La noche era clara, la luna brillante y rellena iluminaba la ciudad de una manera casi mágica. Su habitación estaba tenuemente iluminada por esa luna plateada que le sirve como confidente, las sábanas de la cama se hallaban arremolinadas al igual que su cabello, su pecho descubierto y su pantalón gris de chandal le caía por su masculina cintura.
Tenía el corazón en la garganta, las lágrimas apunto de derramarse y las emociones a flor de piel. El reloj marcaba las 3:40 a.m. y Oh Se Hun no logra conciliar el sueño, a pesar de estar agotado por tantas actividades agendadas.
¡Es patético!
En realidad no tanto. No cuando está así gracias a un secreto que le contó su mejor amigo y compañero de trabajo: Xiao Lu Han.
>>Sehunnie... Minseok hyung me dijo que le gusto -Le había dicho el castaño- ...quiere esperar un poco más antes de pedirme que sea su novio ¿Puedes creerlo? ¡Yo no me lo creo!<<
Él tampoco lo creía, principalmente porque el no tiene motivos para sentirse como una mierda. Y sí, justo así se siente. El maknae bufa por enésima vez en aquella fría madrugada. La piel se le eriza sin motivo aparente y su corazón bombea desenfrenado.
¿Qué le estaba ocurriendo?
Abre la puerta corrediza de cristal que da a la pequeña terraza y dando cuatro pasos queda recostado al barandal de roble y metal del balcón. Mira la luna regordeta que aparentemente se burla de su incertidumbre y vuelve a bufar.
Aunque esta vez su bufido es diferente.
Respira con tranquilidad para tratar de calmar su agitado corazón y cuando logra regular su órgano palpitante siente que su cabeza va a estallar.
¿Qué mierda le está pasando?
Sacude su cabeza un par de veces y pasa sus manos por su cabello una par de veces más. Ahora sí se siente un poco más despejado. Más tranquilo quizá.
La puerta de la habitación se abre, una figura alta y delgada atraviesa el umbral de la puerta y se acerca a Se Hun, el visitante se posa a su lado y apoya su mano derecha en el hombro de su amigo. No tiene idea de porque sintió la necesidad de estar junto a Se Hun, pero ahí está. Kim Jong In está ahí para Hun.
-No puedes dormir ¿Por qué? -Pregunta con voz serena. No quiere presionar a su amigo, pero no le gusta verle así-
-Estoy... bien -Miente. ¿Qué más puede decirle a Kai?- Sólo... me apeteció aire puro.
Kai ríe de lado y niega tres veces con su cabeza. Conoce bastante bien a Se Hun y sabe que está mintiendo. -Hun... sea lo que sea estoy para ayudarte ¿Vale?
Se Hun asiente lentamente. Eso él ya lo sabía, no por nada Kai es su mejor amigo. Bueno... después de Lu Han. O eso el creía hasta hace unas 8 horas atrás.
Ya no sabe si puede seguir siendo amigo de Luhan ¿Por qué se siente así?
-Kai... ¿Cómo... cómo te diste cuenta que tú... eem.. ya sabes... querías a Kyung Soo hyung? -Pregunta aquello con el corazón desbocado nuevamente, pero increíblemente se siente un poco mejor-
La pregunta es como un balde de agua fría para Kai y todo por el simple hecho de que Oh Se Hun nunca le había preguntado por su relación con el chico de los ojos grandes. >>Es tu vida, hyung, si eres feliz con D.o entonces estoy feliz por ti<< Le había dicho el menor. Sinceramente no sabe que decirle ya que no sabe que pasa por la mente de su casi hermano. ¿Acaso HunHun estaba enamorándose? ¿Por eso su dongsaeng estaba tan extraño?
-No sabría cómo explicarte -Dice con sinceridad. Realmente no quiere decirle cosas absurdas a Se Hun y no cree que su experiencia de "amor" sea tan buena- Yo sólo lo sentí. Es algo dentro de ti que te lo dice.
¿Algo cómo qué? ¿Una voz? ¿Un latido, quizá? O quizás... ¿esa quemazón que sienten sus entrañas?
-¿Qué debo sentir? -Vuelve a preguntar. Mira al cielo como si las escasas nubes, la luna brillante y las titilantes estrellas tuviesen las respuestas- Yo... amm... siento... pero no sé si está bien.
Kai mira a su mejor amigo y lo que ve no le agrada. Se Hun esta alicaído. A pesar de la oscuridad su piel está más blanca de lo normal, sus ojos se ven cansados y hasta podría jurar que están rojos producto de un llanto que Oh jamás aceptará.
Se Hun se siente desesperado. No sabe que le pasa a su corazón, no sabe qué le pasa a su cabeza y tampoco entiende a su cuerpo. Porque está más que seguro que el cosquilleo que le recorre las palmas de las manos cuando Lu Han está cerca de él no es normal.
-Hun, cuando te gusta una persona el corazón se te acelera. -Dice Kai con voz segura- Te sientes nervioso, te pones feliz de repente, a veces se te traba la lengua -Ríe ante sus palabras, porque Jong In se está describiendo a él mismo hace un año y seis meses, cuando descubrió que amaba a su hyung- te hormiguean las manos... y todo te pasa con la misma persona. ¿Sabes? Es maravilloso, amar es maravilloso.
