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Humano por Diana123

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Notas del fanfic:

para los que leen mis otros fics, lo siento mucho, pero es que mi mamí se enteró que me gusta el yaoi..... En fin hubo un lío y eso.... Pues disfruten, es eruri <3

espero les gute, ninguno de los putos personajes me pertenece Y bla bla bla <3

Notas del capitulo:

<3 hola bebés 

espero les gusté 

                                                    *-*-*-*-*-*-*

Un silencio acogedor inundaba la habitación, la húmeda lluvia hacía del ambiente demasiado frío, era una noche muy obscura en aquel amplio castillo, todo estaba sospechosamente tranquilo, ni siquiera los grillos se escuchaban, sólo el constante goteo y los gemidos sollozantes de un pequeño pelinegro desconsolado.
Levi no acostumbraba a llorar, siempre estaba serio y sus expresiones no variaban con regularidad.
veía morir gente todos los días, estaba acostumbrado y se negaba a creer que esto de algún modo lo afectaba. desde pequeño se había criado sólo, sus padres lo abandonaron en el subterráneo, a merced de los malvados ilegales que habitaban las alcantarillas.
desde que tenía uso de razón, no recordaba una sola vez en que hubiese llorado frente a alguna persona, ni siquiera cuando le robaban el poco dinero que lograba recolectar, las vagas migas de pan que le aventaban con lástima los de mayor estatus o aún peor, las numerosas ocasiones en que habían intentado abusar de él.
Podía estar muy triste, asustado o desesperado, pero nunca se atrevía a dejar que alguien más lo notara, para él eso era sinónimo de debilidad extrema. prefería atormentarse en silencio o ignorar la situación en la que se encontraba, estaba acostumbrado a reprimir sus emociones y a ocultar el llanto a ojos de los demás, nunca permitiría mostrarse débil frente a alguien, o al menos eso creía él.
¿Entonces, que había cambiado?, seguía siendo el mismo chico de mirada desinteresada y molesta, pero sus paredes no eran tan fuertes como él creía. se aseguraba a sí mismo que las cosas estaban bien y que, aunque sintiera esa amarga operación en el pecho, tenía que seguir soportado, pero por cada lágrima reprimida sus murallas se iban debilitando más y más, asta llegar el punto en que las cosas se le salieron de control, ya no podía más; esas imágenes, los gritos de sus propios compañeros, las palabras de Hanji, las lágrimas de Eren, el brazo ausente de Erwin, el llanto desaforado del padre de Petra al recibir la desgarradora noticia que incluso a él le había hecho un increíble dolor en el pecho. Todo junto, más los dolorosos recuerdo de infancia y las muertes que se había negado a llorar, él haber dejado a un lado a Farland e Isabel, eran cosas simplemente ese día ya no podria esconder más, el dolor era tanto que no había sido capaz de levantarse en toda la noche, ni siquiera había tomado uno de sus rutinarios baños nocturnos, había caído desconsolado como un pequeño niño asustado que corre a los brazos de alguien para ser consolado, se desplomó pesadamente en su cama y ya no estaba seguro de quererse levantar nunca más.
Aquellos comentarios que retumbaban en su cabeza, le hacían sentir el peor humano existente en la fas de la tierra
-"eres un monstruo"
-"¿cómo puedes estar tan tranquilo mientras tus compañeros mueren el las fauces de los titanes?"
-"¿no te duele ni un poco perder a tus subordinados?"
-"hasta a un titán le dolería más la pérdida de un humano que a ti mismo ¿cierto?"
-"eres un insensible... ¿En serio eres humano?, creo que sí un titán te comiera ni siquiera llorarías un poco... ¿Eres capas de sentir dolor?"
-"el capitán da miedo, es como sí no tuviera sentimientos"
Pero nada de eso era cierto, todos esos comentarios dolían, él más que nadie sentía cada una de las muertes de los soldados fallecidos en batalla, su dolor era indescriptible, pero no permitiría que alguien lo viera débil o desconsolado, porque en un mudo tan cruel, los débiles no sobreviven, y él más que nadie lo sabía, era una lección que nunca iba a poder olvidar, porque lo había aprendido de la peor forma.
