Vamos de Compras
–No quiero ir
–Vamos amigo, yo sé que te gustará
–No, dije que no; y no es no
–Ahh… de verdad que nada te gusta Jonghyun
–No es que nada me guste, simplemente que no tengo ganas de niñerías
–Una cita no es para niños… Anda, te vas a divertir muchísimo -el rubio miró al moreno de arriba a abajo desde el sofá donde se encontraba y dio un suspiro-
–¿A qué hora dices que es? –le respondió sin importarle mientras cambiaba el canal del televisor-
–A las cuatro con quince, en la fuente que está en medio del centro comercial
–Vale… ¿y de debo ir vestido formal?
–Tampoco quieras exagerar -el más alto le aventó una almohada y el rubio comenzó a reír-
–¿Exagerar yo? ¡Ja! Mira quién lo dice, el niño que llora porque su hermana no le puede conseguir novio, me saliste muy imbécil Minho
–Ya te dije que me da pena hablar con las personas… y más si son chicos
–¿Entonces yo qué soy? ¿Ah? ¿Un extraterrestre o qué?
–Tú eres un idiota de primera y mi mejor amigo, tiene más de diez años que te conozco -Minho se acercó dejando caer su cuerpo sobre éste-
Eran las nueve de la noche y ambos muchachos estaban en el departamento del mayor un viernes por la noche; ninguno había hecho planes para ese día y nos les llego invitación de una fiesta o salida en grupo, así que se la iban a pasar comiendo pizza, bebiendo cerveza, y viendo películas de terror hasta caer dormidos. Un fin de semana tranquilo.
–¿Y está vez de donde saco al tipo tú hermana? -exclamo Jonghyun regresando de la cocina con un six pack de hite-
–No sé, creo que dijo es de su Universidad… Ni idea
–Deberías decirle que ya no lo haga
–Créeme que ya lo hice pero no me hace caso
–Ignórala -le lanzó una lata-
–Es más fácil decirlo que hacerlo
–Amigo, tú problema es que le dices “Sí” a todo lo que ella quiere
–Es mi hermana…
–Por Dios Minho, ¿Vas a dejar que controle tu vida?
–No lo hace –Jonghyun levantó una ceja-
–Ahh… ésta plática la hemos tenido millones de veces, mejor dime, ¿al menos es atractivo?
–Pues eso lo dirás tú, haz ido a casi todos mis “compromisos”
–Viéndolo de ese modo; Luna tiene buenos gustos -el rubio agarró una rebana de pizza llevándola a su boca, siendo imitado por el moreno-
–Me cuentas como te fue
–Hmm, otra cosa -trago lo que tenía en la boca- ¿Cómo se llama? Debo de saber mínimo el nombre
–Kim… Kim… Hmm… Bum… Ahh… Dijo que tenía el cabello plateado y que era delgado, igual le mencione que llevaría una camisa negra de manga al codo
–Mi camisa negra de manga al codo
–Esa misma
–De verdad que si no fueras mi amigo te castraba en este mismo instante, ¿Para qué lo quieres seguir teniendo si ni lo usas?
–Lo mismo digo yo -ambos empezaron a reír y siguieron con sus actividades-
Para la mañana siguiente –como de costumbre– la pequeña sala era un completo desastre, cualquiera que llegara diría que un tornado pasó por ahí. A las doce del día ninguno de los muchachos estaba despierto y si no fuera porque el celular de Minho sonó, ellos hubieran seguido durmiendo hasta que quisieran.
–Mmm… Minho… Minho… apaga tu maldita porquería… Minho…
–Ya voy… Ya… Mañana…
El tono del celular era molesto para los oídos de Jonghyun, ¿Porqué mierda puso como tono de llamada Another One Bites the Dust? La regla número uno de la vida es nunca poner como tono de despertador tu canción favorita, porque desde el primer día la terminaras odiando. Y para Jonghyun en ese caso aplicaba la regla.
Pero ya era muy tarde para cambiar las cosas, Kim se levanto para apagar el aparato.
–Minho, tienes tres llamadas perdidas de Luna… Minho… Minho… ¡Carajo Minho despierta! –Jonghyun tiró del sofá a su amigo que de inmediato se despertó-
–¿Avisaste que venias?
–Creo que si… Hmm no recuerdo…
–Es mejor que vayas a casa, tienes mensajes de voz…
–Ahora voy… ¿has visto mis pantalones?
–Según yo dormiste con pantalones... -susurró para después mirar hacia abajo con los ojos bien abiertos –y gracias a Dios yo tengo los míos -dijo aliviado-
–Que no se te olvide la cita, es a las cuatro con quince y lleva tu camisa
–Lo que digas, ¿Debo decir tu nombre?
