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Trouble Town. por MitcheKiller117

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Notas del fanfic:

Disclaimer:

 

La historia es totalmente idea mía. Sin embargo, los personajes no me pertenecen. No soy parte de la SM, ni sé qué carajos pase ahí realmente. Simplemente he tomado los nombres y manipulado las personalidades para narrar una historia. Yo soy solo una loca fanática, dispuesta a narrar, en su mayoría, locas historias de amor.

 

 

 

 

Notas del capitulo:

Aclaraciones:


—Diálogos.


"Pensamientos".


Puntos a remarcar.


 

Uno: Quiero ayudarte.

 

 

Stuck in speed bump city where the only thing that’s pretty is the thought of getting out.

 

- - - - -

 

 

BaekHyun se vio forzado a levantarse muy temprano esa mañana.

Siempre fue la clase de persona perezosa que despierta cinco minutos antes de clase y llega impuntual al Instituto. Sin embargo, algo esta vez es diferente: No irá al Instituto de siempre, ni verá a sus amigos y saldrá a beber con ellos por las noches. Ni siquiera tendrá que estudiar las mismas materias que no le interesan en absoluto.

Cuando se levantó esa mañana, tuvo muy en cuenta que las cosas comenzarían a ser totalmente diferentes a lo que acostumbraba. Porque no estaba más en Seúl.

Esa pequeña e insignificante ciudad con una población mínima, no era nada comparada con su gran ciudad. BaekHyun siempre fue la clase de persona que se aferra a los lugares enormes porque en ellos hay sueños fantásticos que perseguir, es por ello que siempre le han encantado, e incluso el terrible olor de café barato en las esquinas le resulta delicioso.

Pero no hay café barato en cada esquina de esa ciudad.

Se aseguró de llevar consigo uno de sus fieles gorros de una tela muchísimo más impresionante que la lana, para resguardar sus propias orejas del frio. Se vistió con un abrigo delgado sobre su cárdigan favorito y unos pantalones ajustados, además de sus casuales mocasines negros.

En Seúl, un auto siempre lo esperaba fuera para llevarlo al Instituto, sin embargo, sabía que si usase el autobús, tendría que tomar dos de ellos y el metro para llegar. En ese lugar, a penas y tenía que subir a uno, que lo llevaría directamente a la entrada de su nueva institución educativa.

BaekHyun nunca fue la clase de persona reacia al cambio o que le teme. Pero ésta vez no puede evitar sentirse nervioso: Permanece con las manos en los bolsillos de su abrigo mientras espera su parada y observa al resto de las personas que viajan con él.

Todos parecen muy tranquilos y adormilados. BaekHyun repentinamente siente una oleada de envidia recorrer su cuerpo…

Cuando es momento de bajar, lo hace a paso apresurado y se para frente a la entrada de la Universidad. No es inmensa, como a la que suponía iría en Seúl, pero dadas las carreras que se imparten es bastante grande. BaekHyun recuerda haber leído que es una de las mejores en la provincia, por supuesto, sus padres tampoco iban a dejarlo a la deriva.

La razón por la cual en ese mismo instante el único hijo de los Byun camina por los pasillos de la Universidad buscando las aulas de su carrera a toda prisa es una sola: Rebeldía.

Sus padres estaban hartos de que sus calificaciones no hiciesen otra cosa que no fuera bajar y de no poder controlarlo. BaekHyun no estudiaba y pasaba sus noches perdiendo el control y bebiendo hasta caer desmayado en un antro popular junto a sus amigos. Así que sus queridos padres le encontraron un castigo, mudarse a esa ciudad. Completa e irremediablemente solo.

BaekHyun nunca pensó ser tan dependiente de sus padres hasta que lo dejaron en su nuevo departamento, solo con su compañía y con las llaves y sus muebles individuales. Entonces se dio cuenta de que era un completo desastre: No sabe cocinar y los últimos dos días se las ha tenido que arreglar comiendo sándwiches. Tan reacio al cambio es, que la sola idea de salir a buscar comida le desagrada, asqueado de conocer gente simple y sin… estilo.

BaekHyun siempre fue un niño rico, mimado y con un gran sentido de la moda. Su sueño es estudiar eso precisamente, diseño. Y sin embargo, como castigo adicional, sus padres pagaron por llenar con calificaciones apenas aprobatorias lo que quedaba de su último año y, además de arrebatarle su precioso último grado de Instituto, llenaron por él la solicitud de Ingeniería en Mecatrónica.

Byun detesta las matemáticas, la física, la química y absolutamente todo lo que tenga que ver con números, funciones y el uso de planos y calculadoras, de forma que sus padres no encontraron mejor forma de divertirse que encerrándolo en un aula donde solo le impartirían clases sobre ello. Frustrado, el chico se sacó el gorro de la cabeza, pasando una mano por su cabello rubio antes de girarse a preguntar luego de llegar a la conclusión de que no iba a encontrar absolutamente nada por sí solo. Un chico delgado y casi de su misma estatura caminó por su lado y él se apresuró a detenerlo, jalándolo del brazo.

