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~ Ámame ~ por Mirnest2

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Notas del fanfic:

Más songfics para el mundo, esta vez con mucho JongKey & 2Min :)

Segunda temporada de ~ Recuérdame ~

Poco a poco retomando lo abandonado. Sé que lo iba a estrenar hace días, pero lamento las circunstancias que no hicieron eso posible u.u

Para Cotita...

Notas del capitulo:

Sé que nadie lo esperaba pero, me debo mucho a quienes me leen; ese fue el principal motivo de estrenar el fic ahora ;)

Empezamos? Recuerdan la metodología? Bueno, si no conocen de qué hablo, les dejo la canción que usé para esta historia que tendrá 2 partes (solamente porque no supe como terminarla xD ): CORINNE BAILEY RAE TE DOY MUCHOS HIJOS

-CAPÍTULO I: Call me when you get this-

 

La puerta se abre antes de que él entre y arroje sobre el mueble de la entrada las llaves y el resto de sus cosas. Solo da un par de pasos y entonces siente el pequeño cuerpo de su gato restregarse contra sus piernas, quitándole una sonrisa. No le hace esperar y solo se agacha para sentir el suave pelaje entre sus dedos, un par de caricias y entonces el sonido peculiar de la contestadora automática del teléfono le distrae.

El “bip”, su mensaje y luego esa voz que conoce tan bien.

 

-          Taeminie, ¿llegaste?

 

-          Sí mamá, ya llegué – rio rodando los ojos.

 

-          Contesta, sé que llegaste, te tomé el tiempo y ya pasaron 15 minutos…

 

-          No quiero hablar contigo, me retumba la cabeza con tu voz

 

-          No digas que te retumba la cabeza con mi voz y solo contesta el maldito teléfono…

 

-          Psicópata

 

-          ¡No me digas psicópata y solo contesta Lee Taemin!

 

El castaño ríe y se deja caer en el sillón con el teléfono inalámbrico.

 

-          Ya llegué – dijo contestándole al fin.

 

-          ¿Tanto te demorabas en tomar el teléfono?

 

-          Me distraje con Mr. Mustache… - dijo acariciando el pequeño gato blanco que se subía a su cuerpo en busca de cariño – Pero ya ves, llegué bien, estoy vivo, no me pasó nada…

 

-          El día en que verdad te pase algo, agradecerás que te llame para saber de ti, no seas mal agradecido… - añadió - ¡Y no hagas morisquetas mientras te hablo!

 

-           ¡Dios, ¿cómo adivinas todo?!

 

-          Vivimos 6 años juntos Taemin, te conozco mejor que nadie…

 

-          ¡Qué tragedia!

 

-          Muy chistoso… - bufó – A fines de la semana iré por el resto de mis cosas, Jonghyun me ayudará, ¿tienes problemas en recibirlo?

 

-          Si te digo que no quiero que venga lo traerás de todos modos hyung…

 

-          Tan solo… - suspiró - ¿No le darás ni una chance, cierto?

 

-          ¿Quieres que conozca al tipo con el que ahora te acuestas? ¿En serio me pides eso?

 

-          Taeminie, ya hemos hablado mucho sobre esto, sabes que yo soy así, las relaciones formales no van conmigo, al menos, no hasta que conocí a Jjong, tan solo, dale una oportunidad ¿quieres?

 

-          Como sea, solo avisa qué día vendrás y entonces estaré en casa…

 

-          Tae, lo que pasó con…

 

-          ¡En serio hyung, no quiero oír de eso! – interrumpió – No conocí a tu ex por lo que no tiene sentido que hables de él, tan solo… solo avisa cuando vendrás, eso es todo

 

-          Está bien, te llamaré entonces. Buenas noches bebé

 

-          Sí, como digas, adiós…

 

El teléfono rebota entre los cojines del sofá mientras él solo bufa y cubre su rostro con el torso de su brazo; hablar de ese tema, que extrañamente siempre salía a flote en sus conversaciones con su amigo, lo tenía ya más que aburrido.

Hasta ese momento, las circunstancias de estar ahora viviendo solo en ese departamento, se debían más que nada al desliz que su amigo había tenido con un tipo con el que ahora mantenía una nueva relación; Key era ese tipo de personas que tan solo ligaban cada vez que tenía una chance y listo. Para él era sexo casual, intercambiar teléfonos y nada más. Solo una vez había roto esa regla inquebrantable y terminó viéndose con un tipo por casi medio año, persona la cual Taemin no llegó a conocer; los ligues no iban a casa y punto. Pero incluso si no le conocía, pensó que nunca antes había visto a su amigo tan metido en una relación como en esa. El tipo parecía ser conveniente para Kibum y él lo agradecía solo que, no esperó que todo terminara porque Key se entusiasmó con alguien más ni menos que ese “entusiasmo” fuese tan fuerte como para irse del departamento a vivir con ese desconocido.

Kibum era un tipo extraño, pero más lo era él mismo a su propio juicio pues, a pesar que no conocía al otrora novio de su rubio amigo, no entendía cómo podía sentir tanta lástima con él, ni menos congeniar al punto de que no querer conocer a la nueva pareja de su amigo, siendo que ya llevaban bastante tiempo para eso. Taemin se sentía fiel al ex de Kibum, eso era todo, o al menos le daba lástima. Sí, era lástima y fin del tema.

Y más cuando esa persona, ese hombre, seguía demasiado vinculado en la antigua relación amorosa con su amigo, al parecer, era él quien no podía dar por terminado el quiebre y lamentablemente, ya se había involucrado demasiado en eso; por lástima o por el motivo que fuese, pero desde que Kibum había cortado su anterior noviazgo, Taemin se sentía más partícipe de eso como nunca antes lo quiso.

Otro sonar del teléfono lo puso en alerta y entonces sabía, quién era quien llamaba. Y no era Kibum. Vio la pantalla del teléfono inalámbrico con el nombre grabado en ésta mientras se encendía y apagaba esperando a que contestasen. Al final lo hizo la máquina contestadora.

 

-          Hola amor, soy yo, Minho… - su voz grave resuena en la soledad de su departamento, haciéndole suspirar por la culpa de esa determinación que todas las noches, a esa hora, le persiguen – Acabo de llegar del trabajo, ¿cómo estás?

 

-          ¿Cómo? Tengo ganas de mandarte a la mierda… – se dijo a sí mismo.

 

-          Hoy pensé mucho en ti, es decir, sigo pensando en ti, eso me hace un psicópata, ¿no crees?… - suspiró – te echo de menos…

 

-          Si supieras que él no te extraña ni un poco Choi…

 

-          ¿No contestarás? Key, por favor, toma el teléfono, hablemos, anoche no pude dormir, otra vez no pude. Creo que no podré dormir tranquilamente hasta que solucionemos esto, sé que fue mi culpa…

 

-          De hecho no la tienes, Kibum te engañó con otro tipo y ahora vive con él, olvídalo ya Minho…

 

-          Te amo Key, te amo y me haces mucha falta, por favor contesta el teléfono…

 

-          Kibum ya no te quiere hyung, él no te ama – añadió – Él ya ama a alguien más…

 

-          Por favor… - sollozó con la voz débil – Sé que te molesta que te llame, pero al menos, presiona una tecla para saber que estás ahí…

 

Casi involuntariamente, como si no lo hubiese razonado bien, el dedo de Taemin se mueve incluso más rápido que su mente, presionando uno de los botones para luego sentir el suspiro de alivio en el otro lado de la línea.

