Caminé con esfuerzo, intentando seguir el paso de los demás. No debían darse cuenta de que me sentía mal. En silencio, seguimos avanzando por el pasillo que nos conducía a la sala de ensayos, para preparar la nueva coreografía.
— ¿Hasta cuándo piensas seguir con esto? —La voz autoritaria de TOP me hizo parar de manera brusca, justo antes de entrar a la sala.
“Esa maldita forma de hablar”
Me mantuve en silencio, durante un momento, sosteniéndome de la puerta, pensando de qué manera debía reaccionar.
— ¿De qué hablas, hyung? —Mi voz salió áspera, delatándome al instante.
—Ji Yong…—Young Bae le segundó con molestia. SOL era una persona que se preocupaba rápidamente y, sin duda, mi estado le angustiaba.
—Chicos…estoy bien. ¿De acuerdo? —Quise dar un paso más y adentrarme en la sala, pero SeungRi me detuvo con sus palabras y, peor aún, Choi me tomó del brazo con fuerza, impidiéndome avanzar.
—GD hyung….Eres el líder, deberías poner el ejemplo. —Bufé con molestia, Ri tenía razón.
—Y lo hago, lo mejor que puedo…—Dije, soltándome del agarre de Seung. —Y como líder de BIGBANG, me preocupa que la coreografía salga mal, además…
—Ji Yong. —Genial, ahora TOP estaba molesto de verdad. — ¿Prefieres hacer la coreografía mal, sólo por faltar un día, o ni siquiera hacerla por terminar en el hospital? —Taladré a Seung Hyun con la mirada.
— ¿Es una amenaza? —Solté molesto, TOP sólo rodó los ojos, quizá más molesto que yo.
—Ji Yong hyung…creo que TOP hyung tiene razón. —Daesung se cohibió ante mi mirada amenazante. Él siempre era muy noble y estaba de mi lado, casi siempre al parecer. —Nosotros…no queremos que enfermes más…por favor, ve a casa. —Él era el más gentil de todos, pero eso no bastaba para conformarme.
Tras las miradas de todos, decidí salir de ahí furioso, quería gritar y llorar y…Ah~ a quien engañaba. Quería dormir y descansar.
…
Al llegar a casa lo primero que hice fue arrojar mis cosas en cualquier lugar del departamento, tan sólo quería golpear algo. Estaba molesto, más que molesto, estaba furioso. No me agradaba que las personas me dieran órdenes, o esa clase de conspiraciones que tenían los demás contra mí.
Si yo decía que estaba bien, era porque es verdad, sí, estaba un poco enfermo ¿Y eso qué? No es nada del otro mundo. Había enfermado antes y jamás me detuve a descansar, ¿Por qué hacerlo ahora? Sólo porque a esos cuatro idiotas se les ocurrió.
—Si creen que de verdad descansaré, están muy equivocados. —Murmuré con malicia, mientras me alistaba con ropa cómoda y deportiva. —Ensayaré aquí en casa. —Asentí, no debía haber mucha diferencia.
…
Mis ojos apenas pudieron abrirse al tercer intento que hice, tras escuchar el timbre sonar insistentemente.
—Mierda, me quede dormido. —Que maldita estupidez, al parecer estaba más cansado de lo que pensaba, un minuto estaba estirándome sobre la alfombra y al otro estaba casi en estado de coma debido al sueño.
Después de más toques del timbre, me pude poner de pie y caminé hasta la puerta.
—Seung… ¿Qué quieres? —Dije con ironía y felicidad falsa al ver a TOP después de abrir la puerta. Aún estaba molesto.
—Tú eres un idiota ¿cierto? —Mi gesto se descompuso en una mueca torcida.
— ¿Qué quieres, Seung Hyun? —Insistí, sosteniéndome del marco de la puerta, de no ser así sentía que terminaría en el suelo.
—Que te cuides un poco más. —Musitó con aspereza. —Te dijimos que descansaras, no que practicaras en tu casa. —Seung entró al departamento con brusquedad, sin autorización. —Mírate…estas todo sudado…así jamás te repondrás.
—Aquí el idiota eres tú...—Me quejé, cerrando la puerta, estaba seguro de que Seung Hyun no saldría pronto de ahí. —Estaba durmiendo de verdad. —Comenté un poco apenado, odiaba terminar cediendo ante los demás.
— ¿Pretendes que te crea? —Soltó con molestia, mientras avanzaba por el departamento con sumo cuidado, como si buscara indicios de que le mentía.
—Me importa poco si me crees o no, estoy diciendo la verdad. —No estaba de humor para tonterías.