—Eh, ¿este es el edificio de Mecatrónica?

El joven lo miró de arriba abajo, como si estuviese evaluándolo antes de levantar una ceja. — Lo es.

—¿Primer año?

Una sonrisa gatuna se pronunció sobre los labios del muchacho. A BaekHyun le pareció alguien muy joven, por lo cual atino a preguntar aquello, y sin embargo, esa sonrisa lo hacía lucir todavía más pequeño aún con sus rasgos dinosáuricos, metiéndole la duda de si él sería solo un maldito visitante.

—Sí — el de la sonrisa gatuna asintió y Baek lo soltó mientras dejaba escapar un suspiro — ¿Buscas a alguien?

El rubio negó, zarandeando la cabeza — Soy nuevo.

El que debía ser su compañero de carrera parecía confundido. — ¿Eres nuevo a mitad de curso?

Baek lo miró mal y se volvió a colocar el gorro, dándole a entender que ni siquiera lo conocía y por supuesto que no tenía por qué contestar a sus preguntas.

—Lo siento — el chico volvió a sonreír. — Soy Kim JongDae, ¿qué clase tienes primero?

BaekHyun buscó en el bolsillo trasero de su lujoso pantalón el horario de clases que le habían impreso y se lo entregó al muchacho, que se lo devolvió no mucho tiempo después.

—También tengo Física justo ahora. Es en el segundo piso, deberíamos ir yendo.

BaekHyun asintió y se dejó guiar escaleras arriba. El que respondía al nombre de JongDae tenía el cabello castaño y alborotado, como si recién se hubiese levantado. Usaba un suéter color verde claro y podía ver el cuello doblado de su camisa blanca asomarse por debajo de él. Sus pantalones no eran precisamente ajustados y también usaba mocasines, sin embargo BaekHyun podía asegurar que no eran Gucci.

A pesar de su tosca y poco original vestimenta, el muchacho bien podía ser calificado como apuesto y eso él no podía negarlo. Levantó una ceja y pronunció una sonrisa mientras miraba su trasero de una forma descarada.

Nada mal”, pensó frunciendo los labios pero intentando concentrarse en que no debería estar buscando una futura presa, sino buscando ayuda en Física y en cada una de las materias del demonio que fuesen a llevar números, que probablemente serían todas.

Cuando llegaron a su aula, la M-12, su acompañante de deslizó entre las bancas con agilidad, ocupando prontamente un lugar al fondo, cerca de la ventana. BaekHyun sonrió al pensar que era de los suyos no dudando mucho en acercarse.

—¿Alguien se sienta aquí? —Inquirió tratando de portarse amable y toda la cosa, señalando el pupitre delante del suyo.

Jongdae volvió a dedicarle una sonrisa antes de mascullar: —Sí. — Pero Baek se encogió de hombros de todos modos,  sentándose con esa cara tan característica suya de me como al mundo. El muchacho río de forma acalorada, rozando lo gracioso y apoyó su rostro entre sus manos — No caíste, solo por eso accederé a que seamos amigos.

BaekHyun se volvió para mirarlo y frunció el ceño — ¿No caí en qué?

JongDae se encogió de hombros — Esto es Mecatrónica, chico. No somos más de veinte alumnos y este salón está jodidamente lleno de butacas, ¿por qué alguien querría sentarse tan cerca de otra persona cuando podría tener todo el espacio del mundo?

Baek lo golpeó el brazo sin ni un toque de rudeza y JongDae fingió sentirse herido de forma dramática. BaekHyun sonrió, sintiéndose en confianza pese a que el comentario del muchacho lo había dejado como un cerebrito.

—Mis amigos me dicen Chen. —JongDae habló carismáticamente — Pero tú no me has dicho tu nombre, débil mortal.

El rubio río, levantando las cejas hacía arriba en interrogación luego de ser llamado así, luego habló, empeñándose en parecer agradable mientras lo hacía — Soy Byun BaekHyun, el débil mortal.

Chen soltó otra de sus carcajadas breves y se recargó más sobre sus manos. — Me agradas Baek-el-débil-mortal. Debes saber que soy el único inmortal en esta clase, bueno, en realidad en todo el pueblo.

Baek sonrió por su apodo y se llevó una mano a la cara, masajeando su barbilla. —Supongo que ya veremos qué tan inmortal eres cuando empiece la clase y tengas cara de mátame, Dios mío.

Chen río, el salón ya había comenzado a poblarse cuando reparó en ello. El profesor entró con un breve saludo antes de ir directo a la pizarra y él se dispuso a sacar un cuaderno bajo la atenta mirada de su nuevo compañero.