 

-          ¡Gracias a Dios! – y un silencio – Kibum, y-yo, yo sé que me he equivocado contigo, pero sé que no es motivo para acabar con esto, yo, yo aún tengo sentimientos por ti…

 

-          ¡Pobre hyung! – se lamentó - Entiende Minho, Key ya no te ama, se olvidó de ti, no le haces falta, ¡olvídalo ya y rehace tu vida!

-          Yo no puedo seguir si no es contigo…

 

-          ¡Sal con otras personas!

 

-          No me interesa salir con otras personas – continuó casi adivinando lo que el castaño respondía a la soledad de su departamento – solo me interesas tú…

 

-          Eres un estúpido enamorado…

 

-          Todavía estoy muy enamorado de ti

 

-          ¡Tonto!

 

-          Soy un tonto…

 

-          ¡Kibum ya no quiere estar contigo, botó las cosas que le compraste, quemó tus fotografías, se olvidó completamente de ti!

 

-          Yo solo quiero estar contigo… - rio nervioso – Mirar nuestras cosas me mantienen con la esperanza de que recuperemos lo nuestro; ver nuestras fotografías me hace sentir que estoy contigo de nuevo…

 

-          ¡Que patético! – su cuerpo incorporándose del sofá.

 

-          Soy un patético, lo sé, quizás me odias aunque no entienda los motivos, pero tan solo dímelos y los cambiaré, ¡arreglaré todo por ti!

 

-          ¡Dios, Kibum no merece que te arrastres por él! – gruñó tomando el teléfono para hablarle aún sin contestar la llamada, solo manteniéndose al pendiente por medio de la contestadora automática - ¡Sigue con tu vida!

 

-          Eres toda mi vida, te amo, te amo Kibum…

 

 

 

¿Cómo se siente estar en estos brazos?

¿Cómo es realmente, sentir ser amado?

He estado solo, ¿cuánto tiempo?

¿Alguna vez has amado del modo en que yo lo hago?

Y con frecuencia me pregunto quién,

¿Quién podrá amarte de la forma en que yo lo hago?

 

Ese día se había desocupado mucho más temprano que de costumbre y ya para las seis de la tarde estaba de regreso en su departamento con Mr. Mustache pidiéndole cariño mientras paseaba por sus piernas al caminar. Dejó sus cosas sobre el sofá antes de ir al pasillo y chocar con la pila de cajas que había ahí.

“¡Ah, la mudanza!” pensó recién recordando que aquello estaba ahí y que desentonaba con lo normal de su departamento; desde ahora en adelante solo suyo. Caminó arrastrando los pies mientras iba a prepararse un baño, cuando el teléfono sonó casi al mismo tiempo que lo hacía su celular, ¿Qué contestaba primero?

 

-          ¿Diga? – habló al inalámbrico mientras revisaba su mensaje y leía ahí un “Minho averiguó mi número de teléfono, vino a mi trabajo y preguntó por mí, así que si llama no le contestes. Hemos terminado”.

 

¡Bien, simplemente genial!

 

-          ¿Kibum? Soy Minho…

 

¡Mierda, ya había contestado! ¿Sería demasiado notorio si cortaba ahora? El tipo seguía del otro lado de la línea, podía sentir algo de ruido y su respiración pesada.

 

-          Cariño, di algo, sé que estás ahí…

 

-          Uhm, que, ¿qué quieres Minho? – “¡Maldición Key, me pagarás eso!” se dijo sintiéndose un idiota.

 

-          Amor, por favor, hablemos las cosas… - un sollozo – Y-yo, yo, es decir, tú, ¿qué he hecho mal?

 

Y se largó a llorar, ahí, justo mientras él hacía todo lo posible por sonar sereno y cortante como Kibum solía ser con los tipos que resultaban ser más melosos de lo que él esperaba, solo que este tipo, esta persona que lloraba del otro lado de la línea, había resultado en verdad ser un buen tipo o al menos eso le decía Key. Pero si era tan bueno, ¿Cómo mierda pudo engañarlo con otra persona?

A la mente de Taemin, vienen los sucesos de hace un par de noches en donde una salida con el rubio terminó con éste yéndose con un desconocido mientras él regresaba solo a casa. Y lo demás ya era demasiado obvio; Kibum había terminado su amorío/romance/relación/follada consensuada con Minho, quien parecía ser lo más cercano a lo más formal que pudo haber tenido.

Pero ese no era todo el problema, el asunto verdaderamente grave era estar ahora sosteniendo el teléfono mientras le oía llorar en medio del bullicio de la gente, ¿Estaba en un parque o algo así?

 

-          Key, por favor, hablemos de lo que pasó, y-yo, yo no sé…

 

-          Escucha, me aburrí de ti, me cansé, yo soy así, voy me follo a alguien o alguien me folla y listo…

 

-          Te amo…

 

¡PUTAMADRE! El suspiro que escapa de su boca vacía sus pulmones mientras su culpa crecía en su interior, ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué se suponía hacía al estar haciéndose pasar por Key para hablar con Minho? ¿Y cómo este tipo podía ser tan imbécil de ni siquiera notar que no era Kibum quien le hablaba sino que era alguien más?

“Con razón se aburrió de él, es un imbécil” pensó, pero luego desechó esa idea al pensar que su amigo era incluso más imbécil. Y es que nadie en su sano juicio podía ir por la vida prestando el culo al primer tipo que se le cruzase sin esperar que al menos uno se enamorase de él, ¿Acaso no era eso lo que había pasado con Minho? Sea como fuera, se sentía molesto por tener que ser él quien lidiase con el pobre hombre que lloraba pensando que era su amado rubio follable.

 

-          Minho, escucha, yo nunca pensé en lo nuestro como algo serio, tan solo, tan solo pasaba el rato contigo – “Sí, eso se oye como algo que diría Key”.

 

-          ¿Estar juntos seis meses es pasar el rato? Para mí no lo es…

 

Mierda…

 

-          Es que no puedo entender cómo todo pudo terminar así, tan… tan de repente

 

-          No te amo, es simple, además, conocí a alguien más…

 

-          …

 

-          Lo siento, pero no me llames más, sigue con tu vida así como yo seguiré con la mía

 

-          ¿Lo amas…? – suspiró – A él, ¿lo amas?

 

-          ¡POR SUPUESTO QUE NO!  - “¿Qué mierda, fui yo quien dijo eso? No, no, fui yo pensando en que era Kibum. Sí, eso fue” – escucha, no se trata si lo amo o no, yo di vuelta la página, tú solo fuiste para pasa el rato, ahora ve y conoce a alguien más…

 

-          ¿Eres así…? – y un silencio – No, el Kibum que yo conocí, del cual me enamoré no es de este modo, él, él no diría este tipo de cosas…

 

¡Maldición, se dio cuenta…!

