Aún recuerdo el día en que descubrí el amor de ustedes. Fue poco antes de que emprendieras ese viaje con Jiraya-sama en busca de quien sería nuestra próxima Hokage. Ya había sido el examen chunnin y la devastación de Konoha y en la aldea empezábamos a retomar las misiones que nos asignaban. En un principio fue realmente impactante para mí ya que estaba profundamente enamorada de Sasuke-kun, bueno en realidad aún lo estoy, y no concebía que él te amase a ti… Naruto. Al enterarme de su relación creí que sólo era un malentendido, una broma de mal gusto, un simple juego, pero con el tiempo me di cuenta de que lo que había entre ustedes era real, un romance con todas sus letras.
Todo ocurrió durante una misión que tuvimos en un país que se encontraba en las cercanías del país del fuego. Allí teníamos que resguardar al hijo de un señor feudal quién había sido amenazado por una agrupación que quería intentar un golpe de estado en el país. ¿Lo recuerdas?.
Al principio y como siempre hiciste mucho escándalo al conocerlo ya que el joven feudal era un chico engreído, violento y arrogante que apenas te vio se rio de tu tamaño, intentaste tenerle paciencia y contenerte todo lo que podías para no arremeterle un puñetazo, por lo no fue sino hasta que abofeteó a una de sus subordinadas en frente nuestro que tú lo golpeaste un par de veces antes de que Kakashi-sensei te detuviera. Él al ver que te atreviste a golpearlo no se enojó u ofendió como todos esperábamos, sino más bien se sorprendió e incluso después te sonrió mientras se acercaba a ti. Tú solo le pusiste mala cara y le frunciste el ceño, no sabías que se traía ese al estar tan cerca de ti, al menos tanto como para que sus narices se rozaran, pero entonces todo se aclaró, él terminó con la distancia que los separaba y simplemente te besó. Por la sorpresa no solo tú sino que ninguno de los que estábamos presentes supimos cómo reaccionar, no fue sino hasta que él sin inmutarse mordió bruscamente uno de tus labios que hubo una reacción, al quejarte por el dolor causado abriste la boca para sacar un quejido, lo que el aprovechó para deslizar su lengua lentamente hacia tu boca. En ese mismo instante Sasuke-kun se levantó rápidamente, tomó tu muñeca y te jaló en su dirección quitándote de los brazos de un pasmado Kakashi –sensei y de ese extraño chico.
-Lo vuelves a tocar y no vivirás para contarlo- dijo Sasuke-kun con una mirada asesina que sobresalto al futuro señor feudal. – Nos vemos en las habitaciones. – añadió antes de marcharse.
Y sin decir más se fue contigo, dejándonos a Kakashi-sensei y a mí atrás. Kakashi- sensei tuvo que disculparse por el comportamiento de ambos y dedicarse a informar tanto a los guardias como al custodiado de las medidas y horarios que mantendríamos para su protección y cuando ya estábamos por irnos, le advirtió una última cosa para su protección “-Como te vuelvas a acercar a Naruto de esa manera, Sasuke cumplirá su amenaza” y sin decir más nos retiramos. Luego nos fuimos en dirección a las habitaciones, pero Kakashi- sensei debía ver a la encargada que nos asignaron para que nos llevara la cena por lo que me dirigí sola a la estancia. Fue allí, cuando iba llegando que los escuché, al parecer estaban peleando o eso creí porque se escuchó primero un ruido sordo y otros sonidos extraños que lo acompañaron. Oculte mi chakra y me acerqué a un hilo de luz que salía a través de una abertura que quedaba en la puerta corrediza, acerqué mi rostro lentamente a la luz y fue entonces que los vi.
-¡¡¡Argh…!!! ¡SASUKE…SE MÁS CUIDADOSO!- dijiste con una expresión de dolor cuya causa pude interpretar fácilmente. Sasuke-kun estaba encima de ti con sus pantalones y bóxer hasta la rodilla, su rostro mostraba una expresión lasciva que jamás había visto en él, el solo verlo me sonrojó hasta las orejas y probablemente lo hubiese hecho a cualquiera que lo hubiera visto, mientras que tú a cuatro patas te encontrabas completamente sonrojado bajo él, tus pantalones y calzoncillos están regados por el piso, lo mirabas con enojo y dolor, pero dentro de todo reflejabas el mismo deseo con que él te miraba.
-Esto es tu culpa tuya por dejar que ese idiota te besara, ahora debes hacerte responsable.- La voz de Sasuke-kun salía de manera dificultosa y mucho más grave de lo normal, de solo escucharla se erizaba toda mi piel.- Maldición… ¿Por qué eres tan estrecho?- te dijo con una media sonrisa y comenzó a embestirte lentamente, mientras tú intentabas callar los pequeños gemidos de dolor y placer que salían de tu boca.
