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U-Turn por Gema Talerico

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Notas del fanfic:

Este fic participa en el Drarry Fest : Festejando los 100 miembros del grupo de facebook We love Drarry.

Inspirado en el video U-Turn de Sunflower en Tumblr.

Advertencia: Muerte de un personaje, Intento de lemon,  pizcas de Ooc, línea de tiempo de los libros.

Notas del capitulo:

Hello!

Lo sé, lo sé. Soy un desastre actualizando pero aun así me atrevo a publicar otra cosa, pero esto es solo un Two-shot (que espero con todo mi corazón que no llegue a ser un Three-shot porque se suponía que esto iba a ser un one-shot corto)

Estoy experimentando con este tipo de formato. Pero me pareció divertido :)  

¡Besos a Pawina mi beta!

Primera parte

U-Turn

1.Bludger

Cuando Harry lo miro por primera vez, sintió una sensación turbia en su pecho que lo llevo a pensar, solo un segundo, que ya le conocía. La expresión altiva, los ojos grises que miraban con soberbia… la sonrisa sincera.

“Cuando encuentres a tu alma gemela, pequeño” - recuerda la voz suave de la bibliotecaria muggle inclinándose a su altura para palmearle el cabello revoltoso.- Era flacucha pero con una bonita expresión en el rostro  “Sera como reconocer el otro lado de tu alma”

Draco también se sintió algo confuso, porque al contrario de lo que pensaría cualquiera,  el cabello revuelto y la ropa grande no le hizo sentir lástima por el chico bajito que se puso de pie en el escabel a su lado en Madam Malkin, más bien,  sintió  una curiosidad apabullante cuando esos grandes ojos verdes le miraron con fijeza, la sonrisa nerviosa cuando le hablo.

“No es tan diferente a  ser golpeado por una Bludger.  Enamorarse, quiero decir” Fue la primera vez que Draco oyó a su padre hablar de amor, pero tuvo que reconocer que el concepto fue muy acertado.

—Tus padres, ¿Eran de nuestra clase, no es cierto?—pregunto con la nariz erguida cuando Harry menciono que sus padres estaban muertos, al niño le pareció un gesto divertido así que solo respondió, obviando la actitud del chico de miradas frías y porte rígido.

—Si te refieres a un mago y una bruja. Si lo eran, Hagrid me lo ha dicho.

Y de nuevo Draco apretó los labios en una mueca disconforme como lo había hecho cuando menciono a Hagrid por primera vez, parecía contener la opinión que tenia del guardabosque muy dentro de sí aunque le causara esfuerzo. Solo por el chiquillo de ojos esmeralda, un chico que apenas acababa de conocer.

 Aun  así  el chico pálido siguió hablando con el mismo tono regulado después de un largo silencio.

—Entonces ¿Cuál es tu apellido?—Harry volteo hacia el chico de nuevo, era un poco alto, o tal vez Harry era más bajo de lo que creía porque tenía que erguir su rostro levemente para mirarlo a los ojos. La bruja que arreglaba los alfileres  de la túnica de Draco soltó un risita entre el silencio de los corazones retumbantes. Tatareo, cuando Draco volteo hacia ella con una mueca disgustada simplemente sonrió con todos sus dientes.

—Potter—respondió Harry enseguida, mientras Hagrid seguía esperando detrás de la vidriera  con los dos grandes helados en sus manos y Draco  viraba hacia el chiquillo—Harry Potter.

Los ojos grises se abrieron de par en par, y Harry  creyó,  por un segundo, que el chico trastabillaría hasta caer del escabel. Él solo murmuro un “Oh” y siguió mirándolo fijamente. Recordó por un segundo que en ese mundo, en ese lugar, el era famoso y que probablemente sería fantástico conocer a alguien que era famoso.

Solo tal vez

—Draco.  Draco Malfoy —se apresuro a decir el chico pálido, no pudo inclinarse para darle la mano a Harry porque estaba lleno de alfileres, sobre el hombro y en los brazos. Pero la bruja que preparaba la túnica seguía mirando a Harry fijamente, con la quijada caída contrastando notablemente con la sobria calma de niño de 11 años

—Tu orden esta lista, guapo—aviso Madam Malkin y Harry se tuvo que bajar del escabel para no hacer esperar más a Hagrid, Malkin tatareo un “Harry Potter estuvo en mi negocio” con regocijo, mientras la bruja de los alfileres volvía a su trabajo.

—¡Adiós, Draco!— se dio el gusto de solo dejar un saludo de reojo, sonriendo.

—Nos vemos en Hogwarts—respondió Malfoy, con voz aparentemente desinteresada, dudando de que Harry le hubiera oído porque el chico ya estaba cruzando la puerta en ese instante para sonreír a Hagrid con todos sus dientes—…Harry.

2. Pelirrojos

Draco solo podía pensar en dos ojos verdes brillantes tras la montura de unos lentes  redondos ese día. Volteaba a todas partes en la plataforma intentando reconocer alguna cabellera alborotada o  a un chico bajito y tímido, esperanzado con el hecho de que tal vez lo podría ver en cualquier momento.

No lo encontró, y se sintió, solo un poco, decepcionado por ello.

 Pansy lo observaba con resignada fijeza sentada  en la esquina del compartimiento que habían elegido media hora después.

