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Nunca más por karuNeko

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Notas del fanfic:

Hola soy nueva en esta area, ya que me gusta escribir mas sobre el SasuNaru, pero tambien soy una gran fan de Super Junior y mi pareja favorita es el KyuMin, espero les agrade esta pequeña adaptacion.

Notas del capitulo:

Es un TwoShot Inspirado en “Nunca más” de Dross cuenta 3 historias de terror XXVII

Si gustan pueden verlo les dejo el link de la historia https://www.youtube.com/watch?v=pG4I-DFiDx0 en el minuto 8:39 comienza el relato.

Lo cierto es que cuando escuche el relato me imagine a Kyuhyun y a Sungmin espero sea de su agrado.

 

 

Nunca más (KyuMin)

 

 

Me duele el brazo pero no me quejo a menos que quiera otra paliza por parte de mi omma, desde que tengo uso de razón ella se ha portado así conmigo, desde la muerte de mi padre ella empeoro. No hace otra cosa más que recriminar mi existencia, estoy en el cuarto de baño lavándome el rostro aun tengo la mejilla roja con la marca de la palma de su mano ya me acostumbre a mi lastimero rostro, lo detesto pero no puedo quejarme ni mucho menos puedo recurrir a alguien ya que después de todo amo a mi madre, es contradictorio a lo que debería sentir pero no puedo odiarla.

-¿Kyuhyun estas llorando? - Me digo a mi mismo al ver mi reflejo en el espejo, desvió la mirada no me gusta verme de esa manera, me lavo bien el rostro y me dispongo a ponerme la pijama para dormir. Con solo un par de sabanas me cubro, el frio es inexistente y agradezco que el invierno aun no llegue de lo contrario estaría muy helado aquí adentro, no tanto como afuera pero sentiría frio y con solo estas sabanas no podría calentarme.

 

Me levante temprano, me arregle lo mejor que pude para ir a la escuela a pesar de mis 9 años de edad me siento un niño capaz e independiente. Bajo los escalones con cuidado de no despertar a mi omma pero me llevo la sorpresa de que ella esta tumbada en la mesa, a su lado seis botellas de soju, su cabello castaño igual al mío cubre su rostro dormido, decido salir rápido antes de que despierte y comience a insultarme recordándome lo mucho que me detesta o diciendo cosa que me hagan sentir insignificante como "Mis amantes son más hombres de lo que fue tu appa y de lo que llegaras a ser tú en la vida, no eres más que un maldito bastardo".

 

Camino a la escuela veo como los otros niños me comienzan a ver raro no es nuevo cada vez que me ven se alejan; sus padres les prohíben que se me acerquen o me dirijan la palabra. En un principio sufría porque nadie me hablara pero ahora ya no, no me interesa si mi madre es una alcohólica aun así la quiero… aunque no puedo evitar sentirme mal por su indiferencia.

-Ya viste Kyuhyun tiene piojos no te le acerques.- Oigo a unas niñas de mi salón burlarse, bajo la cabeza, los ojos me arden pero no lloro.

-Pero es un niño muy lindo.- Escucho decir a una de las niñas de intercambio, lleva una semana que entro a nuestra escuela, la miro sorprendido por lo que acaba de decir.

-Iiuuhhg... estas ciega.- Le escucho decir con asco.- Míralo bien.- La niña nueva creo que se llama Yoona me mira de pies a cabeza y se ruboriza creo que le gusto pero Hyuna la toma del brazo llevándosela lejos, suspiro profundamente, Hyuna tiene razón nadie se fijaría en un niño con la ropa rota y sucia.

 

Las clases terminaron, con resignación vuelvo a mi casa… de solo pensar en que omma me estará esperando con alguna excusa para pegarme me  hace querer retrasar mi llegada pero sé que si ella llega antes que yo y no me ve las consecuencias podrían ser peores.