–¿Lo haces?
–No
–Entonces no lo hagas
–De acuerdo
–Nos vemos en la noche -Jonghyun veía como Minho abría la puerta para salir-
–Cuídate…
Tenía cuatro horas para arreglarse y lo podía hacer perfectamente en solo una, es lo bueno de ser un hombre; en realidad es lo bueno de ser Jonghyun. Fue a su habitación y se recostó en la cama poniendo su reloj para que lo despertara, necesitaba dormir más que otra cosa.
–Ojalá tenga una buena plática…
Pareciera que el tiempo no pasó, en el momento que cerró los ojos escucho la alarma sonar y vio la hora; ya eran diez para las tres, todo ocurrió muy rápido, como un parpadeo así lo sintió. Antes ya había ocurrido por lo que no le extraño aunque le frustraba un poco y es que a casi nadie en el mundo le sucede lo mismo, pero en fin, debía meterse a la ducha y vestirse.
Con todas las ganas del mundo se puso de pie y camino al baño, quito toda la ropa que traía y abrió la llave de la regadera; el agua salía en un comienzo fría para después ser tibia y por ultimo caliente, el vapor se esparció empañando el espejo y las paredes de azulejo. Jonghyun tallaba su cuerpo con la esponja procurando dejar bien limpio todo de él y cuando quedó listo pudo salir, agarro una toalla colocándola en su cintura y fue directo al armario buscando la ropa y pasa su suerte la camisa que debía usar estaba limpia.
–Vaya, pensé que ya la había ensuciado
Se tomó todo el tiempo del mundo, igual no era importante si llegaba un poco tarde. Cuando estaba ya en orden él junto con el departamento, se coloco sus gafas de sol junto con una gorra y fue directo al centro comercial que estaba a cinco minutos caminando del edificio. Las calles eran aburridas, las tiendas las mismas, los letreros con productos que no servían, y para colmo estaba nublado; todo eso junto indicaba que el día sería de lo peor, sin nada de movimiento y en muy pocas palabras aburrido.
Sin darse cuenta ya estaba junto a la fuente que le indicó Minho y se sentó… “Dijo que tenía el cabello plateado y que era delgado” Ahora le quedaba esperar. Aunque ya eran las cuatro con treinta y Jonghyun saco el celular del bolsillo de su pantalón.
–Minho, creo que a tu hermana la engañaron -pero justo antes de que pudiera mandar su mensaje escucho una voz melosa, aguda pero dulce, denotando autoridad-
–Hola… ¿Tú eres el hermano de Luna? -el rubio levanto la mirada contemplando la descripción que le dio su amigo… pero mil veces mejor-
Era un muchacho alto, de tez blanca con ojos rasgados como un gato, una nariz finísima y labios acorazonados demasiado rosas, vestía un short que le dejaba ver las piernas que cualquier chica envidiaría; era hermoso sino que perfecto ante Jonghyun.
–Ahh… Sí, amm digo; sí -se puso de pie –soy su hermano, me llamo Kim Jonghyun
–Oh es un gusto Jongie, ¿No te molesta que te diga así? -el muchacho le sonrío coqueto-
–Para nada -y al parecer era la primera vez que se alegraba de tener que hacerle el trabajito a Minho-
–Me llamo Kim Kibum, pero puedes decirme Key… Y bien, ¿qué quieres hacer?
–Elige tú, me acoplo a todo
–¿Seguro? -el peliplata lo cuestiono mirándolo de pies a cabeza lentamente sin tratar de disimular lo que hacía -¿Entonces estará bien que me acompañes de compras?
–Tsk, vamos pues, puedo tomar algo en el camino
–¿No has comido?
–Quiero algo de agua
–Hmm pues vamos a la tienda de enfrente ahí tiene de todo…-al decir lo último, Key comenzó a caminar contoneándose mientras lo hacía, y eso completamente sexy-
–Si… tiene de todo…
Anduvieron de tienda en tienda comprando ropa y platicando sobre ellos mismos, fue como si hubieran encontrado alguien que por fin los entendiera. Las personas que pasaban y los veían podían jurar que eran grandes amigos desde años puesto que sus risas y miradas se hicieron muy naturales y tomaron confianza en tan poco tiempo que llevaban conociéndose que en realidad parecían siglos.
–¿Entonces vives solo?
