Con éstas hermosuras podré ir más a prisa a todos los lugares – sonreía feliz el albino , sujetando en sus manos tres esferas transportadoras , las cuales había birlado de Norte , entre ricillas y ricillas se le escapó una de las esferas , la cual , obviamente descendió al suelo – Jod… - rápidamente descendí para alcanzar la espera , pero en mi descuido se me escapó otra , ambas tomaban gran velocidad , ya que volaba a gran altura , cuando éstas se alinearon se tornaron un color neón , chocaron y abrieron un portal , por el descuido , no me detuve a tiempo y caí en el; en esos momentos me encontraba cerca de Noruega esparciendo la nieve por allí . Seguía cayendo a gran velocidad, por alguna razón no podía volar , caí al suelo en un impacto poco agradable .
Horas más tarde desperté de golpe , con el pecho descubierto y con paños con algunas partes del cuerpo , me sobé la cabeza ya que tenía un terrible dolor – ah.., dónde estoy ? , qué hago aquí?- me senté en una cama algo pequeña , hecha al parecer de roble o algún otro tipo de madera .
Oh!, al fin despiertas, estás bien , cómodo?, necesitas algo? – dijo un chico enjuto, como de unos 15 años , no muy alto , de cabello caoba y unos ojos verdes muy lindos –
Auch, aún me duele algo el cuerpo, pero estoy bien, gracias. Dónde estoy? – dije mirando por la habitación, la cual parecía antigua.
Oh!, pues estás en Berk . No pareces de por aquí, de dónde eres? – preguntó el chico que se acercaba a mí con un pequeño tazón el cual tenía algún tipo de líquido y un paño , que puso cerca de mi pecho mientras se sentaba en su cama , el cual tenía una herida ; la que sanó casi al instante
Pues no soy de por aquí, creo, que es eso? – dije retirando su mano junto con el paño húmedo
Tranquilo, parece que no recuerdas. Te encontré tirado en el bosque y te traje aquí, además estabas descalzo, que acaso estás loco, no tienes miedo de morir, no te preocupas por ti? – todo eso lo decía en un tono preocupado y angustiado –
No deberías preocuparte tanto por los extraños, podría ser tu enemigo, pero por suerte para ti no lo soy – dije viéndole a los ojos, eran muy bonitos o ese era mi parecer – por cierto, gracias por salvarme – puse mi mano en su hombro y le di un par de palmadas
D-de nada, lo hubiese hecho cualquiera, bueno, será mejor que descanses un poco más, en unas horas amanecerá y quizá podrás levantarte – se levantaba y acercaba a la lámpara para apagarla
No! , espera, no la apagues, no me agrada mucho la oscuridad – dije extendiendo mi mano
Pero mi papá se enfadará si la dejo así – dijo el caoba con algo de temor en sus ojos
Por favor , pero , si te quedas tú , puedes apagar la luz – dije algo sonriente a lo que el caoba se sobresaltó por lo que acababa de oír .
Bueno, no creo que tenga nada de malo en quedarme con mi huésped, además no hay más camas aquí – se quitó el chaleco y apagó la luz, en la oscuridad podía ver su delgado cuerpo sentarse y luego echar en la cama al lado mío, se volteó hacia el otro lado ignorando mi mirada, puse una mano sobre su brazo y me apegué un poco a el oji-verde .
Gracias de nuevo por salvarme…- dicho esto cerré mis ojos y concilié el sueño de una manera sorprendente rápida, de alguna manera no podía dejar de pensar en esos ojos verdes que atendieron la herida en mi pecho
Pasaron las horas y se hizo de mañana, los rayos del sol, escasos como la paz en esos lugares , mi sueño fue interrumpido por un gran vocifero de parte de un sujeto grande de cabello y barba roja .
Estoico: Hipo!, Hipo! ,has visto la silla de montar de tornado?- dijo subiendo a la habitación del caoba y sorprendiéndose algo al ver a su pequeño retoño siendo casi abrazado por mi , allí en la cama del oji-verde , llevándose una ¨errónea sorpresa¨