Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Historia distorsionada sobre un amor distorsionado por Sinimeg

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Me temo que los personajes no me pertenecen y la historia tampoco. Si los personajes me pertenecieran Izaya no sería tan "carbón" y no estaría tan loco, además que ya sería el uke del mas fuerte de Ikebukuro.

 

Soy Orihara Izaya, el más grande informante de Tokyo, un auténtico demonio para unos, un loco con demasiado poder para otros, un mal necesario para el resto y una miserable pulga que debe ser aplastada para alguien en particular. La verdad es que me importa bien poco lo que la gente diga y piense de mi, porque yo tengo mis motivos para ser así, soy Orihara Izaya y esta es mi historia.

"Yo no sé si estoy perdiendo encanto (perdiendo encanto)

solo sé que ya ni yo me aguanto (tampoco es para tanto)"

Cuando era pequeño mi padre me pegaba, me culpaba de la muerte de mi madre puesto que murió en el parto, y a los cinco años decidió que ya no me aguantaba más en su casa, malgastando su preciado dinero en alimentar a una maldita alimaña como yo y dándome un techo bajo el cual dormir, así que me echó de casa abandonando me en la calle sin dinero ni comida puesto  que no quería cometer un crimen, al menos, no directamente. Curiosamente yo sí recuerdo como era mi vida a los tres años, otro factor raro acerca de mi persona. Recuerdo que un orfanato me recogió y me dio comida y ropa, y al menos por tres días creí que había encontrado mi sitio, hasta que me llevaron al director y éste intento violarme. Cogí una navaja de no-se-dónde y le hice un corte profundo, entonces salí corriendo, intentaron detenerme pero nadie lo consiguió. Fué ahí dónde decidí que mi sitio estaba en los barrios bajos, y dónde conseguí mi famosa navaja.

"Y ahora que yo quiero llorar todos se ponen a brillar

y yo me pongo a interpretar"

Pasé otros cinco años paseando por las calles, robando para poder vivir, buscando sitios con lonas para resguardarme de la lluvia y sitios calientes para protegerme del frío. Pero a la vida le gusta joderme de sobre-manera y cuando yo solo tenía diez añitos y era un niño medianamente inocente (había visto morir a mucha gente por el hambre y el frío) unos desgraciados me raptaron cuando estaba durmiendo y me drogaron. No recuerdo mucho de lo que pasé con esos hombres, de lo que sí estoy seguro es que experimentaron nuevas drogas conmigo (debían de ser de alguna mafia) y que ocasionalmente me usaban como su puta. Fué gracias a un policía de incógnito que salí de ahí, y también me devolvió mi preciada navaja. Aún me cuesta creer que haya llegado a la mayoría de edad.

"Y yo pienso que estoy saturado (estoy saturado)

Cuando pienso que la estoy cagando (la estoy cagando)"

Pasé tres años con esos yakuzas, fué un duro golpe para mi puesto que la mayoría del tiempo lo pasaba grogui, y también me enteré de qué hacia poco había sido mi Decimotercer cumpleaños, aunque eso da igual, no es como sí alguien me hubiese hecho alguna vez un regalo o algo por mi cumpleaños, ni siquiera tengo amigos. Pasó un año y me fuí a vivir con unos tipos igual de raros que yo, pensaba que había encontrado mi lugar en el mundo, pero luego de dos años me traicionaron y me entregaron a los yakuzas de los que había huido. Aunque cabe decir que esta vez no me atraparon y por ello mataron a los que se hacían llamar mis hermanos.

"Cuando te quiero me estas engañando con un fulano

Y ahora que quiero soledad todos me vienen a abrazar y me apuñalan por detrás"

A los dieciséis años entré en una escuela para superdotados, encontré a una chica que de verdad me gustaba, pero la escuela después de un año fue secuestrada por una sicopata que nos obligaba a matarnos entre nosotros o si no no saldríamos de ahí, la chica que amaba murió, por su propia culpa debo decir, y de los dieciséis alumnos que éramos sólo seis salimos con vida. Y ahí fue cuando decidí que me iba a convertir en un cabrón integral, para cobrarle al mundo todas las que me debía.

"Y cuando yo quiera correr alguien me parara los pies pero tengo sed de poder

Y me quedo en el infierno porque allí siempre hace bueno, me aprovecho de lo ajeno,

siempre hambriento y nunca lleno"

Me mudé a Tokyo y me compré un piso con lo ahorrado y algunos trapicheos sucios que hicé por ahí, me puse a jugar con la gente de Ikebukuro y ahí fué cuando le conocí a él, una bestia amable, que cuando pierde los estribos es capaz de levantar cualquier cosa pero que odia la violencia. Se convirtió en mi juguete favorito. Y así como mi poder iba creciendo mi deseo por jugar con él también, hasta que no se cuándo se convirtió en un sentimiento más puro, de esos de los que yo creí carecer siempre. Adoraba a ese hombre, siempre tan ingenuo y amable con todos (yo soy la excepcion que confirma la regla) hasta que perdía los estribos, siempre me sorprendió su fuerza y poco a poco iba admirándole cada vez más. Y hoy al fin me dí cuenta de lo que sentía por el hombre más fuerte de Ikebukuro. Esa bestia amable me mandó un pastel por mi cumpleaños, alegando que le sobra el dinero y, por supuesto, no falta el mensaje de qué como me vea por Ikebukuro me va a matar. Pero ambos sabemos que no es cierto, es demasiado amable para hacer tal cosa. Tengo miedo de decirle lo que siento y que él se aleje de mí, que vea que tan sólo soy un crío asustado en un cuerpo de adulto y de que se enteré de lo que he tenido que hacer para sobrevivir, pero lo que más miedo me da es quitarme mi máscara y volver a quedar vulnerable frente a alguien.

-Soy un auténtico idiota

Namie me miró extrañada por eso, pero la ignore y la invite a comer pastel conmigo. Me pregunto si el hecho de que me enviara un pastel significa que siente algo por mi, pero sobre todo ¿Cómo sabía que día era mi cumpleaños?

Notas finales:

Continuara...cuándo y cómo no tengo ni idea. 

La cancion es "Me quedo en el infierno" de pignoise


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).