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Mr. Sadistic Love por Demon Witch

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Notas del fanfic:

Hola a todos!!!! me disculpo porque se que había dicho que subiría el otro fic de wonderland. Pero este fic nación tan ráipido en mimente y me súper encanta; no sé porque pero no lo quería subir ya que me gusta demasiado jijiji xD

Espero les agrade y me digan que opinan del, aunque si no les gusto les seré sincera yo lo súper amo; creo que puede que sea el el que más me a gustado de todos mis fics...

Me inspire en el openning de un anime que se llama: Diabolik Lovers" su opennig me encanta y siempre me hace pensar en Sebastián con algunas últimas estrofas jijiji xD además de que me paso algo interesante en la U, veran hablaba con un amigo y él me pregunto si había hecho algo interesante o sucedio algo así que le conte.

Que unos jóveves del departamento de psicología estaban haciendo una encuesta con algo sobre las personalidades sádicas y masoquistas; ese dia iba a hacer examen y andaba de buen humor porque me sabia la materia y estaba muy confiada; pues eso mismo chicos de las encuestas de spicología me vieron y me hcieron la encuesta; un poco de preguntas raras que me sorprendiero, para el final ver como me miraban con miedo después de charlar conmigo; les pregunte que resultado tuve y dijieron con mucho miedo y nerviosos.

"Sádico" y les pregunte que era la encuesta, cuando me dijieron me moría de la risa, según ellos soy una persona que disfruta del dolor de los otros a parte de su humillación y unas descriciones raras......Les pregunte si querian averiguarlo y salieron corriendo como locos,,,,jijjjijij xD puede que si sea así... xD

De eso que sucedio me dio una idea para este fic, que va dedicado a mi Sebastián, lo sé no se puede dedicar cosas a los personajes, pero me llamron sádica y para mi colmo decía algo de psicosís así que no me importa va para Sebby un personaje que super adoro y me encanta su forma sádica de ser!!!

Disfruntelo mucho!!! si es que es bueno....xD

Demon Witch...

Notas del capitulo:

Espero lo disfruten, en realidad e gusta mucho como quedo espero ustedes les guste eso!!!

Dejen sus comentarios de como les parecio por favor, si gustaron de el, y pues no los dejen si no quieren xD

Bueno disfruten!!!

Mr. Sadistic Love:

“La mansión Phantomhive, no fue hace más de dos años que reconstruí este viejo lugar. Vaya como pasa el tiempo cuando te diviertes; oh disculpen, me presento soy Sebastián Michaelis el mayordomo principal de la familia Phantomhive y además…...Un demonio; pero seguramente guardarás el secreto”………

 

Y así en el amanecer de aquel hermoso día, una criatura bastante maligna empezaba su día; pero más que eso ese día sin impórtale el bello sonido de las aves, o los ronquidos de sus compañeros de trabajo, ni los gruñidos del can demoníaco; él ese día iba hacer más que solo sus deberes, ya que se había decidido, y no se dejaría vencer. “Después de todo que sería de un demonio, si no pudiese obtener lo que quiere……”

-¡Ah!, los mayordomos se despiertan más temprano que los otros sirvientes… Es hora de actuar…-dijo una irresistible voz aterciopelada, de exquisito y venoso timbre masculino. Que se terminaba de abotonar el frac negro de su traje de golondrina, y estaba listo para dar su mejor actuación, como todos sus días…

Y sale de la puerta de una habitación de la servidumbre de la imponente mansión Phantomhive; aparece un gallardo caballero de porte, elegancia y estilo al caminar, con un perfecto, planchado, y en tallado traje de golondrina; el mayordomo de la familia Phantomhive. Es un hombre de gran galanura, es el Romeo en carne y hueso de Shakespeare; sus hermosos ojos  del mismo color escarlata que el vacío de un abismo infernal, como las lagunas de sangre en el averno por las almas pecadoras que sufren en el inframundo; pues su mirada es del mismo color que el infierno más ardiente que según Dante haya descrito; no existe un rojo como ese, un intenso carmín; es color escarlata de los demonios como él.

Su altura  no más de un metro y ochenta  cinco; y  su rostro presenta las más exquisitas facciones físicas que ningún ser humano puede tener, a parte de su despeinado cabello negro azabache, tan sedoso y liso palpable; pero aunque su gallardía es su aspecto físico, si no has visto su sonrisa blanca como mil estrellas en la noche, y que siempre denotara un secreto oculto cada vez que sonríe, pero qué es ese extraño sentir que deja su sonrisa sobre ti...

