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Años por dei_angel

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No era cuestión de pensarlo, era cuestión de sentirlo, si bien es cierto estaba prohibido este pequeño aprovechaba y sonreía cuando se daba cuenta que tenía un mensaje de esa persona especial para él, uno que otros comentarios, una que otra escapadita como él le solía llamar era justamente lo que buscaba.


Un hombre de treinta años con un jovencito de diecinueve años que apenas experimentaba la vida, y le faltaba despecharse para encontrar el verdadero amor, cosa que, ya daba por asegurado. Se preguntaba a menudo si el adulto se aprovechaba de su falta de experiencia y es que, en dos mundos en dos cabezas que piensan totalmente opuesto, era fácil llegar a la conclusión de que lo estaba usando.


Daba paseos por la universidad en busca de su mirada, de su altura, de su cabello largo y pronunciadas ojeras, si bien es cierto él no se ha percatado de que la persona a la quien busca estaba atrás suyo mirándolo con mucha ternura, un profesor serio, de porte fuerte e increíblemente tierno se acercaba con mucho cuidado para pasar por desapercibido.


No hubo errores, susurró palabras tiernas que le endulzaron los oídos a ese jovencito de tiernos ojos azules.


Profesor Itachi – susurró mientras se daba media vuelta y encaraba al más grande, algo que le sobraba a este chico era valor, desde el momento en el que se conocieron hubo química entre ellos.


Estás en el estacionamiento, Naruto – pronunció mirándolo a los ojos, era algo que le atraía de sobre manera, le fascinaba la manera tan fija en que lo miraba, a su suerte, no había casi nadie en la universidad, era sábado en la tarde, para muchos gozar y disfrutar, pero Naruto quería graduarse con un buen promedio cosa que a Itachi le orgullecía demasiado. Le encantaba que Naruto se preocupara por su futuro… pero también por él.


Lo sé, quería verte “Profesor” – haciendo una mueca bastante graciosa por la última palabra dicha, sonriendo ampliamente como él lo sabe hacer y sin más se encaminó al auto del pelinegro.


¿A dónde quieres ir? – preguntó Itachi dirigiéndose a su carro, sacando las llaves e introduciéndolas para abrir aquel medio de transporte. Una vez en el carro Itachi arregló unas cosas, se puso el cinturón de seguridad y prendió el radio minimizando el volumen, para usarlo de fondo.


La acción fue inesperada, Itachi le robó un beso al rubio, recordando la manera un poco ortodoxa por no escribir caníbal  de su primer beso, ambos pasearon sus lenguas, las caricias rodeaban sus cuerpos y la temperatura empezaba a subir, estando en el estacionamiento de la universidad ninguno de los dos se habían dado cuenta de que estaban siendo vigilados por dos personas que, si bien Itachi dándose cuenta giró rápidamente saliendo de aquella institución educativa, maldiciendo. Lo habían descubierto con las manos en la masa, pero de igual quería eso lo hacía excitante, Naruto se coloró, sabiendo que lo hizo mal, ambos eran solteros, no tenían hijos y podían estar juntos, claro, pero once años de diferencia son once años, la gente los miraba discriminantemente, no le prestaban atención.


Eso me gustó – sonrió confiado


¿Estás loco? – Refunfuñó molesto – nos van a delatar – Naruto se angustiaba no quería ser presa de las burlas de la universidad, estaba a mitad de carrera, quería a Itachi, quería que Itachi lo tocara y otras cosas más…


Tranquilo, es Kakashi quien nos espía, con su asistente Iruka – miró de reojo al más pequeño pícaramente – ellos están como nosotros, no te preocupes, por cierto – retomó la mirada pasional despertando las pasiones más bajas de Itachi.


Itachi llévame a casa – ordenó


Si te das cuenta no vamos camino a tu casa, si no a la mía – sonrió victorioso él tenía el control, le encantaba tenerlo, pero Naruto era bastante testarudo odioso, contó segundos, minutos y Naruto ni una palabra decía, estaba calmado, eso le extraño a Itachi, pues sabía que había algo raro, se estacionó preocupado por la situación.


¿Por qué te detienes? – preguntó sorprendido


¿Qué haremos en tu casa Itachi? – se sonrojó al imaginar a su profesor sin ropa…


Lo que quieras – se acercó seductoramente, ambas bocas se unieron en un beso largo, la lengua del menor penetró la boca del mayor, Itachi sonrió, su pequeño era posesivo como un niño, como le encantaba, ambas lenguas se juntaban y danzaban, las manos de Itachi se colaban en la ropa del menor quien liberaba pequeñas contracciones por la estimulación recibida.


Empezó a besar ese cuello dorado que le encantaba, un color poco usual que, combinado con su carácter lo hacía una persona única.


¡No no no! – Se sacudió a Itachi – en tu casa será mejor – nos vamos


Sonrió de manera pícara ante la reaccion del piloto.


Me las vas a pagar - advirtió seriamente el mayor logrando una expresion de miedo auténtico del copiloto

Notas finales:

Espero que les haya gustado!!!

Envien sus sugerencias!!

se les quiere!!


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