—Solo es un niñito más—gruño ella, obviamente celosa. Daphne a su lado solo barbullo intentando leer su libro, Theodore la apoyo, porque era un chico de silencio y Pansy era la persona menos silenciosa en seis kilómetros a la redonda. Ni siquiera Crabbe y Goyle era tan fastidiosos, con sus charlas sin sentido y la  irrefrenable afinidad con la comida cubierta de grasa.

—No es solo un niñito más—contrarresto con terquedad—Es Potter, por si se les olvida nuestros padres han dicho...

—… debemos de aparentar que nos agrada  para mantener las apariencias— corearon con resignación. Daphne lo dijo un tono de aburrimiento total, su pelo rubio escurriéndose sobre su nariz mientras bufaba.

—Justamente, y un Slytherin…

—…Conserva sus apariencias—entre tanto, Daphne se desparramo en el asiento junto a Theodore.

—Dejen de interrumpir—gruño.

Solo era una excusa, porque muy dentro de él, Draco sabía que no solo era por ser Harry Potter o porque  su padre se lo hubiera ordenado… era porque eraHarry -Su Harry- el chico de los ojos verdes y la sonrisa nerviosa que había sido lo suficientemente interesante como para cautivar a un Malfoy a tal punto de hacerlo actuar como un niñito desesperado por una escoba nueva.

Tal vez porque los Malfoy’s eran caprichosos, eso siempre decía su madre.

—¿Han oído?—Blaise entro al compartimiento tres horas después, parecía algo divertido—Dicen que Harry Potter esta en el tren.

 Draco se puso de pie enseguida con los bufidos de Daphne y Theo haciendo un lindo coro de fondo, a un lado, Pansy apretaba la quijada con su pequeño rostro envuelto en una expresión de enfado absoluto, sus pequeños ojos entrecerrados.

—¿Dónde?—interrogo con calma, aunque aun así Blaise se vio acorralado contra la puerta del compartimiento con los ojos grises de Draco fijos en él como dos linternas apuntando a su rostro. Era una sensación tan incómoda que el chico tartamudeo.

—N-no lo sé.

Ante la ineficiencia de Blaise, Draco se vio la necesidad de salir a buscar el dichoso compartimiento preguntándose porque no había pensado en ello antes, y antes de que alguien más preguntara: No, el no estaba desesperado, solo ligeramente interesado. Crabbe fue el primero en seguirle y Goyle les acompaño solo por curiosidad.

Por suerte  para la cordura de Draco le encontraron fácilmente, en un compartimiento medio vacío, casi al final del tren.

Entro sin preguntar, porque Draco era un Malfoy y porque tenía todo el derecho de estar allí si Harry también lo estaba.

—Draco—fue un alivio el cómo los ojos verdes lo reconocieron enseguida al voltear hacia la puerta abierta, Draco se sintió de alguna  manera un poco menos intranquilo cuando vio el entusiasmo del chiquillo de la cicatriz en la frente. Jersey azul, grande y remendado sobre los vaqueros doblados en los tobillos y a pesar del aspecto que se parecía más al de un Hámster entre mucha tela vieja a la de ropa, Draco lo encontró por demás aceptable.

—Mencionaron que  estabas  por aquí, así que he pasado a saludar—Mintió, con el falso tono de voz seria y dadivoso que su madre le había enseñado a usar.

—Pensé que lo estamos busc… —un codazo callo a Goyle, que carraspeo cuando sitio el aire escaparse de sus pulmones. Un chico pelirrojo, sentado al otro lado del compartimiento oculto su risa, Draco se giro hacia él con los ojos estrechados en una línea desconfiada, preguntándose el porqué un Weasley estaba en el mismo compartimiento que Harry.

—El es Ron—presento enseguida el moreno—Ron We-

— Weasley, obviamente. No hace falta decirlo—gruño con voz exasperante. El tono arrastrado, por primera vez, hizo que Harry sintiera un leve disgusto—Mi padre me dijo que todos los Weasley  son pelirrojos, con pecas y con más hijos de los que pueden mantener—Ron se volvió de color granate enseguida. Draco lo ignoro, volteándose hacia Harry —Descubrirás que algunos magos son mejores que otros, Harry. En cuanto a con quien involucrarte, yo puedo ayudarte con ello.

Harry dudo, la mano de Draco estaba extendida y al otro lado estaba Ron, humillado y rojo como un farol de transito. Miro hacia los ojos grises, que parecían sonreír bajo esa capa de seguridad y altivez innata.

Falta decir que Harry nunca fue bueno con las decisiones.

—Creo que…—Ron lo miro, con la pregunta muda de si también él lo desplazaría—…no podre tomarla—Se negó, y Draco, sin ninguna expresión en su rostro, pareció impactado, porque sus ojos expresaron todo lo que su rostro no. Harry, por un momento, se arrepintió.

— Yo tendría cuidado, si fuera tú, Potter —dijo con calma, cambiando el nombre por el apellido con tal rapidez que  pareció casi instantáneo, tanta indiferencia, en solo un segundo—Si no ves lo que es  más conveniente para ti, vas a ir por el mismo camino que tus padres. Ellos tampoco sabían lo que era bueno para ellos. Tú sigue con gentuza como los Weasley y ese Hagrid y terminarás como ellos.

Hablaba, claramente, un orgullo herido.