Pues es el mismo señor del sadismo es; y eso es lo que esa sonrisa despierta en ti…… “Te pierdes en su sádica sonrisa perfecta”

El mayordomo caminaba a paso pausado por los pasillos de la servidumbre; después de haber preparado una taza de té, claramente que la favorita de su joven señor, tenía preparado a la vez el periódico de esa mañana, y como un buen mayordomo debe hacer lo llevaba planchado y bien acomodado, para el disfrute de su amo claro está.

El gallardo caballero lleva una sonrisa en sus labios, esa seducción y perfecto sinónimo de la maldad y el sadismo; que desmayaría a cualquiera de ver fijamente; como la “ama de llaves Merin” que se desmayaba en medio salón de baile que limpiaba. Después de pasar por ahí nuestro hombre se dirigía con una bandeja de plata reluciente el té de su amo, con su respectivo desayuno; era hora de despertarlo ya que ha terminado con delegar las órdenes de sus compañeros de trabajo y se ha asegurado de que no cometieran un error antes  de hacer alguna estupidez.

Ya en la puerta del joven señor, con el mayor sigilo posible abre con suavidad y entra con delicadeza en aquella habitación, cual de un fantasma se tratase se escurre en la estancia y con sutileza desliza las cortinas; para después:

-Buenos días Joven amo; es hora de despertar señorito-dice con suavidad y ese tono del más fino terciopelo; se lo susurra como el agua de una naciente que recorre un rio.

El bulto en las sábanas se retuerce y un chasquido de lengua se hace presente; signo de disgusto en el joven que no desea despertar esa mañana. Pero claro todo buen mayordomo siempre encuentra como levantar de una u otra forma a su amo. Se acerca con delicadeza a la figura en el interior de las sábanas blancas; con mucho sigilo su rostro queda tan cerca del niño que se había volteado al lado izquierdo donde se encuentra el mayordomo.

-Buenos días amo; es hora de que abra esos preciosos ojitos; vaya si es que es todo un “niño pequeño aún”……-dice con burla y sorna aquel caballero de mirada escarlata; que susurra en el oído del niño aquellas palabras con un deje de mofa y sadismo…

-¡SEBASTIÁN!-exclama molesto el joven azulino de la cama al  escuchar aquellas palabras, y con gran velocidad abre los ojos, mirando como grandes platos aquellos orbes rojizos como el fuego que le miran muy de cerca y con un deje de disfrutar de su situación.-Maldito, ya de buena mañana estás fastidiándome-dice con enojo el niño más famoso de Europa; el señor y amo de Sebastián Michaelis; el dueño de las empresas Phantomhive, cabecilla de la familia Phantomhive y el temido “Perro Guardián de la Reina”, es nada más y nada menos que el Conde Ciel Phantomhive. Un joven de trece años de edad y el ser más esencial para el demonio.

-Oh vaya Bocchan me ofende; yo he venido con todo mi corazón a servirle y despertarle para que cumpla con sus deberes; que usted no quiera despertar, no es símbolo de qué aún es un encantador niño pequeño…-dijo el mayor con una sonrisa bastante maliciosa y sospechosa; que hizo al pequeño abrir desmesuradamente los ojos y verle con la boca abierta de aquel comentario, más un pequeño estremecimiento del menor; ya que esas palabras fueron escupidas muy cerca de su rostro, tan cerca de sus labios que sintió la respiración del mayor encima de sus belfos.

Un sonrojo color carmín levemente surco sus mejillas pálidas como la nieve, y no se hizo esperar más la abofeteada que le dio al demonio mayordomo que sonría complacido después de ser golpeado; dejando al niño un signo de confusión; ya que acostumbraba siempre decir unas palabras como una manera de defenderse y mostrar que solo actuaba bajo su estética.

Después de eso el demonio lo termino de acicalar para que empezar el día; los dos ya habían tomado caminos diferentes dentro de la mansión.

 

 

 

****************En el despacho del Conde****************

El joven azulino se encontraba algo atareado de trabajo; pero su mente no estaba en ese lugar; se encontraba divagando en el demonio, se sintió extrañamente asombrado de que este no le dijese nada de la abofeteada; más bien pareció haber disfrutado el sentir de su mano al golpearle  por su falta de respecto a su persona. No sabía exactamente qué le sucedía a su sirviente, pero sí que se asustó al ver ese rostro de satisfacción completamente masoquista…

-¿Qué demonios te sucede Sebastián?, no sueles ser así; maldito demonio es masoquista o ¿algo así?-dijo el niño con molestia, recostándose en su silla de cuero verde con decoraciones barrocas en su hermoso despacho del estilo victoriano; con el precioso escritorio de madera de arce que estaba lleno de documentos de su empresa.