Fueron las últimas palabras que le dijo Jong In antes de palmearle la espalda cariñosamente y retirarse de la alcoba, dejando a un Oh Se Hun más confundido que al principio.
¿Jong In suponía que él estaba enamorado? No. Eso era imposible.
Él no podía estar enamorado. Él no debía estar enamorado, porque si estaba enamorado... estaba enamorado de Lu Han.
Y Lu Han era de Min Seok hyung.
Decidió que era hora de dejar de pensar en cosas absurdas. Él no podía estar enamorado y punto. Caminó de regreso a su camastro, cerró la puerta acristalada y se metió bajo las sábanas color marfil que vestían su cama. Cerró los ojos y en menos de dos minutos, la imagen de un Lu Han sonriente lo llevó al país de los sueños.
Su despertador sonó exactamente a las 7:50, amaba tener días libres y poder despertase justo a esa hora. Estaba exhausto, sí, pero también se sentía feliz.
Se desperezó lentamente estando aún entre sus sábanas, tronó su cuello dos veces como cada mañana y pasó sus blancas manos por su cabello y rostro. Salió de la cama de un brinco y se metió a la ducha. ¡El día debía comenzar!
A las 8:23 salió de la alcoba y se dirigió al comedor de la casa que compartía con otras 11 personas. Al llegar al salón comedor sólo encontró a Kyung Soo y a Lu Han poniendo la mesa, su corazón se aceleró y sintió sus mejillas extrañamente calientes.
¿Y ahora qué le pasaba? Eso de las mejillas ardientes no estaba en la lista de Kai.
Frunció el ceño.
-Buenos días Hunhun -Saludó Kyung Soo, sonriente como siempre-
-Hola hyung... -Respondió parsimoniosamente- ...hola Lu-ge
-Buen día Hunnie.
Esa hermosa sonrisa blanca, sus pómulos salidos, su naricita respingada y ese cabello castaño de recién levantado. ¿Desde cuándo miraba tanto a Lu Han? Qué más daba... le parecía interesante lo que veía.
-Hun... ¿Podrías decirle a los demás que el desayuno está listo? -Pidió Soo con una sonrisa. Se Hun asintió-
Pasó por cada una de las seis habitaciones de aquella casa. Algunos aún estaban dormidos y otros aprovechaban la fresca mañana para abrazarse a sus amantes. Justo en ese momento, Se Hun envidiaba a Suho y a Lay, a Kris y a Tao, y por supuesto a Kai.
No podía evitarlo, ellos eran felices juntos y él no tenía a nadie.
No había una chica de la que se pudiera enamorar aunque fuera de mentira. No había otro chico que le causara las sensaciones que le causaba Lu Han... y es que... ¿Ya había aceptado que Lu Han le gustaba?
Probablemente. No estaba seguro... bueno sí, pero tenía miedo.
El desayuno pasó felizmente. Las bromas de Chen y Baek Hyun no faltaron, los besos robados y la comida dada con amor muchísimo menos. La plática fue amena hasta que Kai habló de más.
-¿Ya estás mejor, HunHun? -Inquirió el moreno y al instante todos los cubiertos fueron detenidos-
-¿Te sentías mal Se Hunie? -Preguntó Minseok. Lo ignoró-
-Hun... Si estás mal puedes decirlo ¿Lo sabes cierto? -Dijo el líder con voz preocupada. Se Hun asintió-
No se dio cuenta como ni cuando pasó. Al parecer todo fue tan rápido que cuando reaccionó ya tenía las manos de Lu Han recorriéndole la cara en busca de alguna anomalía.
Pero no podía soportar su tacto. Esas manos tan blancas y delicadas eran como dos brazas ardientes que le quemaban la piel lenta y dolorosamente. Sólo fue un manotazo. Un pequeño movimiento involuntario de su muñeca para separar a Lu Han desencadenó una furia que no sabía que estaba conteniendo.
-Estoy bien, déjame Lu Han -Su voz salió más seria de lo que quiso. Su entrecejo formaba una uve perfecta y sus labios rosáceos simulaban una pequeña línea horizontal- Ya no tengo hambre, permiso.
Apartó el plato de sí mismo y dejando la servilleta de tela que reposaba en sus piernas sobre el plato con la mitad de su desayuno; Se Hun dejó el comedor.
Subió las escaleras a zancadas exageradas y se encerró en su habitación. Cuanto agradecía a Su Ho por irse a dormir con Lay y dejarle la habitación para él solo.
No sabe cuánto tiempo estuvo encerrado entre esas cuatro paredes. No supo cuando empezó a llorar, pero cuando se dio cuenta, el sol alumbraba todo el lugar imponiéndose en el cielo y su rostro estaba inundado en lágrimas saladas que le estaban desgarrando el alma.
¿Acaso eso era amor? Sufrir porque no te quieren de la misma manera. Pues a la mierda el amor, pensó Se Hun.
