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HaeHyuk: "Dizzy Love" por ZaffireHeart

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Notas del fanfic:

Cómo es una canción de J-rock, mezcla el inglés con el japonés, por lo que les colocaré la traducción, pero eso sí, a la parte que dice “Dizzy Love” lo dejaré así, porque realmente no sé cuál sería su mejor traducción. Supuestamente dice que significa “estoy mareado de amor”, pero a mí no me termina de convencer así que yo lo traduje como si significara “Amor mareante/Embriagante” o sino “Embriagado de amor”, pero como no hay una traducción “oficial” por así decirlo, para esta frase, dejaré simplemente Dizzy Love n.n así que ahora sí, a leer :3

Notas del capitulo:

No tengo más nada que aportarles, solamente que espero que les guste, quizás, les parezca algo clichle y que se yo, pero lo hice con mucho amor, y tenía que hacer un HaeHyuk o EunHae con esta canción, es demasiado especial para ellos xD jaja o por lo menos a mi me lo pareció de cierta forma.


Pero bueno, como les dije anteriormete, espero que los disfruten :3 es cortito, a mi parecer n.n 13 hojas, según mi Word n.n


LET'S GO!!! ♥ A Leer!!! ^v*V

SongFic; Oneshot

 

HaeHyuk: "Dizzy Love"

 

 

 

-¡Maldición!- Insultó el castaño, cayendo al suelo, al dar un giro estando mal equilibrado. Había salido de una quebradura hace poco, y su cuerpo en abstinencia, le pedía a gritos que volviese a lo que era su vida. “El baile clásico”. -¡Esto no es imposible! ¡Lo lograré! ¡Ellos no tendrán la maldita razón!- Gritaba con cólera, con rabia, impotencia, al su mente inundarse de aquellos pensamientos pesimistas. “Lo siento, ya no podrás volver a bailar, es peligroso” “Esta vez tuviste suerte, fue tu pierna, pero podrías haberte quedado inválido”. Recordaba con eco aquellas palabras de los médicos, cuando le estaban quitando el yeso.

 

 

 

///FlashBack///

 

Había tenido un accidente de tráfico, el cual no había sido su culpa, pero de todas formas, fue él, el más afectado, al habérsele dañado de tal manera la pierna, pero que gracias al cielo, habían logrado rescatar de pura casualidad. Gracias a que un testigo del accidente, atinó a socorrer al bailarín ensangrentado, atrapado entre todos aquellos trozos de cristal desecho, y fierros doblados, de inmediato.

 

A diferencia de todos a los de su alrededor, él no se paralizó ni entró en pánico. Estaba acostumbrado a ese tipo de cosas, era socorrista y salía justamente de su trabajo como licenciado en enfermería del hospital.

 

A pesar de que le fue difícil, logró quitar al bailarín de entre aquella “tumba de hierros” y con voz autoritaria, ordenó a 2 personas que cruzaban por allí ayudarle con la víctima. Y a pesar de que a aquellas personas les temblaban las manos a todo momento, le fueron de gran ayuda al socorrista.

 

 

 

La pierna izquierda del bailarín, fue la más afectada, por aquel  impacto, mientras que la derecha, sufrió también un gran tajo, pero no era tan grave como su pierna izquierda.

 

Hizo venir a la ambulancia de inmediato, mientras socorría al muchacho castaño, allí tendido en el suelo totalmente inconsciente, pero que aún gracias al cielo… respiraba.

 

El socorrista, quiso hacerse cargo él mismo de la situación, por lo que subió a la ambulancia junto con los demás paramédicos. Pero a pesar de que éste quería, no le permitieron ingresar a la sala de cirugía. Realmente había sido un accidente horrible, y lo que más le disgustaba al rescatista, era que el causante del accidente había salido ileso, tambaleándose, pero al fin y al cabo ileso, con algunos rasguños menores sin importancia.

 

 

 

Pasadas unas 3 horas, finalmente el cirujano salió de la sala de operaciones, aquel rescatista de unos 30 años, atropelló al cirujano rogando porque le diera el parte médico de aquel muchacho, que hasta ahora le era totalmente desconocido, pero a pesar de que el cirujano no se mostró muy convencido con ello, era el único que se encontraba allí por aquel muchacho que al parecer tenía entre unos 23-25 años.

 

Cuando el muchacho despertó, se encontró totalmente envuelto en vendajes y con su pierna casi enyesada por completo. Si no hubiese resultado ser un joven de corazón fuerte, hubiera sufrido un infarto en aquel mismo instante. “Su carrera” Se había ido por el excusado de un segundo al otro, fue lo que aquel muchacho pensó. Pero luego con el tiempo, decidió no darse por vencido.

 

Quería recuperarse, buscar al infeliz que le hizo aquello y molerlo a golpes. Quería arrancarse absolutamente todo y huir al estudio de danzas a liberar todas sus frustraciones. Pero se encontró con que no podía moverse absolutamente a ningún lado. Se sentía tan patético, se sentía tan restringido que estuvo a punto de estallar en un ataque de ira y llanto si no hubiese sido que aquel rescatista, ingresó a su habitación, para revisar su estado de salud. Si no hubiese entrado con aquella sonrisa y aquella aura de absoluta serenidad, que increíblemente calmó de inmediato a aquel “resentido con la vida” bailarín.

 

///Fin del Flashback///

 

 

 

-Yah, no te esfuerces tanto HyukJae, sabes que tu pierna aún no está del todo bien, por favor, se paciente y no hagas que te arrepientas luego de por vida, por un impulso imprudente.-

 

Habló aquel rescatista, entrando al salón, con esa calma de siempre, aunque se podía distinguir claramente aquella tonalidad de preocupación en su voz.

