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One More Night por MidNightFlower

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Notas del fanfic:

Este es mi primer Fan fic y estoy super emocionada! Espero que les guste y que pueda transmitir todo lo que quiero y siento; comencé con un HarCo porque amo, literalmente A-M-O esta pareja asi que quería que fuera la primera jeje.

Como saben estos personajes pertenecen a J. K. Rowling (obvio ¿no? lol) y los estoy tomando prestados para saciar mi sed de divertirme escribiendo, exponer mi escondido (no tanto) lado fujoshi y todo sin fines de lucro ;)

Por cierto! Si les gusta estaré reportándome para la siguiente semana *O*

Notas del capitulo:

Para esta historia deje de lado el epilogo final de la serie, aunque lo ame, siento que no iba con todas las locas ideas que se me ocurrían jeje, sin más que decir: A leer se ha dicho!

“Esto no puede estar pasándome” pensó un Harry Potter sumamente alterado revolviendo sus cabellos rebeldes con ambas manos; sus ojos esmeralda se clavaron sobre los de su hermosa esposa ¿Cómo podía decirle eso, en ese preciso momento en el que se debería estarse encaminando al trabajo?

-Harry…  ¿estás escuchándome?- preguntó Ginny alargando su mano para tomar la que tenía Harry apoyada sobre la mesa, que al contacto con la mano de esta la aleja en automático. Sabía que las cosas no iban viento en popa entre los dos como todo mundo lo pensaba, habían tenido diferencias, pequeñas… bueno no tan pequeñas discusiones y debates que terminaron en gritos, dejándose de hablar y haciendo llorar al pequeño Albus, pero ¿separarse? Él estaba con la misma expresión de pánico desde hacía más de veinte minutos, peor que haberle echado un petrificus totalus – Harry, creo que lo mejor es darnos un tiempo, será lo mejor para nosotros y los niños- dijo firmemente Ginny levantándose de la mesa.

Quería decirle tantas cosas, como: “¿Mas tiempo? ¿Enserio? ¡Si a duras penas estas aquí! Si no estás con los Holyhead Harpies entrenando o impartiendo clases a novatos estúpidos que solo quieren verte arriba de una escoba para mirar tu trasero, o estás trabajando hasta las deshoras como corresponsal de quiddich, haciendo Merlin sabe qué y con quien porque dudo que eso te lleve mucho tiempo!” Pero lo único que pudo decir fue:

-Está bien- se pateó mentalmente por no poderle hacer frente, era como si aun pudiera ver a la dulce jovencita que estaba locamente enamorada de él. “¡estúpido, estúpido, estúpido! Acabas de perder una oportunidad de oro con ella, ahora no la vas a ver hasta dentro del siguiente fin de semana”

-Cállate- se dijo a sí mismo en voz bajo y dejando los platos en el fregadero, se puso su capa de auror y se fue finalmente a trabajar, con un terrible vacio en el estomago.

Quería pensar que todo era un mal sueño, que seguramente iba a desperar y oler el perfume de las rosas en su ventana y sentir la cercanía de Ginny apoyando su barbilla sobre su hombro dedicándole una radiante sonrisa preguntando si había tenido una pesadilla.

El ver a Ron acercarse muy animado, le rompió su burbuja de ensoñación devolviéndolo cruelmente a la realidad. Su cuerpo ya dolía por la tensión por la que pasaba, como si una manada de centauros hubieran hecho la danza irlandesa sobre de él. Necesitaba un respiro, lo más urgente posible.

Aun no quería revelarle lo que pasaba en su casa a Ron, cuya vida no podía ir mejor y estaba tan dichoso y enamorado como la primera vez que se dio cuenta de sus sentimientos hacia Mione y muchísimo mas embelesado con sus pequeños Rose y Hugo.

Estuvo distraído durante todo el día y daba evasivas cada vez que Ronald le preguntaba.

-Estoy bien, solo algo cansado- decía alzándose de hombros.

-Hermano, no deberías esforzarte tanto, desde lo de Voldemort todo ha sido un paseo por Hogsmeade con tu varita en una mano y una cerveza de mantequilla en la otra- dijo dándole una palmada en el hombro tratando de animarlo. El azabache solo sonrió superficialmente esperando con ello convencer al pelirrojo.

Decidió caminar hasta cansarse por las calles de Londres. Molly ya le había mandado una lechuza diciéndole que se había hecho cargo de Albus y James (por séptima vez en el mes) y que no se preocupara y si quería podía pasar al día siguiente por ellos. “Tan maternal como siempre” pensó  y se alegró de las últimas palabras, un tiempo para él solo no le molestaba en lo absoluto.

Después de un gran rato y con la temperatura descendiendo rápidamente, entró al primer pub muggle que encontró y con las mejillas encendidas y dientes tiritantes se acercó lo más rápido que pudo a la barra para pedir un brandy para hacerlo entrar en calor.

Bebió con avidez el líquido obscuro que como mantequilla descendió por su garganta dejándole una placida sensación y enseguida pidió otro. Jamás había estado en ese lugar y por un lado le gustó, porque ahí nadie lo conocía y podía ser libre de hacer lo que le viniera en gana sin ser sorprendido o reprendido por la mirada crítica de personas como Rita Skeeter quienes se divierten inventando una sarta de tonterías de la gente enmascarándolo con “una simple entrevista”.

Realmente el ambiente del lugar no estaba nada más. Música tranquila que acompasaba tu pulso sumiéndote en el nirvana hasta la medula; la luz tenue puesta en sitios estratégicos para que no se sintiera pesaba  ni estorbosa para la vista; las charlas vivarachas entre los comensales  que de repente reían o chocaban sus tarros y copas.

Dejando caer su cabeza hacia atrás tomó el quinto vaso de brandy que llegó a su estomago el cual hipnotizado por tanto alcohol, ya no tenía fuerza de reprochar. Se veía un Harry Potter más tranquilo y relajado, los hombros destensados como si un gran peso se hubiera caído de sus ellos y nada mejor pudiera estarle pasando…

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Abrió los ojos y el brillo del sol colándose por la ventana provocó un súbito tirón en su cabeza que hizo que esta le doliera a rabiar, apretó los ojos moviendo la cabeza hacia el otro lado; veía borroso y atientas busco sus anteojos.

Miró la cómoda y no la reconoció. Estaba completamente desnudo y un retortijón en su estomago le obligó a doblarse. “No mas alcohol sin haber cenado” se dijo para sus adentros. No tenía idea donde estaba, buscó con la vista su ropa que yacía regada por todo el piso de duela. Quiso incorporarse pero sintió algo en su mano.

Como en cámara lenta regresó a ver en lo que estaba apoyado. Una larga mata de cabello como si fueran hilos amarillos… platinados…. Tragó saliva con dificultad. Había una persona del otro lado de la cama que solo se removió un poco con la presión que le estaba haciendo al cabello. Con una rápida mirada inspecciono el cuerpo de arriba abajo, no cuadraba con lo que había esperado, para nada en absoluto. Era imposible… estaba tan ebrio que había….

-No es posible…. Por Morgana, ¿qué he hecho?- 

 

Notas finales:

Que les pareció? Espero que bien!

Espero sus comentarios, se recibe de todo! Desde comentarios constructivos, rosas, adulaciones (jaja), tomatazos y demás!

Todo lo recibiré de buena gana para tratar de ser mejor. 


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