Ron iba a defender a Harry, pero Malfoy, tan enojado como estaba se dio la vuelta y se marcho tan enfurecido como  tan solo el rechazo podía ponerle, dejando a Ron parado en medio del compartimiento con los puños alzados al aire.

3. Troll

Cada vez que se veían en los pasillos o en los salones de clase Draco solo enviaba miradas enardecidas y Harry se las devolvía con la misma intensidad. Primero había sido el incidente de la recordadora, luego el duelo falso. Pero lo que siguió no fue culpa de Malfoy, derribar un Troll, Harry nunca se imagino que eso entraría como una de sus actividades extracurriculares en el colegio.

Una tarde, una mano lo jalo a un salón vacio. Harry se sorprendió al encontrar que era Malfoy, y tuvo que ajustarse los lentes porque creyó estar viendo mal, el chico parecía enojado. Harry no sabía que vería esa expresión unas miles de veces más el resto de su vida.

—¡¿Un Troll?!—Bramo de repente sobre su cara, era la primera vez que Harry vio a Draco sonrojado del disgusto—¿Sabes lo que te pudo haber hecho? ¡Te apuesto a que te hubiera aplastado con su dedo pulgar al primer intento!

—¿Que-

Harry estaba allí, tan sorprendido que armar una frase completa parecía complicado,  con Malfoy zarandeando sus hombros gritando histérico cosas como “Pudiste morir ¡Morir!” justo sobre su rostro.

Recapitulemos

¿Malfoy?

—No pongas esa cara—gruño el Slytherin, y Harry se pregunto distraídamente que cara estaba poniendo para que Malfoy le mirara tan fijamente con el ceño fruncido.

—¿Esto es una broma?—fue lo único que atino a decir. El rubio pareció enojarse más con ello.

—¡Una broma! Casi mueres ¡¿Por qué no habría de estar preocupado?!

—Porque me odias—respondió con sencillez, Harry.

Las mejillas pálidas de Draco se volvieron rojas, esta vez, de vergüenza.

—Eso fue… un malentendido…

—Filch casi nos pilla en la sala de trofeos, estuve “así” de ser expulsado. No creo que eso sea un malentendido—barbullo el Gryffindor, y Draco desvió la mirada, sin ninguna expresión en el rostro, después de un momento de silencio Malfoy volvió a alzar la voz.

—No vuelvas a hacerlo.

Y se fue, dejando a Harry de nuevo en su ignorancia.

Algo parecido paso el día en que su escoba fue poseída.

Harry se sorprendió de lo sin sentido que podía ser Malfoy, cuando estaban con compañía Harry era víctima del Insoportable-Niño-Rico-Malfoy, pero cuando se encontraban solos en algún pasillo, Draco, el chico de ojos fríos y preocupados, volvía.

Supo que a aquello se le llamaba orgullo….uno muy roto, uno muy grande.

El curso paso volando, Norberto llego y se fue, junto con ello también la ida al bosque prohibido. Era un bosque oscuro, poco amigable y francamente escalofriante, cuando había sido cambiado con Draco porque este  había asustado a Neville bufo,  estar con Malfoy era como una montaña rusa muggle. No sabía si lo abrazaría preguntado si estaba bien o si le haría un hechizo zancadilla justo en la orilla de algún arrollo de agua helada para luego intentar que lo echaran del Colegio.

Draco no hizo nada de ello, solo se quedo allí, caminando junto a él, sin mirarlo, como si estuviera apenado.

—¿Puedes decirme a que juegas?—Harry, como buen Gryffindor,  reunió toda la valentía para preguntar. Draco le miro por primera vez en toda la noche mientras Fang olfateaba el aire con insistencia.

—No juego.

—¿Entonces?

—Tú me rechazaste…

—Aun así, parece como si en un momento me odiaras y al otro no, no tiene sentido.

—Es porque me importas—admitió avergonzado, la lámpara se balanceo es sus manos pálidas—¡Pero tú me rechazaste!

Harry intento comprender, pero la lógica de dos niños de 11 años resultaba completamente bizarra.

—¿Crees que yo no te quiero cerca?

—No—gruño el chico—Tengo orgullo Potter ¿Qué dirían los demás si estuviera por allí arrastrándome sobre tus pies después que rechazaste?

—¿Así que te arrastras sobre mis pies en privado?—balbuceo Harry, sin entender.

—Si- ¡No!—bramo Draco, sus mejillas estaba ardiendo en rojo—Solo… olvídalo Potter.

Bajo la luz de la luna, esa noche, se encontraron cara a cara contra el asesino de un unicornio, Draco, en su sentido de supervivencia, huyo. Harry, en su miedo, se quedo allí, petrificado.

4. No tú

—¡Casi te mata!

—¡Tú me dejaste atrás!—protesto Harry, lucia como todo un niño caprichoso con los brazos cruzados y la boca empinada.

Draco ignoro la expresión adorable solo para volver a protestar.

—Pensé que ibas detrás de mi.—bramo con su vocecita, el salón en desuso parecía cada vez más pequeño cuando Draco se alzaba sobre Harry, regañándolo como ni siquiera tía Petunia lo había hecho—Pensé que, por instinto ¡Saldrías corriendo de allí como cualquier mago corriente! ¡Pero te quedaste allí como un tarado esperando a que te chupara la sangre!