—GD…usas ropa de tus prácticas, además estas bañado en sudor. —Cuando terminó de decir aquello tocó mi rostro, pasando después por mi cabello, fue ahí donde me percaté de que decía la verdad, mi cabello se sentía húmedo.
¿Por qué? Me había quedado dormido y no recordaba haber tenido un mal sueño, que era la única manera en la que sudaba inconsciente.
—Ji… ¡Estas ardiendo en fiebre! —Cuando terminé de procesar aquello, ya estábamos en mi habitación. —Eres la persona más necia que conozco, Ji Yong. Ahora estas enfermo de verdad. —Sus palabras era severas y me hablaba como si fuera un niño. —Recuéstate, iré a casa por algo. —Me ordenó.
Me quede de pie, mirándole con incredulidad. No sólo estaba dándome órdenes como si fuera mi madre o algo parecido, estaba en mi casa irrumpiendo de aquella manera tan tonta.
—Sólo has lo que te digo, Ji Yong. —Su voz hizo vibrar mi espina dorsal, a veces podía ser realmente intimidante.
A regaña dientes me tumbé en la cama, sintiéndome cómodo. De verdad necesitaba una siesta.
—No tardaré. —Me avisó, mientras dejaba un paño húmedo en mi frente. No recordaba haberle visto ir por él, seguramente me estaba quedando dormido sin darme cuenta.
…
—Vamos, Ji…—Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fue el rostro de Seung Hyun frente al mío. Su entrecejo estaba ceñido… ¿Por qué estaba preocupado? —Tienes que tragarla. —Le miré con extrañeza, sin comprender en lo absoluto de que hablaba.
Cuando quise preguntar, al abrir la boca sentí ahogarme, a mitad de mi garganta había algo que me obstruía el aire.
—Bébela. —Su voz estaba cargada de nerviosismo, mientras me ponía en los labios un vaso de agua, que no dude en beber, mientras levantaba levemente mi cabeza. Sentí algo recorrer el camino de mi garganta hasta llegar a mi pecho, ardía.
—Qué…—Luché por hablar, consiguiendo toser un par de veces. Seung sólo me dio más agua. — ¿Qué era eso? —Logré articular con voz áspera.
—Medicamento. —Pronunció casualmente, mientras se bajaba de encima de mí. ¿Qué hacía sobre mí? —No estás en condiciones de tomarlas por ti solo. —Agregó, quitando el pañuelo húmedo de mi frente.
En cuestión de segundos dejé de oír su voz y ver su rostro, tan sólo eran sonidos lejanos y una borrosa imagen de él.
—Ey…Ji. —Sentí unos golpecillos en las mejillas, obligándome a abrir los ojos, volviendo a enfocar su rostro. —No puedes dormir… —Tomó una caja pequeña de la cual leía las letras. —Al menos no dentro la siguiente hora…
—Jodete…déjame dormir. —Fue lo único que pude decir, mientras mis parpados se cerraban inconscientemente.
—Ji Yong… ¡Ey! —Volvió a moverme con rudeza, haciéndome volver. —El medicamento es muy fuerte, puede tener efectos secundarios si duermes…sólo aguanta un poco ¿de acuerdo? …¡Ey! —Con esfuerzo sobrehumano logré captar todo lo que TOP intentaba decirme, comprendiendo la mitad y procesando adecuadamente un cuarto de ella.
Apenas asentí, volví a perderme en la nada, escuché nuevamente voces y sonidos lejanos, a los cuales no les puse la mínima atención, al menos no hasta que sentí un peso sobre mí.
—Entonces…—Era Seung Hyun, quien estaba nuevamente encima de mí. Una de sus manos cubría su boca, su rostro estaba rojizo. —Supongo que…debo mantenerte despierto. —Sonreí sin comprender a que se refería, el medicamento me estaba noqueando por completo.
Repentinamente recordé el día de nuestro debut, los nervios que sentíamos los cinco, seguramente ahora mantenía una sonrisa estúpida en el rostro.
—Tú olor a cambiado…—Logré articular torpemente, sin estar seguro de que Seung lograra entenderme.
— ¿Eso crees? —Escuché, abrí los ojos y miré los suyos, justo frente a mí…demasiado cerca.
¿Por qué Seung Hyun estaba tan cerca de esa manera? Podía sentir su aliento golpear mi cara. Sólo asentí.
—Antes…hace tiempo…—Las ideas se producían en mi cabeza, sin embargo no era capaz de llevarlas a mi boca. Respiré hondo. —Antes olías a jabón y loción…—Hice una pausa, en la que mi cerebro se reanimó y logre abrir otra vez los ojos. —Ahora es ese olor…combinado con la nicotina…—Le miré, sus ojos permanecían enigmáticos.