—Ya veremos, BaekHyun.

 

 

 

- - - - -

 

 

 

A Tao le gustaba muchísimo acompañar a sus hermanos a la Universidad. Y no, no era precisamente que él añorase entrar pronto. Todo lo contrario, Tao tenía suficiente con sus tediosas materias de Instituto debido a que no era muy inteligente: lo único que podía envidiar del grado de sus hermanos era que se les permitía vestir como quisieran mientras él debía portar el horrible uniforme del Colegio.

Pese a formar parte de la adinerada y poderosa Familia Kim, los tres compartían un solo auto.

JoonMyun, que era el mayor, conducía por las mañanas y, al principio, pasaba primero a dejar a Tao y luego continuaba hasta la Universidad para entrar en ella con Chen. Sin embargo, luego de que se les hiciese tarde una vez, se detuvo primero en la Universidad y por alguna misteriosa razón, desde entonces Tao alegaba que él podía caminar hasta el Instituto desde ahí.

Luego de aparcar en el estacionamiento, Chen se despidió agitando la mano y partió al edificio de su carrera. Tao bajo a paso lento, mirando a su alrededor como si estuviese esperando que algo apareciera frente a sus narices.

JoonMyun levantó una ceja, interesado pero intentando ser discreto. —Si no te vas ahora llegarás tarde, Tao.

El aludido se sobresaltó al escucharlo y le dedicó una sonrisa triste, casi parecía decepcionado. —Sí, Omma. Me iré ahora.

Cuando el mayor asintió, Tao lo estrechó un segundo entre sus brazos antes de marcharse. El chino era muy cariñoso pero a JoonMyun no le gustaban mucho esas demostraciones públicas de afecto por eso de que Tao, a pesar de ser menor, era mucho más alto que él.

—¡Yah! ¡Kris! —JoonMyun llamó alegremente, saludando al rubio recién llegado que caminaba por el mismo sendero por el cual se marchaba su hermano menor.

Tao miró al aludido con profundidad y sin ni una pizca de vergüenza, pese a lo intenso que estaba portándose. El chico le correspondió por escasos segundos antes de dirigir sus ojos al escandaloso de JoonMyun que exclamaba patrañas acerca de llegar tarde si no se daba prisa.

Cuando hubo pasado de largo, el menor observó al recién llegado por la espalda, no pudiendo así evitar chocar con alguien frente a él.

—¡Oh, lo siento mucho!

Inmediatamente Tao hizo muchas reverencias a modo de disculpa. Un joven mucho menos alto que él, le correspondió y lo tranquilizó con una adorable sonrisa que contagió al menor, haciéndolo sentir extrañamente feliz pese a no haber estado ni cerca de hablar con Kris por milésima vez.

—No hay problema, yo lo siento.

Tao continuó con su camino luego de inclinarse a modo de despedida una vez más, maldiciendo por lo bajo lo torpe que se volvía una vez lo hubo recordado: Él solo quería ver un poco más al compañero de su hermano, Kris.

 

 

 

- - - - -

 

 

 

XiuMin continuó con su camino luego de chocar con aquel desconocido cuyo uniforme obviamente del único Instituto en la ciudad.

Suspiró: Extrañaba aquellos tiempos en que las cosas se veían mucho más sencillas. Sujetó bien las correas de su mochila a su espalda y les dedicó una mirada indescifrable a los dos muchachos que acababan de encontrarse.

Siendo muy observador, Minseok los veía llegar siempre. El chico de Instituto miraba al más alto cada día, a la misma hora, volviéndose repentinamente torpe y siéndole inevitable chocar con las personas un montón de veces. Minseok no estaba seguro, pero creía haber escuchado alguna vez que el alto se llamaba Kris. A muchos ese les podía parecer un gesto distraído y sin embargo, XiuMin se preguntaba si aquel muchacho estaba enamorado de Kris.

Apresuró el paso mirando fijamente el piso hasta llegar a la entrada de su edificio. No es que no le gustase observar el paisaje, es que se sentía inseguro y prefería no mirar a los costados hasta no estar dentro de las cálidas paredes de su salón de clases.

Minseok estudia Música y Composición. Ese es su tercer año y es bastante bueno con algunos instrumentos más que con otros, como el piano. A Minseok le gustan muchísimas cosas y suele inspirarse con facilidad pero… Pese a ello, le gusta pensar que tiene una fuente de inspiración natural.

Su nombre… Es Xi LuHan.

Han estado en la misma clase por más de cinco años. Al principio, Minseok creyó que lo que sentía por aquel rubio tan bonito era simple admiración ¿Qué clase de admiración? Pues de cualquier tipo. LuHan es un muchacho muy hermoso, de cara bonita y cuerpo delgado y atractivo para la mayoría de las chicas y por supuesto también chicos del Instituto. Con el paso del tiempo, Minseok supo que además, LuHan es bastante talentoso, tiene una voz preciosa y es de los mejores en clase de vocalización.