 

-          No daré esto por terminado tan fácilmente Kibum, seguiré rondándote hasta que me des una explicación convincente, te amo y este sentimiento no se me pasará tan fácilmente…

 

Y dicho eso, cortó.

 

 

De aquella llamada había pasado ya tres meses. Tres meses en que Minho llamaba al departamento a la misma hora luego del trabajo, mientras él siempre se encontraba metido en la tina y le escuchaba desde la contestadora, respondiéndole al aire.

Tres meses en que Key ya no vivía con él sino con su nuevo novio, Jonghyun, a quien se rehusaba a conocer por tener una especie de fidelidad con Minho. Tres meses en que el moreno no se apareció por el departamento por su propia determinación en una de las tantas llamadas que mantenían desde hace tiempo, llamadas de las que obviamente Kibum no tenía ni la menor idea.

¿Qué demonios pensaba al hacer eso? Si el rubio se enteraba que él mantenía contacto con su ex novio haciéndose pasar por él, de seguro todo se volvería un caos, pero ¿Por qué no podía simplemente dejar de hablar con él? ¿Por qué no le decía que lo dejase en paz? ¿Por qué no cambiaba el número telefónico del departamento para que no le llamase más? Aquella última idea ya la llevaba pensando más seguido de lo acostumbrado, pero siempre llegaba a la misma conclusión: “Pues porque Minho sabe dónde Key vivía y si no ha venido es porque respeta su petición de que no le molestase ahí pero, si cambio el número de teléfono entonces vendrá y se dará cuenta de que todo este tiempo con quien hablaba era conmigo y no con la persona que amaba… Lee Taemin, estás jodido”

Se sentó en la cama mientras secaba su pelo con una toalla, cuando el sonido en la sala le distrajo. Salió de la habitación y fue hasta allá, topándose con quien menos pensaba ver en medio del pasillo, mirándole.

 

-          Hyung, ¿qué…?

 

-          ¿Qué has hecho?

 

-          ¿Qué?

 

-          ¡¿QUÉ MIERDA HAS HECHO?!

 

-          Key, y-yo, yo no…

 

-          ¡Minho ha ido a mi trabajo y me montó un show de aquellos! – le gritó totalmente fuera de sí - ¡Me dijo no sé qué cosas hemos hablado hace meses, que todavía me ama porque le he dado esperanzas todo este tiempo! ¡Qué incluso hemos tenido sexo por teléfono, por el amor de Dios, Taemin ¿qué mierda has estado haciendo?!

 

¡Oh sí, ahora podía recordar esa tercera llamada que tuvieron! Él estaba en la tina mientras Minho parecía que estaba en su cuarto. Luego una cosa llevó a otra, gemidos por aquí, jadeos por allá y terminó con semen flotando entre la espuma y con el moreno jadeando su nombre del otro lado de la línea; más bien, el nombre de Kibum.

Pero qué mierda pasaba ahora, ¿En verdad Minho había ido al trabajo de Kibum? Estaba seguro que le había pedido que no fuera, sobre todo para evitar que el rubio supiese que se hacía pasar por él cuando Minho lo llamaba al departamento. Ahora, ahora todo lo que ni siquiera pensó como probable de que ocurriese, estaba pasando; Key estaba frente a él, mirándole con el ceño fruncido, respirando fuerte y duro, evidentemente molesto y pidiéndole una explicación que no sabía cómo empezar a darle e incluso si se le ocurriese decir algo, ¿Lo entendería? ¿Podría…?

 

-          ¡Maldición Tae, Jjong está molesto conmigo, cree que sigo en contacto con Minho cuando sabes perfectamente que no es así! – le refutó - ¡¿Qué hiciste?! ¡¿En serio has hablado con Minho todo este tiempo?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué lo has hecho?!

 

¿Por qué? Esa pregunta siempre se la hacía cada vez que cortaba las llamadas con Minho, las que duraban cada vez más con el paso del tiempo. Muchas veces se prometió que las terminaría al día siguiente pero en el fondo, siempre buscaba una excusa para seguir hablando con él; excusa que se fundamentaba básicamente en lo culpable que se sentía por él al tener un amigo tan puto que se fue a vivir con el primer pene andante que se lo propuso.

Key era una zorra y él demasiado imbécil, tanto que excusaba el comportamiento lascivo de su amigo y trataba de hacer sentir menos triste al pobre tipo que lo seguía buscando, pensando que era su ex.

 

-          ¡Por la mierda, di algo, me has jodido Taemin! ¡Has jodido mi relación con Jjong, de seguro ahora querrá terminar conmigo y me pedirá que me vaya del departamento! ¡Por la mierda Tae, me has cagado completo!

 

-          Te, ¿te he cagado? – pregunto irónico apuntándose al pecho – Dices, ¿Qué yo te he jodido?

 

-          ¡Pues claro, Jonghyun está enfadado conmigo, se ha enterado del show de Minho y ahora me pide explicaciones que no puedo darle porque TÚ eres el culpable de todo!

 

-          Okey… - respiró tratando de calmarse – Dices que yo te cagué tu relación con Jonghyun…

 

-          ¡LO HAS HECHO!

 

-          Y que te jodí todos tus planes románticos con él…

 

-          ¡Por favor, deja de jugar, ¿quieres?!

 

-          Pues bien, déjame decirte, querido amigo… - sus pasos acercándose – Que desde el instante en que decidiste que tu culo fuese hogar comunitario de mil y un penes, te comenzaste a joder tú solo – añadió – No me mires como si fuese el culpable de que seas una puta zorra que anda prestándole el culo a todo el mundo, ¿Acaso no fuiste tú quien quiso que las cosas fueran solo sexo y ya? ¡¿Desde cuándo te volviste tan hipócrita y comenzaste a pensar en algo serio?! ¡Por si no te has dado cuenta, tenías algo mucho más que sexo con Minho y lo arruinaste en el momento en que te abriste de piernas a ese tal Jonghyun!

 

¡Sí, desahógate Taemin, hazlo, ya llevas demasiado tiempo conteniendo esto!

 

-          ¡No tienes idea lo que Minho ha estado sufriendo todo este tiempo por ti! – le dijo totalmente fuera de sí - ¡¿Te dijo alguna vez que te amaba?! ¡¿Lo hizo…?!

 

-          N-no, no, él no…

 

-          ¡PUES A MÍ SI ME LO DIJO! – añadió - ¡Siempre dice que te ama, que le haces falta, que te necesita y ¿adivina qué…?! ¡Si no fue antes a tu trabajo fue porque YO se lo pedí! ¡Yo le pedí que no fuera a tu trabajo ni viniera hasta acá y lo ha respetado, si ahora fue a montarte un show fue solamente porque no le he contestado el teléfono en una semana para cortar de una vez por todas esta mierda!