—Tenía miedo—Harrry lo soltó, así, con tal sinceridad que Draco tuvo que cerrar la boca—Esa cosa estaba allí y yo solo, solo…. Pensé que moriría.

Un niño de cinco años que nunca había tenido afecto y ni una pizca de autoestima sabía perfectamente  como ocultar las lagrimas, era fácil, pero los brazos delgados de Draco lo envolvieron tan de repente, con tanta suavidad, que pudo haber llorado sobre su hombro todo el día.

—No tú—susurro Draco en su oído, de alguna manera, era consolador—Tu no morirás, nunca.

Desde ese día, Malfoy fue su amigo alias enemigo aguerrido preferido.

3. Por el meñique

Harry despertó con un dolor de cabeza y un par de lunas mirándolo fijamente, parpadeo consciente de que no llevaba sus lentes y bostezo, sintiendo las frazadas cálidas deslizándose sobre su cuerpo, una mano tibia sostenía su mejilla y una mancha rosa vestida con pijama azul estaba junto a él. Las dos lunas se convirtieron en un par de ojos.

—Harry…

Y reacciono.

—¡La piedra!—chillo.

Parpadeo para enfocar un poco mejor porque aun la cabeza le zumbaba, entre toda la bruma; allí estaba Draco. Sentado en un banco de la enfermería en medio de la noche, estaba enfurruñado al parecer. Y Harry se sintió desubicado por un segundo.

—Lo volviste a hacer—barbullo el Slytherin, con voz arrastrada. La enfermería estaba sola a excepción de ellos dos, era de noche y hacia frio. Harry solo vestía una bata, una de esas largas y blancas como un fantasma que le hacían sentir desnudo. Intento ubicarse propiamente en el tiempo pero los ojos fijos de Draco se lo impedían.

—¿He?—aun escuchaba los gritos de Quirrell, pero la apacible calma de la noche le impedía recordar donde había escuchado esos gritos.

—No pongas esa cara—gruño, los ojos grises parecían enojados a pesar de que la mano de Malfoy seguía acunando su mejilla, como si sintiera la necesidad de sentirlo junto a él. Vivo.

—¿Cuál- —la pregunta cambio en un solo segundo, cuando Harry al fin despertó por completo irguiéndose en la cama de enfermería—¿Qué sucedió? ¡¿Dónde está la piedra?!

—Baja la voz, Pomfrey podría escuchar, he tenido que hacer muchas cosas para poder llegar aquí—reprendió Draco, Harry instantáneamente le obedeció—Casi mueres.

La sensación de Deja vu fue casi instantánea.

—Fue Quirrel él…

—Lo sé—Draco gruño exasperado, rodando los ojos, pero parecía lo suficientemente resignado como para no enfadarse con Harry por completo—Todo el castillo esta murmurándolo por todas partes sobre ello; que impediste que Quirrel tomara la piedra filosofal, que te enfrentaste a un perro de tres cabezas, que un Dragon casi te come, que pudiste morir—la última palabra se remarco en susurros, Harry tuvo la decencia de sonrojarse cuando la mirada acusadora del niñito rubio lo taladro.

—El iba a…

—No me interesa lo que iba a hacer Quirrel con esa tonta piedra ¡Casi mueres!—a Malfoy pareció olvidársele que Pomfrey podía escucharlos, porque alzo la voz, todo lo máximo que pudo. Y tuvo éxito en su cometido, porque Harry se apeno de sí mismo.

—No fue mi intención— Harry intento calmarlo con una mano en su hombro, instantáneamente Malfoy callo, pero su mirada seguía empapada por el enfado.

—No fue eso lo que dijo Weasley— escupió.

—Yo solo intentaba que las cosas  no salieran mal, no planeaba morir.

Draco lo miro por largo tiempo, en uno de sus momentos de reflexión, un evento cuya actividad favorita era mirar a Harry fijamente a los ojos verdes, ingenuos, cayendo por la nariz pequeña y los labios fruncidos por la incertidumbre.

—Quirrell está muerto, eso es lo que se dice— Draco se apiado de de él. Harry sintió alivio instantáneo—El tampoco planeaba morir.

Harry abrió la boca para protestar—Oh—murmuro.

—Prométemelo —Draco alzo su mano, Harry la miro fijamente con confusión.

—¿Prometer que?

—Que no morirás y que nunca más te enfrentaras a un Troll o un loco idiota con ansias de matarte—la seriedad en el tono de voz hizo que Harry no pudiera dudar sobre si sería una broma. El miro la mano de Draco con fijeza y suspiro con resignación.

Engancho su meñique con el del chico rubio.

—Por mi meñique, y que se me caiga si no cumplo—juro con voz infantil.

—Muy bien—suspiro Draco, por primera vez en esa noche, sonrió. Harry le devolvió la sonrisa—Ya podre insultarte en los pasillos con tranquilidad.

Harry solo rodo los ojos, pero no pudo evitar reír.

4. Remitente

“¡Eres buscador!” La caligrafía era pésima, manchada, pequeños deditos marcados por restos de tinta. Pero lo que más le impacto a Draco fue el que, esta vez, Harry hubiera dado el primer paso.

“Lo sé, creo que lo deje muy claro justo antes de que Weasley comiera babosas” Y Harry casi lanza una carcajada en medio de la clase cuando la leyó.

“Dijiste cosas desagradables” Draco rodo los ojos.

