Tomo Takabayashi en Kyo Kara Maoh!

 

Será un fic corto, máximo cinco cpítulos.

 

 

El único al que amo 

I

Respuestas

 

 

 

Iniciaba un día cualquiera en Pacto de Sangre, Yuuri termina de ejercitarse en compañía de Conrad, Wolfram inicia su entrenamiento con su guardia personal, Gwendal revisa los pendientes de la jornada y Günter prepara material para las lecciones del Maoh. En definitiva sería un día común y corriente.

Después del desayuno Yuuri llevaba a Greta al jardín puesto que la princesa deseaba un paseo con su padre rodeada de las flores con nombres de quien la rodeaban: El secreto de Gwendal, Conrad sobre la tierra, y sus favoritas, Hermoso Wolfram y La inocencia de Yuuri.

El Maoh, al quedar frente a las flores, su atención se centró única y exclusivamente en la flor que lleva el nombre de su “prometido”. Últimamente lo notaba extraño, parecía desconectarse de la realidad por pensar en otras cosas, cosas que no quería compartir… a veces parecía bastante serio, a veces parecía estar muy convencido de alguna decisión tomada, a veces parecía temeroso y otras veces parecía bastante molesto. ¿Cómo lo sabía él? Bueno, hace un tiempo que no le quieta la mirada de encima, lo ha estudiado y analizado hasta llegar a la conclusión que sentía algo más que simple amistad por el demonio de fuego.

Lo tenía totalmente cautivado… sus ojos, llenos de determinación, su pelo, tan resplandeciente como el sol, su blanca piel tan suave que ha tocado por accidente mientras dormían, su voz, con todos sus matices que hacen vibrar cada parte de su ser… ¿Tan ciego estaba como para no haberlo notado desde antes? Sus pensamientos fueron interrumpidos justamente por aquel en quien tanto pensaba.

--Debilucho, si tanto quieres esas flores, sólo tómalas. –dijo Wolfram ignorante del impacto de sus palabras en su interlocutor.

--Wolf… no soy “debilucho”. –dijo más por inercia que por otra cosa pues sus pensamientos quedaron en blanco al escuchar tales palabras.

--Parece que has visto un fantasma. –decía el rubio mientras quedaba de frente al Maoh. –¿Tanto te desagrada que esté aquí?

--¡No, no, no! Para nada, me sorprendiste, eso es todo. –decía Yuuri con nerviosismo.

--Tenemos que hablar, Yuuri. –el tono serio que acompañaron estas palabras le dieron un mal presentimiento al Maoh.

--Claro Wolf pero, Greta…

--La envié con mi madre, estabas tan concentrado que no te diste cuenta de cuando llegué y le pedía a nuestra hija que nos dejara un momento a solas. –el tono monótono definitivamente anunciaba que algo andaba mal, Yuuri se acercó a él.

--¿Qué sucede Wolf? –dijo algo nervioso Yuuri “Estás asustándome” pensó.

--Es sobre nuestro compromiso… accidental. –agregó el último adjetivo que siempre usaba el pelinegro cuando el tema salía a la luz. –Creo que es hora de aclarar las cosas. Ya han pasado tres años desde que llegaste a Shin Makoku y no has hecho nada al respecto. –Yuuri iba a decir algo pero un bufido del rubio lo detuvo –Aparte de tus negativas y rechazos, lo que quiero saber es si… deseas anularlo o… si me darás un oportunidad.

--Wolf… –muy despacio el Maoh se acercó a Wolf, colocó sus manos en los hombros del rubio y con suavidad le dio vuelta para quedar de frente, mirándose a los ojos –yo…

--Yuuri lo que me digas a hora determinará los sucesos de los próximos días, necesito una respuesta. –la expresión de angustia que le mostraba el rubio activó todas sus defensas, algo estaba por ocurrir, algo importante y, si no le contestaba el resultado no le agradaría, de eso estaba seguro.

--Wolf, es cierto que negué infinidad de veces el compromiso en el que me metí por accidente porque no tenía idea de las costumbres y no sabía cómo actuar, –el rostro de Wolfram se  ensombreció –es cierto que te rechacé otras tantas por creer que era antinatural y demasiado extraño para mí y que en ocasiones llegué a escapar de ti porque era aún más raro que otro hombre me pretendiera y no linda mujer. –Wolf bajó la mirada, la respuesta era dolorosa, sabía que así sería pero, ahí estaba él, queriendo escuchar hasta el final lo que sería definitivo. Sin embargo, sintió en su frente un ligero peso, al abrir los ojos notó la cercanía del rostro de Yuuri con los ojos cerrados, eran sus frentes las que estaban en contacto. –Sabes Wolf, acepto que fui un debilucho en ese tema. Admiro el coraje con que enfrentaste todas las trabas que yo mismo ponía y créeme cuando te digo que ganaste.

--¿Ganar? Yuuri esto no es un juego… –dijo Wolfram dolido e intentó alejarse.

--No, no lo es Wolf. Todo era más como una batalla conmigo mismo, una en la que también participabas… tú luchaste por los dos… y, te lo agradezco tanto. Te agradezco que hayas ganado. Eso que estaba en mi cabeza que me impedía aceptarte quedó hecho trizas con pensamientos que solamente ocupas tú. Esa sensación que me gritaba que estaba mal ahora te reclama a cada segundo. Y mi corazón que latía nervioso ante lo desconocido hoy sólo late por ti.

--Yuuri…

--Has ganado, mi hermoso guerrero. Ganaste mi mente, ganaste mis sentimientos, ganaste mi corazón. Te declaro vencedor ante el debilucho que ahora ruega tu perdón. Te declaro vencedor ante el debilucho que ahora suplica que lo ames. Te declaro vencedor ante el debilucho que implora… le permitas estar a tu lado. –para aumentar la sorpresa del rubio, Yuuri de arrodilló ante él, tomo las delicadas manos de Wolf entre las suyas, besó el dorso de cada una de ellas y lo miró fijamente.

--Yuuri, ¿Qué haces? –susurró un poco sonrojado el rubio.

--Wolfram Von Bielefeld, ¿Me harías el honor de aceptar casarte conmigo? –dijo el Maoh mirándolo como lo más preciado del mundo Mzoku y de la tierra también.

Antes de escuchar la respuesta del rubio, alguien les interrumpió.

--¡Wolfram! ¿Cuánto tiempo? Permíteme decir que sigues igual de hermoso, corrijo, más hermoso que cuando nos vimos por última vez.

Adiós al ambiente perfecto en el que estaban. Ambos se volvieron hacia la dirección en que provenía la voz altiva sin siquiera moverse de sus lugares, uno pasmado por la pregunta que acababan de hacerle y el otro por la furia de ser interrumpido en un momento tan importante como ese.

Un hombre peliverde de ojos azules y con vestiduras militares semejantes a las de Wolfram se acercaba a la pareja real con paso decidido. Ignorando a un Yuuri arrodillado, tomó a Wolf de un brazo y lo jaló hacia él para abrazarlo ante la atónita mirada del Maoh.

--Dime, ¿Consideraste mi oferta?

 

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


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