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Casamiento por honor... No por amor por serenituegt

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Capitulo: 1 Compromiso...

Naruto estaba a punto de tomar esposo. Sus padres le habían advertido, que era mejor un doncel, pues las doncellas de esa época, morían más a menudo, a la hora de parir...

Pero el joven rubio no sabía a quién elegir... Sus padres estaban a punto de dar una fiesta, para que el joven, mirase a los prospectos de la zona. Más aún así Naruto se sentía, sin la suficiente confianza para elegir a alguien.

-¿Cómo se supone que debo elegir? –pregunto el joven aun viejo de cabellera larga y canosa-

El hombre sonrió y solo miro a su nieto... –Naruto no es necesario que escojas esta noche... Tus padres solo darán esta fiesta, para que tú mires la mercancía.

El joven miro de mala manera al mayor – ¡Por qué dices esa palabras!... Las doncellas y los donceles también tienen su valor, pese a que los varones solo; los veamos como máquinas de dar hijos...

El anciano miro a su nieto, y solo se dedicó a respirar... –Naruto... Eres joven y vez el mundo de otra manera... pero eso no cambia el hecho de que los donceles, y mujeres no sirven para nada. Y aunque pasen mil años, eso no cambiara.

-Es por eso que mandaron a Deidara aun convento... Por qué solo les causaba vergüenza. Al haber osado no desposarse, cuando el cura selo pregunto en el altar...

-¡Cierra la boca Naruto! –amenazaba una mujer peli-roja, que entraba a la habitación- Deidara solo está enfermo de la cabeza... Es por eso que  lo hemos mandado a los lechos de dios... Tal vez el señor tenga piedad y lo sane de esa terrible enfermedad...

La recién llegada traía en brazos flores, las cuales coloco en un jarrón, que se encontraba en una mesilla.

Pero con un bufido del peli-blanco contesto –Yo solo puedo decir, que tu hermano es un estúpido. El cual desaprovecho la oportunidad de desposarse, con mi amigo el conde Orochimaru... de hecho esta noche también vendrá, en búsqueda de algún prospecto... 

Naruto ya no soportaba a su abuelo, pues en más de una ocasión Jiraiya, se mofaba de ser todo un macho. Y el joven rubio, creía que un hombre. No se media, por lo mal que tratase a su esposo. Así que sin más, salió de la habitación dejando a los dos hablando de lo mucho, que se estaba invirtiendo en la fiesta.

En breve el joven llego al jardín, el cual lucia como un cuento de habas. Pues era decorado con finas lucernas, telas extranjeras y los adornos más ostentosos de oro y plata...

-En que piensas –escucho el varón y con rapidez busco la voz, ya conocida- 

Naruto voltio y se topó con una divinidad exótica... De ojos verde agua y cabello rojo como la sangre de un ángel, junto con una piel tan suave y tersa que era envidiada, por cualquier durazno maduro.

Naruto al divisar al bello ángel, se abalanzo hacia él y lo tomo en brazos –Jamás dejare que algún hombre te lleve de mi lado.

El joven doncel se ruborizo y simplemente trato de alejarse del varón –Naruto tu y yo somos hermanos... Y el incesto se ve muy mal en la sociedad.

Gaara observo a Naruto, que hacia aun puchero y se cruzaba de brazos –Eso es muy injusto... Te juro que sino fueras mi hermano pequeño, te desposaría hoy mismo, y te aria el amor toda la noche...

El peli-rojo trago duro, pues en ocasiones Naruto lo miraba y tocaba de una forma sucia. Y estos actos lo hacían dudar... Ya que no sabía, hasta donde era capaz su hermano de llegar...

-Ere un tonto... Se supone que esta noche, debes encontrar esposo, y solo me miras a mí... –exclamo el pequeño, pero con un tono más que molesto- Si esto continua... tendré que decirles a mis padres...

El rubio cambio su puchero, y sus ojos decían más que mil palabras. Pues estos se tornaron rebeldes y arrogantes. A lo cual Gaara le dio mucha importancia, ya que lo miraba de arriba hacia abajo, con lujuria y deseo.

El pequeño retrocedió, pero Naruto lo tomo fuertemente de la cintura, y lo pego a su cuerpo... quedando a centímetros de su rostro... 

-¡Hablo muy enserio!... Cuando digo que no me importa, que seamos hermanos... –El mayor beso los labios de su pequeño hermano, pero el menor no correspondió el beso. Este solo manoteo y dio algunos golpes en el pecho del rubio...

-Me gustas hermanito... Y si no me caso pronto... Soy capaz de meterme a tu recamara, por las noches.

Gaara solo sollozo y dejo salir algunas lágrimas, mientras retrocedía, lejos del rubio...

-Ruega a dios... Que esta noche encuentre a alguien –Naruto paso de lado, dejando a un doncel asustado y perturbado-

Pues Gaara solo había amenazado en balde, pues sus padres, no le creerían. Y estos eran capases de decir. Que todo era su culpa... que lo más seguro era que el había provocado a su hermano. Y si Naruto cumple su amenaza, el quedaría marcado, por no ser más virgen... Dejándolo sin las posibilidades de contraer nupcias...  

Gaara sabía de ante mano, que significaba esto, y el no deseaba el mismo destino que su hermano mayor... el no deseaba ser enclaustrado en un convento, en donde eran tratados peor que perros con sarna...

 

La noche permaneció... la fiesta dio comienzo y los invitados se divertían, con baile, bebida. La familia completa miraba con perspicacia, a los donceles que Naruto sonreía.