 

Su respiración rebota en las paredes del pasillo, al igual que sus palabras que generan un eco sordo que los aturde a ambos, ¿Cuánto tiempo había pasado conteniendo las cosas que pensaba respecto a su amigo y de las relaciones que tenía? Y no era tan solo sus relaciones, sino todo su estilo de vida que tuvo que soportar por seis años; ver hombres entrar y salir, sentir jadeos en la habitación contigua y muchas veces verse obligado a tener que salir a caminar en medio de la noche porque simplemente no podía dormir. Desde hace mucho tiempo que Taemin no vivía tan en paz como en aquel entonces en que Kibum ya no vivía en ese departamento; ni él ni su desagradable promiscuidad.

 

-          Estoy… - suspiró hondamente – Lamento que Minho haya ido a tu trabajo, no pensé con claridad las cosas si yo, si yo le contesté la primera vez fue simplemente por un error y… - le miró – Y tan solo no pude mentirle, creo, creo que me sentía demasiado culpable por tener un amigo como tú…

 

-          Un… ¿un amigo, como yo? – repitió adolorido.

 

-          Sí – afirmó – No es justo lo que haces, ¿sabes? Minho se enamoró de ti y tú lo desechaste como lo haces con cada tipo que conoces, ¿qué…? ¿qué se supone que debía hacer si el pobre tipo me lloraba todos los días? ¡¿Qué tenía que decirle si me decía una y otra vez que te amaba, que te extrañaba?! ¡¿Acaso tenía que decirle yo que tú ahora te estas acostando con otro tipo y que él no fue más que un caso perdido?!

 

-          Esto no tiene nada que ver contigo Taemin…

 

-          ¡CLARO QUE TIENE QUE VER CONMIGO! – gritó nuevamente - ¡¿ACASO NO VES QUE ME DA VERGÜENZA TENER UN AMIGO COMO TÚ?! ¡¿ACASO NO TE DAS CUENTA QUE ME DA ASCO LA FORMA EN QUE ERES Y VIVES TU VIDA?! ¡ERES RESPUGNANTE KIBUM, ERES ASQUEROSO!

 

De pronto Taemin no pudo decir nada más, pues el choque de una mano contra su mejilla izquierda le quitó todas las palabras de la boca mientras un ardor de extendía por su rostros, quemándole la piel.

Su mano viaja rápido hasta esa zona y la acuna con cuidado, devolviéndole una mirada cargada de confusión y temor; nunca, nunca antes Kibum había reaccionado violentamente contra él, eso, eso jamás lo pensó, era algo inimaginable. Y ahora el rubio le miraba, al borde de las lágrimas y con el claro arrepentimiento en su rostro.

 

-          ¡Tae, Taeminie, bebé, yo…!

 

-          No… - sus manos anticipándose – No te acerques, yo…

 

-          ¡Cariño, lo siento, no quise, no quise!

 

-          No vuelvas más Kibum… - añadió dándole la espalda – Quiero estar solo, no me molestes y déjame en paz…

 

-          ¡Taemin por favor!

 

-          Le diré a Minho la verdad, no te preocupes – sus pasos alejándose – Si es necesario le explicaré todo a Jonghyun hyung, pero ahora, tan solo, vete y no vuelvas…

 

-          ¡Bebé!

 

-          Cierra la puerta al irte…

 

 

 

Ahora, solo quiero que sepas, cómo me conmueve

Profundamente en mi alma, estar contigo.

Y te necesito más cada día.

Cariño, si estás despierto

Llámame cuando recibas esto.

 

Dos semanas. Dos semanas habían pasado ya desde aquel altercado con su amigo y Taemin no sabía nada de él. Agradeció el hecho de estar con vacaciones y tan solo se encerró en casa y no salió. La línea telefónica estaba cortada y su celular permanecía apagado desde ese entonces, manteniéndolo totalmente descomunicado con el mundo exterior. De vez en cuando al salir, el conserje le avisaba de las visitas esporádicas de Kibum, quien le dejaba mensajes, los que el castaño arrugaba y botaba al llegar a su departamento.

Definitivamente no quería saber nada de él, ni de nadie. Y de Minho, ni hablar. A veces, en la soledad de sus noches, pensaba el por qué no hizo antes aquello; cortar el teléfono del departamento. De haberlo hecho antes, quizás nunca se habría metido en ese lío con Kibum y tal vez ahora, tal vez ahora mantendrían esa amistad que ya casi ni existía.

Pero ahora quizás era demasiado tarde para lamentarse por esas cosas.

Se removió entre las sábanas de la cama, abrazándose a la almohada y aspirando ahí los rastros del sueño perdido. Al abrir los ojos, la luz del sol brillaba fuerte en las paredes de su habitación; ya era de día y los maullidos de Mr. Mustache se lo hacían saber. Perezoso se levantó, reencontrándose con su gato en la puerta del cuarto, antes de verlo irse por el pasillo.

Taemin se incorporó y fue tras él, siguiéndolo hasta la cocina en donde sus platos yacían vacíos de comida.

 

-          Lo siento mucho – se disculpó preparándole su alimento – Olvidé alimentarte, soy el peor dueño que puedas tener…

 

Dejó el inalámbrico sobre el mesón de la cocina apretando en él, el botón del altavoz. A lo lejos sintió su respiración mientras aprovechaba de acariciar a su gato que se paseaba entre sus brazos buscando algo de atención.

 

-          Apuesto a que te está buscando… - le dijo -  puedo oírle maullar...

 

-          Lo está, es algo celoso, creo que sabe que pierdo tiempo hablando contigo

 

-          ¿Me culpas a mí? – rio - ¿Qué le haces?

 

-          Le acaricio el lomo y preparo su comida…

 

-          ¿De qué color es?

 

-          Blanco – respondió – Blanco con ojos celestes…

 

-          Debe ser lindo

 

-          Mr. Mustache es un gato muy guapo…

 

-          ¿Mr. Mustache?  - repitió reprimiendo una risa - ¿En serio le has puesto ese nombre?

 

-          ¡Claro, ¿qué tiene de malo?!

 

-          ¡Nada, nada! Es… muy original

 

-          Lo has dicho en ese tono – reclamó.

 

-          ¡¿Qué?! ¡No hice ningún tono!

 

-          Minho, lo has hecho… - sus pasos avanzando hacia la sala – Te cambia la voz, sé cuándo lo haces, te estás burlando de mi…

 

-          Kibum, no me estoy burlando de ti, es solo que…

 

-          ¿Qué…?

 

-          Estoy algo celoso…

 

-          ¿Celoso? – preguntó mordiéndose el labio inconscientemente – Celoso, ¿de qué?

 

-          De que Mr. Mustache es incluso más afortunado que yo…  - añadió – Él puede verte, estar contigo, le haces cariño y yo…

 

-          Minho…

 

-          Lo siento, perdóname, no puedo evitarlo… - suspiró – Kibum, escucha, quisiera que pudiéramos vernos, hablar de lo que ha pasado, ¿cuándo aceptarás verme?

 

Otra vez con eso…

 

-          No es que no me guste hablar contigo, ¡me encanta! Pero estar así, también me hace daño. Por favor, veámonos, hablemos de lo que pasó, tratemos de solucionar las cosas…

 

-          Minho, yo… Lo siento, debo irme…

 

-          ¿Kibum…?

