Estaba cómodamente durmiendo, cuando sonó la maldita alarma, recordándome que comenzaba un nuevo año escolar. Me levanté pesadamente frotando mis ojos con rapidez, como si ello fuera a llevarse todo rastro de sueño de mi cuerpo; abrí mis ojos segundos después, para admirar la foto que tenía sobre mi velador, donde aparecíamos abrazados y sonrientes, la cual me recordaba cuando conocí al que yo consideraba el amor de mi vida.
Creo que aún no me he presentado, mi nombre es Zhang Yixing, pero mis mejores amigos me dicen Lay, tengo 23 años y trabajo como profesor de natación en Seúl High School que es la ciudad a la cual me mudé hace 3 años luego de vivir toda mi vida en China. Tengo una hija de 5 meses llamada Sung Mei.
Flashback- 27 de Diciembre del 2012
Estaban por comenzar las competencias entre institutos, por lo que me dispuse a ir por botellas de aguas para mis alumnos, cuando choque con una delgada figura, de piel algo tostada por el verano que ya había pasado, pero aun dejaba estragos; además de unas ojeras bajo sus ojos las cuales le daban mayor ternura si eso era posible.
-Disculpa mi torpeza-dije al tiempo que le tendía mi mano para que se levantara, la cual recibió algo dudoso, al tiempo que se sacudía y me miraba con cierta superioridad, pero que va si era más alto que yo.
-Acepto su disculpa, profesor-musito con algo de duda en la última palabra, la cual yo asentí con un simple movimiento de cabeza.
-Soy Zhang Yixing, ¿Cuál es el suyo joven?-pregunte con cierto tono de nerviosismo, pues sus ojos me analizaban cada segundo.
-Huang Zitao- dijo antes de comenzar a caminar al sector donde se encontraban los estudiantes de intercambio.
Fin Flashback
Caminé hasta la cocina para poder preparar la leche de Mei antes de irme a trabajar. Busqué el tarro de leche, y su mamadera, en la cual eché dos medidas y media, más el agua tibia que tenía guardada en un termo; mientras me disponía a batirla sonó el timbre, el cual me sobresaltó, por lo que me dispuse a abrir la puerta rápidamente, encontrándome con una grata sorpresa.
-Hola bobito-dijo al tiempo que tiraba de mis mejillas-
Ho-Hola Suzy-musite sacando con dificultad sus manos de estas pues estaba prendada con fuerza.
Luego de esa “cálida” bienvenida, ingresó a mi departamento seguida de mi mientras batía la mamadera ,ella inspeccionando el lugar con una mirada reprobación, porque el lugar se encontraba algo desordenado, pero no es mi culpa, bueno si, pero la bebé no me ha dado el tiempo de solucionarlo.
-¿Dónde está mi pequeña?-murmuro abultando su labio inferior y le indique la habitación de Mei.
-Necesito que le des su leche mientras me baño, pues ya me queda 1 hora y 25 minutos para ingresar a clases-dije con preocupación e hice algo de aegyo para suavizar su expresión la cual se enrudeció al escuchar mi petición, pero estiró su mano para recibir la mamadera.
Comencé a correr hasta el baño de mi habitación, al llegar abrí las llaves del agua, esperando que esta se temperara mientras me desnudaba, ingresando segundos después. Al sentir el contacto del agua con mi piel, cerré los ojos con total satisfacción, pues era mi momento de reflexión; buscando a tientas mi botella de shampoo, el cual eche en mi mano y esparcí en mi cuero cabelludo, masajeando con calma. Luego de unos cuantos minutos enjuague mi cabello y comencé a lavar mi cuerpo con la esponja que ahí se encontraba, enjuagándome segundos después para luego cerrar la llave al tiempo que buscaba mi toalla, la cual se encontraba doblada sobre la taza del baño. Sequé mi cuerpo con paciencia para luego enrollar la toalla en mi cintura, para lavar mis dientes, mirándome al espejo y negando suave, pues unas ligeras ojeras ensombrecían mi expresión, haciéndome recordar a Tao y reí inconscientemente.