Y como si lo hubiese invocado, apareció el mayordomo tocando la puerta con tres leves pero fuertes golpes en la puerta de roble. Un rubor creció en su rostro; tal vez el mayor escucho lo que dijo ahora; pero entonces le pareció mejor fingir o creerse que no escucho nada y que no hace muy poco apareció.

-Adelante-dijo lo más frío que conocía, con un deje se superioridad y altivez que lo caracterizaba.

-Bocchan, lamento interrumpirle en su trabajo; pero le ha llegado una carta de su majestad y mucho más importante es que también no ha tomado su desayuno después de haber salido casi huyendo rápidamente a su despacho-dijo el mayor con una gentil sonrisa falsa claramente, mientras con elegancia le colocaba la bandeja de plata en la mesa y a un lado la carta de la reina.

-Yo no he salido huyendo Sebastián; si continuas con tus bromas, tendré que castigarte demonio inútil….y….-dijo demasiado molesto y ruborizado el conde de pensar en aquella cercanía que tuvo ahora en la mañana; pero no pudo terminar de regañarle, ya que el mayor se había movido a donde estaba él; y no solo eso sino que estaba arrodillado a su altura y su rostro estaba demasiado cerca de nuevo al del azulino, y con ambas manos el mayor las tenía apoyadas en las piernas semi-desnudas del conde que llevaba sus pantaloncillos color vino y medias negras a la altura casi de las rodillas.

El demonio le miraba con una mirada penetrante y no le dejo continuar su regaño, ya que le había mirado aquellos demoníacos ojos escarlatas con un brillo gustoso bastante aterrador.

-¿Así que me va a castigar Bocchan, solo por decirle la verdad?-dijo con un tono de voz  más que seductor y algo insinuante, con un detonante promiscuo, en aquella ardiente mirada escarlata que lo veía con picardía; que dejo perplejo al azulino.

-Sebastián……-susurro con incomodidad el joven, mientras se sonrojaba y el rostro perfecto del mayor se acercaba cada vez más y más al del niño.

-Mmmm  Bocchan, es usted un joven bastante……-dijo el mayor inhalando el aroma del aliento del niño; y en un delicado susurro  sobre los labios del menor le llamo, que miraba a otro lado con un enorme sonrojo que estaba surcando su cara; mientras el mayordomo le miraba divertido con picardía; que tomo con brusquedad la barbilla del joven; que lo miro asombrado y vio aquellas lagunas rojizas de sangre, verle con una sonrisa indescriptible. Acercando la mirada del niño a su rostro, el mayor le dio un tironcito dejando sus frentes pegadas la una con la otra; y sobre sus labios exhalo el final de la frase:-Un joven provocativo…-dijo con su aterciopelada que sonaba tan lujuriosa y promiscua; la verdadera voz del demonio, la voz de la seducción y la sensualidad al habla.

-Sebastián….-dijo el conde bastante incomodo; con su rostro más que ruborizado, parecía una manzana madura, de sus orejas se veía como recorría el rostro el sonrojo; sus labios habían exhalado el nombre del demonio; mientras el niño le miraba confundido.

Y con un impulso de sus manos que estaban nerviosas, intento quitarse la cercanía del demonio; que sonrío macabramente seductor y le tomo de la cintura y la barbilla acercándolo más a su rostro; el mayordomo le exhalo sobre sus labios, y en un brusco movimiento rozo los labios del conde. Que este joven azulino se estremeció dejando salir un gemidito de lo más tierno fuera de su boca; que encendió con gran facilidad al mayor.-¡Ah!-gimió el conde con solo un roce de aquellos fríos belfos, tan pálidos y lívidos del mayor.

-Mmmm, que hermoso sonido amo; o quiere dejarme escuchar más de ellos en un lugar más cómodo-dijo lujurioso, mientras le cerraba coquetamente  un ojo y le regalaba una mirada bastante pervertida al niño que se abrió los ojos desmesuradamente y se sonrojo a más no poder; levantándose abruptamente de la silla.

El mayordomo le veía divertido, con una sonrisa sádica y de burla; el joven se enojó, y aprovecho que estaba a su altura donde le abofeteo dos veces el rostro; dejando ambas mejillas ardientes con la seña de su mano.-¡Ah!-exclamo en un gruñido fuerte y sensual el demonio; que se puso de pie y tomo de la cintura al niño que le miraba asombrado; como se atrevía a tomarle de la cintura tan irrespectuosamente.

