Yo solo soy un simple mayordomo....
-¿Ese es tu deseo para formar el contrato?- aquella voz masculina llenaba el ambiente tetrico que se habia formado. La chica de cabello pelirrojo solo podia ver unos penetrantes ojos de color zafiro que resaltaban entre toda la obscuridad que la rodeaba
-¡Eso es!- grito con desesperacion, sentia que en cualquier momento su vida se podia escapar de sus manos, la persona que estaba a su lado rio siniestramente
-¿Estas conciente de que si aceptas el contrato tu nunca podras cruzar las puertas del cielo?- recito con cierto recelo
-tu crees que quiero ir al cielo- la chica se dio el lujo de sonreir sarcasticamente, la risa malevola de aquel ser resono en sus oidos
-una vez mas...- no pudo acabar la frase
-¡Que pesado! solo apresurate y forma el contrato- la obscuridad poco a poco se disipo para dejar ver tenues plumas azules , lo ultimo que vio la chica fueron unos hermosos ojos azules y una macabra sonrisa...
***
Un pulcro mayordomo entraba a la habitacion de su ama, camino con paso sereno pero firme hasta las cortinas, las abrio para dejar que la brillante luz entrara e iluminara la habitacion
-joven ama es hora de despertar- dijo sonriendo, la persona que estaba en la cama se removio dando a entender que no queria despertar, el mayordomo suspiro mientras se acercaba a la cama- joven ama
-ya oi- una hermosa joven de 16 años con un cabello color ladrillo y un ojo color granate, el otro brillaba en un intenso azul, se levantaba para encarar a su molesto mayordomo- dame mi taza de te
-si my lady- dijo con la sonrisa mas hermosa que pudo encontrar en su repertorio- para el te de esta mañana es un Earl Grey, acompañado de un salmon escalfado y una ensalada ligera
La dama solo le arrebato la taza a su mayordomo, le dio varios sorbos para darsela de nuevo a su sirviente
-visteme- ordeno con voz seria, el mayordomo hizo una fria reverencia mientras de el ropero de su ama sacaba la ropa que usaria ese dia, despues de tomarle hizo una reverencia para quitarle la ropa a su ama y ponerle la que usaria ese dia
Una vez vestida, el mayordomo se dispuso a peinar el sedoso cabello de su ama, le hizo una media coleta la cual amarro con un moño a juego al conjunto que ese dia usaba. La chica se miro al espejo con altivez
-en el estudio le esperan muchos papeles- se burlo con sutileza el sirviente al ver como su ama se quedo casi embobada con el reflejo
-idiota, nadie te dio el derecho para hablarme asi- dijo enojada pero a la vez avergonzada
-vamos ama- el sirviente se dio media vuelta mientras que la chica tomaba un dardo que habia cerca y se lo aventaba al mayordomo que con un rapido movimiento detuvo el objeto entre sus dedo
-creo que es muy temprano para la diversion- dijo mirandola a los ojos a su ama, esta se sonrojo al mirar esos orbes de un profundo azul mar, su mayordomo parecia de 17 años y era bastante apuesto, sus finos rasgos, unos grandes e expresivos ojos y un hermoso cabello azulino a juego
-tienes razon ciel- el aludido le estiro la mano que la dama no tardo en tomar
Asi ama y mayordomo salieron de la recamara para dirigirse al estudio. Mientras caminaban por los amplios pasillos de la mansion escucharon gritos seguidos de una gran explocion, el mayordomo de cabellos azules solo se sobo la sien, la joven dama solo pudo reir divertida
-¡Nicole, Paulina, Michell!- grito el mayordomo con el enojo claro en su cara. De los pasillos llegaron corriendo tres pelinegras con atuendo de sirvientas
-¡Lo sentimos!- dijieron las sirvienta en coro, el mayordomo solo supiro mientras a cada una le daba palmaditas en la cabeza
-vayan a hacer su trabajo... si escucho otra explocion dormiran afuera- les amenazo con un dejo de dulzura, los ojos de las pelinegras brillaron de la emocion, el mayordomo supo lo que se avecinaba
-¡Tan tierno!- lo abrazaron con fuerza mientras se restregaban en el mayordomo, este se intentaba zafar de aquel agarre, la chica solo veia eso con una ceja enarcada sin embargo por dentro se moria de risa
-sueltame Nicole- Dijo apartando a una - de las tres- pelinegra de ojos azules
-no quiero- dijo para volver abrazar al mayordomo con fuerza, este resoplo con molestia para devolverle el abrazo, la pelinegra lo miro emocionada y eso hizo que las mejillas del azulino se tiñeran de rojo- adorable- sonrio para separarse de el
-eso no es justo Nicole- ahora dijo una pelinegra con los ojos de color aguamarina- no puedes abrazar a ciel...
