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ABRÁZAME por Tsubaki_Chan25

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Notas del fanfic:

Hola!!

Muchas gracias a quienes le dieron una oportunidad a este fic :DD

Es mi primer fanfic yaoi, así que espero no sean crueles conmigo!! xD Acepto consejos y críticas constructivas.

Notas del capitulo:

Espero que les guste!! xD

Naruto se limpió la sangre que manaba de su labio partido con el puño, sonrió con arrogancia. Su contrincante yacía inconsciente en el suelo de concreto. Tomó su mochila que estaba tirada a unos metros de él, y siguió su camino de regreso a casa.

El día siguiente tal vez terminara siendo expulsado del colegio por haberle despichado la vida al hijo de puta, pero valía la pena, de igual manera no era que tenía mucho futuro en el estudio, era un estudiante de mierda, seguía asistiendo a clases con tal de no verla la cara a la alcohólica de su madre.

Su estómago gruñó, habían pasado más de 12 horas desde la última vez que comió, estaba mareado y muerto de hambre. Se metió las manos en los bolsillos y siguió caminando, le temblaban las piernas, su mirada se tornó borrosa, tuvo que detenerse y apoyarse en una pared.

Sasuke vio como un muchacho se desvanecía, corrió a agarrarlo, estaba sangrando. ¿Qué diablos le había pasado? ¿Lo habrían asaltado? Tanteo un poco su cuerpo buscando heridas, por suerte solo tenía la de su ceja y el labio.

—Niño, niño —le dio pequeñas bofetadas.

Varias personas se reunieron a su alrededor. Todos hablaban sobre llamar una ambulancia, pero nadie hacía nada. Sasuke pidió a su guardaespaldas que trajera un poco de agua.

Naruto abrió los ojos lentamente. Sintió las mejillas calientes al darse cuenta de la cantidad de miradas que estaban fijas en él. Un hombre alto y jodidamente atractivo lo sostenía en su brazos, trato de alejarse, pero no tenía fuerza suficiente para moverse.

—¿Estás bien? —preguntó con voz profunda y masculina.

—Sí... yo.... ¿Qué mierda me pasó?

—Te desmayaste —respondió sin apartar esa oscura mirada de él. Naruto se sintió incómodo por ella.

—¡Genial! —dijo sarcásticamente mientras el tipo, lo ayudaba a levantarse —No hay nada más masculino que desmayarse como una niñita.

El estómago de Naruto gruñó, él se llevó la mano al estómago. Al sonido no le pasó desapercibido a Sasuke, había notado que el niño estaba algo delgado.

—¿Quieres algo de comer?

—No. —gruñó.

—No me malentiendas. Creo que se bajó el azúcar, solo necesitas comer algo dulce.

—Dije que no. —respondió empezando a caminar. Mala idea. Volvió a marearse y estuvo a punto de caer, pero su salvador lo rodeó con sus brazos, evitando otra vez que cayera. —Gracias. —murmuró entre dientes.

-Hagámos un trato, te compró un combo de Mc Donald's y te lo comes de camino al hospital.

—Estoy bien. —dijo sintiéndose débil, y hombres como él no podían permitirse un momento de debilidad, o terminarían comiéndote vivo.

—Solo necesitas unos puntos en tu ceja.

Naruto se llevó la mano al rostro. —La fiesta se pone a un mejor, el hijo de puta me arrancó el piercing.

Sasuke rió un poco. —Vamos, mi carro es aquel.

Señaló un Mercedes negro. Con que tenía plata, pero debió suponerlo desde el principio, después de todo estaba usando un traje que no parecía nada barato.

—No tienes que hacerlo.

—No puedo simplemente dejarte ahí.

—No tengo como pagarle.

—No tienes que hacerlo.

—Pero...

—Niño, quiero y pudo hacerlo. No es ninguna molestia para mí.

Naruto se dejó guiar por el hombre. Entraron en el carro, sintió el cuero crujir bajo de su trasero. ¡Wow!

Sasuke le ofreció un pañuelo. Lo miró confundido. Presionó la tela suavemente en su rostro. —Para detener la hemorragia.

—Gracias.

—¿Cómo te llamas?

—Naruto.

—Bien, Naruto. ¿Qué fue lo que pasó?

Se encogió de hombros. —Una pelea en la escuela.

—¿Cuántos años tienes?

—17

—¿Tus padres?

—Mi mamá debe estar trabajando —mintió, lo más seguro era que su mamá estuviera inconsciente sobre su propio vómito. —Y el donador de esperma, desaparecido.

—Entiendo. —le sonrió. —Luego de que te den unos puntos, puedo llevarte a casa.

—No, gracias.

—Pero, me gusta...

—Dije que no, ya ha hecho mucho.

—Ok.

Pasaron a Mc Donald's. El hombre dijo que podía pedir lo que quisiera, así que compró dos hamburguesas, una Coca-Cola grande y un McFlurry.

Cuando llegaron al hospital, lo atendieron apenas llegaron, la enfermera fue amable, le hicieron unas cuantas radiografías y luego de unas horas, tenía dos puntas en la ceja, el estómago nuevo y al parecer un amigo.