Cuando llego doy un profundo suspiro de alivio al ver que no está, subo a mi habitación para cambiarme de ropa. Tengo hambre, bajo a la cocina dispuesto a comer lo que haya quedado de la noche anterior y rogando por que no sean sobras o botellas de alcohol en el refrigerador, mi rostro se ilumina al ver unas croquetas de pescado: las caliento, tomo un vaso con leche y agradezco por la deliciosa comida que engullo con mucho entusiasmo. Hacía semanas que llevaba comiendo las sobras que dejaba mi madre e incluso hubo días en lo que no probé alimento.

Feliz con el estomago lleno lave los trastes sucios e hice la limpieza como acostumbro hacer, lave mi ropa sucia y la de omma, arregle su habitación e hice las camas tanto de su habitación como la mía. Al terminar mis deberes comencé a hacer la tarea, omma aun no llegaba; no importaba, quería salir a jugar pero por miedo decidí que lo mejor era terminar la tarea.

 

-¿Kyuhyun quien era ese niño con el que hablabas en la tarde? – Mis ojos se abrieron como platos por lo que me decía ¿Cómo se dio cuenta? - ¿Te comió la lengua el raton?

-Omma yo...- La voz no me salía.

-Nada de omma! ¡Te vi! – Me grito.- ¿Que te he dicho? ¡Ah! – Baje mi rostro para no mirarla.- No quiero que te acerques a ningún niño ni mucho menos a las niñas me entendiste.- Asentí con la cabeza, mi madre podía llegar a estos extremos con tal de no verme feliz con nadie; es sumamente posesiva.- Dame la mano.- Tomo mi mano con brusquedad que planea hacer, la miro con curiosidad arrepintiéndome al momento.

-No lo hagas por favor.- Rogué

-¡CALLATE! Las niñas son la que suplican aunque no hay diferencia en que seas una.-Una sonrisa maliciosa surge en su rostro, le da una bocanada a su cigarrillo y después lo coloca en la palma de mi mano; comienzo a llorar.

-Deja de llorar, no es para tanto… pareces un marica si eso eres un mariquita.- Presiona mas el cigarrillo hasta que logra apagarlo.- Eres tan patético como tu appa.- Me limpio las lagrimas, una vez me deja libre corro a mi habitación.

Abro el grifo, me lavo el rostro, sin poder evitarlo me resbalo quedando de rodillas escondo mi rostro y comienzo a llorar quedito para que oma no escuche. Esto fue demasiado.

 

En tres semanas será navidad, estas fechas me tienen sin cuidado desde hace dos años no lo festejo pero no puedo evitar de vez en cuando sentir alegría al ver todas las luces y a la gente feliz. Solo faltan pocos días para salir de vacaciones y eso me aterra. A omma le ha gustado apagar el cigarrillo en la palma de mis manos, aun me duele pero trato de no llorar frente a ella, la última vez que llore me dijo "Hubiese preferido que seas una niña, aunque pensándolo bien te portas como una", "Tu appa era un fracasado al igual que tú", "Ojala nunca hubieses nacido, no haces otra cosa más que estorbarme", "Kyuhyun eres tan inútil e insignificante como tu appa", "No tenemos dinero y todo es culpa tuya", "Jamás lograras nada en la vida... eres un perdedor"

Trato de no pensar mucho en ello ahora me doy una ducha con agua fría ya que omma no pago la cuenta del gas, me duele el cuerpo, sobre todo el labio que lo tengo partido y la palma de mi mano por la quemadura reciente. No puedo evitarlo: me pongo a llorar, soy tan patético.

 

 

Es media noche, por el dolor en mi cuerpo no puedo dormir omma seguro ya se durmió o se desmayo por beber tanto. Escucho que tocan la puerta tres veces, asustado me asomo por la ventana; veo la figura de una niña. Me apresuro a bajar por las escaleras con cuidado de no hacer mucho ruido. Abro despacio y me encuentro al ser mas precioso que hayan visto mis ojos: su cabello lacio,  negro y corto llegándole a los hombros, su piel pálida, ojos cafés y profundos, más bajito que yo, pestañas largas e igual negras, unos labios acorazonados aunque tiene un hilillo de sangre; su labio está roto.