 

-¡No te metas en esto DongHae! ¡Es mi maldito cuerpo, y a nadie le importará si quedo inválido, rengo, o lo que sea! ¡El clásico, es mi vida! ¿¡Acaso no lo entiendes!? ¡Es lo único que me hace pensar que en realidad soy aceptado y querido en esta maldita sociedad cuando soy aplaudido, luego de un show!-

 

El castaño frustrado, golpeó el suelo de madera con sus nudillos, mientras sentía como un calambre recorría su pierna. Aquella que había estado a tan sólo pasos de perder, si no hubiese sido por aquel hombre de 30 años que “le ayudó” y ahora se había convertido en una parte importante de su vida, sin que el bailarín notara aquello.

 

Ya que desde el momento en que se dirigieron la mirada por primera vez, el mayor jamás volvió a separarse del menor, estando siempre a su lado, pendiente de él, cuidándolo. Cosa que irritaba al castaño menor, ya que se sentía como si realmente fuera un enfermo terminal, o estuviera yendo camino a convertirse en un vegetal por siempre. ¡No! ¡Él no quería eso! ¡Quería bailar! ¡Quería volver a los escenarios!

 

-Lo entiendo… TE ENTIENDO mucho más de lo que te imaginas HyukJae, en verdad, no sabes lo que dices, ¿Cómo puede ser que un muchacho de 24 años sea tan pesimista acerca de la vida, siendo tan joven?-

 

-¡Mientes! ¡No sabes nada de mí! ¡Quizás hubiese sido mejor morir en aquel maldito accidente, si hubiese sabido que terminaría de esta manera, como un maldito inválido!-

 

DongHae no pudo resistir más aquellas palabras tan negativas, no podía ver a aquel muchacho sufriendo de aquella manera, reteniendo con todas sus fuerzas aquel llanto que le delataba su impotencia, al quebrársele la voz.

 

El mayor, se lanzó prácticamente al suelo, a la altura de aquel muchacho y le abrazó por detrás con todas sus fuerzas, envolviendo aquel cuerpo por primera vez entre sus brazos.

 

-¡No digas estupideces! ¿¡Acaso no me tienes a mí!? ¡Sabes a la perfección que me preocupas mucho más que incluso mi propia vida! ¡Tú no serás un maldito inválido, te recuperarás bien y podrás volver a los escenarios progresivamente! ¡Aún tienes toda una vida por delante, así que no digas más esas malditas estupideces! ¡A MÍ ME IMPORTAS MÁS DE LO QUE TE IMAGINAS LEE HYUKJAE!-

 

El bailarín ante aquel contacto, ante aquella extraña sensación jamás antes sentida, quedó paralizado por completo. Todo en él se detuvo, desde su llanto, hasta su respiración. DongHae por primera vez había perdido su compostura, le había gritado, le había regañado, y sobre todo, le había abrazado de aquella manera tan extraña. Ese… ese no era el DongHae que él creía conocer. No entendía realmente nada.

 

Pero a su vez, extrañamente se sentía bien, era una sensación extraña, ser estrechado en los brazos de alguien ajeno. Pero cuando se dio cuenta de lo que estaba pensando, de una manera brusca, separó a DongHae de un codazo tirándolo al suelo. Y éste le veía más que asombrado.

 

El menor se puso de pie con dificultades, tambaleándose, pero logró recuperar el equilibrio, y agitado por el esfuerzo y por el frenético latir de su corazón, totalmente inexplicable, le grita con el ceño fruncido.

 

 

 

“Quiero abrazarte así por siempre

 

Me tambaleo, tambaleo, tambaleo”

 

 

 

-¿¡Qué demonios, crees que estás haciendo!? ¡No soy una maldita mujer débil, para que me intentes “consolar” de esa manera! ¡Soy un hombre! ¡No es necesario que digas tampoco esas malditas cursilerías estúpidas! ¡Déjalas para tus malditas conquistas!-

 

Estaba demasiado nervioso, asustado de sus propias reacciones, ante el contacto tan abrupto y directo del mayor, quien aún permanecía en el suelo mirándolo.

 

-¡Me voy de este maldito lugar!-

 

Sentenció aquel muchacho resentido con la vida, luego de aquel maldito accidente que cambió su vida para siempre.

 

-¡No son cursilerías estúpidas! ¡Son reales!-

 

Exclamó de repente DongHae mirando al suelo, logrando detener al menor, dejándolo paralizado por completo. Su corazón nuevamente comenzaba a sentirse extraño, se encontraba demasiado agitado. Y aquel frenético latir aumentó, cuando observó que el mayor, se puso de pie lentamente, y comenzó a dirigirse a él, con el ceño fruncido, dedicándole una mirada realmente determinada, que hizo temblar levemente aquellas murallas con las que el menor se sentía, de cierta manera seguro.

 

-Son… mis sentimientos. Hacia ti-

 

 

 

“Yes, Dizzy Love, Dizzy love (Estoy loco por ti, loco por ti)

 

Ahora envuelto en la inconstancia tócame, tócame

 

Déjame amarte (estoy loco por ti, me pierdo en ti)”

 

 

 

El mayor comenzó a acercarse al paralizado bailarín, y estando ahora a tan sólo centímetros de su rostro, con una tonalidad sumamente seria continúa hablando.

 

-¿Esto, te parece cursilerías estúpidas? ¿Mis sentimientos son tan irrelevantes para ti? ¿Son realmente una molestia?-

 

HyukJae no podía hablar, aquellas palabras, aquel cambio tan drástico en el comportamiento de DongHae, lo habían descolocado por completo. Y más aún con aquellas palabras. ¿Sentimientos? ¿Alguien como él, podría desarrollar aquel tipo de sentimientos en personas como DongHae? No se lo creía, ni mucho menos de DongHae.