-¡SEBASTIÁN!, ¿QUÉ DEMONIOS TE SUCEDE?....-grito avergonzado el niño que no pudo terminar de decir algo; porque el mayor le tomo de la barbilla y en un precipitado y rudo contacto lo beso fugazmente en un pasional y fogoso beso seductor.

Lo besaba con ferocidad, como si se lo quisiese comer en ese movimiento; deslizo sus manos, una en el rostro del menor que intentaba quitárselo con forcejeos; pero la mano del mayor en su cabeza le profundizaba más el beso. La otra mano libre del mayor le tomo el hermoso y firme trasero al Conde, que se sonrojo entre el beso voraz que se lo estaba dejando sin aire; el cuerpo del niño estaba entumido, dejo de poner resistencia, estaba derritiéndose en los labios helados del demonio lujurioso.

Sebastián relamió los labios del niño de forma exquisita; el pequeño conde no entendía nada, su cuerpo estaba hipnotizado por un aroma venenoso que emanaba del mayordomo; que al ver que el niño no reaccionaba, con su mano izquierda que deslizo por todo el rostro del niño, le dio un tironcito a su barbilla para que este abriera la boca, y con eso la experta lengua cálida de Sebastián recorrió por todo el lugar; se deslizo por las mejillas interiores del niño; que nerviosamente y con desesperación no sabía qué hacer con sus manos; así que la mano que se posaba en la parte trasera del conde, tomo las manos de Ciel enredándolas en su cuello.

El niño estaba perplejo, sus manos recorriendo el cuello del mayor, y la lengua de este bailando en su interior hasta ahogarlo, robándole el aire e invitando a su tímida lengua a jugar en un baile ardiente de pasión.

Ciel estrujaba el cuello de Sebastián con fiereza, ya no aguantaba ese beso sádico e imponedor del mayordomo, que lo succionaba como si nada, como si fuera a comerse su alma con besarlo apasionadamente, que noto el mayor que el conde desfallecía en sus labios, separándose abruptamente los dos, y aquel hilo de saliva que unía sus bocas en un puente.

El niño estaba con el pecho agitado, le subía y bajaba estrepitosamente, y su rostro estaba completamente color carmín, con un delicado sudor, que esas gotitas se deslizaban por el rostro del niño hasta su cuello de forma deliciosa, haciendo que sus mechones negros azulados se pegaran a su frente.

El mayor le veía encantado de ver a su amo y contratista así, el cual tomo posesivamente de nuevo en sus brazos en un poderoso abrazo que asombro al niño; aquel fuerte y cálido abrazo lo tomo de sorpresa, aún no se había recuperado de aquel imponente beso pasional;  y ahora el demonio le abrazaba con rudeza y ¿ternura?

-Sebastián…-susurro sonrojado el niño, que apenas podía respirar y ahora su cuerpo se encontraba entumido; deseaba reclamarle al mayor, gritarle, golpearle y hasta asesinarle por tal atrevimiento; pero no pudo, algo en su interior le gritaba con desesperación que el mayor siguiera con sus hazañas, así que su cuerpo había caído en un hechizo seductor de parte del maligno aroma que Sebastián  emanaba y más cuando era sus labios el que le otorgaba más de cerca ese veneno de demonio.-Se...bas…tián…SEBASTIÁN…-le llamo en tartamudeos para último gritar su nombre.-¿Qué demonios te sucede hoy?-dijo en un susurrito casi inaudible el conde, con un deje de vergüenza en su voz.

-Bocchan-le llamo con un pesado tono de voz varonil, bastante profunda, mientras sus brazos delgados y esculturales debajo de ese traje de golondrina negro se ceñían en su cintura. Escondiendo su rostro en el cuello del menor, por su cabello azulado, sin mirarle le sujeto más fuerte y continúo:-Yo hace bastante, que he querido pedirle algo; pero mi estética de demonio no me lo permite. Pero aún mucho más importante de eso es que………Usted mi estimado Bocchan me ha despertado desde hace varios días de manera desesperada, ha puesto en marcha mi ser demoníaco en todo mis sentidos; y de todos mis contratistas alrededor que he conocido en mi eternidad, usted querido ha corrompido mi aura, mi ser y por decir de alguna forma más delicada mi corazón……-dijo todo aquello el mayordomo en un exquisito timbre de voz llena de ternura, sádica  y seriamente,  con una extraña mezcla de perversión y dulzura. Había dejado al conde Phantomhive más que paralizado, se había quedado perdido en las palabras más fuera de lo románticas que jamás en su vida ese joven volvería a escuchar.

