El mayor deslizaba la fina capa de piel de su miembro, de arriba hacía abajo, fugazmente, apretando de vez en cuando y rodeando el glande con sus dedos, jugando con el meato para luego volver a su extensión, húmeda y caliente.
— ¡Oh, dios... H-hyung! — Su gemido se pierde en el espeso ambiente, Minho sonreía mirándole a los ojos mientras le susurras guarradas al oído.
— Humm, eres tan sucio, Taemin, mojándote tan rápido por tan solo unas caricias, bebé. — Su voz era gruesa, rasposa, como un tipo de encanto que hacía que Taemin gimiera con más frecuencia ante aquella mano concentrándose en su pene.
— Es... es tu culpa. — Arquea su espalda, sosteniéndose de las sábanas, al sentir los dedos de Minho jugar con su ano, jugando superficialmente hasta luego introducirse con suma lentitud, haciéndole anhelar por lo que vendría luego. Taemin ardía en excitación, por culpa de Minho y su maldita, y fantástica, destreza en tocarlo.
— Mí culpa? — Le mira a los ojos, a aquellos avellanados que estaban nublados ante el placer, lagrimosos y expectantes a las acciones del mayor.
— Oh, ¡S-si!
— Ya veo... — El mayor sonríe de lado mientras suelta el miembro de Taemin y se dedica a jugar y ensanchar su mojado pasaje. — Aun que, no veo resistencia de tu parte, pequeño.
— Es que... ¡Oh...ahh! — Levanta su rostro y observa donde los dedos de Minho desaparecen, oh, realmente el otro sabía dónde encontrar su próstata. — Lo haces taan bien, Minnhoo~
Minho solo sonríe de lado, quitando sus dedos del interior del menor, subiéndolos, acariciando su vientre, su pecho y llegar hasta esos botones erectos, acariciándolos con la yema de sus dedos.
— Vamos, Minho... entra en mí, no aguanto más, te necesito. — Dice entre jadeos, boqueando el oxígeno que le faltaba.
— Oh, que desesperado, hada. — Tampoco se hace del rogar, lleva una mano a su propia, y empapada, erección para deslizar su mano una, y luego, dos veces. Toma su eje, alineándolo en el rosado ano de Taemin. — Ohhh... — Gruñe, su miembro se abre paso entre las estrechas paredes de Taemin. Siente sus testículos tensarse, como si pronto se correría, aun que iba a ser difícil después del aguante que tenia Minho en el sexo, y más si se trataba de Taemin. Sigue entrando en el hueco de Taemin, hasta que sus bolas chocan con el culo suave de Taemin. Empieza a moverse, de adelante hacía atrás, deleitándose con los poderosos gemidos de Taemin.
Sus miradas estaban conectadas, no podían de dejar de ver los orbes contrarios, enmudecidos por el placer, solo se miraban, sin decirse una palabra más allá de incoherentes, y calientes, gemidos y alaridos de puro placer.
¿Cómo podían exteriorizar el placer que sentían? Era tan caliente que juraban que iban a derretirse. Taemin hincaba sus uñas en los omóplatos de Minho, haciendo formas en ella, las arrastraba para formar un arañazo, una marca de la cual Minho recordaría hasta que cicatrizara, u ojala mucho más.
Taemin abría su boca solo para dejar escapar húmedos gemidos, al igual que algunas cantidades de saliva. Sentía como Minho se movía dentro de él, como se internaba en lo más recóndito de su interior, tocando una y otra vez su punto dulce.
Los sonidos húmedos cuando Minho se internaba más en ese hoyo solo daba más ambiente erótico a la situación. El vello púbico de Minho, húmedo, se pegaba a la piel de Taemin, generando sonidos mojados, también le pinchaba, pero... Oh, claro que no le importaba, se le hacía completamente delicioso, sentir esa comezón y cosquilleo.
— ¡Minnnhoo! — Por fin deja escapar su voz, retorciendo su cadera en busca de más tacto. — Ohdiossmioo. — Dice arrebatadoramente, echando su cabeza hacía atrás, dejando su cuello ante la atenta vista de Minho, seduciéndolo con su nuez que subía y bajaba al compás de que el dejaba escapar gemidos.
Minho salió de Taemin generándole un vacío que le dejo insatisfecho. El mayor separó aún más las piernas de Taemin, viendo como el agujero del menor se contraía y luego se expandía, como si tuviera vida propia y quisiera comerse cualquier cosa gruesa y alargada.
— Dioos.. — Gime Minho, bombea su miembro. — Mira tu agujero, Tae, quiere más y más de mí gordo pene. ¿Es que acaso aún no estas satisfecho? ¿Quieres más?
— Mm... ¡Si, quiero más! — Le mira a los ojos mientras toca la erección del mayor, sentándose en la cama, sintiendo ese característico cosquilleo en su caliente ano.
Taemin se arrodilla, al igual que Minho, y unen sus labios en un caliente beso de lengua. Sus musculos se tensan al sentir los brazos del mayor rodeándolo por completo. Minho se echa hacía atrás y pone a Taemin a horcajadas.
— Vamos, Bebé, empalate en mi caliente pene. — Le dice el mayor tomando su propio eje, sacudiéndolo en el aire, provocando una salivación excesiva en Taemin.
Taemin toma el miembro del mayor y se monta en el, hasta el fondo, de un solo tajo, hasta sentir su piel chocar con la de Minho. Tan bueno...
— Oh, si... — Susurra mordiendo su labio inferior, frunciendo el ceño. Porque lo sentía tan bien, malditamente bien.
Las manos de Minho viajan por todo su cuerpo, invadiendo su piel, quemándole y dejándole marcas.
Taemin mueve su cadera con destreza, empalandose tan profundo.
Luego de unos embates lentos, Minho toma las caderas de Taemin, dejando que Taemin se echara en su pecho. Baja sus manos hasta el trasero del menor, tomando sus nalgas, abriéndolas, tenido mas acceso a ese apretado agujero.
Uno, dos, tres.
Minho entraba y salía de él tan rápido que sus gemidos no podían dejar de escaparse. Minho salió casi por completo, volviendo a empalarse rápido, siguió con eso hasta que sintió que se vendría.
Y Taemin se vino sin tener que poner mucha atención en su pene.
— Oh, Taemin me voy a venir... — El mayor se apresura en salir del interior de Taemin.
El menor se hinca entre las piernas del más corpulento, dejando el miembro venoso cerca de su rostro.
Taemin lo toma entre sus manos, bombea un poco, deslizando la piel y lo introduce en su boca. Una mezcla de sabores le invaden, lo salado del presemen y lo agrio de su propio interior. Sube y baja su cabeza. Su lengua rodea el glande del mayor, y baja, hasta jugar con el prepucio, deslizandolo con su lengua.
Siente las bolas de Minho tensarse, así al igual que su miembro, y el resto de su cuerpo. Taemin se hinca aun más, sin importarle sentir las arcadas de cuando el grande pene se introduce en su garganta, y hasta que no tiene todo el semen de Minho en su boca, no se lo quita de su cavidad bucal.
— Eso es cariño, tómate toda mi caliente leche.
Taemin sonríe satisfecho y une sus labios con los de Minho.
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