Le entregó su tarjeta a Naruto para que lo llamara en caso de que necesitara algo. Y en verdad deseaba que lo hiciera, por alguna razón necesitaba protegerlo, era un deseo que nacía desde la parte más profunda de su ser. No lo entendía, pero tampoco lo cuestionaba. En estás cosas, nada tenía sentido, no importaba cuando intentaras buscarlo, jamás lo hallarías.

Cuando llegó a su casa, Naruto seguía estando en su cabeza.

-¿Desea algo de comer, señor? -preguntó su ama de llaves.

-No, muchas gracias.

Entró a su cuarto, se desnudó para tomar una ducha caliente. Necesitaba relajarse un poco. Lo mejor de su día, había sido estar con Naruto en el hospital mientras le suturaban la herida, su día fue horrible y el extrañó humor del chiquillo, le había sacado más de una sonrisa.

Dejó que el agua cayera sobre su cuerpo. Tomó su pene y empezó a masturbarse, como hacía cada vez que se duchaba, pero está vez, el rostro que apareció en su mente mientras lo hacía, no fue el de Gaara, su pareja, sino el de Naruto. Fueron sus ojos azules como el cielo, sus labios que prometían ser suaves contrastando con la dureza de su rostro, fue el rubio quién lo hizo probar un pedazo de cielo.

-.-.-.-.-.

Naruto se encontró con mamá dormida en la cama. La casa olía a limón, y sorprendentemente estaba limpia. Al parecer, su madre tuvo visitas ese día. Siempre aparentaba estar bien cuando alguien iba a visitarla, estaba sobria, duchada y oliendo a ese perfume caro; la casa era limpiada a fondo, y en la cocina había algo delicioso.

Entró a su cuarto, tiró su mochila al piso, se quitó el uniforme del colegio para ponerse una pantaloneta negra y acostarse en su cama.

Pensó en llamar a Sasuke y agradecerle nuevamente su ayuda, pero, usó su cabeza, era mejor si se mantenía lejos de él, ya que era un maldito problema para cualquiera que estuviera a su alrededor.

—Naruto, Naruto. —su madre lo sacudió salvajemente. —Muévete, maldita sea.

Bostezó y se rascó un ojo con el puño mientras se sentaba. Ni siquiera recordaba haberse quedado dormido. Cubrió un nuevo bostezo con su mano, enfocó a su madre para ponerle atención.

—¿Qué pasa? —preguntó tratando de despertarse.

—Necesito que te vayas.

—¿Qué?

—Vete.

Naruto miró la hora en el reloj que tenía en la mesita de noche. —Son las 11:56 de la noche, mamá.

—Él viene para acá. Sabes que no te soporta. Necesito que te vayas, si estás aquí va a enojarse y no venir más.

—No me importa. —volvió a acostarse.

Kushina agarró a su hijo del pelo, sacándolo de la cama a la fuerza. Naruto deseo darle un puñetazo, pero ella era su madre.

—¡QUÉ TE LARGUES! NO QUIERO VERTE AQUÍ. ¡VETE! ¡MALDICIÓN!

Naruto se levantó del suelo. Tomó su sudadera negra, se calzó unas converse viejas que estaban en las últimas, agarró su mochila y salió de su casa maldiciendo tanto como pudo.

Caminó dos cuadras y dobló en la esquina. Faltaba poco para llegar al "Parque de Piedras", que era una zona verde con hamacas, un mini-tobogán y demás jueguitos para niños, se sentó en una de las piedras gigantes que adornaban el lugar, sacó su cuaderno de dibujo, y comenzó a hacer lo que mejor sabía.

Luego de unos minutos, se dio cuenta que estaba dibujando a Sasuke. Su cabello negro despeinado, sus ojos oscuros, su sonrisa arrogante, las facciones de modelo, el tipo debía tener mujeres y hombres persiguiéndolo.

De su mochila sacó la tarjeta donde estaba grabado su nombre y su número de teléfono. Sasuke Uchiha. Él le había pedido que lo llamara, pero no estaba seguro de hacerlo.

Guardo sus cosas y caminó un rato, estaba haciendo frío esa noche, no tanto como otras, pero si lo suficiente como para hacer que le castañearan los dientes. Se detuvo frente al teléfono público, sacó unas monedas de su mochila y ... Nada. No lo llamaría.

—¿Naruto? ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Karin, su prima.

—El novio de mi mamá vino esta noche.

—Volvió a tirarte a la calle. -gruñó la mujer. —Pero que mierda tiene esa mujer en la cabeza. Vamos a mi casa, puedes dormir en el sofá.

—Gracias.

—Somos familia, idiota. No tengo más opción.

—¿Dónde estabas? -le preguntó para iniciar conversación.

—No te importa.

No siguió preguntando ni trato de hablar con ella. Karin era así, una perra odiosa con la que podía contar a veces.

Notas finales:

Qué piensan? xD

Lo continuo?

Qué otras parejas les gustaría ver en la historia??


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