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Story Of Life por SuperNova31

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Notas del fanfic:

Adaptación del libro Jane Eyre de Carlota Brontë

Notas del capitulo:

NOVA IS BACK! :D

Estoy aplicando la técnica que les dije antes, de no subir hasta que termine de escribir. xD

Bueno, los primeros capítulos van a ser un poco densos, pero más adelante se ponen buenos. 

Disfruten. 

Kyungsoo estaba alegre. El paseo no había durado mucho gracias a Dios, ya que el clima era húmedo y frío y su inferioridad física no lo hacía resistir tanto como sus primos.

Su tía abrió la puerta de la casa y se sentó en el sofá del living, sus tres primos tomaron sus lugares en los sillones frente a la chimenea, e inmediatamente una criada apareció en la puerta con cuatro tazas de chocolate caliente.

-Lamento echarte así de repente, Kyungsoo, pero ya sabes que hasta que Yuri no me diga que eres tan educado como tus primos, no puedo permitirte estar con nosotros.- Kyungsoo, de diez años y demasiado bajito para su edad suspiró con pesar, observando con un poco de envidia como sus primos podían estar junto a su tía cerca del fuego y con chocolate en las manos.

-¿Qué he hecho ahora?- la mujer bufó molesta y negó con la cabeza.

-Kyungsoo, ya sabes que no me gustan los niños preguntones. Ahora vete por ahí y no  me hables hasta que yo lo haga.

Kyungsoo se dirigió a su habitación, que compartía con dos de sus primos, tomó uno de los libros de la biblioteca y se sentó en el alfeizar de la ventana, corriendo las cortinas y quedando así, oculto detrás.

De pronto se escuchó un estruendo en la puerta de la recámara.

-¡Eh! ¡Señorita Kwon!- gritó la voz de Jongdae, al encontrar el cuarto aparentemente vacío.- ¿Dónde está? ¡Sehun! ¡Baekhyun! Kyungsoo no está aquí… Díganle a mamá que el mocoso salió afuera sin permiso.

“Si tuvieras un poco de seso revisarías aquí atrás”, pensó Kyungsoo deseando en el fondo que no descubrieran su escondite.

Baekhyun, asomándose por la puerta dijo:

-En el alféizar.

Kyungsoo salió detrás de las cortinas para evitar que su primo lo sacara de allí a los golpes.

-¿Qué quiere?- preguntó en tono formal, mirando al castaño con desconfianza.

-Debes decir: “¿Qué desea usted, sunbae-nim?”.- Jongdae acercó uno de los sillones de la habitación y se sentó en él, haciéndole señas a Kyungsoo para que se acercara.

Jongdae era el primo mayor de Kyungsoo, no era tan alto pero sí bastante más que Kyungsoo, arrogante, y con ojos afilados. Tenía 15 años, cursaba el último año de la escuela media y era bastante maleducado tanto con su familia como en la escuela.

Jongdae no parecía querer ni a su madre ni a sus hermanos, y odiaba especialmente a Kyungsoo, sobre todo por su aspecto: odiaba aquellos enormes e inquisitivos ojos, aquellos labios en forma de corazón y aquella piel tan blanca como la nieve. Aborrecía su lindura, y el efecto que en él causaba.

Kyungsoo se acercó a paso lento al sillón desde el cual Jongdae lo miraba con fijeza. Este, sin decir una palabra, se puso de pie y empujó al menor, tirándolo al suelo. Acostumbrado a aquel tipo de maltratos, Kyungsoo se puso de pie sin decir palabra o emitir sonido alguno.

-¿Qué hacías detrás de las cortinas?- le espetó Jongdae.

-Leía un libro.- susurró Kyungsoo.

-Enséñamelo.

Kyungsoo volvió a la ventana en dónde había dejado el libro y se lo llevó al mayor. Jongdae se lo arrebató y lo miró.

-Tú no tienes derecho a sacar estos libros de la biblioteca. Mamá ha dicho que tú no eres nadie aquí, no tienes dinero, no tienes padres, no tienes nada. Deberías suplicar porque te dejemos si quiera oler algunos de estos libros, que seguramente cuestan más que tu pellejo. No deberías comer la misma comida que nosotros, no deberías vestirte con la misma ropa que nosotros, sin embargo lo haces, eso no significa que puedas tomarte tantas libertades como te las tomas.- Jongdae fue levantando la voz lentamente. - ¡Ve y párate delante de la puerta!

Kyungsoo así lo hizo, pero al ver que Jongdae se preparaba para arrojarle el libro, instintivamente se hizo a un lado, cayendo y golpeándose la cabeza contra la esquina de la puerta. La sangre brotó de su frente, y Kyungsoo sintió un dolor agudo, el terror se apoderó de su cuerpo, pero de pronto, al ver sus dedos manchados de rojo, se sintió furioso.

-¡Eres un malvado! ¡Un asqueroso! ¡Eres un bruto!- chilló Kyungsoo.- ¡Eres igual o peor a la basura que describes con tanta altanería!

-¿Cómo? ¿Cómo dices?- Jongdae se acercó al pequeño, tomándolo por el cuello de la camisa.- Repítelo, enano mugroso.

-As-que-ro-so.- Kyungsoo miró a los ojos a Jongdae, pronunciando lentamente las sílabas de aquella palabra, cuyo significado no sabía con certeza, pero sabía que tenía un significado negativo.

Jongdae levantó del suelo a Kyungsoo por los cabellos, este, furioso, comenzó a tirar manotazos a la cara del mayor, entre chillidos y gritos de dolor por parte de ambos. Las criadas entraron alarmadas a la habitación, seguidas por la señora Kim, la tía de Kyungsoo, y sus otros dos primos.

Con dificultad lograron separarar a ambos niños. Kyungsoo guardaba silencio, con la sangre aun cayéndole por la frente. Jongdae, mientras tanto, gemía y balbuceaba una historia bastante alejada de la realidad.

Kyungsoo escuchó como su tía gemía, mientras abrazaba y llenaba a Jongdae de besos.

-¡Pobrecito, niño mío! ¿Estás bien? ¿Te ha hecho mucho daño? ¡Mira cómo ha dejado tu labio!-  la mujer miró con furia y odio a Kyungsoo, quién se encogió sobre sí mismo.- ¡Sáquenlo de aquí! ¡Apártenlo de mi vista! ¡Llévenlo al cuarto rojo y enciérrenlo ahí!- Dos pares de manos se apoderaron del pequeño cuerpecillo de Kyungsoo y lo arrastraron escaleras arriba.

Notas finales:

Dejen RWs!


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