–Sí, en mi departamento, no es muy grande pero me gusta
–Creí que vivías con Luna
–Ah… hablando de eso… -el rubio dejo de caminar con las bolsas que llevaba en las manos por lo que su compañero hizo lo mismo –Luna y yo no somos hermanos… yo vine en el lugar de Minho porque él me lo pidió
–¿Tú no tienes ninguna relación con ella?
–No, solo es mi amiga… No te enfades, es solo que mi amigo me pidió que hiciera el favor
–¿Pero por qué no quiso venir él?
–Es penoso…
–Ya veo…-Key agacho la mirada y luego volvió a Jonghyun con una sonrisa –pues qué bueno que Minho no vino, me agradas más tú…
–Gracias -Jonghyun, sintió paz al escuchar esas palabras. Ese chico le agradaba mucho, sin mencionar que era jodidamente sexy -¿A dónde más piensas llevarme Key?
–Hmm… He oído que hay ropa interior de Calvin Klein con 30% de descuento
–Entonces vamos...-llevaban casi cinco metros caminando cuando el rubio se detuvo- ¿Dijiste ropa interior?
–Sí, yo necesito ropa interior nueva y si te portas bien tal vez te compre algo a ti -Kibum se relamió los labios siguiendo con el curso hasta llegar a la tienda-
Estando dentro, Jonghyun vio millones de percheros con infinidad de ropa, pero ya no le molestaba porque tenía la mejor de las compañías.
–Espera aquí y no te muevas, voy por algo para ti
–Creí que la ropa era solo tuya -exclamo riendo-
–Lo es, pero este es un regalo por soportar tanto tiempo conmigo
La tienda era tan grande que tenía un segundo piso repleto de más prendas quien sabe de qué diseños y colores. En ocasiones mareaba.
–¿Encontraste algo?
–La pregunta es, ¿Qué no encontré? Vamos a los probadores, tienes que medirte todo esto -el de mirada gatuna empujaba al rubio por la espalda para ver cómo le quedaba todo –Toma, y sales para que te diga como se ve
–C-Claro…-el lugar era espacioso, incluso tenía un banco para sentarse y cambiarse a gusto, aproximadamente una habitación de tres metros por dos.-
Kim agarro lo primero que sus dedos tocaron y observo una playera blanca de talla chica, ¿Por qué le dio esa talla si claro se podía ver que él era de la mediana? Tal vez se equivoco. Igual la dejó así para que viera su error.
–¿Jongie? ¿Ya quedaste?
–Ya salgo -Key estaba; recargado en un perchero esperando dar su opinión-
Y lo que sus ojos vieron lo dejaron con la boca abierta; literalmente.
–Oye, la camisa me queda muy justa –dijo mirándose por todas partes, se sentía completamente ridículo –se me marca todo…
–Oh por Dios, Ah… Uff –abanicó un poco de aire a su propio rostro –pareciera que vas a reventar todo con esos músculos Jonghyun
Él estaba alagado y no dudo en presumir un poco.
–Soy muy fuerte mira -levanto el brazo izquierdo haciendo fuerza –tócalo, es puro músculo…
Y el menor obedeció ansioso por sentir aquel brazo; resoplaba y se mordía el labio mientras paseaba la mano. En definitiva la situación se empezaba a poner sexual, y a ambos les gustaba.
–Ahora pruébate la negra -las miradas de los dos reflejaban pura lujuria-
Quién diría que después de una tarde espectacular terminarían de esa manera. Ninguno se lo imagino, o al menos eso creía Jonghyun que estaba saliendo con la nueva prenda.
–Y bien, ¿qué dices?
–¡Ah que fatiga! -intentaba ponerse digno –Bueno, bueno, no se te ve mal
–¿Me vas a comprar esta?
–S-si… Claro que te la compro -el chico empezó a masajear su sien con los dedos tratando de mirar a otro lado-
Jong sabía lo que pasaba, y sino aprovechaba la situación seguramente no se volvería a repetir; se acercó y con un movimiento rápido jalo de la muñeca a Key llevando al probador donde cerró la puerta.
–¿Te duele la cabeza? -hablo encima de los labios de Kibum que estaba acorralado en la esquina-
–Me duele otra cosa…-susurro para después empezar a besar a su mayor desesperadamente –debajo de la cintura…
–Supongo que tenemos que revisar si no estás muy lastimado…
Y el acto comenzó, Jonghyun con su mano izquierda fue bajando por el torso de Key hasta llegar a su short y metió la mano acariciando su trasero y estrujándolo pasando luego a su miembro que comenzó a masajear –¿Es aquí donde duele?