Desde su primer año de Universidad, XiuMin asumió que estaba profundamente enamorado de ese chico y sin importar eso nunca habían cruzado palabra, su relación no iba más allá de una sonrisa devuelta a una mirada nerviosa.

Minseok lo miró profundamente cuando llegó. A LuHan le gustaba ser la estrella de la clase y se sentaba siempre en primera fila. Minseok, por su parte, se sentaba siempre hasta el fondo, pretendiendo la mayor parte del tiempo que no existía.

El chico le sonrió como ya era costumbre en las mañanas y Minseok luchó por devolverle el gesto pero lo más que pudo hacer fue una mueca extraña.

Entonces bajó la cabeza, entre frustrado y molesto consigo mismo.

Algún día lo lograría.

 

 

 

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KyungSoo ya llevaba mucho tiempo sentado en su lugar cuando Tao cruzó la puerta del salón y lo saludó.

Soo solía sentarse hasta el frente en el inicio de clases, sin embargo, se dejó mal influenciar por sus nuevos amigos y terminó sentándose un par de butacas más atrás, junto a la ventana. Tao dejó su mochila en la silla junto a la suya y luego se sentó naturalmente sobre la mesa del pupitre, ganándose una mirada reprendedora por parte de KyungSoo, pero el de piel más morena pataleó un poco en el aire sin tomarle mucha importancia, como siempre.

—He visto hoy a Kris ge.

KyungSoo cambió su forma de mirarlo por una más compasiva, por no decir que lastimosa. Su amigo estaba encaprichado con un universitario que ni en los mejores sueños de Tao podría saber de su existencia, ni lo conocía y seguramente ni quería hacerlo. Saber que Tao sufría de mal de amores, le hacía pensar al más pequeño de estatura que nunca debía enamorarse.

—Lo llamas con tanta confianza, como si fuesen amigos de toda la vida — Masculló y sacó un cuaderno de su mochila.

Tao hizo un puchero, fallando en el noble intento de parecer adorable. —Sé que es chino, eso es suficiente para mí, Do Hyung.

El aludido se dispuso a escribir algo en su cuaderno y suspiró después de haber anotado la fecha, era mejor dar por terminado el tema ahí antes de que su amigo chino enloqueciera: —El Profesor Kim quiere que asesore a su hijo.

Por su forma de actuar, el menor supo que su Hyung estaba realmente preocupado al respecto. Inclinó su cuerpo hacía adelante y se recostó sobre la mesa para dos que ambos compartían con toda la confianza del mundo, ninguno de sus compañeros los miró mal ni se sorprendió, ya estaban acostumbrados.

—¿Por qué te preocupa, Do Hyung? — El acento de Tao lo hizo reír — ¡Yah! No te rías de mí.

El chico Do cerró su cuadernillo como mero reflejo nervioso y se dispuso a encarar a Tao. Las bolsas negras bajo sus ojos lo hacían parecer un panda, esa era la razón por la cual era conocido con ese apodo.

—Me preocupa no poder ayudar mucho — graznó, encogiéndose de hombros. — El Profesor Kim dice que su hijo realmente tiene problemas para mantener la atención y yo soy tan bueno…

Tao entrecerró los ojos — Sí, claro, a otro perro con ese hueso. ¡Lograste que entendiera a Gauss Jordan! ¡Ningún profesor, ni siquiera los de paga, pudo hacer eso! Eres un genio, Do Hyung, deberías quedarte el mérito —Le aseguró con una tierna sonrisa — no tienes nada de que preocuparte.

El mayor esbozó una mueca pequeña entre sus labios.

No se le daba muy bien eso de sonreír: Cuando era pequeño, una niña que lo acosaba decía todo el tiempo que su sonrisa era muy fea y que nadie quería verlo. Desde entonces, un KyungSoo lleno de inseguridad no sonreía con frecuencia y cuando lo hacía, procuraba estar agachado o cubrirse los labios. Bastante tenía ya con tener unos ojos tan feos.

—¡Buenos días!

Ambos giraron la cabeza justo a tiempo para encontrarse a un joven muy alto entrando por la puerta del salón de clases y saludando a todo el mundo a su paso con gestos graciosos nunca hechos a propósito.

KyungSoo suspiró cuando se detuvo frente a ellos, arrastró la silla y se volvió para sonreírles de forma amistosa —Buenos días, les he traído panecillos, lindos dongsaengs.

Ambos levantaron una ceja demostrando interés mientras el más alto sacaba una bolsa de su mochila y la ponía en su mesita, sonriéndoles de forma resplandeciente. —Yoora los hizo.

Tao abrió la bolsa a toda velocidad, casi con desesperación tomó un panecillo y se lo llevó a la boca. Un gesto orgasmeante apareció en su rostro al probarlo y gimió del placer que le producía degustar semejante delicia.

