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My cousin and I. -Dreams, truths and a wounded love- por JisungExoUkiss

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Notas del capitulo:

Disculpen si no he actualizado los otros, es que tengo varias ideas para futuros fictions y prefiero hacerlas antes de que se me vayan o algo.

Pero no se preocupen, trataré de actualizarles lo más pronto posible.

Gracias por sus reviews y vistas en mis otros escritos.

:)

Lean y disfruten que para eso es la lectura.

Se acabó.

El cuerpo de JongIn tiembla, se mueve ligeramente y el pequeño se encoje, agacha la cabeza y sus ojos se llenan de lágrimas cargadas de dolor y tristeza, quiere gritar pero tiene seca la garganta y le es imposible articular palabra alguna, la voz se le ha ido y sus lágrimas escurren; pasan por sus mejillas y son cálidas pero tristes, caen al suelo y son frías, prueba de su dolor.

El joven delante de él tiene una expresión neutra, parece importarle poco que JongIn esté llorando, es como si no le causara algún tipo de sentimiento.

JongIn logra mover uno de sus brazos, lo estira y toma del polo del chico delante de él, lo jala y presiona con fuerza en un puño, sus lágrimas siguen cayendo y se siente patético al llorar frente la persona que más le gusta y ama.

La habitación es testigo de aquella triste y dolorosa despedida.

—H-Hyung… N-No… No es c-cierto…

Balbucea entre lágrimas, las palabras suenan como un murmullo y el pequeño siente un mareo. El joven delante de él asiente con la cabeza, tiene una mueca de fastidio y pesadez.

—Así es, JongIn. Se terminó, ya no habrá más juegos ni diversión, a partir de hoy no habrá más nada.

Responde con aspereza, sus palabras son frías, heladas, dañinas. JongIn niega con la cabeza y suelta un sollozo, ahogado, lamentable.

—No… N-No me digas eso, me d-duele… Para, hyung

Suplica, pide, implora, sus hombros comienzan a temblar y vuelve a lamentarse por ser tan sólo un crío de quince años, un crío, el primo de su hyung, el primo de KyungSoo. Su primo mayor, KyungSoo.

—Es la verdad, JongIn. La verdad suele doler, a veces.

Murmura indiferente, JongIn quiere que pare, lo lastima, lo daña, lo quiebra, JongIn quisiera poder sonreír un poco y decirle “Está bien, hyung. No pasa nada” pero eso sería mentira y además no puede hacerlo.

—Dime que hice mal… —empieza— trataré de mejorarlo, sólo… Sólo no me dejes.

—No hiciste nada mal, JongIn. Lo que está mal es continuar con esto.

Responde KyungSoo con voz suave, amable, sincero, “¡para, hyung!” JongIn se rompe, su corazón se siente presionado y su mente inestable, confundido, aturdido.

—Si es porque me corro muy rápido… trataré de tardar en hacerlo la próxima vez, si es porque gritó mucho cuando me penetras… trataré de no hacerlo tanto, así que no… No me dejes.

Vuelve a implorar, a suplicar, a rogar, a sentir que con cada palabra que suelta su corazón se llena de más peso, dolor.

KyungSoo sonríe, divertido con las palabras del pequeño, le acaricia los cabellos de forma dulce, maternal, y sonríe, ahora con dulzura, suavidad, cariño.

—No es por eso, JongIn-ah— amable, cálido, suave— sólo… Lo que hacemos está mal, somos primos y no podemos continuar, además eres menor que yo y eso podría considerarse como un delito.

“No me importa, yo… Te amo. ¿Acaso tú no, hyung?”

—Eso no debe importarte.

Dice, seguro, tratando de ser fuerte, con la voz quebrada y el corazón aplastado… Tratando de recuperarse.

KyungSoo frunce el gesto y se aleja bruscamente, enojado, molesto, frustrado, se toma la cabeza con una mano y jala su cabello, JongIn lo ve con ojos llorosos, tristes.

—¡He dicho que se acabó, JongIn! ¡Entiéndelo!

Exclama con enojo, pesar, ¿tristeza?

—N-No… No me grites, hyung. Me duele, me rompes… Para, para por favor.

KyungSoo lo mira, ablanda el gesto, suspira, vuelve a jalarse el pelo y camina hasta JongIn, recarga la cabeza del pequeño en su pecho y le acaricia la espalda, dulce, reconfortante, suave.

—Lo siento, JongIn-ah. —Murmura, cálido, agradable— Sólo terminemos con esto, vale.

—No quiero —balbucea con melancolía, herido— ¡No quiero, hyung!

KyungSoo vuelve a suspirar, envuelve al pequeño JongIn en un fuerte abrazo y le besa la cabeza, JongIn corresponde el abrazo y sonríe mínimamente, pensando que nada ha terminado, que todo está bien.

