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Amor de baloncesto. por DarK_Nessa

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Notas del fanfic:

Espero que les guste, y espero publicarlo bien, pues es la primera vez que lo hago. 

 Gracias a todos por su lectura ^^

 Personajes: Hyuuga Junpei, Kiyoshi Teppei (y algún jugador del Seirin de refilón)

La última clase había terminado y después tenían que ir a entrenar. Hyuuga tomó su cartera y empezó a recoger quedando el último. Salió de la sala para irse hacia la cancha de baloncesto. Apenas había recogido sus cosas cuando una mano, muy conocida por él, le sujetó de la muñeca y no le dejó salir del aula. A pesar de todo la sorpresa fue mayúscula y cuando quedó contra la pared miró al castaño con atención.


 


- Kiyoshi... -Susurró de forma leve al verle ahí, frente a él, atrapándole contra la pared. ¿Qué demonios le pasaba? Frunció levemente el ceño, tenían que ir al entrenamiento y si llegaban tarde Riko se enfadaría, y él también. Soltó un gruñido.- ¡Idiota! Tenemos que ir a entrenar ¿qué quieres?


 


Le dijo con fiereza cuando de pronto el castaño simplemente le sonrió y se inclinó sobre él un poco. Hyuuga alzó una ceja... realmente ese chico estaba actuando extraño, pero no se apartó, quizás porque confiaba en él o quizás porque era su compañero de equipo. No estaba seguro.


 


Lo que pasó a continuación fue algo que le hizo abrir los ojos con sorpresa. Los labios de Kiyoshi se pegaron a los suyos haciéndole sonrojarse y agitarse un poco por esa situación. El castaño no decía nada, solo agarró sus manos y le empujó aún más contra la pared, colando su lengua en su interior. Hyuuga dejó escapar un leve gemido de sus labios y terminó por dejarse llevar. Cerró los ojos y respondió... sus lenguas se entrelazaron y jugaron levemente, por apenas unos segundos hasta que algo golpeó fuera del aula. Hyuuga apartó a Kiyoshi de él con un empujón.


 


- ¡Bastardo! -Se llevó el dorso de su mano a sus labios y nervioso le miró sonrojado. Kiyoshi volvió a sonreír.


 


- Hyuuga~~ tenemos que ir a entrenar. -Le dijo alegre y salió de la clase dejando atrás al capitán algo agitado. Gruñó algo y se recompuso para caminar hacia la cancha de baloncesto.


 


Llegaron a la cancha de baloncesto, Hyuuga aún pensaba en ese estúpido beso que Kiyoshi le había dado antes de salir de clase. Aún seguía molesto, pero más que nada porque no había hablado, solo le había empujado y le había robado el aliento. Le mataría... si, eso haría, cometería un asesinato y colgaría la cabeza de ese bastardo. Ambos entraron en el lugar y Kuroko se acercó a él.


 


- ¿Capitán? -Hyuuga miró al peliazul.- ¿Está bien? Parece enfermo... tiene la cara roja.


 


Hyuuga frunció más el ceño, cogió un balón y estiró su brazo con rabia.


 


- ¡A entrenar! -Dijo sin más y comenzaron el entrenamiento como siempre. Le resultaba molesto, muy molesto y la verdad no estaba muy concentrado, sobre todo cuando le tocaba marcar a Kiyoshi o al revés. Le dio varios codazos e incluso en algún momento le empujó, haciendo que Riko (que hacía de árbitro) le pitase falta en aquel partido de entrenamiento. Hyuuga no estaba concentrado... era imposible ¡¡Kiyoshi le había besado!!


 


El entrenamiento había sido duro, y más porque Hyuuga no estaba para nada concentrado. Todos se fueron a las duchas, pero el capitán se quedó un rato más lanzando el balón desde la línea de tres. Intentaba meter todos los tiros y no pensar en nada más, pero de vez en cuando la imagen de Kiyoshi acercándose a él le hacía perder la concentración. Eso le frustraba aún más y por aquello el capitán seguía lanzando balones como si no hubiese mañana.


 


Izuki se acercó y soltó alguna de sus bromas (super ingeniosas) pero no le hizo caso. Eso extrañó al número 5 del Seirin porque no era muy normal que Hyuuga no le mandase a algún lugar, lejos, a que se muriese o a saber qué otra cosa. De igual modo le dejó estar, si el capitán no quería hablar... era mejor no molestarle. El chico se alejó y de nuevo Hyuuga se quedó a solas con la canasta y con el balón.


 


Pasó bastante tiempo y cansado comenzó a recoger los balones para meterlos en el cesto. Bajó la tapa y empujó el carrito hacia el almacén el cual cerró bajo llave y se encaminó a los vestuarios. Al entrar todo estaba vacío, las taquillas cerradas y todo en silencio... Se subió los lentes y miró hacia la zona de las duchas, para caminar de forma automática hacia su taquilla quitándose la ropa para meterse en la ducha. Tenía que despejar la mente... no podía pensar más en aquello.


 


Hyuuga por fin estaba bajo la ducha, el agua recorría sus cansados músculos, recorriendo cada parte de su piel hasta perderse en el sumidero. Sus ojos estaban cerrados y su cabeza agachada, dejando que aquellas gotas perlasen su piel, retirando el calor, el sudor y los pensamientos tan estúpidos que había tenido. Soltó un suspiro y apoyó una mano sobre la pared, al lado de los grifos y la cerró en un puño.


 


- Idiota... -Se regañó a si mismo, porque estaba molesto, pero no con Kiyoshi, aunque también tenía la culpa... sino que estaba más enfadado con él. ¿Por qué tenía que afectarle tanto aquel gesto del contrario? Debería haberle mandado muy lejos de un puñetazo. Gruñó de nuevo y se apartó del agua para coger la toalla y rodear su cintura.- Tch...