—Chanyeol dile a Yoora que la amo, porfi.

El aludido de orejas grandes frunció las cejas —Yah, con mi hermana siquiera lo pienses — sentenció cruzándose de brazos —. Jamás permitiría que un holgazán como tu pusiera sus ojos en ella.

Tao se encogió de hombros, restándole importancia e imponencia al comentario de su amigo antes de pasarle a KyungSoo uno de los panecillos de la bolsa. — Suerte que soy gay.

Los tres rieron y degustaron sus bocadillos. Al probarlos, incluso el chico Do olvidó todas sus preocupaciones, la hermana mayor de Chanyeol era todo un caso en la cocina.

Todo apuntaba a que sería una linda mañana.

 

 

 

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Chen volvió a mostrarle su sonrisa gatuna.

—¡No puedo creerlo! ¿Eres el Dios de las matemáticas o algo? — BaekHyun era bastante escandaloso, aunque eso a Chen no le molestaba en absoluto —. ¿¡Cómo puedes no querer arrancarte el cabello después de esas cuatro horas de números sin parar!? ¿Es que aquí nunca te dan un descanso?

El menor se encogió de hombros con naturalidad —No exageres, débil mortal. —Se metió las manos en los bolsillos antes de bostezar como si todo le resultara extremadamente fácil —Son sencillas —Agregó.

Baek se rascó la cabeza y miró su libreta de apuntes de forma confusa, como si temiese que si dejaba de mirarla los números de pronto fuesen a cambiar de lugar. Caminaban hacía la cafetería después de una hora de Física, dos de Cálculo y una de Algebra que continuaría después del que, según un muy enojado Byun, sería un pequeñísimo descanso. El mayor estaba realmente frustrado mientras que Chen caminaba relajado, con las manos todavía en los bolsillos, preguntándose qué sería delicioso desayunar.

El castaño empujó las puertas del comedor y se adentró en él, Baek lo siguió sin despegar su mirada de su cuaderno. Eran sensaciones nuevas para Chen el ser visto con alguien, en realidad, Baek era su primer amigo en la Universidad y no era precisamente que JongDae no tuviese gente deseando estar con él, sino que él prefería rechazarlos a todos y pasar un rato agradable con su hermano mayor en el descanso.

Localizo a SuHo comiendo en una mesa al fondo, junto a la ventana: El chico alto y rubio de nombre Kris estaba junto a él mirándolo con cara de ya cállate por el amor de Dios. En la mesa de atrás, había un joven de cabellos alborotados color rosa, mirando fijamente su comida como si quisiera desaparecer.

Chen pronunció su sonrisa y caminó a paso veloz hasta la fila del almuerzo.

Antes de Kris, SuHo y él se sentaban en el centro de la cafetería y hablaban y reían de cualquier cosa hasta que la hora terminaba. Cuando su hermano comenzó a tener un repentino interés hacía el solitario muchacho con el que compartía carrera, comenzaron a invadir su privacidad y a sentarse con él.

JongDae cogió una charola y se la pasó a su distraído amigo, luego tomó una para sí mismo y comenzó a tomar algunos alimentos de la barra. Baek se las arregló para no soltar el cuadernillo, mirando con desinterés la comida mientras la ponía en su bandeja. Nunca perdió el estilo, ni siquiera cuando la charola amenazó con caérsele de las manos por ser tan bruto.

Chen lo miró divertido, ganándose un encogimiento de hombros por parte de Byun —Si se cayera, la bandeja es quien tendría la culpa, no yo. — Espetó con simpleza y su acompañante rio divertido ante sus ocurrencias luego de echarse a andar, siendo seguido por el mayor.

—¡JongDae! — Un SuHo muy chulo y además rubio lo llamó desde su mesa, logrando que Kris levantara la mirada en su dirección.

Una vez que estuvo frente a ella, el aludido recorrió dos sillas y tomó asiento en una — Ya llegué, omma — saludó a su hermano con voz divertida. — Kris… — Al más alto se dirigió con una cabezada.

Baek se sentó a su lado de forma ruidosa, dejando caer la charola en la mesa de golpe y cerrando finalmente su cuadernillo de apuntes, que casi termina embarrándose con cualquier cosa.

—Uhm… Hey — Saludó sin saber muy bien qué hacer o decir.

Aun si Byun no era la clase de persona que se ponía nervioso en presencia de nuevas personas, tampoco estaba acostumbrado a no ser presentado así que se arregló el gorrito y aprovechó para darle un codazo a su nuevo amigo, que parecía distraído mientras miraba algún punto tras la cabezota de su hermano, divertido.

Chen expuso nuevamente su sonrisa gatuna —Yah, pero que mal educado soy. Creo que por eso me echaron de mi casa. — Masculló y fingió secarse una dramática e imaginaria lagrima — Omma, este es Byun BaekHyun. Es nuevo, sí, a mitad del semestre y aparentemente hace unas semanas todavía estaba en la preparatoria por lo que, según veo, congeniamos instantáneamente.