“Dime una sola vez en que yo no haya dicho cosas desagradables” Cierto, se dijo Harry, guardando la nota entre sus pergaminos para que Hermione no lo viera.

“En primer año dijiste que te preocupaba, eso fue agradable”  

Draco, casi, casi, se sonrojo.

“Leve ataque psicótico” la tinta de la nota estaba corrida al final. Harry la guardo sonriendo.

5. D.M.

La cámara de los secretos ha sido abierta.

Era la única frase que revoloteaba por la cabeza del Niño-que-vivió.

La cámara de los secretos…

Una nota cayó en su mesa de trabajo, en plena clase -y sin que el profesor se diera cuenta- la desenrollo.

“Te veo esta noche, después de la cena” D.M.

Harry miro hacia atrás en la fila de alumnos, compartían clase con los Slytherin y al final del salón estaba Draco, su sonrisa socarrona hicieron saber a Harry que no estaba equivocado con el destinatario.

Alrededor de todo ese año las notas que volaban en clase o en el gran comedor, zigzagueando por los pies de los estudiantes, ocultándose entre pergaminos viejos  y entre repliegues de túnicas se hicieron costumbre para ambos.

6. No es no

—En mi propia sala común ¿Quién te dijo que yo podría ser el heredero de Slytherin? ¡Mi abuelo viene de Francia, FRANCIA, Potter!

—¡¡Pues me enviabas muchas señales!!—grito de vuelta, Draco seguía mirándolo con sus ojos estrechados como dos rendijas.

—¿Cuáles?

—¡Siempre te ponías silencioso cuando quería hablar del tema!—Harry alzo su dedo, como si estuviese enumerando.

— ¿Adivina qué?—Enarco con tono mandón— ¡Porque no quería hablar del tema! ¡Idiota!

— ¡Tonto Slytherin!

— ¡Gryffindor idiota!

Y como dos dignos niños de 12 años, se sacaron la lengua  y marcharon rumbo a sus salas comunes.

7.  C de celos

Harry reconoció a Draco al final del pasillo con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre la pulcra túnica, era el último día  en el colegio y Harry lo había estado evitando constantemente.

—Lo prometiste—gruño el chico de 13 años.

—¡No fue mi intención!—gimió Harry, sabiendo que esa conversación se haría larga, muy larga.

—Pero aun así fuiste a esa Cámara del demonio cuando supiste que podías morir…

—¿Como lo supiste en primer lugar?

—Eso-no-importa, lo que importa es que: ¡Pudiste morir!—de los labios de Draco había salido tantas veces esa frase que a Harry ya se le hacía  extrañamente natural, y el también se enfurruño, haciendo esa expresión caprichosa muy similar a la de Dudley cuando no le daban algo que quería.

—No hagas esa cara—regaño Draco y Harry seguía repitiendo “¿Qué cara?” entre dientes. Le reprendió por unos cuantos minutos más, posteriormente Draco solo se quejo.

—Ojala de verdad se te cayera el meñique.

Harry intento parecer ofendido cuando en realidad estaba ciertamente avergonzado, apretando los labios decidió que era bueno desviar la mirada.

—Libere al elfo domestico de tu padre… también.

—Lo sé—la voz resuelta afirmo—Tenemos miles, aunque es el primero que se escapa…

—Juro que no volveré a romper la promesa, solo que esta vez, en verdad, en verdad, fue necesario.

—¿Por la Weasley?  ¿Por la sangre sucia? ¡Tú vales más que todos ellos!

—Son mis amigos, entre Gryffindor no nos abandonamos—contraataco, Draco estaba a un palmo de distancia, enojado, como siempre y levemente, celoso.

—Claro, en especial la pelirroja ¿Ya le dijiste cuan ridículo es ese intento de poema?—El ceño de de Draco estaba tan fruncido que le pareció a Harry que ahora solo había una ceja rubia, intento no sonrojarse, pero el regalo que Draco le había dado en San Valentín volvía a su mente. También recuerda que, tuvo que improvisar un regalo para que Draco no se quedara con las manos vacías.

—¿Estas celoso de Ginny?—pregunto de golpe, Draco nunca estuvo tan sonrojado en su vida. Harry sonrió, liberando toda la tensión que su pequeño cuerpo podía albergar.

—Y-yo… ¡Nunca! ¿De Weasel?—se cruzo de brazos, mirando hacia cualquier lado, Harry aun podía ver las orejas prendidas de Draco cuando este le dio la espalda—Soy mejor que eso, Potter. Si vas a insinuar algo por lo menos hazlo con alguien digno.

—Entonces sabrás que tu regalo fue el mejor de todos—Draco sonrió, al mismo tiempo, Harry le dio un codazo amistoso.

8. No Vox

—¿Porque lo haces?—Harry tomo valentía para voltear a ver a Draco, había estado todo el día refregándole lo que había pasado con los dementores. Draco pareció incomodo cuando Harry le dio frente en el pasillo solitario—Sabes que desprecio que hagas esto, siempre te burlas de mi.

—Solo lo hago por…

—Apariencias, lo sé, no soy tan ignorante. Pero deberías… no ser tan… ¿Sabes cuánto odio que siempre peleemos? Me hierve la sangre todo el tiempo…

—Lo siento—gruño Draco, Harry sintió que el Slytherin nunca había dicho esa palabra en su vida, así que bajo la voz y lo miro fijamente, Malfoy llevaba la cabeza gacha, parecía derrotado.