-No solo eso…-dijo el mayor, saliendo del cuello del niño, y sujetando su mentón con un poco de rudeza y otorgándole una mirada pervertida y de más que sensual.-También ha despertado mi precioso Ciel, uno de los pecados que jamás he disfrutado; pero…Sí usted está presente en él, como siempre lo he imaginado, ha hecho que se convierta la lujuria en mi nuevo placer…Bocchan-dijo con su aterciopelado timbre de voz lujurioso y bastante perverso en toda esa oración.-Esto mi amado Ciel, sería así como mi declaración demoníaca, no sé si estoy cayendo en las emociones humanas, pero sí es así, le pido por favor qué caiga conmigo…-dijo Sebastián, con un timbre coqueto y sentimental, como una desesperación disimulada, que no pudo engañar al Conde que le miraba horrorizado y asombrado, con sus ojos abiertos como platos y su boca más que abierta.

-Sea solo mío……Mío Ciel……Mi  precioso Ciel, yo deseo hacerle solo mío……………… ¿déjeme hacerle el amor?-dijo aquella voz de terciopelo, como la de un amante enamorado se encontraba  su rostro serio,  y sus ojos demostraban una dulce melancolía de enamorado.

El joven Conde lo miraba asombrado, jamás pensó que ese día que para él era normal, que para él sería otro día más antes de morir; su mayor anhelo se hizo realidad; ya que el Conde Ciel Phantomhive si se había enamorado, pero no solo eso sino que había renunciado al demonio, pensando que jamás sería correspondido y ahora este le entraba con ese feroz beso y la más sádica, perversa, cariñosa  y  tierna declaración de amor.

-Sí…-dijo en un inaudible suspiro el niño; que escondía su rostro en el pecho del mayor; ocultando su vergüenza y aquel enorme sonrojo.

Sonrío complacido el mayor; y se dibujó una sonrisa cálida y dulce en ese demoníaco ser; que tomo con ambas manos el rostro del niño y le dedico una hermosa y verdadera sonrisa de amor; para acercarse con picardía y  plantarle un delicado y suave ósculo; lleno de los miles de sentimientos de esos extraños seres; que estaba en un punto que iba más allá de su relación…

 

 

 

 

 

**********************Más tarde************************

En la habitación del Conde Phantomhive; se encontraban dos figuras muy peculiares, el naciente amor de dos amantes desolados, que estaban empezando una aventura carnal…

El demonio se encontraba encima del niño, le miraba con perversión y ternura; mientras con delicadeza de sus manos le quitaba la ropa al joven. Empezaba desabotonando el pequeño saco y los botones de la camisa blanca; para después  acercarse al pálido cuello del Conde, y besarle con extrema suavidad, que provocó un gemido ahogado que el niño tapo con sus manos, que el demonio noto y le dijo:

-Déjame escucharte….Mí Ciel…-dijo sensual y tiernamente el mayor que lamia  ese frágil cuello con devoción; y marcaba con esas fuertes mordidas que hacían sangrar con pequeñas gotitas de sangre el cuello y hasta la clavícula del conde; bebiendo con suavidad, lamiendo con delicadeza y arrastrando sus colmillos por la piel nívea del niño, que gemía y se estremecía con dureza debajo del cuerpo del mayor.

-Sebastián…...Sebastián……Yo debo…decirte…algo….-decía entrecortado el niño, que estaba asfixiado de tales caricias; no podía hablar porque el demonio, ya le había bajado los pantalones y se había desecho de la camisa y el saco; solo la ropa interior resguardaba el pequeño miembro en desarrollo que se encontraba despierto. Porque las manos del mayordomo estaban moldeando sus muslos y de vez en cuando se paseaban fugazmente por el miembro del niño.

-Shhhhuuu, mi pequeño amante no digas nada………porque quiero escuchar como proclamas por más por mi…-dijo el demonio con picardía, mientras besaba rápidamente los labios del niño, y empujaba su lengua ardiente en la garganta de este, en un placentero vaivén que derretía al niño que estaba sumisamente siguiendo los pasos del mayor.

De eso el mayordomo separó sus labios con suavidad, para que el niño respirará, mientras seguía un camino de besos ensalivados dejándole la piel erizada al menor con cada frío beso de saliva en su pecho; que se paseaba la lengua deslizándose por los pezones rosas del niño, arrastrando sus colmillos con fuerza mientras le lamía en círculos y mordía con fiereza aquellos botones;  y que nada más gemía fuertemente el joven sin aguantar tal desborde de pasión.