 

-          Adiós Minho…

 

 

 

Los recuerdos de esas llamadas con Minho aparecen cada vez con más frecuencia. De pronto las cosas cotidianas se vuelven memorias de conversaciones mantenidas con el ex novio de su ex amigo y todo parece girar en esas llamadas que ya no existen.

Cosas de su vida, de su real vida siendo Taemin, que nunca sospechó llegaría a compartir con alguien más, menos si ese alguien era la persona que estaba enamorada de Kibum. Gustos similares, anécdotas entre risas, baños de tina, las travesuras de Mr. Mustache e incluso temas más íntimos como sesiones de sexo telefónico que se hacían más y más frecuentes con el paso del tiempo.

Eso, hasta que Minho había quebrantado una de las reglas que le había impuesto si es que quería seguir hablando con él; había ido al trabajo de Kibum y eso significó que él tuviese problemas con su amigo y la verdad se supiese. Taemin se había hecho pasar por el rubio y ese error lo acarrearía siempre consigo.

No sabía nada de Kibum, o al menos no quería hacerlo; su propia culpabilidad y vergüenza respecto a lo ocurrido le imposibilitaban aquello. Al menos sospechaba que seguía viviendo con Jonghyun, de ser lo opuesto, habría regresado al departamento con él, pero no lo había hecho.

El timbre del departamento, le hacen incorporarse del sofá y aletargado camina hacia la puerta, abriéndola justo antes de que llamaran de nuevo. Taemin había estado preparándose para poder enfrentarlo, tarde o temprano lo debía de hacer solo que, no esperó que aquello ocurriese justo ese día, en ese momento, en donde le miraba apenado y con un dejo de arrepentimiento.

 

-          Hola Taeminie…

 

-          Hyung…

 

-          ¿Puedo pasar?

 

El castaño tarda en responder, tanto, que luego ve cómo su gato sale a recibir a su amigo, enredándosele entre las piernas como era en tiempos que parecían ser mejores. Una sonrisa del rubio y luego una mirada, y entonces se aparta y le hace entrar al departamento.

 

-          Lamento haber venido sin avisar, pero tienes el teléfono cortado y tu celular… - dijo con su voz apagada – Le avisé al conserje que vendría hoy…

 

¡Oh, claro! Se dijo pensando en que quizás esa notificación estaba escrita en uno de los tantos mensajes que Kibum le había dejado al encargado del edificio y que él tan solo había desechado sin siquiera leerlos.

 

-          S-sí, lo sé, y-yo, yo lo olvidé, lo siento… - mintió - ¿Quieres beber algo?

 

-          No, no te preocupes, no ando con mucho tiempo, Jjong me espera abajo…

 

Sigue con él…

 

-          Así que, uhm, ¿todavía estás con él?  - preguntó.

 

-          Sí, todavía…

 

-          ¿Eres feliz? Con Jonghyun

 

-          Lo soy, él… - sonrió bajando la mirada – Creo que él es… “él”

 

-          ¿”Él”?

 

-          Sip…

 

-          Ya veo… - dijo sentándose en el sillón frente al sofá en donde estaba Kibum - ¿Entonces, viven juntos aún?

 

-          No, la verdad es que, luego de lo que pasó decidimos que era mejor vivir separados, ya sabes, ninguno quería quedar en la calle cuando ocurriese algo peor así que…

 

-          Entonces, ¿Dónde estás viviendo?

 

-          Arrendé un departamento cerca de mi trabajo, es muy lindo, algo más pequeño que este pero me sirve – añadió – Tengo mi propio espacio y bueno, no sé cómo, pero ha ayudado a que mi relación con Jonghyun sea mejor…

 

-          No entiendo…

 

-          Ir a vivir juntos fue una decisión precipitada, así que, ahora que estamos en nuestras propias casas, las cosas fluyeron mejor… estamos, empezando de nuevo

 

-          Me alegro por ti Kibum, en serio…

 

-          Gracias…

 

Sus miradas se encuentran entonces, en una súplica silente de cosas que ambo quieren decir, pero que ninguno tiene el valor de decir primero. Es esa la cobardía de aprender a asumir errores y pedir disculpas para mantener algo que era bueno entre ambos; esa entrañable amistad.

 

-          Kibum, escucha y-yo, yo…

 

-          Lo sé – le sonríe – Yo también lo lamento. Sé que debí decirte de lo mío con Jjong, sé que debí terminar bien las cosas con Minho pero, ¡pero no soy el tipo de persona que suele hacer las cosas bien, ¿sabes?! Me equivoco, ¡y mucho! Y Minho, él…

 

-          Él te amaba, creo que aún lo hace…

 

¿Por qué? ¿Por qué siento esta, pesadumbres al decir esto?

 

-          ¿Sigues en contacto con él?

 

-          No, ya no, yo… - suspiró incorporándose, sus manos yendo hacia el ventanal de la sala – Hace un par de semanas que corté todo contacto con él, sé que no debí hablarle en un principio pero, me sentía culpable con todo lo que había pasado con ustedes…

 

-          Eso fue solo mi culpa, lo lamento mucho

 

-          Está bien, yo también asumo mis errores – se volteó sobre su hombro – Hacerme pasar por ti – sonrió en una broma sutil – Espero me perdones, nunca quise que tuvieras problemas con Jonghyun hyung por mi culpa, lo siento Kibum…

 

-          Y yo lamento haberte involucrado en esto… - dijo parándose a su lado – Sé que todavía debo hablar con Minho, decirle la verdad y todo eso pero, primero quería arreglar las cosas contigo…

 

Taemin siente como la mano temblorosa de Kibum se posa sobre su hombro, en un sutil roce que le hace mirarlo, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que estuvieron juntos en el que solía ser el departamento de ambos? Si bien distintas circunstancias los habían llevado a vivir ahora, separados, eras esas mismas cosas las que sin siquiera él pensarlo, les había reunido de nuevo.

Habían sido seis años de convivencia, en donde el día a día había hecho de esa amistad algo más; eran una familia, él y Kibum eran una familia que se cuidaba y protegía mutuamente, solo que ahora esa familia había cambiado.

 

-          Nunca quise que te sintieras avergonzado con mi estilo de vida Taeminie – añadió – Yo, yo solo buscaba protegerte de ellos, de esos hombres con los que estaba…

 

-          Lo sé…

 

-          Sé que pensabas que Minho era diferente pero… - suspiró mirando nuevamente hacia el exterior – Era yo el que seguía siendo el mismo, al menos, lo fui antes de conocer a Jonghyun…

 

-          ¿Te gusta…?

 

-          Mucho, sí, me gusta…

 

-          ¿Lo amas…?

 

-          Estoy, muy seguro, que tarde o temprano terminaré amándolo…

 

 

Podía sentir cómo la brisa nocturna le provocaba cosquillas en el cuello cuando le mecía el cabello y dejaba esa parte de su cuerpo desnuda. Taemin se distrajo brevemente con las luces de la ciudad que se mezclaban con las de las estrellas y la luna que brillaba grande e imponente.