Baek lo miró sin entender mucho y se encogió de hombros, dedicándole una sonrisa a sus acompañantes. El más pequeño de ellos le correspondió y estiró su mano para estrecharla. BaekHyun dudó pero terminó tomándola, no recordaba la última vez que alguien había sido tan formalmente cortés con él.

—Soy JoonMyun, el hermano mayor de JongDae, pero puedes decirme SuHo. — Se presentó casi al mismo tiempo en que soltaba su mano luego de agitarla un poco — Me alegra que te estés llevando bien con él, no hace muchos amigos.

El hermano menor lo miró un segundo como con reproche y luego habló, volviendo su mirada a algún punto de forma entretenida, BaekHyun comenzaba a sentirse intrigado por qué era exactamente lo que lo tenía tan ocupado —No hago amigos porque no quiero, punto.

Kris sonrió y levantó un pulgar, aprobando su comentario, aunque por supuesto que Chen estaba muy ocupado como para notarlo. Baek le dedico una mirada profunda al rubio frente a él y se dedicó a sonreírle: Al verse no correspondido terminó sintiéndose nervioso bajo la fría mirada del chico, que suspiró antes de hablar…

—Soy Kris.

Baek tragó y asintió — Un gusto.

SuHo se echó a reír pretendiendo alejar la tensión —Yah, con que Mecatrónica… Yo y Kris estudiamos Negocios Internacionales, estamos en segundo año ya —. Comentó de forma distraída, llenando de cátsup una papa frita— Chen dice que su carrera es muy bonita y entretenida.

BaekHyun puso los ojos en blanco y se llevó una papa a la boca — Eso es porque el tío es un genio. — Argumentó y luego suspiró, señalando su cuaderno — ¡No entiendo nada, hombre!

SuHo río, pensando en el comentario del menor como una broma. — Eh, no puede ser tan difícil.

Baek frunció el ceño sintiéndose incomprendido. — Para mí lo es... Incluso iba a suspender Matemáticas la semana pasada.

JoonMyun paró de comer y lo miró perplejo. — ¡Es cierto, Chen dijo que estabas en el Instituto! — Chasqueó la lengua — Debe estar siendo muy duro para ti en ese caso. Pero eh, ¿Por qué hacer algo así?

El menor mordió su hamburguesa y se encogió de hombros mientras masticaba — Mis padres quieren joderme la vida.

SuHo bajó la mirada, como si el asunto le resultase más que familiar — Esos padres… — Murmuró y volvió a sonreírle — Lo hago todo por tu bien, ¿no? — Citó, imitando la voz chillona de una madre preocupada.

Por un segundo el chico le pareció realmente gracioso y Baek se carcajeó, asintiendo un sinnúmero de veces. Iba a comentar algo más cuando JongDae por fin volvió a la tierra de cualquier lugar en el que hubo estado esos minutos.

—Ya vengo — Avisó y para cuando lo dijo, ya tenía la mano con la que no sujetaba la bandeja aferrada al hombro de su hermano, tranquilizándolo. — Baek, te veo en un momento

El aludido lo observó situarse en  la mesa tras la suya mientras su hermano se encogía de hombros. Al parecer, le hacía compañía a un chico de mejillas regordetas y cabello rosa que estaba muy sorprendido de verlo allí.

A Baek no pudo importarle menos sin embargo, de forma que volvió a concentrarse en su almuerzo y dedicarle sonrisas incomodas a SuHo el resto del descanso mientras Kris se disponía a ignorarlos con una habilidad increíble.

 

 

 

- - - - -

 

 

 

Chen caminó solo unos pasos de la mesa en donde había estado sentándose los últimos meses.

En realidad no lo pensó demasiado, pues si lo hubiese hecho jamás se habría armado de valor para acercarse. Se giró junto al muchacho que había estado observando durante un tiempo indefinido y se detuvo junto a la silla a su lado, arrastrándola para poder sentarse y dejar su bandeja sobre la mesa.

—¿Te molesta si me uno? — JongDae dijo mientras le dedicaba al chico de cabellos rosas una sonrisa felina.

El muchacho no respondió, solo lo miró con los ojos bien abiertos y se paralizó. Chen notó que tenía cátsup en la comisura de su labio inferior, no pudiendo evitar pensar que se veía bastante tierno, de forma que acercó su mano y le limpió con el pulgar, como si fuesen amigos de toda la vida.

El de mejillas regordetas se ruborizó y giró la cara en un intento fallido de ocultarlo.