-¡AH SEBASTIÁN!-grito Ciel cuando Sebastián metió la mano en la ropa interior de este tomando entre sus manos el joven pene del niño y estrujándolo con fuerza.

-Mmmm Bocchan…… ¿Me he preguntado si usted es masoquista o sádico?, creo que es un sadomasoquista, se impone sádico con sus órdenes pero en realidad disfruta placenteramente que le dominen; y haré que disfrute mucho del dolor y placer; mientras le hago el amor…-dijo aquella voz seductora, con mucho sadismo y pasión en cada palabra que miraba pervertida mente al niño sonrojado y con los ojos abiertos desmesuradamente.

-¡MALDITO PERVERTIDO SÁDICO!-grito avergonzado el niño que le miraba molesto; pero después gimió de dolor cuando el mayor mordió con mucha fuerza uno de sus pezones hasta dejarle la marca de su dentadura en  ellos.- ¡Bestia!-dijo en un lastimero suspiro placentero de dolor el joven Ciel.

-Después de todo soy un demonio ¿o no? Lo sabía es un sadomasoquista muy adorable mi querido Ciel; ¿qué le parece si jugamos mi pequeño amante?-dijo divertido y amoroso el mayor, con una mirada pervertida.

Tomo al niño en brazos y lo sentó sobre su abdomen, con ambas piernas abiertas para el Conde; y después se quitó la corbata tapándoles los ojos al niño que se quejaba pero ignoro.

-Mmmm, verá Bocchan usted en este juego deberá de complacerme así que con sus ojitos hermosamente cerrados sus otros sentidos se agudizarán y será mucho más divertido verle……-dijo el mayor con perversión y una sonrisa con sorna

-Espera…. ¿QUÉ?-dijo alarmado el niño, que fue acallado por un beso fugaz en los labios; mientras las manos nerviosas del conde buscaban el cuello desesperadamente para profundizar el beso.

El mayor le guio y así ese fogoso beso sensual se tornaba mucho más y más ardiente. Y Sebastián con su mano izquierda trono los dedos, quedado él sin toda su ropa y Ciel sin la ropa interior que aún mantenía.  El conde sintió la piel de ese miembro latente en el cual estaba el sentado sobre el abdomen rozándolo con su trasero, y sacando suspiros ahogados del mayor que divirtieron a Ciel de ver que si se movía provocaba gruñidos excitantes de la boca de Sebastián.

Y así el mayordomo oscuro ataco el cuello del niño sobre su vientre, le beso, mordió con rudeza y desesperación ese cuello, mientras bajaba por la clavícula y lamia mordiendo todo su pecho, ya que el niño se movía sobre su vientre excitando al despierto e imperial miembro del mayor. Y así Sebastián tiro a Ciel debajo de él, y recorrió desde los pies, los muslos y hasta por fin llegar a su entrepierna donde de un pronto a otro engullo el miembro del Conde, sacando gritos placenteros al niño.-SEBASTIÁN-gritaba Ciel en su habitación, con el pecho agitado, sudoroso, y los ojos vendados, mientras intentaba tocar el cabello del demonio y se lo jalaba con rudeza.

El demonio le hacía una veloz y fuerte felación, sacaba y metía su boca el pequeño miembro de Ciel, y este gritaba, gemía de dolor y placer sentía los maliciosos dientes de este rozarles salvajemente por toda la extensión de su pene.

Hasta que el mayor en su vaivén lujurioso, hizo que el niño se viniera sin aviso en su boca, y este demonio trago todo con gran maestría la esencia, hasta seguía succionando feroz el miembro que había eyaculado ya…

-¡AH SEBASTIÁN!, YA NO MÁS, NO MÁS, AH ME VEN…..-dijo el conde que gritaba desesperado, se había venido pero Sebastián seguía succionando su miembro lamiéndolo con voracidad, hasta que hizo de nuevo y en poco tiempo venirse de nuevo al niño.

Que respiraba agitadamente, y no podía ver nada, con sus manos buscaba desesperadamente frenar las acciones del mayor que tragaba de nuevo el semen de este. Y así se acercó y le beso, o mejor dicho succionaba sus labios, mientras su lengua se metía con fiereza en su boca. Ciel estaba en un desborde de pasión, muchas nuevas emociones, no sabía más que corresponder con lo que pudiera; pero cuando Sebastián metió sin aviso un dedo en su entrada empezó a llorar con la corbata en sus ojos, la cual le quito Sebastián y lo miro con una sonrisa sádica que denotaba ternura, para después decirle lo que hizo que este joven azulino dejará de gritar incómodo y adolorido por el intruso, sino se desbordará su corazón.