—Está bien… yo también  lo hago a veces—Draco alzo una ceja “Especifica” decían sus ojos—Molestarte, quiero decir—murmuro el Gryffindor.

—En realidad estaba preocupado… no sabía cómo preguntar si estabas bien. ¿Recibiste mi regalo?—pregunto bruscamente, queriendo apartar la conversación.

Harry sonrío con algo de incomodidad alzando la pulsera que descansaba en su muñeca, era toda de plata—Si, gracias.

Malfoy devolvió la sonrisa, apretando su brazo contra los hombros flacuchos de Harry, el chico moreno suspiro, sintiendo que necesitaba ese abrazo.

9. Los  dos meñiques

Las notas lentamente, por falta de tiempo en las cuales verse o porque simplemente era mucho más intimo, se fueron convirtiendo en cartas, largas y extensas que eran guardadas bajo las almohadas en las noches solitarias, después de leerlas en plena medianoche cuando la soledad se sentía más cruda.

A veces, las cartas de Draco eran más que intensas.

“¡Sobre un maldito Hipogrifo! ¡¡Te montaste sobre una maldita bestia de ciento y tantos kilogramos!! ¡¿Viste lo que le hizo a mi brazo?! ¡Pudo hacerlo con TU cabeza! ¿Dónde está tu cerebro, Potter? Porque presiento que la has olvidado en alguna parte. No lo diré más, espero que se te caigan los dos meñiques ¡Lo dos!”

Y a veces, las cartas de Harry se volvían notas de nuevo.

“Yo no fui el que termino en la enfermería”

10. Mapa

—¿Cómo diablos logras encontrarme tan rápido?—Harry se encogió de hombros con inocencia, Draco siguió refunfuñando y el Gryffindor, disimuladamente, termino de ocultar el mapa del merodeador en su bolsillo.

— ¿Vas a Hogsmeade hoy?—pregunto, afuera nevaba, Draco negó con el ceño fruncido.

—Pansy se ha puesto pesada.

—Muy  bien—Harry pareció entusiasmado—Vamos a otro lugar ¿Si? Por cierto, ¿Sabes algo sobre el apellido Black?

—Mi madre es una Black, creo que es prima de… —pareció dudar, Harry lo insto con sus ojos verde brillante fijos en él— Ya tu sabes—suspiro— Sirius Black.

— ¿Entonces conoces a Sirius Black? ¿No?

Draco frunció el ceño, negó levemente y paso un brazo por el hombro de Harry aprovechando que no había nadie a la vista más que los cuadros de las paredes.

—Nunca le conocí.

11. Cho

“No me agrada esa tal Cho Chang”

“Pues tu disfraz de Dementor fue decadente, si preguntas”

“¿Quién te enseño el Expecto Patronum?”

“Remus”

“¿Lupin? ¿Confías en él? ”

“Hagrid, Hermione, Ron, Ginny, Cho Chang, Cedric, Fred y George, Percy”

“¿Debo de preguntar?”

“Son todas las personas que no te agradan ¿Sigo?”

No hubo respuesta

12. Tic Tac

Harry sintió el peso en su bolsillo justo después que los brazos de Hermione se deslizaron de sus costados.

Ella le guiño un ojo mientras la cadena del giratiempo aun resaltaba colgaba del costado de su bolsillo.

—Cuídalo por mí.

El giratiempos fue guardado en el rincón más profundo del baúl de Harry por el resto de su tiempo en Hogwarts. Hermione había entregado una copia.

13. Beso

—Es tu padrino—susurro sin creerlo, Harry alzo el rostro que había estado hundido en el pecho de Draco para asentir mudamente.

—Es bueno, créeme—Harry apretó sus dedos contra la túnica de Draco, era de tarde y estaban bajo un frondoso árbol cerca del lago que impedía que alguien pudiera ver a los dos enemigos más grandes de Hogwarts  tirados en la yerba y abrazados como dos enamorados— Me iré a vivir con él, cuando todo esto termine.

—Aun no confió en él—gruño Draco con desconfianza, hundió su nariz en el cabello revuelto de Harry mientras este suspiraba al jugar con el cabello rubio platino, su dedo se enrollo en un mechón e inhalo, sintiéndose nostálgico. La intimidad se extendía silenciosa cuando se trataba de ellos, primero fueron toques, abrazos, posteriormente Draco lograba atrapar a Harry entre sus brazos por largas horas en las que Hermione y Ron se preguntaban dónde estaba su mejor amigo.

 —Tú no confías en nadie—susurro Harry y Draco se extraño de sentir el aliento rozarle muy cerca. Abrió los ojos, notando que Harry había alzado la mirada y sus grandes ojos verdes lo miraban con atención.

Harry inhalo nuevamente, nunca había visto el azul casi imperceptible de los Iris de Draco, o la manera en sus labios se comprimían con nerviosismo y volvía inhalar con fuerza, sintiendo que el aire le faltaba. Las manos de Draco en su espalda dejaban una sensación de cosquilleo y apenas fue consciente de los labios que se estamparon contra los suyos cuando Draco le beso, porque ya había cerrado los ojos, encerrando el cuello del Slytherin entre sus brazos.  Se aferraron tanto el uno al otro que, para mentes tan jóvenes, se sintió casi como si se fundieran cuando el cosquilleo placentero exploto en sus pechos.