—N-No — le contestó e hizo ademán de levantarse. — Yo ya me i-iba…

Chen colocó una mano sobre sus hombros y ejerció presión, obligándolo a permanecer en su lugar sin dejar de sonreírle. — Hey, no he venido con ganas de molestar — le aseguró y se sintió cautivado por la mirada expectante que el otro le dedicó: Tenía ojos especialmente bonitos, JongDae notó. — Soy Kim JongDae, pero si quieres puedes decirme Chen.

XiuMin estaba muy acostumbrado a que infinidad de personas invadieran la mesa en la que él usualmente solía sentarse para hacer bromas pesadas y molestarlo, por ello estaba tan dispuesto a irse y sin embargo, la persona que ahora estaba a su lado y que se hacía llamar a sí mismo Chen, no parecía un bromista de mal gusto.

Terminó asintiendo nerviosamente antes de revolverse incómodo bajo el brazo del otro, que todavía permanecía sobre sus hombros en algo que a los ojos de todo el mundo, podría parecer un abrazo.

—Kim MinSeok.

El de sonrisa gatuna asintió, volviendo su mirada hacia la bandeja vacía del de cabello rosa — Lo sé. — El otro lo miró sorprendido pero JongDae continúo: — También sé que te gustan las papas fritas.

Minseok guardó silencio y se quedó quieto. Dubitativo y nervioso, echó el cuerpo hacía adelante, recargándose en la mesa para así lograr que el brazo del intruso cayera en el borde de su silla. JongDae retiró su mano y la colocó sobre la mesa, mirando al otro de forma expectante, cambió su bandeja por la suya, que estaba llena de una orden de patatas que él no había probado.

XiuMin respiró hondo después de observarlo hacer eso y le devolvió la mirada — ¿C-Como sabes?

A Chen no le gustaba la incomodidad reacia en el ambiente, de forma que se recargó sobre la mesa y le sonrió — Siempre me siento enfrente y te he visto comer y comer papas fritas. Hoy quise acercarme y compartir las mías contigo porque me agradas.

El mayor se preguntó si alguien era capaz de agradar a simple vista y removió sus manos, nervioso y preguntándose si debía creerle o no.

—Puedes no comerlas si no quieres, aunque eso rompería mi corazón de dinosaurio — JongDae se encogió con simpleza, siendo dramático pero actuando como si nada le importara cuando en realidad estaba completamente nervioso— Vamos, no están envenenadas ni nada.

XiuMin asintió, todavía dubitativo sobre confiar en él, pero llenando un par de papas con cátsup antes de llevárselas a la boca. JongDae sonrió y asintió, levantando los pulgares en aprobación.

—¿Q-Qué estudiará? — XiuMin indagó en voz alta sin darse cuenta, con la boca todavía medio llena.

Chen soltó una carcajada, dedicándole una mirada intensa. Se sentía fascinado de tan solo pensar en tan inocente criatura como la que tenía enfrente — Pensando en voz alta, eh.

El mayor maldijo mentalmente, luego negó un montón de veces con la cabeza, haciendo inclinaciones y malabares para disculparse por una tontería. Eso enterneció al menor, que negó con la cabeza, robándole una papa para llevarse a la boca él mismo.

—Estudio Mecatrónica, ¿qué hay de ti?

El ruborizado tragó antes de hablar — Música y Composición…

—¿Y eres bueno? — Inquirió el menor actuando como si estuviese sorprendido, sin ganas de dar esa breve conversación por terminada.

Minseok se encogió de hombros — No lo sé, no lo creo.

—¿Cómo puedes decir eso? — El ceño de Chen se frunció, sus cejas juntándose en picada.

El aludido bajo la mirada y se mordió el labio inferior de forma adorable — No m-me gusta m-mi voz.

JongDae suspiró mientras tomaba una patata y para sorpresa del mayor, además de un chismoso BaekHyun en la mesa de enfrente que no les quitaba la mirada de encima, la acercó a la boca de su acompañante... XiuMin respiró de forma pesada.

—Di ah — ordenó Chen con una sonrisa traviesa.

Sorprendentemente para todo quien los mirase, el mayor obedeció sin chistar y por un instante, su lengua rozó los dedos del menor, que apartó la mano nerviosamente antes de echarse a reír.

—No puedes ser malo — Le aseguró volviendo al tema, intentando alejar la tensión que nuevamente se había instalado en la mesa con su comentario. — Podría apostarlo.

El de mejillas regordetas le sonrió agradecido y se encogió de hombros — Gracias pero nunca me has escuchado.

—Algún día lo haré. Y ten por seguro que no me equivocaré.

El mayor le dedicó una sonrisa muy bonita, tan bonita que Chen no pudo evitar revolverse en su asiento sintiéndose victorioso por tal respuesta. —Así que… ¿Qué año estás cursando? — Inquirió MinSeok y el menor se sintió mucho más feliz de que el otro diera la iniciativa para poder seguir conversando.