-Ciel, te amo…-dijo el demonio sin miedos, sin nada más que esa voz de amante desesperado de placer, de ser querido, de ser correspondido; de sentir con fuerza la voluntad de esa persona que te ama, que sabes que es así; que te demuestre que está listo para caer contigo por la senda que escogiste.

-Sebastián…..Yo….YO TE AMO-grito avergonzado y adolorido el niño al sentir otro intruso moverse en forma de tijeras en su interior.

-Lo sé….ya sabía eso Bocchan, pero ahora estoy muy desesperado por usted así que ámeme mi gran amor-dijo con ternura y una graciosa y dulce sonrisa burlona, que enterneció al niño; que se lanzó desesperado e histérico a los labios del mayor que movía sus dedos en el interior del conde.

Para después seguir con otro y el último; y sin importarle al niño que había olvidado ese dolor que se sentía placenteramente esta vez. Ya que era amado, de una forma sádica, pero amado…

Y así Sebastián saco esos finos y delgados dedos, colocando su miembro y de una sola salvaje estocada profano la entrada del niño; que lloraba y sentía un dolor que destrozaba todas sus entrañas.-¡¡¡DUELE SEBASTIÁN!!!-grito el joven en el oído del demonio, que si hubiese sido humano, tal vez quedaría sordo.

-Lo sé mi amado Ciel…pero después el dolor será placer y me rogará por más-dijo Sebastián con ternura y un poco sádico, disfrutando de las hermosas y cristalinas lágrimas saladas del niño; las cuales lamia con dulzura, hasta llegar a esos labios y otorgarles un ósculo tranquilizador en los belfos al niño azulino, que correspondió gustoso, mientras el demonio se mantenía estático esperando a que se acostumbrará  Ciel.

Y así el conde empezó a mover sus caderas, buscando más contacto con el miembro que tenía en su entrada; mientras abría más sus piernas a los lados, para que Sebastián las acomodaras en sus hombros. Y con esa señal, el demonio empezó unas embestidas suaves y ligeras hasta, que sentía Ciel le imponía un ritmo…

-Más Sebastián…..rómpeme en dos, maldito demonio sádico que me hiciste sufrir antes….-dijo desesperado de más velocidad y profundidad el conde que respiraba agitado, y arañaba hasta hacerle sangrar la espalda al mayordomo.

Y con eso Sebastián empezó a dar estocadas salvajes y vertiginosas, dejando al conde solo gritar su nombre con desesperación.-SEBASTIÁN, SEBASTIÁN-llamaba al nombrado con fuertes alaridos de placer; cuando sintió la mano de este estrujarle de forma feroz su miembro para que despierte de nuevo.

En eso Sebastián le dio a un punto que hizo a Ciel delirar de placer y arquear la espalda de forma abrupta; y con eso sonrió con malicia el demonio, y sus ojos se tornaron de color rosa fluorescente y esas pupilas felinas. Con eso empezaron unas demoníacas embestidas a ese lugar que hacía dar miles de gritos, gemidos y alaridos de placer y desborde pasional que hacían al pequeño amante desfallecer.

Así continúo arremetiendo contra la cama, dejando al niño que arañaba y encaja sus pequeñas uñas en la escultural espalda del mayor que con vertiginosidad le dio con más fuerza en ese lugar dejando que una exquisita correine eléctrica recorriera a ambos cuerpos y un sonoro alarido pasional con sus nombres fuera la culminación de aquella entrega: -CIEL/SEBASTIÁN-al unísono fallecieron en el acto carnal de amor y lujurioso al que se habían revelado.

Viniéndose Ciel en sus abdómenes y la mano de Sebastián: y el demonio en su interior, aquella espesa esencia que se corría ardiente y pesada en el trasero del conde que estaba delirando de placer, tanto como el demonio que seguía con aquellos orbes felinos que cambiaban a escarlata y viceversa de la poderosa sensación de placer que tomo sus cuerpos.

Y en un tierno abrazo consumaron todo, al salir el mayor un poco después del interior del niño. Y un ósculo lleno de un inmenso amor correspondido….y algo diferente de lo normal, se sellaron sus labios con sus penetrantes miradas describían: “te encontré y te amo solo a ti”.