-pau yo soy la mayor- le saco la lengua a su hermana mientras esta hacia un puchero, esta escena era observaba por la pelinegra de ojos morados
-¡Dejen de pelear y vayan a hacer sus tareas!-grito el azulino exasperado por aquella infantil actitud, las dos pelinegras solo huyeron despavoridas dejando solos al mayordomo y a la pelinegra de ojos morados- eres la unica tranquila Michel- dijo dando un suspiro
-lo se- sonrio ladinamente michel, el azulino solo atino a sonreir como Michel
-deja de coquetear- dijo Nicole molesta al ver esas hermosas sonrisas
-¡no estaba coqueteando- y con la cara roja desaparecio entre los pasillos, el mayordomo saco rapidamente de su bolsillo un reloj de plata, al ver la hora solo lanzo un suspiro
-es muy tarde...- dijo mientras se acomodaba sus blancos guantes...
***
-¿le ha gustado el almuerzo?- pregunto el pulcro mayordomo de cabellos azules, la chica pelirroja degustaba ganas una exquisita tarta de chocolate
-estuvo bien- dijo a secas, el mayordomo sonrio para acercarse al rostro de su ama y colocar un mechon detras de su oreja, ante este acercamiento la chica se sonrojo tratando de ocultarlo con un ataque de tos
-eso me halaga- sonrio falsamente cosa que noto la chica, para disipar un poco la tristeza que sentia tomo una carta al azar pero para su sorpresa esta no tenia remitente, miro a su mayordomo este solo tomo la carta con sus enguantadas manos y la abrio
-leela- ordeno con voz seria, el mayordomo se aclaro la voz
-Mi querida hermana: quiero escribirte para decirte que estoy bien, el cielo escucho tus suplicas y gracias a eso estoy sana y salva, por eso quiero invitarte a mi mansion que esta casi al otro extremo de londres cerca de Gales, mi mayordomo ira a buscarte esta misma tarde en mi automovil... Te quiere tu hermana Lisbeth
Decir que la pelirroja estaba sorprendida por la carta era poco, esta fuera de si, atonita todo en uno, sentia que su cabeza iba a estallar. Cuando ella tenia 10 años y su hermana 8 su mansion habia sido atacada por una reconocida mafia, a ella la vendieron a una secta mientras que - por lo que ella sabia- su hermana habia sido asesinada. Pero ahora le llegaba una carta de su supuesta hermana diciendo que estaba bien...
El silencio reino por unos minutos hasta que el sonido de la puerta corto el abrumador silencio
-adelante- contesto el mayordomo ya que la dama estaba perdida en sus pensamientos
-lamento interrumpir pero hay alguien afuera, diciendo que viene a buscar a la joven ama- dijo Paulina con aire timido
-vamos de inmediato gracias Pau... lina- dijo sonrojandose un poco, la sirvienta solo se retiro con una reverencia y una sonrisa adornando su rostro- Ama
-vamos- dijo levantandose con una increible determinacion
-como ordene my lady- el pulcro mayordomo le abrio la puerta a su joven ama, esta distraidamente cruzo la puerta.Ama y mayordomo caminaban por los pasillos en total silencio, llegaron a la puerta principal, el mayordomo la abrio y lo primero que vieron fue un elegante auto negro, al lado del coche estaba de espaldas un pelinegro con una gabardina negra. El mayodomo de cabellos azules paro en seco ya que un incofundible aroma llego a sus fosas nasales nublando su razon. El caballero que estaba de espaldas se dio la vuelta bruscamente ya que habia sentido un aroma familiar...
Uno se encontro con unos ojos escarlata y otro se encontro con unos ojos color zafiro...
-sebastian- mascullo por lo bajo el de ojos zafiro mientras seguia en sielncio a su ama
-señorita Rebeca- saludo el elegante caballero con una endemoniada sonrisa, la joven dama solo lo miro con recelo- soy el mayordomo de su hermana... Sebastian... Michaelis- dijo pausadamente mientras hacia una reverencia
-Yo soy Rebeca Phantomhive... y el es mi mayordomo Ciel Lower- presento la pelirroja mientras que el mayordomo de ojos azules le abria la puerta
-ama- llamo la atencion de la joven que de inmediato se subio al vehiculo, sin mirarse a los ojos ambos caballeron abordaron el vehiculo sentandose en los asientos de enfrente
-joven ciel- dijo friamente el de cabellos negros
-señor michaelis- devolvio el azulino mientras con nerviosismo se acomodaba los guantes
-¿se conocen?- interrumpio la joven dama al escuchar aquellos frios pero a la vez calidos saludos
-no- contestaron ambos cortantemente, la joven dama no pregunto mas ya que ella tenia problemas mas importantes en su cabeza, el de cabellos azules solo quiso mirar a la ventana, en su mente solo resonaba el criptico sonido de la lluvia al caer....
Aunque en realidad no estaba lloviendo...