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NO LLORES por laritsuki

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Notas del fanfic:

Este fic lo hice Hace un tiempo espero sea de su agrado 

-No llores… le decía a la pequeña figura que tenía frente a mí

Y en verdad ya no quería que llorara, no podía verlo llorar de esa forma, realmente jamás me había gustado verlo asi, desde muy pequeño él siempre fue débil en sentimientos cualquier cosa que le hicieran para él era muy doloroso y no era para menos tenía sus razones a esa edad el ya cargaba con una historia dura muy dura, a sus 7 años él ya estaba solo sin nadie que le tendiera una mano, más que mis padres que se hicieron cargo de él, para ese entonces yo ya tenía 12 y comprendía la situación recuerdo perfectamente, cada noche que lloro lo más silencioso que podía para no dar problemas, esos sollozos que me dolían, paso un año y el seguía llorando por las noches y fingía durante el día que nada pasaba, hasta que una noche mientras el lloraba, me levante y fui hasta su cama donde se encontraba cubierto de pies a cabeza con una sábana, lo destape y me miro con tristeza y los ojos rojos, pidió perdón por las molestias y me dijo que no se volvería a repetir, y que niño tan lindo a pesar de cómo se sentía aun pedía disculpas me arrodille junto a su cama lo abrace con todas mis fuerzas “debo protegerlo” me decía a mí mismo, mientras lo abrazaba y sentía sus tibias lagrimas bajando por mi hombro donde había posado su cabeza para llorar con fuerza mientras jalaba mi ropa apretando los puños

-Yo te protegeré – le dije con la voz quebrada pero segura la voz más segura que había tenido en mi vida

Y así lo hice, tal vez lo protegí más de lo que debía, el creció y ya no lloraba por las noches, yo me acostaba con él, hasta que caía dormido yo podía volver a mi cama, con el paso del tiempo me acostumbre a su calor y la idea de querer volver a mi cama se me hizo absurda, y ya no me conformaba con solo dormir a su lado quería más, sabía que no podía y nunca podría lograr tener algo mas con el, además él era “mi hermano” o eso éramos ante todos, eso era ante él, “su hermano” pasaron más años y cuando él tenía 15, era un chico fuerte, honesto, valiente, hermoso mi “hermanito” era perfecto.

Ya no necesitaba de mi protección poco a poco me fui haciendo a la idea, ya ni siquiera dormíamos juntos, me dolía, pero ya no me necesitaba y lo debía aceptar.
Cierta noche mientras dormía escuche pasos fuera de mi habitación por la rendija bajo la puerta observe una sombra, después de un rato de haber visto aquella sombra inmóvil de apoco se comenzó a abrir mi puerta, fingí dormir, era el, era mi hermanito estaba frente a mí, paso una de sus manos por mi cabello bajando por un costado acariciando mis cejas y encontrando mis pestañas dijo: -son tan largas- continuo bajando un dedo por el borde de mi nariz donde no se detuvo hasta mis labios, donde su dedo índice acaricio mi labio inferior, sentí como retiro su mano para encontrarme con una sensación suave y una respiración cálida en mi cara muy cálida, esa sensación que tanto había esperado de quien había estado esperando, me aproveche de la situación profundizando el beso quería sentirlo mío, quería sentirlo más cerca de lo que ya lo tenía quería probarlo hasta estar satisfecho, lo cual dudaba, porque entre más lo besaba más quería de él, aquella hermosa noche jamás la olvidare tuve lo que más quería de la manera en la que lo quería, queriendo tenerlo todo, queriendo no dejarlo, queriéndolo más de lo que había lo había querido antes y queriendo quererlo más.

Si tan solo ese instante se hubiera congelado, si ese instante hubiera sido eterno como lo es mi memoria hubiera sido tan feliz.

Paso más tiempo y un año de relación continuamos en secreto de mis padres, sus padres, que al mismo tiempo eran nuestros padres, cierto día note a mi madre muy rara conmigo, distante y enojada pregunte qué es lo que pasaba y me dejo helado al escuchar su respuesta

-termina con el- dijo furiosa al punto del llanto

El mirar a mi madre de esa manera me rompió el corazón, ella era lo más preciado que tenía, era mi tesoro, sin embargo me estaba pidiendo que dejara a lo que representaba mi todo a mi Hermanito, mis ojos se enrojecieron y así decidí lo que haría. Encontré a mi hermanito saliendo de su cuarto con el uniforme puesto y lo abrace pegándolo contra la pared y entrelazando nuestras manos

-¿Qué pasa?- pregunto extrañado

-he estado pensando, ¿qué te parece si hoy no vas a la escuela y te vas de pinta conmigo?- le dije con una sonrisa sínica me miro extrañado, pero acepto

Salimos juntos de la casa en dirección a la feria, el siempre había querido que fuéramos juntos pero nunca habíamos podido sin embargo, hoy, hoy iríamos, recorrimos la feria, comimos porquerías, subimos a todos los juegos que pudimos, hasta que se hizo noche, debíamos volver y ya estaba bastante oscuro lo tome de la mano y el me miró fijamente y sonrió acercándose a mí y escondiendo su cabeza en mi pecho dijo:

-Gracias por el día de hoy, jamás lo olvidare, tu siempre me has protegido y has estado conmigo…Te amo- al escuchar aquella confesión mi corazón me ardió y se quemó ahí mismo, era la primera vez que me decía esa palabra que tantas había vacilado yo al querer decirla y ahora, ahora le tenía que decir adiós

-terminemos.- dije en voz apenas audible

-¿Qué?- pregunto mirando mi cara

-terminemos- le dije sin la mínima expresión, su cara se transformó a la de aquel niño llorón que era, sus ojos se abrieron de par en par poniéndose rojos inundándose en lágrimas que se negaban a salir, arqueo sus cejas, hizo una mueca y simplemente dio media vuelta y salió corriendo
Llegue a casa y estaba vacía y oscura no me preocupe por prender la luz seguí mi camino a mi habitación donde en la entrada me quede parado

-no llores, no llores, no llores…- me decía mientras mis ojos des orbitados miraban a la nada y sentía un gran ardor en la garganta, apretaba mis puños con fuerza y por primera vez en más tiempo del que soy capaz de recordar se escurrió una lagrima por mi mejilla seguida de otra y otra y otra
-No llores- se escuchó un susurro seguido de una sensación cálida rodeándome en un abrazo por la espalda

–Esta vez yo te protegeré- dijo mi hermanito sin soltarme, lo tome de la mano para darle un beso profundo y sincero lo abrace por la cintura y ahí me di cuenta que no podía perderlo, no lo iba a perder le tome la mano con fuerza y lo arrastre hasta la estación de trenes más cercana.

<<<No puedo vivir sin el>>>

Y entonces mi hermanito y yo nos perdimos en la nada.


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