 

-No-no digas estupideces, ya basta, déjate de bromas, ya te has pasado de la raya. No me estás haciendo sentir para nada mejor, al contrario.-

 

Habló como pudo el menor, desviando la mirada con aquel tono frío en su voz, enojado consigo mismo, por siquiera permitirse pensar que alguien independientemente del género, pudiera llegar a “quererlo” así de esa manera como lo había interpretado.

 

HyukJae le dio la espalda al mayor luego de haber dicho aquello y se dispuso a irse, pero unas manos “violentas” le obligaron a girar sobre su eje, hallándose siendo estampado contra un par de labios en los suyos.

 

Y nuevamente HyukJae se paralizó por completo, ante aquella nueva sensación, ante aquella correntada que recorría su cuerpo en absoluta totalidad. Estaba realmente desconcertado, se sentía absolutamente perdido en medio de la nada, no sabía qué era lo que estaba sucediendo exactamente ni con él, ni con DongHae. Pues jamás se imaginó a DongHae haciendo aquel tipo de cosas, ni al mayor ni a nadie en realidad.

 

-¿Lo entiendes ahora?- Susurró el mayor, al separarse de los labios petrificados del menor. -No son estupideces, no es ninguna clase de broma de mal gusto, ¡Créeme, cuando te digo que son mis verdaderos sentimientos! ¡Me gustas HyukJae! ¡¡Me gustas y mucho, aunque no lo creas!!-

 

 

 

“Soy el único que comprende tu atractivo

 

Así cómo también tu fragilidad”

 

 

 

Y no, definitivamente no lo podía creer, jamás se imaginó que aquello resultaría así, jamás se imaginó que alguien de tan buen ver como DongHae, desarrollara esa clase de sentimientos por él.

 

Estaba tan concentrado en intentar de suprimir aquellos sentimientos de celos y envidia hacia el mayor, que jamás se puso a pensar en lo que realmente DongHae pensaba de él o mejor dicho sentía por él.

 

 

 

-Me gustas HyukJae, realmente me gusta todo de ti, tus labios, tu rostro, tu piel, tu cuerpo, tu personalidad, sé perfectamente que escondes a alguien maravilloso detrás de esa faceta de muchacho “intratable”, en verdad que me gustas, estoy enamorado de ti, comencé a darme cuenta de ello a medida que te iba conociendo más a fondo. Sé que detrás de esas facciones duras que te esfuerzas por mantener, hay un chico frágil y sensible, que realmente quiere llorar. Hazlo, hazlo. Llora y aquello no te hará débil a mis ojos, sino todo lo contrario, me parecerás aún más hermoso. No sé lo que realmente sientas por mí, y siento si te estoy poniendo en aprietos, pero ya no podía aguantarlo más, ya no podía retenerlo más, al verte de aquella manera, luchando contra viento y marea por retener tus lágrimas. Eres humano y como todo ser humano, eres frágil al igual que yo, por más que nos esforcemos por demostrar lo contrario. Así que no tienes de qué avergonzarte. Por eso digo que te entiendo HyukJae, mucho más de lo que te imaginas. Te amo. Te amo Lee HyukJae.-

 

Y nuevamente ante aquellas palabras dichas con un tono mucho más cálido, el menor se dejó envolver por aquellas palabras que sonaban tan “gratificantes” a sus oídos. Lentamente comenzaba a sentir como aquellos muros  su alrededor comenzaban a  tambalearse y a “desvanecerse” ante las palabras, y las caricias que el mayor le estaba otorgando en el rostro.

 

Tanta delicadeza, en esas manos, que realmente le hicieron pensar que realmente era un maldito debilucho, y que necesitaba del afecto de las personas, más de lo que se imaginaba. Sus lágrimas se aglomeraron nuevamente en sus ojos, y ante el nuevo contacto que DongHae se permitió dar en sus labios, sus muros terminaron por desvanecerse, se derrumbaron por completo.

 

 

 

Sus lágrimas finalmente recorrieron su rostro, la primera lágrima en mucho tiempo calló. Y siendo aquel el símbolo de sus muros totalmente desvanecidos, se permitió corresponder aquel contacto dado con tanta suavidad y delicadeza, recalcándole una vez más, lo frágil que se sentía, que era, y lo que necesitaba que alguien como DongHae… “lo amara”.

 

 

 

Por obvias razones, sus movimientos no coordinaban con los de DongHae, pero a pesar de ello y de que se sintiera realmente avergonzado ante tal espectáculo, que protagonizaba, al ya haber alcanzado aquella edad y jamás haber aprendido a besar a nadie, las caricias que el mayor le estaba propinando, increíblemente calmaba sus ansias, sus pequeños impulsos de caer nuevamente en un ataque de frustración.

 

 

 

“No hay nadie más en esta habitación

 

Encendámonos, preguntémonos el uno al otro

 

Encendámonos fuego en la oscuridad

 

Silenciosamente, fuertemente, intensamente”

 

 

 

-HyukJae… HyukJae.- Decía en susurros una y otra vez el mayor, no pudiéndose creer que aquello se haya hecho realidad. Tantas noches anhelando estrecharlo en sus brazos, en “sus labios” o simplemente ser capaz de presenciar un momento en el que el menor sonriera con absoluta sinceridad. No se lo podía creer, pero estaba sucediendo, y ya prácticamente no le importaba si el menor “le estaba usando” o no. Él solo quería amarle, quería demostrarle lo que se sentía “ser amado”. –HyukJae, lo has hecho muy bien, me encantas… me gustas.- Le susurró nuevamente en lo que besaba ahora cerca de su oído.

 

-DongHae.-

 

Atinó simplemente a decir el menor, ante aquellas “abrumadoras” muestras de amor.

 

-¿Son realmente una molestia mis sentimientos?-

 

Volvió a repetir el mayor, con una tonalidad tranquila, pero en el fondo realmente tenía miedo de oír las palabras que pudieran llegar a salir de aquella “afilada” lengua.