Más en eso un sirviente, se aproximó al matrimonio, los cuales se encontraban en un rincón, sonriendo gozosamente, con una copa de vino.

-Amo... –exclamo el joven- En la entraba, hay un hombre que dice conocerlo... Su apellido es Uchiha.

Kushina miro extrañada a su esposo, el cual parecía un poco asombrado –Amor, conoces a ese hombre –Minato sonrió y si contestar, se dirigió a la entrada. Pasando por toda la fiesta sin dezmero-

-¿Qué le pasa a mi padre? –escucho la peli-roja, a su hijo, que sonaba salir y excitado-

-Parece ser que un viejo amigo nos visita... –el joven miro, por donde su padre, se había marchado y con algo de intriga fue tras él-

-“Naruto espera” –grito la madre, deteniéndolo después de poco-

-Naruto no vayas... Deja que tu padre, arregle sus asuntos... Es mejor que tú sigas con tu búsqueda. –la mujer sonrió levemente, más el rubio tomo esto como una sugerencia, y no como una petición. Así que sin más el joven se dirigió a la puerta, en donde dos hombres encapuchados, sin desmontar del caballo, se dirigían a su padre

-Minato... –pronuncio una voz grave, con tomo de frialdad y recelo- Acabo de enterarme, que casaras a tu único hijo varón... Y que incluso, estás dispuesto a que sea un donnadie.

Minato miraba al encapuchado con algo de sorpresa, pues después de tantos años, sin ver a su amigo. Esto era lo menos que esperaba oír...

-Fugaku –expreso el rubio mayor, con el rostro extrañado- Después de diez años, sin vernos. Esperaba que desmontaras y me dieras un abrazo. Pero tus palabras me han dejado, anonadado... y hasta en un punto, como reclamo.

El hombre bajo del animal y los dos amigos, se dieron un caluroso abrazo, el cual duro un poco más, que un abrazo común...

-Lamento venir así de la nada y sin aviso previo... Pero Minato, necesito de tu ayuda. Te pido esto porque sé que aceptaras, por la amistad que alguna vez tuvimos...

Minato volvió a poner una cara de sosiego y confusión –Supongo que si vienes desde tan lejos... Debe ser algo muy importante. Por qué no entramos y hablamos en mi despacho –el oji-azul señalo con la mano, hacia la entraba. Y al notar esto Naruto se escondió, rápidamente, con la esperanza de seguir escuchando la charla-

El otro hombre que también montaba bajo del animal y siguió como sombra a Fugaku. Pero al notar esto Minato, fulmino al susodicho –Tranquilo Minato –dijo el moreno- Con las prisas no pude presentarte. Él es mi hijo mayor, Itachi Uchiha; mi orgullo y heredero.

El rubio con rapidez examino al joven, que usaba una capa de cuero negro y una bufanda roja. Pero al mirar un poco más. El mayor pudo notar, que los pantalones del joven estaban empolvados, y las botas tenían fango seco.

-Al parecer, no pararon de cabalgar hasta llegar a aquí. Espero que lo que viene a decirme, sea de gran importancia –Fugaku he Itachi se miraron, pero ninguno dijo nada o cambio su expresión-

Aunque Minato paso desapercibido las miradas de estos dos, ya que estaba ocupado, llamando a un sirviente. El cual se topó con ellos, antes de entrar al despacho.

-Por favor –hablo con una voz dulce el rubio- Que preparen dos habitaciones, y preparen dos baños. –él sirviente vislumbro a los invitados, con el rabillos del ojo, pues mirar fijamente era de mala educación-

Y después de unos segundos el joven se acercó a su Amo... –Mi señor, lamento informar. Que tenemos la casa llena... Nos falta una habitación, para los invitados... al menos que usemos la recamara, del joven Deidara. La cual a permanecido cerrada, desde su partida.

Minato miro al sirviente y con la cabeza dijo que si... –Itachi, por qué no sigues a mi sirviente, para que puedas tomar un baño. Al menos que seas indispensable en la conversación.

Fugaku indicó que si a su hijo, con la cabeza y el joven siguió al sirviente sin apuro. Dejando a estos dos solos en el despacho.

-¡Muy bien Fugaku, cual es el problema! -ataco con rapidez el rubio. Mientras Fugaku se quitaba su capa y la tiraba al suelo-

Minato miró fijamente al moreno y trago saliva. Fugaku lo acosaba con esos atezados ojos, y esa peculiar sonrisa Uchiha...

-Desde que te vi... Note que estas más hermoso... –mascullo el moreno, acorralando al rubio contra su escritorio- Voy hacerte el amor –le susurro en el oído, causándole un escalofrió, que estremeció su cuerpo-

Mas el oji-azul avergonzado por las palabras, se sonrojo y desvió la mirada –“Basta Fugaku” –exclamo, pero su garganta lo traiciono- Después de diez años, no creo que solo vengas a hacerme el amor –recupero el aliento, y se escabullo. Aunque el moreno seguía embelesado y observándolo con lujuria-

-Tienes razón no he cabalgado, desde muy lejos, solo para tomarte, después de diez años... Solo que no puedo dejar de ver tus hermosos ojos –Fugaku y Minato volvieron a quedar a milímetros, y sus miradas se cruzaron. Para así besarse de una forma apasionada, como sucia. Ya que el moreno, apretaba descaradamente el trasero del rubio, y este pasaba sus manos entre los anchos hombros y espalda del moreno. Que lentamente le sacaba la ropa... y lo arremetía contra un sillón.

La habitación derramaba pasión, mientras que en el pasillo, Itachi conocía a Naruto. El cual estaba escuchando la conversación detrás de la puerta...

Continuara >>>


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