No hace falta que me quites la mirada
Para que entienda que ya no queda nada
Cuando los años y los daños se conjugan en una relación es difícil mantenerla a flote, viendo como lentamente comienza a hundirse, sin la necesidad de murmurar palabra alguna para comprender que su relación lentamente estaba naufragando en el mar del olvido. Miró con cuidado a JongWoon viéndolo igual de hermoso que tantos años atrás, su piel ahora marcada de forma sutil por las líneas de las risas que compartieron, de las discusiones que llevaron a cabo, de las palabras de amor que escaparon de sus labios.
Aquella luna que antes nos bailaba
Se ha cansado, y ahora nos da la espalda
Observó el cielo oscuro sobre su cabeza, mientras soltaba un suspiro cansino, apoyando su cuerpo contra el barandal del balcón disfrutando de la ligera y fresca brisa, notando como la luna era cubierta por las nubes, como si les diera la espalda, la misma luna que mil y un veces los vio entregándose con pasión y amor, que los vio prometerse tantas cosas, que los vio bailar al compas de un vals que jamás sonó, que los vio darse promesas mudas en besos cortos y llenos de significado, que vio mil discusiones y dos mil reconciliaciones.
¿Dónde está el amor, del que tanto hablan?
¿Por qué no nos sorprende y rompe nuestra calma?
Recostado sobre su mullida cama, que antes le pareció tan pequeña y cálida, ahora le parecía excesivamente enorme y fría, giró su vista posándola en su espalda preguntándose donde había quedado todo ese amor y pasión que años atrás habían desbordado y ahora solo dejaba un enorme vacío dentro de su pecho, porque no reaparecía entre ellos, suspiró antes de decidir que si el amor no volvía a romper su rutina él lo haría, reconquistaría a su pareja.
Déjame que vuelva a acariciar tu pelo
Déjame que funda tu pecho en mi pecho
Cuando despertó se apresuró a preparar el desayuno, llevándolo a la cama, despertando a base de besos y caricias suaves a su esposo.
Sus hermosos ojos oscuros se abrieron viéndolo algo extrañado, se talló con suavidad el rostro viendo como su desayuno descansaba en la mesita de noche.
-¿Me preparaste el desayuno?-preguntó emocionado.
-Si-le dijo acariciándole el cabello revuelto y rebelde.
-¿Qué hiciste KyuHyun?-preguntó cruzándose de brazos.
-¿Acaso no puedo simplemente prepararte el desayuno solo porque te amo demasiado?-le preguntó aprisionándolo contra el colchón,
Volveré a pintar de colores el cielo
Haré que olvides de una vez el mundo entero
Sus labios dejaron escapar un sinfín de gemidos, aferrándose a la piel suave de KyuHyun, mientras en medio de miles de dulces palabras lo hacía tocar las estrellas, viajando más allá de la vía láctea, sus ojos se encontraron y una sonrisa satisfecha surcó sus labios después del orgasmo.
-Te amo- murmuraron al mismo tiempo antes de fundirse en un beso cálido, como aquellos que tantas veces se habían entregado antes.
Cuando salió de la cama, notó el cielo más brillante, el día más alegre y sonrió antes de sentir los brazos del menor rodeando su cintura y sus labios recorriendo su piel, era como si de pronto el mundo entero se volviera brillante y vivo, para después desaparecer dejándolos solos.
Déjame tan solo que hoy roce tu boca
Déjame que voy a detener las horas
-JongWoon- le llamó y cuando el mayor volteó aprisionó sus labios contra los de su esposo, haciéndolo sonreír como cuando eran solo un par de adolecentes, sus manos acunaron el suave rostro del mayor, profundizando el beso, permitiéndole detener el tiempo, dejándolos amarse como hacia tantos meses que no lo hacían.
La campana sonó obligando a KyuHyun a separarse de su esposo, regalándole una sonrisa y un último beso corto, antes de desaparecer por la puerta. JongWoon sonrió bobamente sintiendo su rostro caliente, se cubrió el rostro riendo un poco al recordar que el menor había sido su primer todo, suspiró enamorado antes de ir al frente de su tienda.
Volveré a pintar de azul el universo
Haré que todo esto sea solo un sueño
KyuHyun se esforzó en lograr que toda aquella cena fuera perfecta sorprendiendo gratamente a su esposo, la velada fue de ensueño, cautivando de nueva cuenta aquel corazón que sentía que lentamente se alejaba del suyo.
Cuando la cena se acabó, tomó la mano de su compañero fiel, para llevarlo a la sala, encendiendo el estéreo dejando sonar una suave balada.
- ¿Me permite esta pieza?- preguntó besándole la mano, haciéndolo reír mientas sus mejillas se tornaban rosas.
-Claro- susurró antes de abrazarse al menor, comenzando a bailar sin despegar sus ojos, sintiéndose como en el mejor de los sueños.
Tengo contados todos los besos que nos damos
Y tu fugitivo andas perdido en otro lado
Notó como a pesar de los cientos de besos dados aquel día el mayor parecía perdido en sus pensamientos y un sentimiento lastimero se instaló en su pecho haciéndolo jadear sin aire.
No quería perder al amor de su vida, no lo permitiría, su amor era más que fuerte, lo sabía perfectamente.
Yo no quiero caricias de otros labios
No quiero tus manos en otras manos
JongWoon se vio con aquel hombre quien había estado enviándole flores y demás regalos, pero cuando intentó besarle, se alejó.
No quería otros besos más que los de su esposo, no quería sentir caricias que no fueran las del menor que a pesar de todo siempre había estado a su lado, se disculpó marchándose, quería fundirse con el menor y solamente con él, nadie más.
Porque yo quiero que volvamos a intentarlo
¿Dónde está el amor?
Entró en la casa, viendo al menor arreglando algunos libros en la sala, se acercó de inmediato a él abrazándolo por la espalda, recargado su mejilla en su hombro.
- ¿Qué pasa amor?- preguntó rozando con sus manos sus brazos desnudos, haciéndolo temblar.
-Quiero que lo volvamos a intentar- susurró bajito, haciendo sonreír al menor- quiero continuar despertando a tu lado, quiero sentir cada día hasta que muera tus labios sobre los míos, quiero ser lo primero que veas al despertar y lo ultimo al dormir, quiero que nos amemos hasta que nos duela.
KyuHyun rompió el abrazo que mantenía el mayor, para darse vuelta y tomar su rostro entre sus manos.
- ¿Dónde está el amor?- le cuestionó en un suspiro bajo, perdiéndose en aquellos profundos pozos oscuros.
-Entre nosotros- afirmó antes de fundirse en el mejor de los besos.