 

-DongHae… yo-

 

-Ssh, mejor no digas nada, y sólo permítete sentir, permítete creer en mis sentimientos.-

 

Le interrumpió el mayor nuevamente, realmente no podía, no quería escuchar aquellas palabras que estaba más que seguro que saldrían de aquellos labios tan sensacionales.

 

El mayor tomó el rostro del bailarín y lo “forzó” a que sus frentes se unieran. Para luego buscar las manos del menor, asirlas con suma delicadeza pero firmeza a la vez y colocar una de ellas en su corazón que latía a tanta velocidad, que le parecía realmente imposible.

 

-Esto, es lo que me provocas con tu cercanía, con tus besos…-

 

Volvió a susurrar una vez más casi sobre los labios del menor, y se permitió cerrar sus ojos unos momentos.

 

 

 

“Cerremos nuestros ojos y sintamos las emociones del otro

 

Encendámonos en este estado de insaciable lujuria

 

(I'm crazy about you)”

 

 

 

Así ambos hombres permanecieron en silencio unos cuantos minutos sintiéndose mutuamente, sintiendo que realmente sus reacciones, sus cuerpos no diferían tanto del ajeno. Fue entonces, cuando HyukJae, finalmente se permitió creerle, aquel hombre 6 años mayor que él, realmente, “le quería”.

 

-DongHae…- Susurró nuevamente el menor, de una manera un poco más lastimera, permitiéndole al otro saber, que finalmente, sus sentimientos habían sido recibidos. Sonrió sin poderlo evitar, sí, sus sentimientos quizás fueron oídos, pero aún no habían sido respondidos, por lo que a pesar de que DongHae lo quisiera tomar como un “absoluto sí”, sabía que con aquel “niño” se podía esperar cualquier cosa, tan espontáneo, tan fresco de vez en cuando, que realmente nunca sabes con qué te va a salir. –DongHae.- Esa voz, esos labios nuevamente susurrando su nombre, le estremecían de sobremanera.

 

Por lo que sin decir absolutamente nada, el mayor nuevamente acercó su rostro acortando la distancia que los separaba y volvió a besar aquellos labios, que ya se le comenzaban a ser realmente irresistibles, absolutamente adictos, tentadores, sabrosos.

 

Aquel beso para sorpresa de ambos, se tornó más pasional de lo que pensaron. El menor finalmente había dejado de desconfiar en el mayor, comenzó a sentirse realmente seguro de sí mismo, y de lo que el mayor “alardeaba” sentir por él.

 

DongHae aún sosteniendo la mano del menor, la aprisionó aún más entre sus dedos cuando sintió que esta quería comenzar a moverse. No quería soltarlo, no quería dejarlo ir nunca más, quería tenerlo entre sus brazos para siempre, pero sabía que era algo imposible.

 

Aquellos besos se tornaron tan “asfixiantes” tan “acalorados” que el mayor se olvidó de aquella mano que sostenía para deslizarse con tortuosa lentitud por el cuerpo ajeno. Aquel que era delgado, delicado, pero fibroso y con sus músculos bien definidos, era perfecto.

 

 

 

Y aquello se tornó aún más perfecto, cuando el mayor comienza a sentir que las manos del bailarín también quieren comenzar a recorrer su cuerpo, de manera tímida, trémula, pero aquello era más de lo que había esperado.

 

Provocándole una magnanimidad en su corazón. Pues jamás se lo imaginó, se sentía eufórico ante aquel simple hecho, que a cualquiera le podría parecer algo estúpido, banal e insignificante, pero nadie más que ellos 2, sabían, comprendían la magnitud de lo que “aquel simple acto” significaba.

 

DongHae sin poder controlarse, “guió, incitó” al menor, a recorrer su cuerpo con más confianza. Otra de las cosas que jamás se había imaginado; ser tocado de aquella manera por el menor. Todo aquello, había comenzado a hundirlo en una maravillosa sensación de éxtasis.

 

-Aah~ HyukJae… sí, tócame, tócame cuanto desees.-

 

 

 

“Quiero sostener tu mano así para siempre,

 

Me tambaleo, tambaleo, tambaleo

 

Yes, Dizzy Love, Dizzy love (Estoy loco por ti, loco por ti)

 

Ahora envuelto en la inconstancia tócame, tócame

 

Déjame amarte (estoy loco por ti, me pierdo en ti)”

 

 

 

El mayor ya había comenzado a perderse en el maremágnum de sensaciones que el otro despertaba en él, había comenzado a sumergirse en aquellos ojos que brillaban de una manera muy diferente a la “natural”. Veía miedo en ellos aún, pero se fijó acabar con todas aquellas inseguridades que atormentaban al menor, restringiéndolo de comportarse como realmente quería.

 

Comenzó a avanzar sobre el cuerpo del menor. Comenzó a llevarlo contra una de las paredes del salón de baile. Justo la espejada. Y verse a sí mismo con el menor arrinconado entre sus brazos, correspondiéndole aumentó más aquellos sentimientos que ya comenzaban a desbordar.

 

-DongHae… va-vamos muy ráp- aan~-

 

El menor volvió a hablar luego de tanto tiempo con suma dificultad, pero sus palabras fueron interrumpidas, por aquel primer gemido, provocado al sentir aquellas manos de DongHae recorrer su piel debajo de sus prendas.

 

Aquel sonido que significó la mismísima gloria para el mayor, fue el detonante final. Sus sentimientos finalmente claudicaron, desbordaron y rompieron aquella “presa” que los retenía. Ya no había vuelta atrás. Ya no podía volver atrás. Era tarde. Ahora… ahora solo quería hacer suyo al menor.