caer de rodillas ante la sociedad no era una opción, porque ya en el piso, nunca podrías levantarte, las miles de pisadas de quienes aún caminan te aplastarían en el intento, en este mundo no hay piedad, sólo las crueles miradas y dolorosos murmullos que se desprendían de las masas, el subterráneo no es lugar para un niño, no es lugar para gente como él, para un alma tan pura como la que se ocultaba a través de las murallas, esas murallas que tanto le costó levantar, y hoy simplemente se desmoronaban ante sus propios ojos, dejando a un pequeño y confundido niño abandonado en la inmensidad de sus propios recuerdos.
Estaba confundido, lloriqueaba con fuerza mientras se susurraba a sí mismo palabras hirientes y dolorosas
-maldito traicionero, todo lo que dicen de mi es cierto, sólo soy un estúpido insensible que no merece nada más que la muerte, una rata más en las sucias alcantarillas-
Las lágrimas escapaban con prisa de sus ojos, su respiración era agitada y entrecortada, interrumpida por los gemido ahogados que se volaban de entre su boca, apretaba las fundas de la cama entre sus puños, mientras dejaba que sus ojos se crearan con furia, ese día más que nunca detestó la realidad que veía en el espejo, no era más que otro del montón, uno de los muchos que no tenía una razón para vivir, simplemente dejaba pasar los segundos, minutos y horas, hasta que algo fuese realmente importante como para demostrar algo de interés en su inexpresivo rostro.
Ese rostro siempre serio, hoy se veía realmente triste y afligido, y esto por una razón en especial, ya que hoy hacia tiempo, un pequeño niño de nombre levi nacía en un callejón oscuro del subterráneo, rodeado de ratas, basura y suciedad. La única razón por la cual sabía la fecha de su cumpleaños, era porque su madre, antes de dejarlo abandonado, le dedicó 4 años de su inútil y mugrienta vida, sin duda los peores 4 años de su existencia. aquel último año, el año en que esa maldita mujer lo dejo fue ese mismo día, el día de su cuarto cumpleaños y las últimas palabras que aquella hembra le dirigió al sonriente azabache de enormes ojos fueron
-"feliz cumpleaños maldita escoria del demonio, ojalá te pudras en la alcantarilla o te coman las ratas rabiosas que se ocultan en las calles. tu..... Eres lo peor que le podría pasar a una mujer, niño desgraciado, estúpido hijo del zorro que fue tu padre. Muérete de una vez por todas, a ver si le haces algún bien al mundo, porque así como eres no sirves para nada, sólo eres un maldito estorbo más en el camino de la gente, sólo un pedazo de mierda que nunca debió haber existido"
Recordaba perfectamente aquellas palabras, sus ojos ardían y se llenaban de lágrimas al tener tan viva la imagen de aquel día, el día en que abrió los ojos para entender que este mundo no es perfecto, para ver la realidad en la que vivía y a la que eternamente estaría destinado.
no había tiempo para llorar o ser débil, sólo había tiempo para crecer y olvidar.
La angustia que sentía ante cada una de sus memorias, saber que no recordaba un solo momento en el que fuese realmente feliz, llenaban cada espacio de sus partido corazón, y dejaban expuesto eso que nunca había querido mostrar.
La noche se hacía cada vez más fría, las gotas de lluvia seguían el compás de sus sollozos, una bella luna se asomaba por sobré las murallas, y él, allí quieto y desconsolado, quería sentir algo de calor, algo de amor, cariño u obsesión, pero quería saber que por lo menos alguien se preocupaba por él, y que no estaba tan sólo como el mismo se había convencido.
La puerta se abrió estrepitosamente, y un Rubio alto de ojos azules se adentró en la habitación, buscando al azabache, pero lo que encontró lo dejo realmente sorprendido
-levi ¿dónde estas?..... Te busqué toda la noche y...
Sus ojos se abrieron como platos al ver al azabache, quien permanecía acurrucado sobre sí mismo, sollozando y lagrimeando desconsolado.