Y luego fue un pesado suspiro que se escapó de sus labios y le hizo regresar a la realidad, en donde Minho le había hecho esa pregunta que él, siendo tan solo Taemin, no podía responderle. No cuando el moreno se la había hecho a otra persona; a esa otra persona que ya no vivía ahí.

 

-          ¿Kibum…? ¿Sigues ahí?

 

-          S-sí, sí, lo siento… - suspiró nuevamente – Minho, escucha, yo…

 

-          No me amas, ¿cierto?

 

Del otro lado de la línea pudo sentir una risa nerviosa, triste e incómoda. Casi podía imaginarse a Minho tratando de escapar de su propia vergüenza y atrevimiento; sintiéndose idiota y muy tonto.

 

-          Y-yo, yo siento, que estos días hablando contigo me han confirmado lo que siento, ¿sabes? – le dijo – El tiempo que pasamos juntos fue genial, en serio, pero ahora cuando te tengo lejos, cuando… - suspiró otra vez más – Cuando no sé si lo nuestro seguirá siendo lo que era antes, siento que verdaderamente me enamoré de ti Kibum…

 

-          Lamento que sientas algo que no puedo corresponder Minho…

 

-          Lo sé – rio nervioso - ¿Por qué cuando, la gente pierde algo, entonces recién lo valora?

 

-          No lo sé, supongo, supongo que es por el mismo motivo… - continuó – El hecho de perder lo que quieres, te hace darte cuenta verdaderamente cuánto es que te es necesario para vivir…

 

-          Entonces gracias Kibum

 

-          ¿Gracias, de qué?

 

-          Por haber roto conmigo – le habló contradictoriamente – Porque el no tenerte fue lo que necesitaba para darme cuenta que te quería y que en serio, te amaba…

 

-          Lo siento Minho, siento no corresponderte…

 

-          ¿No me darás otra oportunidad, cierto?

 

-          Lo lamento

 

Taemin cortó aquella llamada sintiéndose aliviado de que pudo decir cosas sinceras sin haberlas sentido realmente como propias. Era cierto, Kibum no amaba a Minho, de haber sido así, estaría ahora con él y no con otro hombre. Pero también era cierto que Taemin se había sincerado en nombre de su amigo sin éste pedírselo, ¿Por qué lo había hecho? Simplemente porque no podía dejar el sentimiento no correspondido de Minho a la deriva, no podía. Si Kibum no le había dado explicaciones de su quiebre, entonces era su deber hacerlo, ¿Cierto?

 

 

Siempre tuve toda esta poesía,

No lo supe entonces, siempre la tuve guardada.

Creo que nunca he visto algo tan hermoso

Hasta que te vi por primera vez dormido, en la noche.

Y con frecuencia me pregunto quién,

¿Quién podrá amarte de la forma en que yo lo hago?

 

 

La visita de Kibum al departamento y la reconciliación de esa amistad que había creído perdida, le dio los ánimos que se le habían ido con las últimas semanas. Luego se esa conversación, su rubio amigo se fue con la promesa de que volverían a verse muy pronto, con una que otra indirecta hacia Taemin, pidiéndole conocer a Jonghyun. El menor no dijo que si, tampoco dijo no, sino que solo sonrió afablemente en el preciso momento en que el desconocido rostro de Minho vino a su mente.

No le conocía, no le había visto nunca, tan solo había escuchado su voz y en su cabeza solo veía una silueta negra y difusa, ¿Cómo sería? ¿Le habría visto alguna vez? Tal vez pudieron haberse topado en más de un lugar, incluso haber conversado pero, ahora que había dejado de tener conversaciones telefónicas con él, ya ni siquiera se creía capacitado de reconocer su voz si es que la oía en alguna parte; en el metro, el un bus, en un taxi compartido o quizás, en algún lugar.

Un par de golpes desde el otro lado del vidrio le hizo recomponerse. Alzó la vista y del otro lado vio a Onew, el director del programa radial en el cual él trabajaba. El chico le sonrió y entonces se dio cuenta que estaba en el trabajo, que tenía un programa que conducir y que debía volver a la realidad. Taemin dejó de lado el libreto y se colocó de nuevo los audífonos, en el momento justo en que la luz de “al aire” se encendía y Onew le daba el pase para hablar luego de que terminase la canción que se estaba transmitiendo.

 

-          Y esa era la maravillosa voz de Adele con “Promise this” – comenzó a transmitir – Les recuerdo que están escuchando nuestro programa “Love Letter” en donde pueden enviar sus mensajes de amor a esa persona que ocupa un lugar en sus corazones y yo, DJ M, las leeré con la promesa de que tarde o temprano su amor será correspondido…

 

Una seña de Onew a través del vidrio.

 

-          Oh, nuestro director nos dice que tenemos una llamada telefónica, ¿cierto? – asintió - ¿Y bien? ¿Aló…?

 

-          Uhm, sí, hola…

 

-          ¡Hola amigo! ¿Qué tal? Dinos tu nombre para que los auditores de radio ABC1 te conozcan…

 

-          Soy, soy Minho, Choi Minho…

 

¡Mierda…!

 

Minho. Choi Minho, ¿Era acaso el mismo Minho que él conocía telefónicamente? ¿Cuántos Choi Minho podrían haber en Seúl, o en Corea? Tal vez no muchos, quizás los habían por montones pero, esa voz, esa voz grave, suave, sutil y masculina, la podría reconocer incluso habiendo pasado años sin hablarle.

Era él, era ese Choi Minho y Taemin no podía negarlo.

Los golpes del vidrio lo sacan nuevamente de su ensimismamiento y entonces es Onew que le mira con los ojos muy abiertos mientras le hace señas e indica que hable.

 

-          Oh, claro, sí, ¿Minho, cierto?

 

-          Sí, es… uhm, en verdad estoy muy nervioso, nunca he hecho esto antes…

 

-          Ya veo, hay muchos auditores que llaman por primera vez y se ponen ansiosos pero Minho, no tienes que estar nervioso, la gente que nos oye sabrá que no es fácil para ti realizar esta llamada, ¿cierto?

 

-          N-no, no lo es…

 

-          Y bien, cuéntanos, ¿Qué quieres decirnos hoy? ¿Tienes algún mensaje para alguien especial?

 

-          En verdad, yo… - un silencio – La persona con la que salía me dejó hace un tiempo atrás…

 

-          L-lo, lo siento mucho…

 

-          Lo sé, pero quisiera de todos modos decirle algunas palabras…

 

-          ¿Sabes si esa persona te está escuchando ahora?

 

-          La verdad, lo dudo, él no es el tipo de persona que escucharía un programa radial… - añadió - ¡Sin ofender, claro!

 

-          Anda, el espacio es tuyo…

 

-          Uh… - carraspeó – Kibum, yo… - suspiró – Han pasado ya cuatro meses desde que hemos terminado y me he preguntado muchas veces qué fue lo que pasó, qué hice mal o qué fue lo que no hice que te hizo dejarme pero, pero ya no tiene sentido que me mortifique más, ¿cierto?