 

 

 

“Cuando el réquiem suene por sí solo, será demasiado tarde

 

No hay nadie allí, cualquiera está bien

 

Encendámonos, preguntémonos el uno al otro

 

Golpea mi ego, con esa vacía soledad tuya, sí

 

Disfruta éste momento

 

Encendámonos en este estado de insaciable lujuria

 

(I'm crazy about you)”

 

 

 

-¡HyukJae! ¡HyukJae di mi nombre una vez más, gime mi nombre…-

 

DongHae desesperó, y se perdió en la lujuria, en la desesperación por querer oír más de aquellos sonidos que eran la mismísima gloria. Comenzó a besar de una manera mucho más veloz los labios y cuello del menor, teniéndolo aún arrinconado contra los espejos del salón.

 

-DongHae… Ahmns ¡DongHae!-

 

El menor obedeció y sin pensarlo, pues ya no tenía aquella facultad, envolvió sus brazos alrededor del cuello del mayor. Y ambos comenzaron a deslizarse hacia el suelo.

 

Todo aquello era nuevo para nuestro bailarín de clásico, pero se sentía tan abrumado, por todas aquellas nuevas sensaciones, tan… “deliciosas” que ya no podía controlarse. Estaba ahogado en ellas. Era presa… del placer.

 

 

 

Las manos del castaño mayor, comenzaban a recorrer una “zona peligrosa” su ingle. Su bajo vientre. Mientras que las del menor, se deslizaban delicadamente “reconociendo el aquel terreno inexplorado” que se sentía realmente bien, sus uñas habían comenzado a rasgar con delicadeza la espalda de aquellas prendas, haciendo erizar por completo al mayor, aunque HyukJae no se percatara de ello.

 

Ambos comenzaban a sentirse “erectos”. El ambiente comenzaba a sentirse sofocante, húmedo, y las prendas comenzaban a tornarse realmente molestas.

 

 

 

DongHae, ya había comenzado a “abrirse camino” entre las piernas del menor, logrando una mejor “ubicación”. Atacó nuevamente el cuello y aquella nuez de Adán, mientras con sus manos ágilmente comenzaba a “juguetear” con el elástico del pantalón de mezclillas del menor.

 

 

 

“Hasta que nos destrocemos, caliente, caliente, caliente

 

Yes, Dizzy Love, Dizzy Love, (Estoy loco por ti, loco por ti)

 

Pongámonos el uno sobre el otro y hagámonos uno, más y más profundo

 

Déjame amarte más y más (estoy loco por ti, me pierdo en ti)”

 

 

 

HyukJae, ya no se sentía capaz de nada, se había entregado completamente al mayor, que con aquellas manos, aquellos labios, aquellas palabras, que lo habían elevado al 7mo cielo. Ya no se sentía capaz de resistirse a absolutamente nada de lo que le hiciera el mayor. Su cuerpo había tomado el control por sobre su mente. Y tan sólo quería sentir, más y más de aquellas sensaciones tan adictivamente placenteras.

 

Sus miradas se cruzaron unos instantes y en esos momentos, HyukJae comenzó a sentir ciertos “Chispeos”. Realmente jamás se imaginó que terminaría así de aquella manera con DongHae, allí y en ese momento. Pero nuevamente, sus ojos se cerraron y se entregaron al mayor, a este haberle otorgado una sonrisa realmente cálida.

 

-Aahg DongHae~-

 

Gimió una vez más, pellizcando ahora las nalgas del mayor, pues sus manos “inconscientemente” se habían deslizado hacia allí.

 

Las manos de DongHae ahora habían elevado sus prendas superiores hasta el tope, dejando al descubierto aquellas “prominencias” ya erectas. Las observó con deleite, en lo que miró nuevamente de manera fugaz el rostro del menor. Estaba totalmente rojo, y con su rostro girado a un lado. DongHae sonrió. Pues a pesar de que el menor no dijo nada, el mayor podía presentir que tan avergonzado se sentía el menor.

 

-No tienes de qué avergonzarte, ya te lo he dicho, a mis ojos eres precioso, eres hermoso Lee HyukJae. Déjate amar, déjame amarte… mírame.-

 

Profirió el mayor con una voz ahora un poco más gruesa por la misma excitación, resultándole demasiado sensual al menor hallándose incapaz de resistirse a aquellas “ordenes”. Asintió como niño pequeño regañado. Pero rápidamente aquello tuvo su recompensa al sentir las caricias del castaño mayor siendo aplicadas con una delicadeza indescriptible. Esas manos… le trataban como al mismísimo cristal.

 

Por primera vez se sintió realmente amado, apreciado, por primera vez se sintió… Vivo.

 

 

 

“Atravesando la luz de la luna, esparciendo vino rojo

 

Mi pálpito es el de Burdeos, degustándolo desde abajo

 

(Please~ I'm crazy for you)”

 

 

 

Los labios del mayor comenzaron a estimular aquellos “botoncitos” en su pecho, provocándole aún más de aquellas sensaciones jamás antes sentidas. Y que creyó que jamás sería capaz de sentir, como tantas otras veces había pensado. Habiendo sido rechazado múltiples veces desde el colegio secundario hasta en su ámbito profesional.

 

Se encontraba realmente desdichado, desahuciado, se había resignado a “ser despreciado” por todo el mundo, naciendo así aquella actitud que le protegía de su frágil corazón. Pero entonces, había llegado DongHae a su vida, “camuflado” de un conocido más, pero que ahora se daba cuenta que era muchísimo más que eso.

 

El amor, finalmente había llegado a su vida, “en forma de DongHae”, no era lo que él realmente esperaba, pero tampoco se quejaba, ya que nunca fue alguien “estricto” en sus “preferencias”.

