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Harmony por Pookie

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Notas del capitulo:

Death note no me pertenece, es obra de Tsugumi Ōba y Takeshi Obata.

Recomendación: escribí esta historia escuchando "Is" de Kanno Youko (feat POP ETC) Uno de los ost de Zankyou No Terror, si quieren pueden escucharla, es sumamente preciosa. Les prometo que no se arrepentirán.

No sé muy bien cómo comenzar esta estupidez… no sé ni qué me llevó a tomar un papel y  lápiz, y escribirte precisamente a ti. Debo estar loco, muy loco para pensar que ésta fácilmente puede ser la última carta que escribiré y va dirigida a la última persona que querría que leyera palabras mías, pero el destino es caprichoso. Ambos lo sabemos, ¿verdad, Near?

Obvio que lo sabes… tú, pequeño estúpido lo sabes casi todo. Te odio por eso y sé que también lo sabes. Mi odio por ti no es ningún secreto.

Es ridículo, ¿no? La única cosa que no sabes y lo que yo sí sé es precisamente la misma cosa que puede matarte, que te dejaría bien muerto con el corazón paralizado. Te quitaría del camino y me dejaría a mí  como el primero pero, definitivamente, es mucho más ridículo que yo intente prevenirlo. Prevenir que mueras, ¿quién lo diría?

Sí, debo estar loco y todo es tu culpa, siempre lo es.

No te lo dije cuando fui a la mazmorra que usas como guarida, pero Kira sabía mi nombre.  No te diré cómo ni porqué, eso no te importa. Pero mi destino se había sellado desde ese día, moriría tarde o temprano y prefiero hacerlo sabiendo en parte que ayudo en la captura de ese mal nacido. También tengo el gran consuelo de saber que  sin mí no podrías hacerlo. Me necesitas, es algo que me deja un buen sabor, el saber que al final, el grandioso Near necesitó al segundón para poder atrapar al asesino de su antecesor.

Aunque debo admitir que trabajar contigo, me resulta bastante molesto. Más que por ti, por mí.  Tanto tiempo huyendo de colaborar contigo y al final, yo mismo me puse la soga al cuello. Te lo dije, el destino es muy caprichoso, sobre todo cuando se trata de nosotros.

«Nosotros» Qué raro suena eso.

El plan lo conocerás luego, probablemente Halle te lo diga. Le he pedido que mantenga el secreto, al menos hasta que todo haya salido bien… o bueno, lo mejor que puede salir teniendo en cuenta las circunstancias. No quiero que te entrometas, de seguro lo arruinarías todo o peor, intentarías detenerme. No lo sabes, pero te estaré salvando el trasero. Bueno, supongo que a estas alturas, cuando leas esta carta ya lo debes saber.

Había otro cuaderno, ¿verdad? El real. Yo sé que sí, debiste haber pensado en eso Near, L lo hubiese hecho. Supongo que por eso nos necesitaba a los dos, ahora lo entiendo. Tú tienes lo que yo no, y yo poseo las características que tú careces; distintos puntos de vista. Dos personas tan desiguales pero al mismo tiempo somos parte de sólo una cosa, como dos caras de una moneda. Cuando la lancemos al aire, ¿quién quedará debajo? Yo, por supuesto, ya lo tengo decidido. No me gusta la idea de quedar debajo de ti, pero me queda el consuelo de que yo hice el último movimiento para lograr el jaque mate de la partida que L comenzó y que nosotros terminaremos.

Sólo tienes que derribar al rey, Near. Yo ya lo acorralé.

Tal vez de lo único que me lamento es no poder ver su rostro cuando sepa que está acabado. Ese maldito con complejo mesiánico pagará, asegúrate de eso, Near.

Toma esto como una despedida, sé que esta misión es un viaje sin retorno. Lo sé, de una manera que no puedo explicar sé que moriré mañana. Y siento que debo sincerarme ahora.