—Primero, ¿y tú? — Le espetó pretendiendo ser curioso. Aunque él ya sabía la respuesta, por supuesto que eso no se lo haría saber, necesitaría ser muy estúpido.

—Estoy en tercero. — Comento el otro, de pronto sintiéndose demasiado grande, cosa que no pasó desapercibida por los ojos de su acompañante — Parece que soy tu Hyung.

JongDae miró al frente y suspiró — Sí. Pero como no lo pareces no te llamaré Hyung.

El aludido abrió la boca pero no dijo nada. Le halagaba que el menor no lo considerara un anciano a punto de graduarse, aunque en realidad le quedaba más de un año en la universidad. Chen volvió a mirarlo, bostezó pero se arrepintió un segundo más tarde al ver la preocupación reflejada en los ojos del que debía ser su Hyung.

—No dormí bien anoche — Se excusó con rapidez fluida antes de añadir una excusa que ni él mismo podía creerse: — Y tuve cuatro horas de números esta mañana.

A MinSeok le pareció tierno que su acompañante buscara justificarse, aunque no tenía por qué hacerlo. Sin embargo él pensaba que lo aburría. Él pensaba que aburría a todo el mundo

De todas formas asintió y prosiguió con su conversación — ¿Y tu cumpleaños?

Le gustaba preguntar eso porque pensaba que era una de las cosas más importantes a recordar en una persona. JongDae le dedicó una sonrisa fingida y habló como no queriendo la cosa — El veintiuno de Septiembre cumplo los diecinueve.

XiuMin sonrió, pero entonces su mente trabajó y, al recordar la fecha, perdió hasta el color. — ¿T-Tienes d-dieciocho?

El menor asintió y tragó. No era una de las principales cosas de las que quería hablar en ese momento sabiendo cómo se sentiría el otro, pero intentó tranquilizarlo con una mueca alentadora. —Adelanté un par de años, uhm ¿qué hay de ti?

Las mejillas regordetas de Minseok se tiñeron de un rosa casi como el de su cabello y bajó la mirada — Cumpliré veintidós en Marzo.

Ese era un dato que el menor no sabía, así que no pudo evitar sorprenderse. Estaban en enero. Quizá sí que le debía muchísimo respeto y tenía un por qué llamar Hyung al otro, pero no le importó.

Cambió de tema de forma radical — ¿Sabes por qué vine? — el aludido negó repetitivamente con la cabeza, cada una de sus acciones eran tan condenadamente tiernas, que JongDae no terminaba de creerse que el chico tuviese ya los veintiuno— Además de las papas, he estado observándote.

Por un momento el mayor pensó que estaban por declarársele, aunque desechó la idea al instante, era ridículo siquiera pensarlo. Vanidoso, una característica que no entraba en absoluto dentro de su vocabulario.

—Quiero ayudarte.

XiuMin lo miró con las cejas fruncidas, evidentemente confundido, con una papa todavía en la boca.

—Sé que te gusta LuHan — Chen agregó con simpleza, como si estuviese hablando del clima.

Minseok abrió los ojos con sorpresa al saber su secreto descubierto…

¿Q-QUÉ?

 

Notas finales:

 

¡Hola!

Yo les había prometido una long story. Y aquí estoy con este intento de historia.

Les advierto de una vez que los capítulos no serán demasiado largos. Pienso que si lo fuesen esto se acabaría más pronto de lo que se acabará.

No soy muy de longs storys, como puede notarse. Esta es la primera que escribo en mucho tiempo y la primera también sobre kpop. Como podrán imaginar ya, tampoco soy de un montón de capítulos. Me gustan pocos y concretos. No digo que vayan a ser diez pero no prometo más de veinticinco y para mi veinticinco serían muchísimos.

Esto contendrá de todas las parejas por igual C: espero que eso les guste. Me esforzaré mucho y así. Ya en el próximo capítulo conocerán a JongIn y a SeHun y entre los doce se irán conociendo por azares del destino.

¿Qué pasará? :O ¿De quién será tutor KyungSoo? ¿Se enamorará LuHan de Minseok? ¿Por qué quiere Chen ayudarlo? ¿Le gusta a SuHo Kris? Mmm, ya veremos.

Quiero aclarar que este es el capítulo más grande y que como apenas los estoy presentando no hay tanto humor y así.

Puede que esto suene muy cliché. Muy normal. Otra historia en el instituto.  Y puede que así sea pero hay ciertos puntos que espero tocar y que me gustaría compartirles.

Me inspiré para escribir esto escuchando a mi adorado Jake Bugg. De hecho nombré la historia como una de sus canciones y con el transcurso de ella el nombre tendrá más relevancia :D

Me disculpo por los errores.

Pienso publicar el capítulo dos conforme a la respuesta que tenga este. Si hay más de cinco Reviews, actualizo el sábado. Sino, la próxima semana.

¡Nos leemos!

XOXO.

Contenido editado el 22/08/15


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