-¿Puedo pasar esta noche aquí? - Me dice con lastimera voz, su ropa esta sucia, y su cabello revuelto. Lo más sensato es dejar que se valla pero abro mas la puerta dándole libre acceso a la casa.

Cierro la puerta una vez entro, mira con curiosidad la casa.- Te puedes quedar esta noche, solo no hagas ruido.- Lo guio hasta mi habitación.- Puedes dormir en la cama.- Él asiente.- Pero te tendrás que marchar temprano.- No quiero que se valla en esas condiciones pero si omma lo descubre tengo miedo de lo que le pueda hacer.

-Si.- Se recuesta en la cama y yo lo arropo con cuidado.- ¿Cómo te llamas? - Me pregunta.

-Kyuhyun.- Le contesto.

-Buenas noches Kyuhyun.- Al decir de esa manera mi nombre no puedo evitar sentir calorcito en las mejillas, iba a preguntar su nombre pero ya había cerrado sus ojitos.

Me acomode en una silla que hay en la habitación, lo mire por varios minutos quedándome dormido.

 

 

-Ahhh.- Me queje al sentir la taza caliente en la mejilla.

-¿Qué es eso? - Mi madre me despertó, pero por reflejo me lleve la mano a la mejilla.- Contesta ¿Por qué tu cama esta sucia? - Me exige una respuesta, me asusto al ser consciente de que ese niño aun este en casa.- ¿Qué hiciste en la noche? ¿Qué es ese sucio que hay haya abajo? – Omma al ver que no le respondo me abofetea justo en donde me quemo. Ya no interesa me siento aliviado de que ese niño se haya ido temprano. Espero poder verle de nuevo, me ilusiona mucho tener un nuevo amigo.

 

 

Voy camino a la escuela después de dos días (omma desquito su furia nuevamente conmigo por no haberle respondido a sus preguntas) paso por una marquesina donde están las noticias, curioso me detengo al parecer están hablando de algo que ocurrió hace dos semanas, sin darme cuenta derramo lagrimas, lo que están pasando no puede ser verdad. Corrí a la escuela se me estaba haciendo tarde no quería tener retardo pero esa noticia me perturbo.

 

Al salir de la escuela me apresure a ir de un lugar a otro en busca de un televisor donde pueda ver la noticias, cansado y algo agitado entre en un bar donde estaba el noticiero de la tarde me quede esperando hasta que por fin pude escuchar la nota de la mañana.

-Al parecer el pequeño murió después de la paliza que le dio su padre, si alguno de ustedes sabe de algún niño que sufra maltrato infantil los invitamos a que denuncie a los causantes, su llamada será anónima.

-Es triste pero este pequeño solo tenía 9 años, hace dos semanas que murió que dios lo tenga en su gloria.

-No puede ser.- Me digo cayendo sobre mis rodillas, comencé a llorar; pobre conejito.

No supe su nombre pero me recordaba a los conejos, camino desganado hacia la casa no me importa si omma se molesta conmigo, por primera vez pienso en otra cosa que no sea omma y su maltrato.

 

 

Como era costumbre omma me golpeo hasta que se canso, es la media noche y ella esta inconsciente por tanto alcohol que se bebió, yo aun recuerdo al conejito, me encuentro pensando en lo que pudo ser una posible y bonita amistad.

Me sobresalte en la cama al sentir al conejito, no lo veo pero siento su presencia, su aroma, siento como si me respirara en el cuello, no tengo miedo entonces un calorcito acaricia con cariño mi mejilla lastimada por la quemadura de la taza.

-Nunca más.- Escucho un susurro.

El tacto desaparece repentinamente dejándome en completa soledad. Suspiro pensando en que mi amigo vino a despedirse; me dispongo a dormir.