Una vez terminado mi aseo en el baño m encamine a mi habitación donde busqué parte de mi ropa para el primer día la cual consistiría en unos jeans oscuros, una camisa de color blanco, negro y gris, más una polera de este penúltimo color, junto con mis infaltables converse de color negro, las cuales abroche con rapidez para arreglar mi mochila, la cual contenía una sudadera ajustada de color blanco más unos shorts de color negro. Salí de mi habitación hasta la de la pequeña Sung Mei y sonreí al verla dormir tan plácidamente en los brazos de mi hermana, la cual solo me miró con ojos acusadores.
-Otra vez con ese atuendo por dios-frunció el ceño al tiempo que negaba con un movimiento de cabeza dejando a la pequeña en su cuna - Jamás he visto algún profesor de natación o deporte que se vista de semejante manera para ir a clases, ellos van siempre de buzos y zapatillas deportivas-comenzó a dibujar en el aire siluetas humanas- Y luego estás tú.
-Pero mi vestimenta no hace mis habilidades, mi estilo no influirá en mi capacidad de poder enseñarles además sabes que me visto de manera diferente a la hora de entrar al recinto de las piscinas-dije calmadamente pues esta no era la primera ni sería la última vez que tuviéramos este tipo de charlas por el mismo motivo. Por lo que solo me acerque para besar su mejilla con rapidez –Nos vemos en unas cuantas horas, gruñona –dije con una suave risa antes de correr hasta la puerta del departamento y cerrarla con suavidad para no despertar a la pequeña. Di unos cuantos pasos cansinos hasta llegar al ascensor y marcar el botón para que este subiera por mí, lo cual sucedió alrededor de un minuto después, subí mirándome al espejo que este, y arreglando unos cuantos mechones de mi cabello los cuales aún se encontraban húmedos a causa del baño, pero nada que se pueda secar en una caminata al instituto. Baje del ascensor para luego saludar al portero con una cálida sonrisa, antes de salir del edificio, guardando mis manos en el bolsillos del pantalón mientras caminaba, pues mi destino se encontraba a eso de unas 6 manzanas, por lo que camine mirando el paisaje y jugando con mis pies, pensando en cómo sería este nuevo año tanto para mí, como para Tao, pues él no había vuelto a clases desde el nacimiento de la pequeña Mei, además que el rumor se había esparcido muy rápido, y yo mismo me tuve que encargar de disiparlo.
Flash Back- 17 de Noviembre del 2013
Acababa de salir de una de mis prácticas cuando me encontré con mi panda conversando con uno de sus amigos, el pelirosa de MinSeok fuera del gimnasio en uno de los árboles de cerezo que acompañaban el paisaje, cuando MinSoo, uno de los chicos de mi clase se dirigió hasta donde él se encontraba.
-Pero mira cómo estás… ¿No te da vergüenza presentarte en este estado?-le apunto su vientre mientras yo me acercaba con lentitud y seriedad.
-¿C-Cuál es el problema?-dijo con sus ojos acuosos, aferrándose al pequeño fruto de nuestro amor, sin percatarse aún de mi presencia.
-Que si no te las hubieras dado de puta barata, ahora estarías con nosotros compitiendo, pero veo que no podías mantener el culo quieto.-Musito despectivamente, pero esa fue la gota que rebalsó el vaso, lo agarre del hombro y lo giré para mirarle fijamente.
-¿Pero quién carajos te crees MinSoo?-dije con voz ponzoñosa, apretando aun mi mano en su hombro, lo que hizo que el contrario comenzara a temblar, pues jamás le había reprendido.- Ven conmigo, te llevare donde el director y te enseñaré a no meterte donde nadie te ha llamado, ahora discúlpate con Tao –le indique a mi pequeño el cual solo temblaba a causa de los nervios y la congoja, vi que el platinado del agresor se arrodillo frente a Tao.