No supe si era mi estado enfermo o el extraño medicamento, pero me pareció ver a Seung Hyun muy entusiasmado.
—Tu olor sigue siendo el mismo…—Dijo después de unos instantes de silencio, sus ojos parecían brillar. —Muy embriagante…—La calidez de sus labios tocó los míos.
Me sentí sorprendido por un momento, el tacto era muy diferente a cualquier otro, ni siquiera se parecía a la vez que nos habíamos besado al perder un juego hace muchos años. Aquel beso había sido rápido y torpe, además de vergonzoso, a nadie le gusta perder…Pero ahora no había juego ni nada que perder, ni siquiera me sentía decepcionado.
—Yo…tengo mucho sueño. —Pronuncié, olvidándolo todo, mientras su rostro se distorsionaba.
—No, no, Ji…no debes dormir. —Esta vez tomó mi rostro entre sus manos, y me volvió a besar, de una manera muy distinta a las demás.
Sus labios envolvieron los míos repetidas veces, con lentitud. Todo pareció darme vueltas, ni siquiera mi cuerpo tenía energías ahora, tan sólo se dejaba llevar por las provocaciones de Seung Hyun, en cambio mi mente no podía procesar gran cosa.
Seung Hyun es mi amigo…desde siempre, siempre fuimos cercanos, mucho.
—Mmh…—Pronuncié al sentir las frías manos de Seung tocar mi pecho. Yo no podía hacer nada, más que mirarle entretenido.
Sus manos se movían hábilmente sobre mi piel, pasándolas de un lado a otro, con sumo detalle.
—Tus…tus manos… están frías, Seung. —Él rio levemente, formando aquel par de hoyuelos en sus mejillas.
—Lo lamento. —Susurró contra mi oído, alejando sus manos de mí, pero le detuve, no tenía por qué dejar de hacerlo.
—Está bien…—Asentí, poco después Seung tomó mi acalorado rostro y me volvió a besar, esta vez dejándome sin aliento.
“Estaba soñando ¿cierto?”
Me retorcí bajo sus labios, al sentirle lamer mi cuello, bajando hasta mis clavículas, en donde, sin compasión alguna, succionó con rudeza haciéndome soltar un leve grito.
Pasé mis brazos por su cuello, acercándole más a mí. Su olor personal era mi fragancia favorita, nunca se lo dije, ni se lo diría. Hundí mi rostro en su cuello y aspiré absortó entre sus caricias que se mantuvieron sólo de mi cintura hacía arriba, en todo momento.
—Desciende un poco más…—Susurré chocando mi cadera con la suya, sentí como de inmediato Seung se tensaba.
“¿Me gusta Seung Hyun?”
—No puedo hacerlo, Ji…—Se abrazó a mí y me volvió a besar, está vez sus labios era dulces y suaves, tomando los míos como si de cristal estuviesen hechos, sin querer romperme.
“¿Desde cuándo me gustaba Seung Hyun?”
—No puedo hacerlo ahora, estás enfermo y debes descansar. —Sus palabras me decepcionaron, aún más cuando bajó de mí. —Ya puedes dormir. —Antes de que pudiera discutir o decir algo, él me volvió a besar con fuerza, sin querer separarse, lo sabía, pero aun así se marchó.
A penas le miré salir de la habitación, perdí el conocimiento.
…
Abrí los ojos con esfuerzo, siendo segado por la luz prominente del día, que se colaba por mi ventana. Mi celular no dejaba de sonar, por lo que, después de comprenderlo, lo tomé con rapidez y contesté.
Una ola de reclamos por parte de SeungRi estallaron en mi oreja.
—Sí, si…lo siento, ya voy para allá. —Sin detenerme a escuchar más, colgué. Era demasiado tarde ya, y el ensayo había comenzado.
Me puse de pie, sintiéndome mucho mejor que ayer, al parecer el medicamento que Seung había traído para mí había funcionado.
Seung…
Mi rostro enrojeció al recordar lo ocurrido.
—No, no, no…—Me negué frenéticamente. Seung Hyun y yo jamás hicimos algo parecido, que tontería. —Debí tener mucha fiebre. —Me animé.
TOP no me gustaba, ni un poquito, además era un hombre y yo también, era una estupidez completamente.
Tomé mis cosas rápidamente y salí del departamento.
…
—Tomemos un descanso, ya no aguanto…—Susurró Bae, dejándose caer sobre el suelo, sus mejillas estaba coloradas y estaba sudando en exceso, al igual que todos. Sin decir nada más, todos le imitamos.