 

A pesar de que él pensaba que en algún momento de su vida una chica llegaría a su vida, no se sentía asqueado para nada al haberse encontrado con el hecho de que “esa chica” fuera un “chico” y nada más ni nada menos que DongHae. Pero lo aceptaba. Aquel hombre era el único que se había atrevido a ver más allá de su apariencia, y aquello realmente le sorprendía y sobre todo, le conmovía.

 

 

 

Sus prendas superiores fueron arrebatadas de su cuerpo. Un calor infernal comenzaba a despertar en su torrente sanguíneo corroyéndolo. Por lo que finalmente vació su mente, cerró sus ojos, y se dejó llevar, se dejó guiar por aquellas manos tan gentiles que ahora le acariciaban de una manera un poco más pasional.

 

-DongHae~-

 

Gimió una vez más aquel nombre, provocándole nuevas sensaciones al haberse dado cuenta de sus sentimientos.

 

Los labios del mayor finalmente volvieron a los suyos, acallando aquellos gemidos que ya comenzaban a escapar solos.

 

-Amo, cuando gimes mi nombre de esa manera. Por favor Hyukkie, sé mío.-

 

Aquellas últimas palabras le habían asustado un poco al menor, pues era todo demasiado repentino. Y por unos momentos vaciló en qué responder, y dudó de si apartarlo y decirle que no podía “aún”, o no. Pero nuevamente esas dudas se vieron despejadas cuando un beso dulce y tierno se posó en su cuello.

 

Él, él iba en serio, y HyukJae debía responder en ese mismo momento algo, aunque no le saliesen las palabras.

 

-Lo soy… de lo contrario, no estarías tocándome de esta manera.-

 

Respondió finalmente, casi sin voz y levemente agitado, optando por ser sinceros y asimilar sus propios sentimientos “en voz alta” por primera vez. Sí, a HyukJae, también le gustaba DongHae.

 

El mayor se detuvo repentinamente ante aquellas palabras. Pero ante la falta de palabras del menor que le correspondió aquella mirada, DongHae sonrió ampliamente y le abrazó una vez más.

 

 

 

“Quiero abrazarte de esta manera por siempre

 

Me tambaleo, tambaleo, tambaleo

 

Yes, Dizzy Love, Dizzy love (Estoy loco por tí, loco por tí)

 

Ahora envuelto en la inconstancia tócame, tócame

 

Déjame amarte (estoy loco por ti, me pierdo en ti)”

 

 

 

-Gracias. Gracias Hyukkie, realmente no te arrepentirás de esto, haré que seas el hombre más feliz del mundo. Te amo.-

 

Habló el mayor intentando controlar su euforia para no asustar demás al menor, y le abrazó aún con más ahínco, y al sentir como los brazos de HyukJae también le envolvían, correspondiéndole aquel abrazo, ya no le quedaron más dudas, por más que el menor no lo dijera “aún”, al parecer también le amaba.

 

Besó nuevamente sus labios y allí comenzaron el verdadero acto “de amor”.

 

DongHae, nuevamente comenzó a besar todo el rostro y cuello de HyukJae con un poco más de atrevimiento, y el menor había comenzado a gemir también con un poco más de atrevimiento. Ya no se notaban tan tímidos aquellos gemiditos que le volvían loco, por lo que lo tomó como una buena señal.

 

Y tal y como hace minutos atrás, DongHae comenzó a guiar al menor para que también se “incursionara en el arte de amar” y éste así se dejó guiar, sus manos nuevamente se movían tímidas sobre el cuerpo del mayor. Pero con el aumento de sus erecciones, las manos de HyukJae, se volvieron atrevidas osadas, y en cuestión de minutos, se encontraban ya merodeando aquella zona peligrosa.

 

DongHae terminó por quitarles sus pantalones, dejándolo solo y únicamente en bóxer debido a que sus prendas superiores ya habían sido removidas anteriormente, y comenzó a deleitarse con aquella vista, que tantas veces se imaginó en su mente, pero esto, realmente no se comparaba en nada a lo de su imaginación. Era muchísimo más perfecto, bello y hermoso.

 

 

 

Luego de unas cuantas sesiones de besos, cada vez más profesionales y pasionales, ambos se encontraban en bóxers, DongHae se encontraba ahora debajo del cuerpo de Hyuk sonriendo, gimiendo y jadeando ante las atenciones que este último le otorgaba.

 

Estaba feliz realmente lo estaba, si bien el mayor no se esperaba que “su primera vez” entre ellos fuera de esa manera, ahora no le importaba, sólo quería sentir al menor siendo suyo, entregándose a él.

 

 

 

“Hasta que nos destrocemos, caliente, caliente, caliente

 

Yes, Dizzy Love, Dizzy love (Estoy loco por ti, loco por ti)”

 

 

 

Minutos más tarde, DongHae volvió a tomar el control, y fue él ahora quien colocó al menor debajo de su cuerpo, y luego de deleitarse una vez más sus ojos con aquel maravilloso panorama. Y mientras sus labios una vez más atacaban su cuello, su mandíbula, oreja y labios, una mano se deslizaba por sobre sus yemas en uno de los laterales del menor, “arribando” en el elástico de aquella prenda que le impedía ver la desnudez total de aquel maravilloso hombre a pesar de todo lo que “demuestra ser”.

 

HyukJae se puso levemente nervioso al sentir como su elástico era levemente tironeado. Y para sorpresa de éste, al parecer el mayor lo percibió.

 

-No temas, sólo relájate y déjate llevar por las sensaciones, jamás te haría daño Hyukkie.-

 

Allí estaba nuevamente ese tono susurrante tan sereno, cálido y “profundo” que enloquecía a HyukJae, que hacía entrar en cortocircuito a su corazón, cuerpo y mente a la misma vez. ¿Quién podría asustarse cuando le dicen cosas de esa manera?

