Un beso simple, casto, sintió como el cuerpo contrario sé tensaba, estuvo asi unos cuantos segundos, disfrutando por primera vez de ese cálido contacto, se sentía en las nubes; hasta que cayó en cuenta de sus acciones.
Fue como un balde de agua fría por todo su cuerpo, comenzó a temblar del miedo que le produjo el pensar lo que su amigo le pudiese hacer por el atrevimiento, pero el terror lo inundó al sentir la mano en uno de sus hombros, alejandolo del contacto; comenzó a sudar frío, y antes de que pudiese decir algo, ya había salido corriendo escaleras abajo. Escucho a Sasuke gritándole que se detuviera, pero no lo hizo, continuo hasta llegar al portón de entrada y se precipitó hacia la calle...
Y ahora, se encontraba así, atrapado bajo el cuerpo de su mejor amigo, siendo, literalmente; manoseado y ultrajado, aunque, no oponía mucha resistencia.
-Ahhh- gimió más fuerte al sentir como aumentaba la velocidad sobre su pene, sintió como el azabache respiraba de manera agitada sobre su oreja, mordiendo y lamiendo su lóbulo.
Un calor abrasador comenzó a recorrer todo su cuerpo, el sudor perlaba su frente, las gotas caían por su cuello hasta llegar al borde de su inseparable chaqueta naranja.
De un momento a otro sintió como la mano salía de sus pantalones y el brusco jalón para quedar recostado sobre la espalda, su mirada se encontraba vidriosa, no podía ver con claridad, lágrimas de placer bailaban en su visión, sólo divisaba una mancha negra que debía ser Sasuke. Ya no ofrecía resistencia alguna, estaba tan acelerado y cegado que incluso pudo haberlo golpeado, y el no hubiera hecho nada, sintió más que vio, el cómo se inclinaba hacia el, creyendo que tal vez lo momento a base de golpes, o por lo menos lo insultaria hasta la saciedad; lo besó.
Sentía en sus labios aquella calidez nuevamente, inundando sus sentidos, así como aquella escencia con olor a menta y chocolate, tan característica del oji-negro. Se movían sobre los suyos muy suavemente, una caricia tierna, sintió su lengua delineando el borde de sus labios en una petición muda que respondió casi al instante, abriendo la boca para darle paso a su lengua. En cuanto se lo concedió el beso se tornó en uno más pasional, una lucha de lenguas se inició entre ambos, siendo el vencedor el que estaba sobre si. Reaccionó al sentir como su labio inferior era jalado suavemente por los dientes ajenos, logró hacer que se separaran bruscamente sacándole un gemido de dolor y placer al mismo tiempo. Lo observó con los ojos enterrados, tratando de regular su respiración, su pecho subía y bajaba en una cadencia irregular.
-Era para ti- abrió la boca para replicar lo sucedido, cuando lo dicho por el peli-negro le cayó. Debió ver en su cara la confusión que sufría, ya que al instante le contestó -la carta, era para ti. Hinata estaba pidiéndome que si podía dartela por ella, me pillaste cuando la tome en mis manos, pero, yo no tenía intención alguna en entregártela, estaba a punto de decirselo cuando tu, dobe tarado, te apresuraste he hiciste lo que se te dio la gana, idiota impulsivo- Naruto ya no sabía en donde meter la cabeza debido a la vergüenza que sentía en esos momentos, había metido la pata hasta el fondo, otra vez, todo por ser tan, como bien dijo su amigo; un idiota impulsivo.
-Escucha, Sasuke, yo... - pero nuevamente no lo dejó terminar de hablar, sus labios apresaban los suyos de nueva cuenta, esta vez en un gesto más desesperado.
-Te amo...- sólo un susurro, que murió contra sus labios, pero que pudo escuchar con claridad, lo volvió a besar, y el sintió como el mundo a su alrededor se desmoronaba en millones de pedacitos, haciendo que una imagen se fragmentara, dispersandose, para luego volver a reunirse, formando una mucho más clara y nítida. Entonces su mundo se estremeció, sus ojos se aguaron y se aferró a la ancha espalda de su amigo, si es que aún podía considerarlo así.
Las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, Sasuke sintió la calidez impregnandose en su piel y se separó, dejando que un fino hilo de saliva uniera sus bocas, creyó hacer lo correcto, pero en ese momento sentía que había abusado de la confianza del oji-azul, y que encontraría a su peli-rubio llorando por la repulsión que sentía hacia su persona por estarlo besando sin su consentimiento, grande fue su sorpresa al encontrarse con una inmensa sonrisa surcando por la morena cara. Y antes de que pudiese cuestionar, lo que salió de su boca hizo que esbozara una enorme sonrisa en su pálido rostro.
-Yo también te amo, Sasuke - y nuevamente lo beso...
Más tarde se encontraban caminado hacia la casa de cierto rubio hiperactivo, el cual se encontraba alegremente colgado del brazo de su ahora novio, ya que después de una, muy larga por cierto, sesión de besos, habían hablado libremente de lo que albergaban en sus corazoncitos, enterandose asi de que ambos habían estado correspondiendo sus sentimientos desde casi el mismo tiempo. Iban muy felices metidos en su propia nube de color rosa cuando Naruto paró repentinamente y su rostro se tornó lívido, Sasuke estuvo a punto de cuestionarle el porque de su detención, cuando un grito de su parte le saco una sonrisa.
-¡Mierda! ¡Le debo una disculpa a Hinata!