-¿HunHun estás bien? -La inconfundible voz de Lu Han se hizo escuchar luego de tres golpecitos a la puerta. Oh no respondió, no lo creyó necesario-
¿Qué hacía ese ahí? ¿Por qué fingía que se preocupaba por él? Se Hun no era tonto, él sabía perfectamente que no le importaba a Lu Han. Lu Han sólo tenía cabeza para Xiumin, ese tonto hyung de mejillas regordetas.
Lu Han lo amaba a él, a Xiumin. Entonces por qué mierda estaba ahí, disque preocupándose por él cuando ni siquiera se había dado cuenta de que él también lo amaba y Oh Se Hun apostaría su cabeza porque él amaba más al castaño que el tonto pelos de zanahoria de Kim Min Seok.
-Se Hun... déjame entrar ¿Sí? -Volvió a hablar el traicionero ese. Sí, un traicionero. Traicionó su amistad, esa que según él era muy importante. ¡Qué farsante era Xiao Lu Han! - Hunnie, todos estamos preocupados. Por favor abre.
No. No. No y mil veces no. Oh Se Hun no abriría esa puerta por nada del mundo. Él no iba a dejar que ese mentiroso y traicionero lo embaucara con su carita de niño tierno. Suficiente con haberle dado a otro el corazón que sólo debería pertenecerle a él.
>>Tu corazón tenía que ser para mí, Hannie, sólo para mí<<
La voz de Lu Han se apagó. Los golpeteos suaves en la puerta madera maciza cesaron y tan sólo quedó el remolino de sensaciones y sentimientos que tenía Se Hun muy en lo profundo de su corazón.
Miró el reloj de reojo, las manecillas decían que eran las 2:21 p.m. sus ojos se abrieron en demasía, pero no hizo nada. ¿Qué más daba? Tenía el día libre, era fin de semana y estaba cabreado... bueno, quizá no era eso lo que sentía, pero no lo podía explicar mejor.
Un golpe seco en la puerta de la habitación le sacó de sus elucubraciones, la voz de su hyung de ojos grandes se hizo escuchar y los susurros de Kai diciéndole que lo dejarán pensar en soledad le calaron en el alma.
Él no tenía nada que pensar...
-¿Hun? -Murmuró Kyung Soo- Hun sé que me estás escuchando. Estoy aquí porque todos estamos preocupados...
-Kyungie... Se Hun está bien, dejemoslo que aclare sus ideas.
-No Kai... -Renegó el mayor- ...Hun es demasiado... pequeño.
Se Hun se mantenía en silencio escuchando a sus dos hyungs. Sonrió de medio lado sin ganas y agradeció al cielo el tener amigos como ellos. Se puso de pie y caminó hasta la puerta, Kai y Kyung Soo seguían discutiendo. Kai decía que Se Hun era lo suficientemente fuerte para resolver sus problemas; Kyung Soo aseguraba que el maknae estaba destrozado por dentro.
Cuánta razón tenía el bajito.
-Estoy... bien, creo. -Dijo Se Hun al abrir la puerta. Kai y D.o lo miraron de arriba a abajo y soltaron un soplido a la vez-
Ambos chicos se introdujeron a la habitación del maknae y tomaron asiento en la ordenada cama. Se Hun suspiró al tener más que claro que no se salvaría del cuestionamiento de Soo. Se metió a la cama y cubrió su rostro con sus manos.
-Se Hun, sé que no es fácil, que todo esto es nuevo para ti y que no sabes como tratar con lo que sientes -Le dijo Kyung Soo- pero es normal. Sólo ve con esa persona y dile lo que sientes, no puede ser muy malo.
No. Por supuesto que no era malo, era malísimo. ¿Cómo se le ocurría a su hyung siquiera pensar que iría donde Lu Han a decirle lo que sentía? Já, sí claro, iba a ir inmediatamente.
-Yo... creo que hyung tiene razón Hun -Habló Kai mirándolo escrutadoramente-
-No puedo... -Respondió Se Hun con naturalidad- ...es que no puedo...
Por supuesto que no podía, Oh Se Hun no podía llegar donde su "mejor amigo" y simplemente decirle que creía que sentía algo por él, algo más allá de lo que todos llamaban amistad. Jamás podría decirle la verdad... esa verdad que él mismo aún no aceptaba del todo.
-Sí puedes, Se Hun. -Afirmó el mayor de los presentes- Sólo ve y díselo.
-No.
-Se Hun, ve y dile a esa persona que te gusta -Ordenó Kyung con voz de mando-
-Ya te dije que no.
-¿Por qué? ¿Por qué no simplemente vas y le dices a esa persona que te gusta? ¿Por qué tienes tanto miedo? Solamente tienes que ir y decirle lo que sientes... ¿Tan malo es que estés enamorado? -El tono de voz de hyung iba en aumento y su respiración empezaba a descontrolarse. Do Kyung Soo era el único capaz de descontrolarlo y eso estaba haciendo- Te exijo que me digas quién es. ¿QUIÉN MIERDA TE TIENE ASÍ, OH SE HUN?
-Lu Han... es Lu Han... -Respondió en un susurro ahogado- ...creo que estoy enamorado de Lu Han.