CAPITULO 1:
Aquella tarde de Agosto, no hacía calor ni frío, lo cual no importaba ya que solo tenía espacio en mi mente para esos ojos...esos ojos que no eran comunes... eran perfectos y no sabía de quien eran, solo sabía que me quede perdidamente enamorado de esos hermosos ojos.
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Me llamo Kim Jong Dae, pero mi grupo de amigos me llama Chen.
Aquella tarde, en ese parque, iba caminando aburrido, era siempre la misma rutina de todos los días. Me dirigía a la cafetería de siempre, pensando si tal vez algo pasaría ese día, pero siempre pensaba lo mismo y nada pasaba, todo permanecía igual. Una vez dentro del café encontré a mi amigo, Do Kyung Soo, trabajaba ahí desde siempre.
-¿Qué tal tu jornada Hyung?- dije
-Nada mal, unas propinas, pero nada fuera de este mundo- dijo Kyung Soo
-Dame un café, estoy algo apurado-
Kyung Soo me miró con cierto desconcierto
-Está bien... solo era broma, quería ver tu reacción, pero parece que no te la creíste- Kyung Soo rió
Estaba sentado junto a la barra de asientos individuales, cerca de la persona que serbia el café, miraba para todos lados, nada nuevo, ni mucho menos emocionante.
-Aquí esta- dijo Kyung Soo interrumpiendo mis pensamientos
Tomé el café ya embasado para llevármelo como era de costumbre, dejé el dinero en la barra y me despedí con la mano de mi amigo al momento de salir.
Iba caminando por la calle cuando un par de niños pasan corriendo haciéndome botar mi café sobre mi traje, no se percataron y siguieron su persecución.
-¡Rayos!-
Me aproxime a la esquina más cercana para escapar de todo tipo de miradas burlonas y poder secarme en paz, dejé el café en el suelo y empecé a limpiarme, cuando una voz extraña y maliciosa grita desde atrás.
-Miren quien es... ¿no era el de la otra semana?- dijo uno
-¿El que no quiso darme todo lo que tenia? supongo que sí- dijo otro escupiendo al suelo, acercándose poco a poco a mí
Voltee asustado y vi a cinco personas, mejor dicho delincuentes, eran esos que intentaron robarme la semana pasada.
Intente echar a correr, pero otros dos me sostenían de los brazos, me iban acercando a los otros
-¡Déjenme en paz! No les daré nada-
-Bueno... si eso quieres- dijo uno arrastrando las palabras
Empezó a tirarme puñetazos, uno tras otro en el estómago, me tiraron al suelo, empecé a sentir patadas, una tras otras, era el fin.
Se escucharon unos pasos desde atrás.
-¡Suéltenlo!- dijo una dulce voz
-No me digas que hacer ¡enano!-
-Es última advertencia- volvió a decir la dulce voz
-A ver ven y hazme cosquillas-
El chico se acercó, no lograba distinguir bien su apariencia, lo único que veía bien eran sus ojos, sus preciosos ojos.
El chico uno a uno empezó a tirarlos al suelo, golpeaba, esquivaba, hacía de todo.
Lo último que logre ver fue como todos se le volvían encima, todo se nubló y me desmayé.
Pocas horas después desperté en una habitación que no era mía, se notaba a leguas, la mía tenía un ropero chico, esta uno grande y bonito, el mío no tenía espejos, esta sí, eran innumerables las diferencias.
Voltee con cuidado puesto que sin moverme sentía que todo me dolía, vi como un chico de cabello castaño claro estaba sentado al borde de la cama, no lograba reconocerlo, pero por sus ojos sabia que al menos lo había visto... el me había salvado hace unas horas.