— ¿Cómo te sientes, hyung? —El sonriente Kang, a pesar de lo exhausto que estaba, sonrió para mí.
—Mucho mejor…TOP hyung me ha llevado algo de medicamento, creo que funcionó bien. —Comenté tomando algo de agua. Seung Hyun de inmediato me miró con atención, provocando que un escalofrío surcara mi espalda sin compasión, mi cuerpo entero tembló y como consecuencia terminé inclinando la botella de agua sobre mí, empapándome. —Joder…! —Maldije, poniéndome rápidamente de pie.
Caminé con prisa frente a los largos espejos, mientras los chicos reían y seguían charlando. Mi suéter estaba completamente mojado, por lo que me apresuré a quitármelo, si lo dejaba enfermaría de nuevo, cosa que no me convenía.
Y lo que vi me dejó perplejo, mi rostro se tornó rojizo, mis oídos escucharon un sonido ensordecedor y todo lo que creía verdad pareció perder sentido. Acaricié mis hombros y mis clavículas, que se podían ver fácilmente por la camiseta sin mangas que traía puesta. ¿Qué eran esas marcas rojizas?
Cerré los ojos con fuerza…Seung Hyun succionando mi piel sin compasión alguna apareció en mis recuerdos...Negué frenéticamente, no podía ser cierto, fue sólo un sueño. Intenté cubrir las marcas mientras pensaba en que hacer, si los chicos me veían no dejarían de preguntar nunca, además de que se suponía que el día anterior había estado durmiendo.
¡Joder, joder, joder! Esto no podía estar pasando. Miré por el reflejo del espejo a los chicos, quienes seguían conversando, menos mal. La mirada de Seung se cruzó con la mía, por pequeños milisegundos, y surcó una sonrisa maliciosa.
¡Maldito hijo de puta!
Esto era un sueño, es más nunca había despertado ¿Estaré en el infierno ya?
—Ey…—Me sobresalté al ver a Seung a mi lado, me alejé de inmediato, pequeños dos pasos, a lo que él sólo sonrió divertido. Se quitó su enorme chamara y me la dio.
—Cúbrete…—Le miré sorprendido, y tomé la prenda indeciso. —Podrías volver a enfermar. —Asentí torpemente y con rapidez me puse la chamarra, sin perderle de vista.
Sus manos se dirigieron a mí, por lo que cerré los ojos con fuerza, pero al no sentir nada los abrí, él sonreía, y después de acariciar cada una de las marcas rojizas, subió un poco más la prenda, riendo después.
Sin poder decirle algo, se marchó con los demás y poco después entró uno de los coreógrafos.
— ¡El descanso a terminado, quiero verlos otra vez! —Anunció. Aun mareado me acerqué e intenté concentrarme el resto del ensayo, dejando a un lado aquella fragancia que despedía la chamarra de Seung Hyun.
“Mi fragancia favorita”
…
—Muero de cansancio. —Se quejó el maknae, caminando con esfuerzo a la salida de la sala. —Tomaré un baño y me iré a descansar.
—Yo haré lo mismo, me duele el cuerpo. —Agregó Dae. Todos siguieron caminando mientras hablaban de lo pesado que eran los ensayos.
— ¡Ey, hyung! —Me animé a detenerle, de verdad no podía seguir con la duda. Los demás siguieron avanzando, mientras nosotros nos quedábamos en uno de los pasillos. —Tú…ayer fuiste a mi departamento ¿cierto? —Pregunté con nerviosismo.
—Te llevé algo de medicamento. —Asintió, su sonrisa no se desvanecía, dejando a la vista sus hoyuelos.
—Hyung…nosotros…—Solté un suspiro frustrado. —Seung Hyun…necesito que me digas…que fue lo que pasó. —Me mordí los labios con nerviosismo. Y él a cambio, sólo rio más.
—Ji Yong…—Se acercó más a mí, y, bajo todo pronóstico, me besó rápidamente, apenas un roce. —Tú aún no está listo para mi amor. —Y después de guiñarme un ojo salió corriendo.
Me quedé en silenció, sintiendo como todo mi cuerpo adquiría temperatura una vez más, concentrándose en mi rostro.
—Maldito…—Murmuré. Y comencé a correr tras él. — ¡Hyung, espera, aun no me aclaras nada! — Estaba claro que nunca le alcanzaría, pero, a pesar de ello, seguí corriendo.
Yo podría correr tras él toda la vida si era posible.
Después de todo, él era mi fragancia favorita.