Lo que haré, lo haré por el bien del caso. Por la  memoria de L, para que ese bastardo pague. Y en un pequeño porcentaje, por ti. Porque aunque me duela admitirlo, tú debes cerrar el caso, incluso yo lo sé. No morirás, no por él, no ahora. Debes asegurarte de eso también, ¿me leíste, idiota? Si algo te pasa, vendré de dónde esté y te patearé tan fuerte que te mandaré al otro lado. No puedes morir.

Te odio. Pero también te respeto, sé que eso también  lo sabes. Sé que hay una pequeña parte de mí que todavía te tiene aprecio, creo que esa es la misma parte que intenta protegerte, ¿patético, verdad? De seguro lo piensas así. «Los sentimientos son un obstáculo al momento de concentrarse en un caso.» Aún recuerdo tus palabras, y créeme que intenté hacerlos a un lado, pero no pude. Ese eres tú, no yo.

¿Has probado el chocolate alguna vez, Near? Supongo que no, te diré cómo sabe: es amargo. Como tú. El chocolate me recuerda mucho a ti. La mayoría de la gente suele dejarse llevar por la apariencia y cree que es dulce pero no lo es. Por eso me recuerda a ti, si no abrieras la boca, la gente pensaría que eres dulce, tienes un maldito aspecto de niño inocente, es ridículo. Pero cuando te conocen, ven lo amargo que eres, lo retorcido, lo diferente, supongo que por eso… me gusta tanto el chocolate.

Cuídate, idiota. Tienes que mantener en alto el nombre de L, se lo debes, se lo debemos.

Hasta pronto, «Dear Near»

 

 

—Mello me dijo que te la entregara después de terminar el caso, Near—dijo Halle mientras miraba como su jefe terminaba de leer la carta—. Él sabía que lo lograrías.

—¿Eso es todo, agente Linder?

—Sí, eso es todo. ¡Ah! —recordó—. También te dejó esto.

—Puede retirarse, ha sido un largo día.

La mujer asintió y comenzó a caminar hacia la salida. Antes de cruzar el umbral miró de reojo al chico que estaba en el piso, en la misma posición de siempre. Nada, ningún atisbo de tristeza. Halle emitió un ligero suspiro y volvió su mirada a los juguetes desperdigados por el suelo. Se giró, y dio un paso más hacia la puerta.

—Agente Linder—llamó el albino antes de que la chica cruzara totalmente, ella se volteó—. Gracias por su colaboración.

La rubia lo miró, sonrió levemente y salió por la puerta, con sus botas de tacón resonando por el frío metal de la SPK.

Near se quedó solo, había enviado a todos los agentes a descansar, después de todo lo que habían pasado, el albino suponía que se lo merecían. Las pantallas estaban en ruido blanco, sintonizadas en ningún canal, mostrando los pixeles blancos y negros tintineantes que alumbraban levemente la estancia. Se acercó al paquete que Halle había dejado cerca de él, era una pequeña caja.

La abrió y sonrió. Mello de verdad era un idiota.

Llevó consigo el contenido y volvió a sentarse en medio de la habitación, con sus juguetes en torno a él. Los títeres de él y Mello sobre una construcción hecha de legos, en lo más alto de la torre de plástico. Tomó la carta y la leyó una, otra y otra vez. La caligrafía cuidada de Mello estaba en ella, no parecía escrita a la rápida, como si hubiese ensayado mucho lo que iba a escribir en el papel. No se sorprendía, después de todo Mello era bastante reservado en ese sentido.

Abrió el paquete y se lo llevó a la boca.

—Es amargo, Mello.

Y sonrió.

A Near nunca le había gustado el chocolate pero por alguna extraña razón que nadie entendió, no pudo dejar de comerlo.

Notas finales:

Volví a inspirarme... la música de este anime me tiene loca, llena de ideas... no sé qué hacer con ellas. Lloro con cada tema, no sé qué hacer con tantos sentimientos... El mismo anime me tiene loca, lo amo~

¡En fin, espero que les haya gustado! Nos leemos prontito, en otra historia. ¡Cuídense, bonitas!


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