 

HyukJae dudó unos segundos, pero aquella mirada suplicante, aquella media sonrisa, cálida, le terminaron por quitar las pocas dudas que le quedaban. En efecto, aquel hombre le había dicho que lo amaba, y allí estaba tratándolo como a una fina y delicada pieza de cristal.

 

Tragó saliva y asintió.

 

-Sí, de acuerdo Hae, co-continúa po-por favor.-

 

DongHae sonrió ampliamente, y terminó de recostarlo sobre las prendas allí tiradas para quedar con aquel gran espejo a su lado. Permitiéndoles a ambos verse. Esto a HyukJae le excitó más de lo que pensó y se sorprendió de él mismo, pero la sensación de adrenalina le recorrió todo el cuerpo. Y se permitió caer en ella.

 

Sus manos ahora más que “sueltas” comenzaban a recorrer con mayor añoro aquel cuerpo, aquella piel, que se le hacía realmente “delicioso” a su tacto. Más y más besos fueron los que demostraban aquel amor “mutuo” que al parecer se profesaban. Hasta que finalmente la mano de DongHae marcó la diferencia y dio el verdadero primer paso. Coló su mano debajo del bóxer ajeno y comenzó a estimular aquel falo semi-erecto.

 

¡AAAH~ DongHae!-

 

Gimió fuerte y claro el menor por primera vez, y el mayor no pudo más que sonreír ante aquello. Continuando con sus estimulaciones.

 

Las caricias comenzaron a dispersarse por ambos cuerpos, los besos se hicieron más húmedos y pasionales, mientras que aquella prenda desaparecía del cuerpo del menor, finalmente dejando ver al mayor en totalidad aquel cuerpo tan anhelado. Era tan maravilloso, tan asombroso que con sólo la vista su miembro palpitó dentro de sus bóxers, y lo hizo de tal manera que hasta HyukJae lo notó. Por lo que más que rojo, también comenzó a estimular aquel falo por sobre la prenda.

 

-Ahh Hyukie~-

 

Gimió el mayor y ambos continuaron otorgándose placer mutuo. Hasta que DongHae ya no pudo aguantarlo más, y cuando ambos se encontraron finalmente desnudos, éste comenzó a preparar lo que sería “su entrada” al placer absoluto.

 

 

 

“Pongámonos el uno sobre el otro y hagámonos uno, más y más profundo

 

Déjame amarte más y más (estoy loco por ti, me pierdo en ti)”

 

 

 

Nuevamente el mayor intentó relajar al castaño bailarín y prosiguió con su “labor”, tomó mucho más tiempo del que hubiese deseado, pero realmente no quería hacerle daño a “SU Castaño” ahora. O por lo menos, lo estaba por ser.

 

El glande finalmente se adentró en aquel orificio dilatado con ayuda de dedos y saliva. -¡AAHMNS~ DongHae!- Gimió con dolor, como el mayor lo esperaba, pero de todas maneras continuó “adentrándose” al paraíso de manera muy, muy lenta. -¡DongHae~ DongHae!- Gimió una y otra vez aquel nombre, haciendo estremecer por completo al aludido.

 

Finalmente entró absolutamente todo. Era tan estrecho, presionaba tanto que hasta sentía que dolía, pero aquello era lo de menos, la verdad es que él no se importaba a sí mismo en lo absoluto, sólo quería darle, otorgarle el mayor placer que esté al alcance de su humanidad para poder hacerle sentir realmente cuanto lo amaba.

 

-Aah~ Hyukkie, tan estrecho~ comenzaré a moverme ahora, relájate.- Susurró en aquella voz sensual y ronca sobre los labios del menor, quien asintió y los tomó como si fueran su anestesia. El mayor comenzó a mecerse lentamente. En lo que HyukJae, intentaba retener aquellos quejidos de dolor, pero alguno siempre se le escapaba, para ser “bebido” por aquellos labios que ya le habían comenzado a parecer la mismísima gloria. –Te amo… eres precioso.- Habló entre besos, mientras aceleró apenas un poco más aquella embestidas, comenzando a estimular también su miembro, para intentar distraerlo un poco del dolor. Y al parecer funcionó, pues el menor ahora estaba gimiendo de puro placer, aquello había aliviado notablemente al castaño rescatista y sus embestidas rápidamente se hicieron más veloces, más acertadas, más determinadas.

 

-Aaamhsn Hae, Hae, amns Dong~ amns Hae.-

 

Su nombre, su nombre siendo gemido una y otra vez por esa boca, ese cuerpo, esos labios lo volvían realmente loco, provocando que aumentara sus embestidas sin que se diera cuenta, cegado por el placer y la lujuria que aquello le provocaba.

 

 

 

(https://www.youtube.com/watch?v=GjtIZYmW2_8&hd=1)

 

 

 

-Ven…- Habló agitado el mayor, cuando pudo “relentizar” un poco aquellas embestidas casi frenéticas. Tironeando suavemente de él para que se sentase. Hyuk aún algo aturdido por aquellas sensaciones que habían comenzado a golpear su cuerpo, se dejó guiar, terminando sentado sobre las piernas de DongHae, dándole la espalda al mismo, mientras él se veía a la perfección en el espejo casi pegado a su cuerpo. Sus ojos se perdieron ante aquella imagen de su cuerpo siendo sostenido por las manos del mayor. Aquello se le tornó tan sensual que no pudo evitar, sonrojarse a más no poder, y avergonzarse de sus propios pensamientos. Pues se había excitado con la sola visión de su cuerpo siendo “profanado” por DongHae. –Quiero que tú también, te deleites de tus propios gestos, y comprendas lo hermoso que realmente eres.- Habló nuevamente aquella voz del castaño mayor cerca de su oído, erizándolo por completo. –Muévete…- Susurró ahora de manera más provocativa, mientras volvía a tomar el miembro del menor.