 

No Minho, no tiene sentido…

 

-          Estar contigo fue hermoso, en serio, nuestras llamadas telefónicas… – rio bajito – Amé cada momento contigo, incluso cuando nos desvelábamos hablando cosas que nunca hicimos cuando estuvimos juntos, ¿Por qué siento que te conocí más después que terminamos? ¿Por qué siento que te amé más mientras nuestras llamadas se hacían infinitas cada noche?

 

¿Por qué siento que te amé más mientras nuestras llamadas se hacían infinitas cada noche? Esas palabras, esa frase, ¿Cómo podía interpretarla? Aun sabiendo que esas palabras iban dirigidas a él sin que Minho estuviese consciente de eso, ¿Estaría correcto si Taemin las hacía suyas? Después de todo él fue quien habló noches enteras con el moreno. Era a él a quien Minho estaba conociendo y después con el paso de los días, Taemin se daba más y más, olvidándose que no era Kibum, olvidándose que no era la persona a la que Minho deseaba escuchar por el otro lado de la línea telefónica.

 

-          Gracias por hacerme entender lo bello que fue tenerte conmigo, gracias por hacerme sentir cómo era amar por primera vez… - añadió; su voz suave y calmada – Espero que en donde sea que estés me perdones por no haber sido lo que querías para tu vida y ojalá encuentres a alguien que te haga feliz como yo no pude…

 

No, no podía, simplemente aquello era demasiado. Si por un instante Taemin pensó que no sería tan malo si se adueñaba de las palabras que Minho le dedicaba a Kibum, entonces ahora se retractaba por completo. Oírle decir esas cosas, saber que no le estaba siendo nada de fácil decirlas sin sufrir al menos un poco, lo hacían sentirse nuevamente culpable con él; por haberle mentido, por haber entablado con él conversaciones que nunca fueron reales y por ahora saber que esos sentimientos que Minho confesaba, eran en su mayoría cosas que comenzó a sentir cuando se hizo pasar por Kibum.

 

-          E-eso, eso es todo… - dijo – Lo he dicho todo, no hay más…

 

-          ¡Vaya! – suspiró – Tus palabras han sido muy, muy intensas estimado auditor…

 

-          Gra-gracias…

 

-          Espero tú también puedas ser feliz, ya sabes y si no lo puedes ser en el corto plazo – sonrió – Lo serás tarde o temprano

 

-          ¿Lo prometes?

 

-          DJ M no puede prometer eso pero, sin duda hay alguien allá afuera para ti – dijo con una amplia y fingida sonrisa – Gracias por haber llamado, a ti te dedicamos el último tema de la noche y al resto de nuestros radio-escuchas, mis saludos y será hasta mañana…

 

La llamada al aire se corta antes de que la última canción del espacio resuene en la cabina radial. Taemin se quitó los audífonos y masajeó el puente de su nariz incómodamente; esa última llamada no la esperaba, ni menos que fuese Minho quien le hablase, ¿Le habría reconocido? Era obvio que no, de haber sido lo contrario se habría dado cuenta y no lo hizo.

Se echó hacia atrás en la silla, balanceando el cuerpo mientras del otro lado del vidrio anti sonoro, Onew le alzaba un pulgar por el trabajo de aquella noche.

 

Abrió la puerta del departamento, arrojando como siempre las llaves en el mueble junto a esta y acariciando el lomo de Mr. Mustache que no tardaba mucho en ir a recibirlo. Dejó su bolso en el suelo y caminó por el pasillo mientras las prendas de su ropa caían una a una. Desnudo llegó al baño, en donde abrió el grifo y dejó que se llenara la tina, poniendo en ésta jabones y sales relajantes.

Ya listo, se introdujo, soltando un cansado respiro mientras el agua tibia y las esencias hacían su deber con cada músculo de su cuerpo. Con el agotamiento dejando su sistema, cerró los ojos reclinándose en el borde de la bañera, perdiéndose lentamente en su propio mar de recuerdos.

 

-          ¿Qué haces?

 

-          Tomo un baño, estoy cansado – suspiró – Hoy, ha sido un día agotador…

 

-          Supuse que serías ese tipo de chicos

 

-          ¿A qué te refieres?

 

-          Eres de aquellos que llega a casa, toma un baño de tina por una hora o más, luego se pone un pijama, que por cierto no es un verdadero pijama sino ropa vieja de la universidad – rio – Y luego te tomas una copa de vino mientras ves televisión o lees una revista…

 

-          ¡Jajaja! ¿tan predecible crees que soy?

 

-          En realidad… no lo sé – dijo más serio – Y-yo, yo no te conozco lo suficiente Kibum…

 

No me conoces nada en verdad Minho, nada.

 

-          ¿Le apunté a algo al menos?

 

-          Solo al baño de tina todas las noches – rio olvidándose de que era él, Taemin quien le respondía, sumiéndose como siempre en el papel de su rubio amigo.

 

-          ¿Qué hay del vino?

 

-          Leche de plátano…

 

-          ¿Y del pijama?

 

-          Uso las camisas viejas de mi padre, eso y ropa interior – rio contagiando al moreno.

 

-          ¿La televisión?

 

-          Uhm, nop, prefiero la radio…

 

-          ¿Revistas?

 

-          Mr. Mustache es mucho mejor

 

-          ¡Oh, claro, el afortunado Mr. Mustache! ¿Será que él te conoce más que yo?

 

-          Estuvimos seis meses juntos Minho, ¿en serio crees que no me conoces nada?

 

-          ¿Es broma? – pregunta entonces – Kibum, nosotros solo salimos una vez, cuando nos conocimos en el bar, ¿recuerdas?

 

¡Mierda!

 

-          Uhm, claro… desde entonces te dejé en claro que no quería nada serio, ¿eh? – bromeó notando al instante lo estúpidas de sus palabras al sentir el pesado silencio al otro lado del teléfono – Minho, yo, l-lo siento, lo siento…

 

-          No, tienes razón, lo hiciste.

 

-          ¿Cómo?

 

-          Me dijiste que no buscabas nada serio, solo sexo y eso… - suspiró – Fui yo quien pensó que podía obtener algo más de ti…

 

-          No sirvo para nada más Minho, lamento si te di falsas expectativas

 

-          Seis meses juntos es más que una falsa expectativa, ¿no crees?

 

-          Por favor…  - rogó masajeándose la sien – No empieces, no…

 

-          Te extraño, todo el tiempo

 

-          Minho…

 

-          ¿Me permitirás ir a verte algún día?

 

-          Sabes que no, no puedes venir…

 

-          ¿La ley de no “amantes en casa”, cierto?

 

-          Sí, así funcionan las cosas…

 

-          ¿Me dirás algún día por qué no fui suficiente para ti?

 

-          Minho, puedes ser lo “suficiente” para quien tú quieras

 

-          No… - intervino – no lo soy porque a quien quiero eres tú, y tú, no me tienes dentro de tu corazón Kibum…

 

Kibum…

 

Dejó caer su cuerpo en el colchón de su cama, notando las suaves patitas de su gato que se subían a su torso y se acomodaban ahí, mirándole con esos ojos celestes intensos y que buscaban siempre cariño en sutiles caricias.