No lo podía creer, ahogué el grito de asombro y espanto que quería salir de mi garganta y retrocedí instintivamente. Sasuke-kun y tú, eso jamás me lo habría esperado ¡Nadie se lo habría esperado! y creo que incluso ahora si se lo contase a alguien, nadie jamás me lo creería a no ser que lo viesen con sus propios ojos. Me volví hacia la puerta otra vez y continuaban en lo mismo, a medida que pasaban los segundos, Sasuke-kun te embestía de manera más dura y rápida mientras comenzaba a masturbarte rítmicamente y entonces tus gemidos empezaron a cambiar, ahora eran mucho más sonoros y prolongados que antes, cuando te diste cuenta pusiste una mano en tu boca en un intento por acallarlos, pero Sasuke-kun hizo una mueca de disgusto ante esto y se recostó sobre tu espalda que aún mantenía la chaqueta naranja tan propia de tu persona, abrazó tu vientre con su antebrazo y con la otra quitó tu mano de tu boca mientras lamía cuello.
-¡¡AH!!! ¡TEME…! ¿¡Qué crees que haces!? ¡AH! Kakashi-sensei y Sakura pueden llegar el cualquier momento ¡¡Argh…!!! Y si nos escuchan…- Tanto tu voz como tus brazos temblaban, al parecer ya estabas en tu límite y eso parecía gustarle a nuestro compañero.
-Por mi está bien que nos escuchen, así sabrán a quien le perteneces Usuratonkashi.- La voz de Sasuke-kun se escuchaba mucho más grave y sensual que antes, podía notar la lujuria en cada una de sus palabras y eso no hizo más que ponerme celosa. Sí, celosa, esa era la palabra que mejor me podía definir en esos momentos. Estaba celosa, enferma de celos y era completamente consciente de ello. Celos de lo que hacías con Sasuke-kun, celos de la atención y posesividad que él tenía contigo, celos de que te notara, celos de todo lo que tú tenías en esos momentos y yo no.
Lágrimas de furia brotaron de mis ojos, sentía mucha ira al saber que lo tenías a él y yo no. Y me di cuenta solo entonces de que hasta ese momento tu amor no correspondido me había hecho feliz todo este tiempo, ese amor que ahora sabía era una mentira y te odie, te odie como nunca y me auto propuse sacar a Sasuke-kun de lo que creía un juego enfermizo en el cual tú lo habías metido.
Sin meter ruido me alejé a paso lento de la ruidosa habitación en donde sus gemidos se habían transformado en gritos de placer de parte de ambos y me dirigí al baño del lugar. Una vez recompuesta del golpe que tuve al verlos a ambos en aquella escena, me dirigí otra vez al cuarto. Kakashi- sensei y ustedes me esperaban para cenar, preferí hacer como si nada y luego de disculparme por mi demora en el baño me senté en mi puesto a comer, de esa manera sería mucho más fácil sacar a Sasuke-kun de tus juegos de seducción o de eso me convencí en ese entonces.
La misión continuó con normalidad los días siguientes, a pesar de que no pasó desapercibido tu extraño caminar y ni hablar tu penoso desempeño en las peleas, puesto que luego de patear a un enemigo te quejabas como por media hora y que para cuando Kakashi-sensei te preguntara que pasaba le dieras excusas tontas como “haberte golpeado el trasero con la punta de un mueble” u otras peores .El hijo del señor feudal no sé acercó a ti más de lo necesario a pesar de estar mirándote a cada momento y cuando los partidos del país llegaron por fin a un acuerdo y la familia feudal ya no corría ningún riesgo pudimos regresarnos tranquilamente a Konoha.
Desde entonces cada vez que estaban juntos trataba de descifrar a que iban exactamente con su relación. Cuando estaban con otras personas seguían peleándose y compitiendo como siempre, no se ayudaban a no ser que fuese necesario y para colmo tú continuabas insinuándome un exasperante amor que no sentías y Sasuke-kun seguía ignorándome. No daban indicio alguno de su amor.
Dejé que pasara el tiempo y seguí intentando conquistar a Sasuke-kun, sin tener los resultados esperados obviamente, quería saber si aún continuaban juntos o si al menos había conseguido separarlos por lo que de vez en cuando los seguía sin que lo notasen en busca del algún indicio que respondiera esa interrogante, pero nunca encontraba nada que me lo confirmase… hasta ese día.