Harry creyó que esa sensación era justamente  lo contrario a un Dementor.

Despego lentamente los labios, había sido un toque pequeño, casi inocente, como las alas de una mariposa rozando los labios. Aun así ambos estaban satisfechos.

—Te veré el próximo curso—Harry dejo otro beso, aun con la vergüenza tiñendo sus mejillas. Recogió su mochila y dejo un saludo antes de voltear e irse.

Draco le despidió aun con las mejillas rojas y el ceño fruncido por la vergüenza.

14. Quiddicth

Harry hizo una mueca graciosa justo cuando Lucius Malfoy presentaba a Narcissa. Draco logro verlo y muy disimuladamente por sobre el rabillo de su ojo, rio por lo bajo justo cuando Harry dejo de hacer morisquetas que se mofaban del Ministro sin que sus amigos le vieran. Narcissa escucho el murmullo de la risa y volteo extrañada, su hijo estaba tras de ella, con el rostro serio y el porte orgulloso.

Esa misma noche, entre el caos y los Muggles flotantes, Harry solo tuvo  que hacer un gesto de silencio para que Draco callara todo lo que iba a decir, con Mortifagos alrededor Malfoy parecía muy relajado y eso era sospechoso. Más sospechoso del que Harry lo hubiera callado solo con un gesto.

—Mantén la cabeza agachada, Granger—bufo cuando dieron la vuelta. Harry volteo y solo gesticulo con los labios un “Calla por amor a Merlin”

—Cuídate— también dijo. Hermione volteo creyendo haber escuchado algo.

15. Coral

—Draco—el chico rubio giro, Pansy lo sostenía de un brazo, firmemente, su expresión decaída  le hizo saber que no se libraría de ella por un tiempo—Mi dragón, no me prestas atención.

—Tal vez porque estaba leyendo—menciono Astoria, la hermana pequeña de Daphne. La chiquilla era pacífica, pero gozaba de una mala relación con Parkinson, así que cuando Pansy se acerco más a Draco con obvias intensiones de molestarla, Astoria la fulmino con los profundos  ojos verdes.

—Draco siempre esta distraído—la voz de Theodore se alzo entre un sospechoso montículo de libros puestos en medio de la sala común.

—¿Quien les ha dado permiso para discutir sobre mi justo en mis narices?—estaba de mal humor, eso era notable.

—¡Oh! Pero mi Dragon—Pansy volvió a tatarear con voz melosa—Si siempre te la pasas murmurando “Potter esto”, “Potter aquello”  ¿Y qué pasa conmigo?

Los ojos grises la miraron con frialdad, ella parpadeo con coquetería.

—Deberías estar feliz—menciono Blaise, que como siempre, parecía no hacerse notar—Con un poco de suerte, Potter morirá por tramposo en la Pruebas del Torneo.

Muerto y Potter eran, para Draco, las palabras prohibidas del universo.

—Me voy.

—Pero… —Pansy balbuceo, a punto de saltar con  lágrimas de cocodrilo en los ojos, Draco se puso de pie y ella no pudo hacer nada para evitarlo.

—Me VOY.

Cuando la entrada a la sala común se cerró Parkinson solo se quedo allí, completamente desconsolada. Astoria pareció satisfecha con el fracaso de su compañera.

—Es toda tu culpa—gruño hacia Astoria con mala cara, como la niña caprichosa que era—Tu cara de sapo  le ha espantado.

—¡¡Ahora sí!! ¡Parkinson despídete de tu puto pelo!

16. Fuego

“Llévame hasta tu corazón. Quiero verte hoy. Siempre tuyo: D.M”

—¿Qué es?

—Nada—Hemione frunció el ceño cuando Harry dio un salto en su asiento  para esconder el pedazo de pergamino bajo su pierna.

—¿Nada?—repitió ella.

—Absolutamente nada—Hermione no creía mucho en las palabras de Harry cuando el chico se encogía de hombros y cabeceaba nerviosamente, balanceando los lentes en su nariz. Pero solo por esta vez y porque tal vez Harry estaba muy atareado con el asunto del Torneo dejo pasarlo. Tomo sus libros aplastándolos contra su pecho y, con un vistazo provisorio, dejo la biblioteca para ir en busca de Ron el cual seguramente seguía enfurruñado en la sala común.

Harry se sintió libre de suspirar, después de asegurarse de que Hermione se había ido corrió con sus cosas hacia los salones vacios de un pasillo en el cuarto piso, un salón muy conocido para él con un pequeño hechizo de privacidad estaba hacia la derecha tan invisible que a veces incluso a Harry le costaba encontrar la manija.

—No hagas eso de repente, Hermione casi me pilla cuando la recibí—protesto apenas entro, Draco levanto una ceja elegante desde su lugar, sentado en una polvorienta silla que parecía caerse a pedazos.

— ¿Cómo van las cosas con Weasel?—ignoro el reproche sin siquiera voltear hacia él, Draco parecía pensativo mirando a través de la ventana con una nostalgia que hizo girar los ojos de Harry.

—Mucho mejor, Huron saltarín.

—Moody está loco.