¿Sabría su gato de confusiones? ¿Sabría su gato de mentiras y falsos roles? Si Mr. Mustache pudiese hablar, ¿Qué le diría? “¡Bien hecho Taemin, has engañado a Minho y adivina qué: él cree que ha sido Kibum con quien habló todo el tiempo!” otra vez con eso, nuevamente esos pensamientos le torturaban. A pesar de que ya llevaba alrededor de tres semanas sin saber nada de Minho, en el fondo de su corazón y por más que quisiese negarlo, lo extrañaba.

Taemin se sentó en la cama, mirando su cuarto y entonces lo entendió; Minho había sido más que esa persona que se había equivocado erróneamente de su lascivo amigo. Minho era más que tan solo el chico quien en cada llamada le conoció más y le terminó rogando por volver recibiendo siempre una negativa antes de colgar. Si siempre se disponía a eso, ¿Entonces por qué le seguía llamando? Y peor, ¿Por qué él, seguía contestando si sabía de antemano que era Minho quien le llamaba?

Todas esas conversaciones, sus risas, sus confesiones inesperadas, sus lamentos, ruegos y perdones no eran para él, no lo eran y él lo sabía, ¡claro que lo entendía! O más bien, trataba de entenderlas porque sin Taemin saberlo, Minho se había vuelto en algo más que llamadas telefónicas por las noches, ya era más que la persona a la que le tenía que ser fiel porque se sentía culpable de tener un amigo como Kibum. Minho ya era más que eso, mucho más.

 

-          Él… - se dijo llevando una mano a su pecho, arrugando la tela de su camisa – Él, Minho… me gusta

 

Y no era algo reciente, y Taemin lo sabía. Desde mucho antes de siquiera decirle que no le llamara más, que no le amaba, que no lo necesitaba y que lo dejara tranquilo, Taemin había empezado a sentir algo más que lástima por Minho. De no haber sido por eso entonces, ¿Para qué le seguía contestando sus llamadas? ¿Para qué le contaba cosas de su vida y se reía con sus tontos chistes? Minho era un idiota, eso era cierto; un idiota por enamorarse de Kibum y más idiota por pensar que hablaba con él cuando era otra persona quien escuchaba sus lamentos. Pero más idiota era Taemin, por haber permitido que esas conversaciones que ya estaban demasiado lejos de volver a retomarse, se colaran tan dentro de él y rompieran sus propios esquemas.

 

-          ¡Tonto, eres un tonto Lee Taemin!

 

Exclama fuerte seguido de un maullido de su gato y el timbre del departamento que suena, poniéndolo en alerta. Tomó un pantalón de chándal vistiéndose, mientras avanza por el pasillo encendiendo las luces de la sala antes de abrir la puerta.

 

-          ¡Ya va, maldición! – añade por la insistencia en el timbre - ¿Quién demonios…?

 

-          ¿Uh…? ¿Qui-quién, quién eres tú?

 

-          ¿Disculpa? – ironizó enarcando una ceja, sintiendo el hálito alcohólico de aquel extraño - ¿Quién mierda, eres tú?

 

-          Vengo, ve-vengoooo a ver a Kibum – sus pasos torpes acercándose, una mano sujetándose del marco de la puerta – Te-tenemos, tengo, al-algo que decirle…

 

-          ¡Demonios no tienes nada qué hacer acá! ¡Aquí no vive ningún Kibum!

 

-          ¡Sé que vive acá, en su, en su trabajo me di-dieron la dirección! – reclamó tratando de empujar la puerta - ¡Kibuuuuuuuuuuum! ¡Kibumie! ¡Kibum, sal, conversemos!

 

-          ¡HEY, cállate! ¡¿Quién te crees que eres para venir a ni casa y armar este show?! ¡Ya te dije, aquí no vive ningún Kibum! ¡Él se fue, se mudó!

 

-          ¿Y cómo, sabes tú, pequeño ex-extraño?

 

-          Pues porque ahora, YO, vivo aquí… ¡Ya ve-te! – le empujó con dificultad, momento en que aquel hombre aprovechó de entrar a tropezones al interior, quedando de pie en medio del recibidor de la casa - ¡Llamaré a la policía! ¡Maldito intruso, fuera de mi casa!

 

-          ¡Kibuuuuuuuuuuuum!

 

 

¡No…! ¡No pue-puede ser! ¡¿Es que tengo que echar fuera a otro idiota que se calentó con Kibum?!

 

No había sido primera vez que uno que otro romance de una noche de su amigo, terminaba en su departamento buscándolo. Y siempre era lo mismo; iba a tener que ser él quien lo echase fuera o bien, iba a tener que llamar a la policía para deshacerse de él mientras Kibum ni se enteraba de aquello. En los seis años que vivió con su rubio amigo, fueron muchos hombres que rompían la ley de no aceptar amantes en la casa y terminaban ahí, tal como ese tipo, buscándolo, gritando su nombre y luciendo realmente patético.

 

-          ¡Hey, si no te vas ahora, llamaré a la policía!

 

-          ¡Kibuuuuum, Kibumie! – exclamó ingresando a medio andar al lugar - ¡Kibuuuuuuuuum! ¡Kim Kibum!

 

-          ¡Ya, cállate y vete! – su mano tomándolo por el brazo - ¡Vete!

 

Pero era difícil. El hombre se soltó con exceso de fuerza mientras se volteaba a mirarlo de pies a cabeza.

 

-          T-tú, tú, llama a Kibum, dile que estoy aquí

 

-          ¡Claro que no lo haré!

 

-          ¡Necesito verlo, dile que vine a verlo!

 

-          ¡No-lo-haré! – insistió tomándolo de nuevo por el brazo - ¡VETE!

 

Entre sus gritos y los jalones que le daba a la ropa de aquel hombre, Taemin no se percata de en qué momento el extraño ha dejado de moverse y tan solo permanece ahí, de pie mientras algo parece distraerlo. Intrigado le suelta, rodeándolo para enfrentarlo nuevamente.

 

-          ¡OYE, te dije que te fueras!

 

Y no le responde; sus ojos parecen están perdidos en algo que parece ver más allá de él. Confundido se voltea y, cuando da con el objetivo de ese ebrio, es cuando sus temores más profundos se confirman. Sobre el respaldo del sofá lo ve, recostado mientras les mira y parece totalmente ajeno a esa disputa que ambos sobrellevaban hace instantes atrás.

Ahora está cagado, ese hombre y él lo saben.

 

-          ¿Mr, Mr. Mustache…? – le oye musitar justo antes de mirarlo lleno de confusión.

 

¡Oh, mierda…! ¡¿Minho?!

 

-          T-tú… - habla en un susurro lleno de alcohol – Tú, ¿por qué tienes el gato de Kibum?

 

 

Quería saber solo por un momento cómo era,

¿Cómo es en realidad que te amen?

 

Notas finales:

Cumplo años como escritora de esta página, así que espero sus regalitos *--* y sus reviews, siempre son bienvenidos los comentarios y críticas <3

 

~ Mirnest ~


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