-Lo amo Bocchan, siempre le amaré; así que sea mío por la eternidad…-dijo el demonio con aquella voz llena de dulzura y ternura, dejando de lado su sonrisa sádica; por una cálida sonrisa amorosa; mientras le otorga un suave beso y pega su frente con la del niño, al que abraza con devoción…

-Yo….sí….te amo…- dijo nervioso el niño en sus acciones, limitándose a corresponder y hablar con tartamudeos, para el final tomará la iniciativa y se lanzará a un pasional beso sobre los belfos helados del mayor; y dejar que la magia del amor los lleve de nuevo…

 

 

 

 

****************Unos días después******************

Entrando en el despacho del conde, con gracia y elegancia, después de haber tocado y de recibir un frío: “adelante”, entra el mismo señor del sadismo y la destrucción con una sonrisa enamorada…

-¿Qué quieres Sebastián?, se breve que tengo trabajo acumulado-dice el joven Ciel con un tono de voz frío y la vez nervioso, así para no ver de frente a la imponente galanura de aquel demoníaco ser, gira en su silla a la ventana de su despacho, para estar de espaldas a él.

-Bocchan-le llama pausado y sonriente.-¿Sabe qué hora es?-dijo con coqueteo y seducción; provocando un escalofrío en el cuerpo del niño que ignoraba toda pregunta.

Así se acercó con paso de felino al acecho; llegando a la silla del joven para después, girarle con fuerza su asiento, ignorando los gritos de susto y enojo del pequeño señor; tomándole la mano lo hizo ponerse en pie, y tomar su cintura con la otra, para después con brutalidad jalar su mentón; y plantarle un fogoso y ensalivado beso lujurioso. Deslizando sus dedos por el trasero del conde.

Provocando unos escalofríos y ligeros gemiditos de placer y disgusto de ser tomado así.

Al soltarlo con delicadeza de aquel posesivo beso; le mira pervertido, y una sonrisa sádica surca los delicados y finos labios del mayor con una frase así:

-Bocchan está listo para jugar, sabe…Hoy les pago a todos los empleados excepto a uno….-dijo malicioso, mientras a corrala al  menor cerca del escritorio de arce.-Así que tal si me paga, solo como a mí me gusta…..Me gusta ver a mi pequeño amante así….-dijo el mayor con sensualidad y lujuria, mientras empujaba sobre la mesa a su niño.

-¿Sí que molestas demonio sádico?-exclamo molesto del niño, con un creciente rubor carmín en su rostro.

-Lo amo Bocchan…-dijo con ternura el maliciosos demonio que le amarraba las manos al niño con su corbata; y este tomaba asiento el demonio en silla sentándose sobre las piernas al pequeño azulino que exclamo:

-Qué juegos tramas hoy…..My Mr. Sadistic Love….-dijo con una sonrisa pervertida el niño, dentro de ese hermoso rostro sonrojado; y se relamía con sensualidad los labios el azulino, moviendo sus caderas sobre el vientre del mayor que gruñido de aquella deliciosa y excitante sensación…

-¡Ah!.....mmmm Bocchan no le he dicho que no me llame así, porque si no el juego se vuelve diferente….mi pequeño travieso…-dijo el demonio con una voz más que sádica y aterciopelado; dejando ver sus ojos demoníacos y temidos, mientras empezaba aquel nuevo juego.-Mmmm…..Bocchan que tal si hoy usamos el látigo….Será divertido el juego de hoy…-dijo con perversión el mayor.

-¡Maldito sádico! Y empieza de una vez……-dijo el conde molesto y avergonzado, pero sus labios fueron sellados por un atrevido y ardiente beso que deslizaba la lengua del demonio ahogar la pobre y delicada boquita del niño.

Y así esos dos amantes lujuriosos y a la vez enamorados, siguieron con sus juegos fuera de lo normal, como hacían siempre todos los días a la misma hora…

“Después de todo, era una forma muy divertida de jugar………”

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado tanto como a mí!!! no sé este fic me gusta demasiado!!!

Dejen sus comentarios de que les pareció!!!

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Para los fics de Wonderland seguro que hoy lo escibo y mañana lo publico, si no sé si puede ser hoy!!!! y para Rojo Escarlata también se daría igual, puede que los escriba hoy y mañana los suba, es que será un two-shot sobre Wonderland de AxC y para mi otra novela será solo de Alois y así que tengo unas ideas pero no sé si van ir bien con lo que tenía planeado ese es el asunto!!!

Por cierto espero que no les haya disgustado, pero este fic es un oneshot largo, al principio quería convertirlo en una novela, pero creo que no, o no sé que opinan???

Bueno eso es todo Demon Witch...


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