—Y tu eres un fastidioso—reprocho Harry, robándole un beso al muchacho de la ventana que parecía estar demasiado distraído para prestarle atención—Eras lindo de Huron.

—No pude evitar decir algo cuando cargabas esa ca… ¡¿Qué?!—las mejillas pálidas se volvieron  tan rojas como Harry suponía que se tornarían, el chico de oro sonrió con un pizca de fuego en los ojos verde esmeralda.

—Que te veías lindo de hurón— Había estado cerca desde hacía unos minutos, así que solo tuvo que dar un salto para quedar en el regazo de Draco, que gimió como si le hubiera saltado encima un fantasma—Muy adorable—Sin pensarlo siquiera, las manos pálidas se aferraron a las caderas de Harry, el chico sonrió con un toque de euforia.

—H-Harry creo que… sería mejor si tu—Draco se lo repitió una y otra vez, solo tenía 14 años, solo era un chiquillo, solo era… ¿Harry estaba moviendo las caderas?

—¿Mmm?—Y si, Harry lo estaba haciendo con todo el descaro del mundo. Porque estaban solos, porque quería y porque, aunque Draco lo negara, Malfoy  también lo quería. El Gryffindor solo tuvo que esperar un segundo a que Draco, tan rojo como estaba, explotara. Un beso fue lo primero  a lo que Draco pudo atinar, no eran expertos, pero habían mejorado con el tiempo. Las largas tardes de besuqueo cuando se suponían solo tenían que hablar parecía hacer efecto, porque Harry supo exactamente qué punto del labio tenía que morder para que él rubio se estremeciera y Draco sabía exactamente en donde balancear sus manos, que se perdían bajo la túnica masajeando los muslos que apretaban su cintura.

—Eres el Gryffindor más Slytherin que  he conocido en mi vida—No tenía sentido, se dijo Draco, pero cuando estaba besando a Harry nada tenía sentido.

Harry se encogió de hombros apretando su labio inferior, las manos de Draco ascendieron y no pudo evitar gemir descaradamente sobre los labios del Slytherin. Se tapo la boca con pena, descubriendo que al parecer el también podía gemir en ese tono alto y atrevido.

—No… vuelvas a hacer eso—jadeo sin aire, Harry aparto las manos que habían abierto su camisa, los dedos aun  rosaban las tetillas.

Draco  ladeo una sonrisa con socarronería.

—Tú te lo buscaste.

17. Giros

“¡Te has propasado, Hagrid no ha hecho nada!”

“Me han obligado”

“Por favor, Malfoy ¿Quien? ¿Tu padre?”

“Si”

Tal vez fue Harry, pero la simple palabra parecía haber sido  escrita con demasiado rencor o demasiada tristeza.

18. pellizcos

Cho Chang lanzo una de esas sonrisas cálidas que al parecer había estado enviando constantemente hacia Harry, el devolvió la sonrisa rumbo a Encantamientos. Dos ojos gris plomo se entrecerraron en las esquina del pasillo, mientras la chica de ojos rasgados murmuraba entre risitas con su amiga, cuando Harry dio vuelta al pasillo y sintió un pinchazo en su nalga derecha no pudo evitar chillar exaltado.

Draco sonrió con disimulo para que Harry le viera. El moreno barbullo con las mejillas arreboladas.

—Te estoy vigilando, Potter.

19. Mascara

—Era tu padre—Draco intento que  la mirada dolida de Harry no le presionara el pecho con tanto dolor—Estaba junto él ¡Junto a Voldemort con los padres de tus amigos! ¡¡Malfoy tu padre  estaba allí!!

—No me extraña—inhalo con fuerza, sus piernas temblaban, Harry estaba histérico al otro lado de la habitación, probablemente porque había estado a punto de morir. “Estuvo a de punto de morir” se recordó, y si había algo que hiciera a sentir más desesperado a Draco que eso, él aun no lo había experimentado.

Harry sintió su barbilla temblar, sentía frio.

—Lo sé—murmuro—Draco, ha vuelto… Voldemort ha vuelto—Draco asintió. Harry inhalo de un manera que su cuerpo pareció temblar, sus brazos por acto reflejo le rodearon otra vez y volvió a sentir, con renovada fuerza, el dolor en su pecho mientras Harry escondía la cara en su cuello.

—No te pasara nada—aseguro con sus brazos firmemente apretados a los costados de Harry—No permitiré que nadie te haga daño, ni siquiera mi padre.

—Draco… —Harry lloraba sobre su hombro y Draco logro reconocer a tiempo que las lagrimas también bajaban por sus mejillas. Estaba aturdido—Draco, prométeme que no te convertirás en mortifago. Prométeme que no iras con tu padre….

—Lo prometo.

Hundió su nariz en el cabello revoltoso. Harry seguía respirando desigual, con su mano apretando firmemente el brazo de Draco y las lagrimas resbalándose por sus mejillas de manera descontrolada.

Ambos debieron comprender, en algún punto, que no sabían cumplir promesas.

Notas finales:

La continuación está en proceso, espero no tardarme. He sido capaz de retenerme para no hacer esto tan extenso, estaba luchando conmigo misma para hacerlo pequeño, conciso y muy, muy sencillo. De esas sencilleces agradables.  Si les ha gustado, déjenme un review, por favor.

¡Besos! Y ¡Visiten mi blog! xD

http://mymadness-myproblem.blogspot.com/


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