-¡NOOO...! -  Escucho el grito desgarrador de omma, asustado salto de un brinco de mi cama, solo espero que ella esté bien, corro hasta su habitación encontrándome algo realmente aterrador, retrocedo un paso imposible de moverme un centímetro mas, un escalofrió me recorre la columna. Él... el conejito está sobre mi omma arrancándole la piel, veo como ella se retuerce debajo, pataleando y gritando porque esa persona se quite de encima.- ¡Nooo…! – Omma intenta quitárselo, sus gritos llenos de terror me imposibilitan moverme, la sangre de omma comienza a extenderse bajando de su pecho hasta el suelo.

El conejito voltea a verme, la mitad de su rostro esta bañado en sangre aun así me sonríe y pronuncia:

-"Nunca más"

Todo se vuelve negro.

Me duele la cabeza, me acaricio un poco sintiendo un ligero dolor punzante, me siento en la cama viendo que mi habitación sigue igual que siempre, no recuerdo como llegue ni mucho menos recuerdo haberme arropado para dormir entonces los recuerdos de la noche me golpean, corro a la habitación de omma esperando verla con sangre en su pecho.

-No hay nada...omma.- La llamo con temor pero nadie contesta, su habitación luce impecable como si fuera una madre normal que se levanta temprano y hace sus quehaceres antes de irse a trabajar: la cama esta tendida, la ropa en su lugar; no está regada como ella acostumbra a tener.

 

Han pasado 5 años desde que oma desapareció, 5 años desde que no veo a Min (Ese es el nombre que decidí ponerle, no sé porque pero creo que así se llamaría). Ahora vivo con mis abuelos paternos Kangin y Leeteuk, ellos son muy buenos conmigo, accedieron gustosos a cuidar de mi después de que omma desapareciera misteriosamente, ellos estaban infinitamente agradecidos de que ella por fin me dejara. Habían peleado por mi custodia pero ella se negaba a dárselos, así ellos no replicarían en darle pensión, pensión que utilizaba para sus cigarrillos y el alcohol.

-Kyuunie.- Me llamo omma Teuki, le gusta que le llame así.- Baja a desayunar antes de que se te haga tarde.

-Voy Teuki omma.- Recojo mi mochila y meto los útiles que deje en el escritorio junto a la computadora que me dieron como regalo de navidad.

-Vamos Kyu o tu omma se pondrá como un dragón si no desayunamos.- Me sonríe appa mientras desordena más mi cabello, sonrió por su comentario.

-Te escuche mapache.- Omma se asoma desde la cocina con una espátula en la mano blandiéndola como a una espada, eso provoca una carcajada de mi parte.- ¡Ya! Kyu no te burles o te quedaras sin postre.- Detengo mi risa en cuanto escucho la amenaza.

-Te lo dije Kyuunie.- Se burla mi appa.

 

 

En el colegio me llevo más o menos con mis compañeros, no es que no me agraden pero aun hay cosas que no puedo superar, tengo a mis dos mejores amigos que mas podría pedir, Donghae es un chico sumamente popular tanto con chicas como con chicos, algún día me gustaría ser tan seguro y alegre como él. Ryeowook es otro de mis mejores amigos soy menor que él aunque parezca increíble, él es un chico tímido pero muy alegre a pesar de que su padrastro lo maltrata, a Donghae y a mí nos miente diciéndonos que se cayó o esas cosas por el estilo pero no se atreve a mencionarnos que es su padrastro el que lo golpea; a él y a su omma Heechul. Tras la muerte de Hangeng, su verdadero appa, su omma Heechul se caso con un hombre que no hace más que golpearlos y vivir a sus costillas, la omma de Wookie no hace más que matarse trabajando para darle lo mejor pero ese vividor no hace más que maltratar a Wookie cuando no está, y cuando Heechul interviene para proteger a su hijo ese desgraciado no hace más que arremeter contra él sin ningún remordimiento. Mi tío Siwon, hermano de Kangin appa, les ha pedido que lo denuncien pero tienen miedo de que ese hombre les haga daño, más que nada por Wookie, al parecer los dos están bajo amenaza.