-P-Perdóname, no debí tratarte así-murmuró antes de levantarse y mirarme, caminando con la cabeza gacha a mi lado, pues sabía que el castigo que le seguía no sería menor además de quedar expulsado del equipo en estas competencias.
Fin Flash Back
Estaba distraído por lo que no fije en el momento en que el que llegue al instituto y con mi mejor cara ingresé, caminando con rapidez hasta el pasillo que da a la sala de profesores, para tomar mi horario y saber con qué curso me correspondía comenzar. Al encontrar mi horario grande fue mi sorpresa al ver que me correspondía con el curso de mi panda en la tarde, pero antes tenía con los de penúltimo curso así que comencé a caminar hasta mi sector preferido de toda la escuela. Al llegar al recinto techado, fui a vestidor y me puse la tenida adecuada para el comienzo de mi clase, que era en eso de 5 minutos, por lo que comencé a arreglar toda la indumentaria que ocuparía ese día y guardé todo lo que había comprado para celebrar con mis alumnos el triunfo en las ultimas competencias interescolares, porque si a pesar de que parezco muy distraído tenía muy presente que le debía una felicitación. Apenas cerré la puerta de la bodega cuando llegaron los primeros alumnos, los cuales me saludaron una sonrisa, pues ya me conocían desde antes, y luego llego el resto del curso, con cierto bullicio y desgano, pero les entiendo, nadie en su sano juicio desea a las 8 de la mañana entrar al agua a trabajar.
-Buenos días alumnos, por favor, vayan a cambiarse para comenzar con la clase-dije mirándolos a todos de reojo, para luego volver a quedar solo otra vez, pero me sentía conforme, no era un grupo muy numeroso, pero tampoco era un número tan ínfimo. Una vez que todos estuvieron listos, les indique con un gesto que se sentaran, para dar la charla motivacional de primer día.
-Bueno muchachos, primero que todo, mi nombre es Zhang Yixing, para los nuevos-mire de reojo hasta dar con los rostros poco familiares de este año- Soy el profesor encargado de natación y atletismo, aunque me dedico más al primero, para los que les guste la natación las competencias se acercan, pues en Junio se abren las postulaciones y me gustaría tener rostros nuevos en el equipo. Espero nos llevemos bien, y obviamente si tienen alguna dificultad no duden en hablarme, de una u otra forma lograremos solucionarlo –dije con una gran sonrisa- Ahora, a estirar, el agua nos espera.
Comenzamos con las rutinas básicas de estiramientos, las cuales consistían meramente en el calentamiento para trabajar en el agua, si bien los deportes acuáticos no lesionan no me gustaría encontrarme con alguna sorpresa. Ya al verlos listos les indique que ingresaran al agua.
-Todos quiero que se afirmen de la orilla de la piscina, y se pongan boca abajo, para comenzar con un pataleo suave, para entrar en calor con el entorno-musite paseándome por el lugar y corrigiendo cuando alguien no hacía lo que era indicado y se dedicaba a jugar.
Estaba tan concentrado en que los nuevos alumnos comenzarán a trabajar en el agua, que no me fije en el minuto que alguien ingreso al recinto, para sentarse con la mirada contraria mi postura. Al ver esta situación sentí mi sangre hervir ligeramente, pues no dejaría que un niñato de 17 años me quisiera pasar por encima, por lo que camine con rapidez y toque su espalda.
-Hey, esto es una clase, no un lugar para venir a holgazanear así que levántate y ven a estirar para entrar al agua con el resto de tus compañeros, ¿Cuál es tu nombre?-dije con voz firme, viendo la silueta opuesta girarse para quedar frente a mí, dándome una gélida mirada, la que a pesar de serme indiferente en totalidad me cautivo...
–Mi nombre es Oh Se Hun- dijo en voz baja, pero lo suficientemente audible para mí, al tiempo que se quitaba la sudadera que cubría su lechosa piel y comenzaba a estirar en una esquina cercana al agua, dejándome en un total shock mental y mi corazón latiendo peor que si esto fuera una maratón.