Al notar la presencia del Rubio, intentó calmarse, mientras limpiaba con su manga las gruesas lágrimas que se escurrían de entré sus mejillas, arropandose con una pulcra sábana empapada con las cálidas góticas derramadas sobre la cama. no permitiría que ese estúpido ojiazul lo viese llorar, o eso era lo que el creía.
Con el poco aliento que tenía, tomó una almohada y la aventó contra el Rubio, quien reaccionó de inmediato y detuvo el golpe aún en el aire, se acercó un poco al pelinegro , que seguía aún desconsolado
-¿¡qué quieres!?
Gritó entre sollozos, apretando con fuerza la sábana que sostenía entre los puños, dejando escapar otro río de amargas lágrimas, limpiándolas con rabia. Detestaba llorar, y aún más si alguien lo estaba viendo, pero era incapaz de detener el lamento que inundaba su triste corazón hecho pedazos. Permaneció en silencio, esperando la respuesta del ojiazul, que permanecía absorto en todo lo que ocurría, al no recibirla, tomo nuevamente lo que tuvo a su alcance y lo lanzó contra el más alto, quien esquivó el ataque y reacciono.
-estas llorando....
Susurró aún incrédulo en lo que sus ojos veían, nunca pudo imaginar tal escenario, siempre creyó que el menor era un fenómeno insensible, pero ahora lo veía llorar cual niño aterrado que espera algún consuelo para apaciguar su dulce llanto, y sintió que sólo él podría calmar el dolor que aquel azabache de bellos ojos color oliva sentía.
-¡no estoy llorando! ¡Yo no lloro!
Aquellos gritos lo sacaron de sus pensamientos, soltó una profunda carcajada, en realidad era gracioso ver al pequeño Levi tan alterado
-no, claro que no....
Dijo con una sonrisa pintada en el rostro, y un tono de sarcasmo que no pasó desapercibido a ojos del más pequeño
-¡no te burles de mi, bruto!
Frunció el sueño como comúnmente lo hacía, pero esta vez con lágrimas que escurrían de sus pequeños ojos oliva, Erwin se acercó rápidamente hacia el más pequeño, y limpio con gracia cada una de las gotas que rodaban de sus pequeñas mejillas, levi apretó los ojos y se aferró a la chaqueta de Erwin, permitiendo que nuevas lágrimas surgieran de sus orbes.
-no me estoy burlando Levi..... Vamos, dime que te pasa ¿por qué lloras?
De repente todo se puso serio, un ambiente tenso invadió la habitación. Los ojos del menor se abrieron con rabia, sus dientes se tensaron ligeramente, y una expresión que su cara nunca había gesticulado se formó
-me duele....... ¡Me duele! ¿¡Por qué!?
Se arrodilló mientras agachaba la cabeza y seguía agarrando con furia las prendas del ojiazul, quien parecía sorprendido por la reacción de Levi
-¿por qué nadie me quiere?......¿por qué estoy tan sólo?
Las lágrimas corrían y corrían, no paraban de rodar por sus mejillas, su rostro estaba empapado y enfurecido
-¿por qué tengo qué estar vivo?
Susurró con lágrimas en sus pequeños ojos, llevando sus manos a su garganta y apretando con algo de fuerza
- eres un idiota Levi.... aún más inocente que un niño.... Tu...... Pequeño tonto
Sonreía mientras abrazaba entre sus enormes músculos a quien aún lloraba, poco a poco los sollozos se fueron acallando y el apretado agarre en la chaqueta del mayor disminuyó su presión, el ojiazul bajó la mirada, pensado que encontraría aquellos filosos ojos oliva clavados en él, pero lo que encontró fue un tranquilo azabache, dormido entre sus fuertes abrazos, con los ojos un poco hinchados, mejillas sonrojadas y la nariz fría, húmeda y colorada. El rostro de Levi se mostraba humano, por primera vez en tantos años de haberlo conocido, y era realmente hermoso.

                                                 *-*-*-*-*-*-*-*-*

Notas finales:

Próximo capítulo? eso depende de ustedes..... 

Comenten lo que quieran, todo tipo de observacion, critica o sugerencia es aceptada; si les gusta, posibles parejas, si quieren algo de yuri, si no quieren que continúe, si quieren que hable del pasado de Levi el tsundere, puteenme, o sí quieren que me quemen y me tiren al río, o simplemente si les gustó. 


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