 


Salió de aquel lugar pensando que había servido de poco, pero tenía que intentarlo. Fue entonces que se dirigió a su taquilla y una vez allí la abrió para sacar la ropa que debía ponerse. Se secó con la toalla un poco y algo mojado aún, sobre todo por los hombros y mucho más por culpa del cabello, se puso la ropa interior, tras eso cogió la camisa y comenzó a ponérsela pero algo le hizo sobresaltarse, un ruido que le hizo girarse.


 


- ¡¡Kiyoshi!! -Al volverse ahí estaba con esa cara de bonachón de siempre, mirándole, sonriendo tontamente.- ¿Qué demonios haces ahí parado como un idiota?


 


- Me olvidé de recoger unas cosas... -Parecía cansado, es más, parecía que había venido corriendo o algo así, pues tenía la frente y el cuello algo sudados. Miró a su alrededor y en efecto ahí estaba una bolsa. Ni se había dado cuenta, quizás porque no había querido mirar a la zona donde Kiyoshi se cambiaba.- ¿Y tú qué haces?


 


Le miró de arriba abajo y Hyuuga sin poder evitarlo cogió los bordes de la camisa y se cubrió un poco, un tanto avergonzado. ¿Por qué se ponía así? Era una idiotez.


 


- Me quedé jugando un rato más... y acabo de ducharme... -Le explicó mirándole mal y de reojo, con un ligero y brevísimo rubor que sacó otra sonrisa en el rostro del castaño.


 


- Te has puesto rojo, Hyuuga~~ -El moreno se sonrojó aún más.- Y ahora más,... qué lindo.


 


-¡¡CÁLLATE IDIOTA!! -Le dijo con esa fiereza tan característica de él. Enfurruñado se giró y sacó los pantalones para mirarle de refilón.- Coge tus cosas y vete...


 


- ¿Estas enfadado conmigo Hyuuga? -Preguntó mientras se acercaba a su bolsa, con un leve cojeo, cosa que al capitán del Seirin no le pasó desapercibido y abrió los ojos asustado, realmente asustado al ver a su compañero así.


 


- ¡¡Kiyoshi tu rodilla!! -Se giró ignorando todo lo demás caminando rápido hacia él.- ¿Te has hecho daño en el entrenamiento? ¿Estás bien?


 


Su voz era preocupación pura y dura y Kiyoshi le sonrió de forma suave, dulce y cariñosa. Le acarició un instante la mejilla.


 


- Es que vine corriendo y se cargó un poco, pero no te preocupes... -En ese momento ambos se miraron, Hyuuga se sonrojó por aquella mano y el silencio se hizo presente. El capitán se quedó quieto, casi rígido y un poco nervioso por la situación, pero... no quería que terminase. Kiyoshi por el contrario, no bajó la mano, se le veía más entero, nada de nervioso y por supuesto nada rígido o tenso. Volvió a sonreír de forma calmada, con esa cara tan tonta que ponía siempre y se acercó un poco al capitán.- Me gusta...


 


- ¿¡¡Qué!!? -Sobresaltado le miró con las mejillas rojas.


 


- Que me gusta que te preocupes por mi Hyuuga... es muy tierno por tu parte... -Se inclinó de nuevo hacia él, el capitán dio un paso atrás chocando contra las taquillas y Kiyoshi se acercó un poco más a él.- ¿Estás enfadado conmigo?


 


- N... no... -Susurró apenas.


 


- Entonces... -Se acercó un poco más a él, demasiado cerca,... tanto que el corazón del capitán se aceleró mucho, seguro que el más alto lo escucharía.


 


Kiyoshi parecía dispuesto a terminar lo que había empezado... se acercaba lentamente a él, mirándole, con esa enorme mano acariciando su mejilla y él, él solo podía mirarle atontado, no estaba seguro de qué podía hacer. ¿Por qué permitía aquello? Es decir, no le importaba conocer a gente homosexual, pero jamás había pensado que Kiyoshi lo era y que él se dejaría besar por el castaño. Sus ojos aún seguían fijos en el contrario y algo agitado se quedó un poco más pegado a las taquillas, mientras el más alto se acercaba.


 


- Hyuuga... -La voz del contrario le sacó de sus pensamientos sobre besos, homosexuales y mil cosas más, para mirarle por un momento cuando le llamó. Kiyoshi se detuvo en su acercamiento y Hyuuga se extrañó por ese gesto ¿por qué no seguía? Su corazón seguía latiendo de forma rápida y entonces el castaño se apartó de él y eso dejó al capitán del Seirin totalmente extrañado. ¿Qué demonios había sido eso?


 


El más alto cogió su bolsa y se la colgó al hombro para mirar a su capitán con una sonrisa leve. Hyuuga aún seguía pegado a la taquilla y no entendía bien por qué se alejaba de él y por qué no le besaba... Espera... ¿POR QUÉ DEMONIOS QUERÍA SER BESADO POR ESE BASTARDO? Frunció el ceño y entonces Kiyoshi sonrió aún más.


 


- Si te das prisa, capitán, podemos irnos juntos, te espero fuera. -Le comentó y salió del vestuario aún cojeando. Hyuuga miró su rodilla y se vistió rápido para guardar las cosas. Estaba enfadado, pero no con Kiyoshi, sino, consigo mismo... ¿qué le pesaba? ¿Por qué... se sentía desilusionado? Suspiró y terminó por salir, miró al contrario y clavó sus ojos en él.- Hola~~


 


- Tch, vámonos... -Dijo sin más para comenzar a caminar al lado del más alto, aún sintiéndose idiota por todo aquello.


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