—Tienes que aceptarlo, JongIn. Esto ya ha terminado. —murmura, sincero, frío, helado.

El pecho de JongIn sufre una punzada de dolor y siente que caerá desmayado, KyungSoo lo sostiene con más fuerza y vuelve a depositar besos en su cabello, le acaricia la espalda y comienza a tararear, gentil, suave, armonioso.

— ¿Por qué?

Suelta JongIn, abatido, dolido.

—Sólo se trataba de un juego, sólo era eso JongIn, un juego de cama entre dos personas hormonales, no debiste ir más allá de eso, pagarás las consecuencias y no puedo  hacer nada por ti. Lo lamento.

JongIn quiere gritar, llorar con más fuerza y volver a implorar que no lo deje, que pare de hablar y lo bese, que deje de herirlo y lo tumbe en la cama, que deje de hacer eso y lo haga suyo… Pero no puede seguir implorando por algo irrazonable, imposible.

—No sientes nada por mí, cierto.

KyungSoo asiente y JongIn quiere morir, quiere correr y huir, quiere tomar un vuelo a América y regresar con sus padres, decirle a su madre que se siente herido y dejar que ella lo abrace fuerte hasta que disipe el dolor del pecho de JongIn, quiere desaparecer.

—Porqué…

KyungSoo no responde, se separa y toma el rostro de JongIn, lo mira con ojos blandos, suaves, dulces, le limpia las lágrimas del rostro con sus pulgares y abre la boca para hablar.

—Somos primos. —JongIn se quiebra y desea ferviente que eso sea mentira, desea no tener la misma sangre que Kyungsoo, desea no ser su primo pero es un deseo irreal, una mentira— Soy mayor que tú y sólo era un juego.

KyungSoo le sonríe y se aleja, camina a la puerta y antes de salir se voltea hacia JongIn.

—No salgas de la habitación, tendré visitas. Debes obedecerme, JongIn-ah. —dice y sale, cierra la puerta tras de sí y JongIn se deja caer en el suelo,  duele.

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JongIn está en su cama, recostado, llorando sobre su almohada, herido. Ha pasado una hora desde que KyungSoo terminó su relación y salió por la puerta.

JongIn escucha voces, una es la de KyungSoo y otra es más grave, fuerte, amable pero segura, imponente. Primero son tan bajas como murmullos pero pronto se escuchan más sonoras y divertidas, alegres, felices.

JongIn se levanta de la cama, limpia sus lágrimas y camina a la puerta, sale sigiloso y baja las escaleras, abajo en la sala, está su hyung acompañad de un tipo alto, cabello rojo y en corte de hongo, un porte fuerte y de hombre, y JongIn puede deducir como es su rostro a pesar de sólo estar viendo la espalda de aquel sujeto.

—Enserio no hay ningún problema si me quedo. —pregunta suave, ronco, fuerte.

—No, Yeol.  No estamos solos ya te lo dije. —responde KyungSoo, amable,  cariñoso.

Chanyeol sonríe brillantemente a pesar de su mueca de confusión.

— ¿Quién más está?

—Mi primito.

—Oh… Es un pequeñín.

KyungSoo niega y sonríe.

—Tiene quince, es algo así como un adolescente.

Responde, inseguro, dudoso.

—No es “como un adolescente” es un adolescente. —afirma Chanyeol, KyungSoo sonríe, avergonzado, tímido.

—Creo que sí.

—Me alegra que no estemos solos. —dice Chanyeol, aliviado.

El gesto de KyungSoo se torna desilusionado, triste.

— ¿A-Ah sí?

—Sip, de ese modo tus padres no pensarán que soy irresponsable o aprovechado. Sabrán que voy enserio contigo y que no sólo te quiero para divertirme o algo.

KyungSoo sonríe, brillante, feliz, entusiasmado. Chanyeol se acerca lento hacia KyungSoo, le da un beso fugaz en los labios y se aleja hasta el otro extremo del sofá, sonríe a KyungSoo y el pálido responde el gesto.

—Sabrán que te amo.

JongIn deja de ver, atónito,  conmocionado, se deja caer en las escaleras y tiene la mirada perdida.  Anhela que KyungSoo evada el tema, desea que le dé la vuelta a ese tipo y no responda igual.

—Yo también te amo, Chanyeol. —dice, afirma, seguro, sincero.