 

HyukJae en ese momento, perdió absolutamente todo raciocinio. Su mente se envolvió en la inconstancia y se entregó al placer una vez más, sin importarle absolutamente nada más que sentir placer, comenzó a dar pequeños saltitos sobre aquel miembro absolutamente erecto dentro de él.

 

El vidrio del espejo comenzaba a empañarse de un aliento húmedo ante sus jadeos, pero aquello no le impidió poder verse a él y a DongHae gozar, y disfrutar del momento.

 

Jamás se imaginó que “estar frente a un espejo” le provocara tanto placer. Sus gestos eran realmente excitantes, sus ojos brillaban como si fueran los de un gato en la oscuridad. Estaba totalmente plagado de lujuria y placer insaciable. Ya no era “humano” ahora sólo era un salvaje que quería sentir más y más placer. Se sentía mareado, embriagado de tanto placer, de tanto… amor.

 

Los gemidos de DongHae en su oído estimulaban aún más sus sentidos. Y no tardó mucho, para que comenzara a sentir ese cosquilleo, ese hormigueo en su bajo vientre que se dirigía a gran velocidad hacia su miembro.

 

Sus piernas se abrían más de la cuenta permitiéndole aún una mayor visión de lo que “DongHae” estaba haciendo en él. Ya no pudo soportarlo más. Sucumbió ante tanto placer.

 

-¡DongHae! ¡DongHae yo-yo me cor-! ¡Aaamns!-

 

Sus palabras no pudieron ser terminadas, porque hubo una estocada definitiva que tocó aquel punto interno en él, que le hizo correrse de inmediato manchando parte de aquel gran espejo.

 

-¡Aaamns, mierda! ¡aaamns!- Los efectos del orgasmo sacudían su cuerpo levemente, mientras aquellos finos pero largos “hilillos” continuaban ensuciando el espejo. Finalmente todo aquel maremágnum de maravillosas sensaciones desapareció dejándolo con un potencial cansancio. Su cuerpo de pasar a sentirse como una pluma, pasó a sentirse como si estuviese hecho de puro plomo.

 

DongHae aún no salía de su interior por lo que comenzó a moverse lentamente una vez más, provocándole un nuevo conjunto de sensaciones nuevas al menor. Pero aquellos movimientos no duraron mucho. Pues segundos después sintió como algo tibio, “llenaba” su interior.

 

-Ahmns, aamns ¡Hyukkie! ¡Hyukkie yo- aaamnsh Síii, aaah!-

 

Nuevamente las palabras fueron interrumpidas por las sensaciones del orgasmo. Una sensación tan maravillosa, tan única cómo solo lo era HyukJae. Ninguno de sus “otros orgasmos” los cuales no habían sido muchos, se habían sentido tan maravillosos como ese.

 

Fue tanto el placer que estas sensaciones le otorgaron que pensó que había entrado en el mismísimo nirvana.

 

Tener a HyukJae entre sus brazos, de esa manera, haberlo podido “reclamar como suyo” después de tanto tiempo, no se comparaba con nada igual en aquel mundo.

 

-Te amo Lee HyukJae, te amo…-

 

Susurró luego de que se recuperó levemente de su orgasmo, y tomándolo por la mandíbula le giró un poco, para poder besar aquellos labios, que ahora se podía permitir llamar “suyos”. HyukJae con las piernas aún temblando intenta “separarse” de DongHae, pero sus piernas flaquean de tal modo, que provoca una caída algo brusca por así decirlo, haciéndolo gemir, gritar y morder sin querer los labios del mayor.

 

Éste último también ante aquella sensación gime con cierto dolor y se separa del menor. Éste volvía a encontrarse rojo hasta las orejas.

 

-¡Lo siento! ¡Yo-yo no quería! ¡En verdad lo siento! ¡Es que soy tan torpe, tan nuevo en esto, que, no sé, yo, yo no quería, lo siento!-

 

Se enredó en sus propias palabras por los nervios, por lo que a DongHae aquello le pareció encantador, y sonrió mientras se salía con suavidad y lentitud del cuerpo del menor, quien gimió una vez más ante aquellas sensaciones.

 

-Si dices que me amas… te perdono.-

 

Habló el mayor ahora cálido, dulce y tierno con una hermosa sonrisa en aquel rostro que hasta hace poco el menor envidiaba, pero que ahora “amaba”.

 

-T-t-te a-amo, di-discúlpame…-

 

-Te perdonaría hasta que mi energía vital se extinguiese Hyukkie, te amo.-

 

Sonrió el mayor, ante el rostro totalmente rojo y asombrado ahora del menor. Pues aquellas palabras realmente le habían “embriagado de amor”. Sonrió y besó nuevamente aquellos labios y cuando se separaron éste nuevamente volvió a repetir sus palabras con mucha más confianza.

 

-Te amo, Lee DongHae.-

 

 

 

“Dizzy Love~ (Estoy loco por ti, loco por ti x3

 

Déjame amarte (Estoy loco por ti, me pierdo en ti)”

Notas finales:

Espero les haya gustado tanto, como a mi escribirlo, en verdad n.n 


Quise subir este songfic, para no dejar demasiado abandonada mi cuenta jeje, así que no tengo mucho más que decirle, solamente lo mismo de siempre :3


Desde ya muchas gracias por haberle dado una oportunidad, y que bueno, espero sus opiniones al respecto, como así también me gustaría disculparme en caso de que haya algún error de ortografía u.u


Y aquí les dejo mi página por las dudas, de que a alguien le interese estar más al tanto de mi actividad en ella, aunque ahora me estoy tomando un pequeño descanso xD jeje


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Nos leemos pronto n.n


Bye bye~ ^u^//


♥ ZaffireHeart ♥


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