 

 

El día de hoy pasare la noche con Ryeowook, su omma estará trabajando hasta noche tiene doble turno en el hospital; es un doctor muy profesional. Él trabaja con tío Siwon, ambos se llevan muy bien. Su padrastro al parecer también estará fuera, Heechul preocupado por Wookie me pidió quedarme a dormir, en realidad me gusta mucho la idea por eso llevo mis videojuegos favoritos para pasárnosla en grande. Al tocar el timbre mi amigo me abre la puerta pero puedo ver claramente que tiene un gran moretón en el hombro izquierdo. El me mira asustado.

-Kyu me alegra que llegaras.- Se cubre el hombro discretamente con su playera gris holgada de manga larga para no preocuparme.

-¿Que te paso en el hombro? - Fui directo al grano.

-Nada malo...- Bajo la mirada.- Me caí del árbol y termine con este moretón.- No le creo nada.

-A ti te da miedo trepar arboles.- Le contradigo con una ceja alzada y los brazos cruzados.

-Por esa razón me caí.- Veo que no me dirá la verdad, suspiro resignado.-Vamos a jugar quieres.- Me sonríe

Continuamos jugando hasta que su padrastro regreso, Ryeowook se asusto pero al verme ahí con él en la sala no hizo nada, paso de nosotros encerrándose en su cuarto yo solo me limite a mirarlo con desprecio.

 

-Wookie te prometo que no permitiré que te vuelva a poner un dedo encima.- Le digo mientras él escucha música con mis audífonos puestos, le traje el reproductor de música que tanto le gusta con el nuevo mini álbum de un grupo llamado Super Junior M es de sus favoritos.- Nunca más.- Acaricio su cabello pintado de violeta hasta que él se queda profundamente dormido como un bebe.

-Nunca más...- Volteo el rostro en busca de esa voz, miro a mi alrededor con anhelo pero no veo nada, una caricia, siento el calor de una mano cálida acariciando mi mejilla derecha que una vez fue quemada y varias abofeteada por mi omma, me acaricia con mucho cariño no puedo explicarlo pero eso me hace sentir; calidez y ternura en mi interior.

Miro el reloj digital en la mesita de noche: la media noche. Tomo el reproductor para lentamente subir el volumen, me acurruco al lado de Ryeowook y lo abrazo pensando que con eso él no despertara.

Escucho unos gritos, en esta ocasión no me levantare corriendo por miedo a que Wookie vea algo que lo pueda alterar o asustar. Me levanto con sumo cuidado temiendo que Ryeowook despierte, le acomodo la almohada, bajo el volumen del reproductor y lo cubro con la manta.

Me dispongo a salir rumbo a la habitación que comparte Heechul y ese desgraciado, camino sigilosamente, entonces lo veo, la misma escena que cuando era un niño.

Sonrió satisfecho, ese hombre no molestara mas, su cuerpo yace inerte en la cama con una gran mancha roja en su pecho que esta escurriendo y esparciéndose en la alfombra beige. Busco con la mirada a Min pero no logro verlo.

Me entristece la idea de no verlo nuevamente, estoy dispuesto a dar la media vuelta pero algo me detiene, unos brazos me cubren desde la espalda hasta el pecho, cubriéndome con su calor.

-Conejito….- Pronuncio en un susurro.

-Llámame Minie.- Recarga su cabeza en mi espalda haciéndome sentir paz.

-Minie.- No me había equivocado al ponerle ese nombre, doy media vuelta. Él me mira fijamente con sus brillantes ojos cafés.

-Nunca más.- Susurra cerca de mis labios, cierro los ojos esperando sentir esos labios rosados sobre los míos, son fríos y a la vez tan cálidos. El calor que experimento es indescriptible viaja de mi estomago alojándose hasta mi pecho.