La vista de JongIn se vuelve borrosa, perdida, desenfocada. Su pecho duele mucho y quiere salir corriendo de ahí. “Rápido, sáquenme de aquí”

Kyungsoo y Chanyeol continúan hablando, riendo, sonriendo y JongIn sigue en las escaleras, escuchando. Y una pregunta atraviesa su mente, “¿cuándo fue la última vez que hable con hyung?” Sinceramente, desde que tienen o tenían relaciones jamás han hablado, sólo se dedicaban a lo suyo y no hablaban, KyungSoo enunciaba palabras eróticas para JongIn pero jamás charlaban del día o sus vidas, no se contaban historias y se decían chistes, “Tan cercanos y al mismo tiempo tan lejanos”

JongIn sonríe con melancolía, tristeza y alegría fingida. Y hasta ahora es que se da cuenta de que es tan lejano a su hyung, su primo, KyungSoo. Sonríe con melancolía porque es triste que no conozca a la persona que ama, sonríe con alegría fingida porque fue bueno verlo para darse cuenta de la verdad, “La verdad suele doler, a veces.”  Vuelve a sonreír, KyungSoo tiene razón; la verdad duele y mucho.

**

La verdad duele…

La tercera verdad que lastima a JongIn, que lo destroza y desgarra, lo rompe y le duele es aquella que sale a la luz ese mismo día en la noche.

KyungSoo invita a Chanyeol a cenar. Durante la  cena el alto pide el permiso de los padres de KyungSoo, pide poder salir con KyungSoo y afirma amarlo con todo su corazón, habla sobre planes futuros para él y habla sobre la vida que planea darle a KyungSoo, también comenta que en el futuro desea hacer que la relación sea más formal, “boda”, los padres de KyungSoo reaccionan conmocionados ante la noticia de que su hijo, único hijo sea gay pero lo aceptan con una sonrisa y dan el permiso a Chanyeol.

Y eso rompe a JongIn.

La cuarta verdad que destroza a JongIn ocurre tres años después de la tercera.

KyungSoo y Chanyeol organizan una cena familiar e íntima, sólo amigos y familiares. Más allegados.

La cita en un lujoso restaurante, gastos a cuenta de Chanyeol y una mínima parte a KyungSoo, todos asisten elegantes y muy formales incluyendo a JongIn que va casi obligado. Conoce a los amigos de su primo y se relaciona un poco con ellos aunque su vista no se despega de KyungSoo y Chanyeol que no minimizan sus muestras de afecto mutuo.

A las ocho de la noche exactamente, los dos, KyungSoo y Chanyeol dan a conocer la noticia de que están enlazados para siempre, han hecho un pacto irrompible y el temor es reconocible en las facciones de JongIn, temor y dolor.

Los dos jóvenes sonrientes, explican ante todos los presentes que han comprado dos anillos parecidos a los de matrimonio pero con la diferencia de que no son para casados, esos anillos los une a ambos de manera más fuerte que un compromiso matrimonial y más único que el destino.

Y eso quema a JongIn.

La quinta verdad que desgarra a JongIn viene dos años después.

Hace meses que KyungSoo y Chanyeol hablan sobre matrimonio, se ríen imaginando su futuro de casados y sonríen sonrosados al verse con dos anillos más en sus dedos, dos anillos más que los una.

JongIn los ve comentar por toda la casa sus planes futuros; una casa grande pero acogedora, un hijo adoptado y un gato como mascota además de unos cuantos pajaritos, un coche negro para KyungSoo y una moto para Chanyeol, un jardín con rosales y algunas flores diversas, un deseo, un anhelo para ellos dos…

Pero una herida para JongIn.

Unas semanas antes de primavera, en el mes de febrero, KyungSoo sale de casa en la tarde y no regresa hasta el día siguiente.

Tiene una sonrisa de inmensa alegría en el rostro y los ojos llorosos y rojos. Su madre, tía de JongIn, pregunta por lo ocurrido y el joven los reúne a los cuatro en la sala.

Habla sonriente y con lágrimas de felicidad rodando en sus mejillas, enseña su delicada mano y en un delgado dedo JongIn puede ver otro anillo, diferente, más brillante y con un diamante, con letras pequeñas en cursiva y al voltear a los lados ve que ese pequeño anillo hace feliz a sus tíos y a KyungSoo. Fuerza una sonrisa y felicita a su primo, lo abraza y se contiene de llorar sobre los hombros del mayor, se contiene de rogarle para que no haga eso, no se casé.

Y minutos después se encierra en su alcoba, entierra la cara en la almohada y fuerza a sus ojos a no llorar pero falla.

JongIn está más roto que antes, más roto que nunca y sólo quiere desaparecer, quiere dejar de ser primo de KyungSoo, quiere que Chanyeol desaparezca y él pueda ser feliz, con y al lado de KyungSoo.

JongIn sueña que es feliz, JongIn sueña con KyungSoo y esa vida perfecta a su lado.

JongIn sueña…

 

Notas finales:

>u<

Nos leemos!


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