–Ahh… Nyah… Si, es ahí
Kibum siseaba en todas direcciones pero no se estaba quieto igual, con sus manos deslizo la camisa de Jonghyun dejando a la vista su abdomen bien trabajado junto con sus brazos y pectorales, estaba completamente tentado a besar, morder, lamer y sentir cada parte de ese puto cuerpo que lo calentaba como nunca. Se le abrazo del cuello lamiendo éste, pellizcando sus pezones gimiéndole en el oído, tocando con ansiedad el miembro del mayor que de manera impulsiva le quito el short junto con su bóxer y lo cargo abriéndole las piernas.
–Ah… Mnnn… J-Jong, n-no te conoceré bien pero… Ahh… quiero que me folles por favor
–¿Aquí? ¿Ahora mismo? ¿No crees que sería un completo descaro hacerlo dentro de una tienda? -por supuesto que él también quería pero le gustaba ver como Key sufría de placer y le rogaba porque le metiera a la cabeza un buen recuerdo de ese día-
–Me gusta ser descarado… ¿O t-te da miedo que nos descubran? -las ganas le sobraban y no aguanto mucho, bajo las prendas restantes del rubio y lo empujo contra el asiento del probador logrando que se sentara. Se puso de rodillas frente a él agarrando su pene engulléndolo todo, sabia tan bien ese pedazo de carne y sabría muchísimo mejor en otra parte; Jonghyun echaba la cabeza para atrás dejándose llevar de todas esas sensaciones combinadas en un solo punto que palpitaba con intensidad.
–¿N-No te molesta que… ahh… estemos apretados?
–No… a-así es mejor…
Aquel lugar desprendía un fuerte olor a hormonas alborotadas que chocaban entre ellas multiplicándose. Kibum necesitaba ya que lo penetraran así que se incorporó y con las manos apoyadas en la pared movió sus caderas incitando al mayor.
–Métemela… Vamos… Ahh… Ahí estarás más apretado…-el rubio corrió a su lado restregándole en el trasero su miembro bien erecto-
–¿Y si mejor te dejo con las ganas?
–No… P-Por favor no lo hagas… Quiero tenerte dentro de mí, entremos más en calor que me quiero quemar…
Haciendo caso a lo que dijo, Jonghyun de un solo golpe logro meter su pene en la pequeña entrada de Key moviéndose rápido sin ninguna consciencia de si le hacía daño, lo que importaba en el momento era disfrutar el infinito placer que les recorría cada parte del alma. Cegado por los deseos carnales el peliplata movía la cadera contra la del rubio, compenetrándose mejor, ambas respiraciones eran aceleradas y pedían por más.
–J-Jong… Ahh… La tienes muy dura… Mnnn…
–S-Solo tú haces que se ponga así…
Jonghyun aferrado de la cintura de Key, lo fue jalando hasta quedar los dos sentados en el banquito, donde el peliplata empezó a dar de saltos sobre el mayor. El colapso era inevitable pero ninguno deseaba parar; después de morderse y jalar de todas las partes posibles de sus cuerpos, todos sudados y apenas si pudiendo decir algo congruente, Jonghyun pellizco ambos pezones de Key mientras mordía su espalda, entonces el menor se corrió enterrando sus uñas en la nuca de éste y aunque él ya había llegado al orgasmo los movimientos seguían; para Jong aún no era suficiente.
–¿P-Por qué eres… Ahh… ten sexy?
–No lo sé… Ahh… -debido a que quería llegar más adentro de donde ya no podía, con tanto impulso logro hacer que los dos cayeran al piso donde encontró forma de apoyarse mejor y estocando más fuerte por fin toco la próstata de Kibum-
Hasta ese momento por fin se pudo correr viendo como el semen se escurría por las piernas blancas de Key que parecía estar inconsciente, unos segundos más tarde se separó recostándose a un lado para calmarse.
–Fue… magnifico… -exclamo el chico de mirada gatuna-
–Me lograste provocar desde que te vi…
–Eso fue lo que quería -volteo a verle sonriendo ladino-
–¿A qué te refieres?
–Jong… me gustaste cuando te vi, fueras o no la persona con que me quedé de ver igual te iba a hablar
–¿Lo juras?... Es que no estoy muy seguro si solo son mis hormonas o de verdad siento algo…
–Podemos intentar algo
–¿Te refieres a ser novios?
–Mjmm y si no nos gusta podemos seguir siendo amigos
–Vale, me agrada la idea –el muchacho giro la cabeza dando un beso delicado en los labios ajenos –Key, ¿Quieres ser mi novio?
–Por puesto… Ah, pero si somos novios no se vale acostarse con otras personas
–Eres el único…
–Owwsss… que tierno
–En la próxima semana
–¡Jonghyun! -y el rubio comenzó a reír-