-¿Estás bien?- dijo el chico con su dulce voz
Me incorpore lentamente en la cama- Si, pero ¿como? ¿Por qué? y... ¿quién eres?- dije curioso y ansioso por una respuesta
- Me llamo Kim Min Seok, pero me puedes llamar Xiumin, estoy harto de que esos tipos anden robando a gente inocente, madres, ancianos, niños... no tienen piedad, practico Kendo y tengo otras habilidades, llegue a mi limite cuando los vi golpeándote, por suerte pase por ahí- dijo sonriendo de manera inocente y dando a resaltar sus cachetes, que resaltaban en su hermosa cara
-baozi- dije pensativo
-¿Tienes hambre?-
-Tu cara-
-¿Qué?
-baozi... esa es la forma de tu cara- dije entre carcajada y dolor
Minseok se sonrojo al oír ese nuevo apodo.
-por cierto... ¿donde estamos?-
-en mi departamento, estabas... mejor dicho estas muy mal herido como para ponerme a buscar tu departamento, así que te traje al mío... no es mucho, pero es acogedor...-dijo mirando la habitación- Por cierto... no tienes nada roto, si es lo que te intrigaba, no es nada grave, pero al menos debes dejar que te cuide unos días, supongo que vives solo, ¿no?-
-si, muy solo... así que deberás darme de comer todos los días baozi- dije sonriendo- entonces visto que me quedare unos días en tu departamento, me llamo Kim Jong Dae, pero puedes llamarme Chen... por tanta cosa hasta de mi nombre casi me olvido- Minseok soltó una risita- espero ser muy buen huésped
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-Kyungsoo... ábreme la puerta- grito Kai
Tardo unos minutos en abrirse la puerta, Kyungsoo se asomó esperando algo mejor, con una risita dejo pasar al chico que esperaba en la puerta.
Una vez dentro del departamento, Kai deposita su abrigo en el perchero junto a la puerta, oliendo el exquisito olor que llegaba de la cocina empezó a perseguirlo hasta llegar a la olla hirviendo.
-¡Espagueti!- dijo con entusiasmo
-No te entusiasmes que solo hay para uno- dijo Kyungsoo mientras revolvía la salsa que despedía el olor que encantaba a Kai
-pero... vine hasta aquí para que solo halla para ti... ¡No es justo!- dijo Kai refunfuñando
Kai y Kyugsoo llevaban saliendo pocos días, ya que Kyungsoo decidió confesarle los sentimientos que tenia hacia el que por cosas de la vida fueron correspondidos por Kai, así que ahora, todas las noches Kai se quedaba a dormir y a cenar, lo cual no era nada del otro mundo inclusive desde antes de salir, ya que eran muy buenos amigos.
-Era broma… te lo crees todo- dijo Kyungsoo sonriendo
A continuación sirvió los dos platos y empezaron a comer, aunque en el caso de Kai a “devorar”, comían mirándose de reojo, Kyungsoo revisaba de reojo que a Kai le agradara la comida, mientras que Kai miraba de reojo como los grandes y hermosos labios de Kyungsoo absorbían el espagueti. Terminaron de comer y dejaron los platos en el fregadero, Kyungsoo notó que el otro chico estaba manchado de la salsa que le tomo mucho tiempo hacer para que quedara bien, la tenía por toda la cara.
-¡Estas sucio! Déjame limpiarte- dijo al momento de tomar una servilleta y limpiarlo, le limpio los cachetes, la barbilla, inclusive la frente, hasta que llego a los labios, se quedo mirando los labios de su novio, pensando que bello se veía.
-¿Entonces… te gustan mis labios como para quedártelos mirando así?- dijo con una sonrisa coqueta.
Kyungsoo aparto la mirada, pero Kai volvió a buscarla, se quedaron viendo uno a uno, pasaron unos minutos y seguían mirándose como si apreciaran una obra de arte.
Kai se acercó cada vez más al chico, lo acerco y le dio un tierno beso que hizo que sus labios apenas rozaran, pero a continuación lo beso firmeza y deseo, Kyungsoo le seguía el ritmo de labios.
Un momento a otro terminaron recostados en el sofá frente al televisor, besándose y enredando sus lenguas ansiosamente, ambos sabían que querían hacerlo.
Entonces… ¿que pasara?