Negro todo lo que veo es negro, pierdo la conciencia.

 

Han pasado 10 años desde que vi a Minie, esa mañana cuando desperté me encontraba acostado en la cama abrazado a Wookie, me lleve la sorpresa de que su omma se encontraba preparando el desayuno. Ryeowook y su omma Heechul creyeron que ese infeliz los había abandonado por alguien que lo podía mantener con mas comodidades (mejor, no intentaron buscarlo ni darlo por perdido a la policía, aunque yo se la verdad él jamás aparecerá como mi omma). Tío Siwon después de mucho esfuerzo y rogarle a Heechul logro casarse con él ahora forman una familia feliz (debo decir que Jessica es una chica muy guapa como su madre), mientras Wookie está feliz esperando a su segundo hijo, él se caso con Jongwoon o Yesung como preferimos llamarlo.

Desde lo ocurrido con el padrastro de Ryeowook a Minie no lo he vuelto a ver, me gustaría verlo nuevamente para agradecerle todo lo que hizo por nosotros.

Ahora tengo a mi propia familia, un esposo sumamente encantador y tierno que me ha dado la alegría más grande de ser el padre de dos hermosas criaturas: mi hermosa hija menor Suly de 2 años y medio, y mi lindo hijo mayor Sungmin de 4 años (Después de pensarlo mucho ese nombre fue el que le escogí, mi amado esposo no se opuso). Los arropo para dormir con todo el amor que les puedo ofrecer, dándoles un beso en la frente a cada uno. Bajo las escaleras yendo a la cocina a prepararme un té, escucho ruidos del otro lado de la calle, deje la tasa sobre la mesa; estoy seguro de que el padre de Sehun le pega cuando Luna su madre está de viaje por cuestiones de trabajo. Más que dispuesto abrí la puerta para encarar a ese malnacido, veo la calle desierta pero algo no encaja, todo está en silencio… escucho los pequeños pasos de alguien corriendo dirijo mi mirada para ver de dónde proviene ese sonido, entonces lo veo el cabello negro y lacio de un niño corriendo travesando la calle. Lo sigo sin quitarle la mirada de encima entonces veo que se intenta meter por la ventana de los vecinos justo en la casa de Sehun.

Es Min, estoy seguro, voltea el rostro mirándome dejándome en completo estado de shock…  sus hermosos ojos cafés tan profundos como los recuerdo me miran, él me sonríe; miro sus labios moverse:

-Nunca….- Pronuncia

-Más…- Completamos al mismo tiempo la frase, sonreí aliviado sabiendo lo que ahora vendría.

Entre a la casa, subí las escaleras yendo a la habitación de mis retoños, me recargue en el marco de la puerta contemplando lo hermoso que son mis hijos, 12:30 de la noche; mire el reloj que tengo en la muñeca.

-Son hermosos.- Rodea sus manos en mi pecho recargando la cabeza en mi hombro.

-Lo son.- Afirmo, volteo para encararlo, su hermosa sonrisa secretamente perversa aun perduraba.

-¿Te arrepientes ahora que sabes quién soy? – Lo veo dudar, como me arrepentiría ahora que sé que mi esposo es mi salvador.

-Eso jamás sucederá…- Lo atraigo para abrazarlo.- No me importa lo que seas.- Lo miro a los ojos.- Te amo.- Le doy un beso en los labios pero su sabor es diferente sabe a… “sangre”.- Gracias Sungmin.- Susurro cerca de su boca, sin importarme el sabor metálico de la sangre lo vuelvo  besar.

-Te amo Kyuhyun… Nunca más… nos harán daño.- Me dice mi conejito.

 

Fin.

 

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado... tambien pido perdon por maltratar a Kyu en este fic por favor no me maten >.<

Aun queda otra parte pero esa la subire la otra semana o tal vez antes aun no estoy segura... esa sera desde la perspectiva de Sungmin ya que hay cosas que creo se deben de aclarar >w<

 


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