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UNDEAD por Zkatlmjx2

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Notas del fanfic:

Siempre quise hacer una historia de zombies, fue gracias al juego que me inspire. 

Tambien en wattpad (pero veré si la subo aquí o allá, donde sea que haya mejor aceptación)

 

Notas del capitulo:

¡Ey, ¿que hay?! Espero que anden bien y les guste esta idea. Dejadme algun comentario si os gusta!!

El frío ventisco helaba casi todo a su paso, no tardaría mucho en nevar en las ruinas de lo que anteriormente era Busan. Las calles estaban vacías, o eso parecía, por eso nadie iba caminando por esas calles agrietadas con tanta tranquilidad, cualquier cosa podría atacarlo.

El joven castaño caminaba prestando atención a cualquier sonido que le pusiera en alerta. Su padre, hace un día, le había dicho que se quedará en la tienda de alimentos, dónde tenían todo lo necesario para sobrevivir el intenso invierto que se avecinaba, y se había ido a la farmacia a tomar algunas aspirinas por si se ganaban una gripe, y hasta ahora aún no había vuelto. Minseok, el muchacho de cabello café y de mejillas pronunciadas, se había preocupado de sobremanera y antes de darse cuenta salió de los escombros para salir a lo que antes era una bonita ciudad.

Llevaba un bate de béisbol en sus manos, apretujándolo fuerte, porque mierda, estaba demasiado nervioso, siempre había estado al cuidado de su padre cuando salían en busca de provisiones, y siempre le defendía, o mejor dicho, le salvaba el pellejo.

Camina lentamente hasta la farmacia, que si bien no estaba tan lejos de la tienda que usaban de fuerte, era una milla si debías cuidarte la espalda de los caminantes. Cuando llega a la gran puerta fija su mirada en ambos lados,  y el lugar estaba desolado, lo toma como buen motivo para entrar y camina por los pasillos terrosos y llenos de trozos de vidrios. Hay estantes caídos sobre otros, y manchas de sangre por el suelo y en algunas de las paredes, que estas, traen marcas de manos sangrientas que se chorreaban hasta crear una imagen tétrica, que hace unos años, sería digna de una imagen de película de horror pero en ese momento era algo común.

Lleva el bate encima de su hombro, por si tenía que golpear algo.

Deja escapar un enorme suspiro de miedo y nervios mientras seguía avanzando.

La poca claridad que entraba por el techo derrumbado le permitía ver lo suficiente como para no llevarse una gran sorpresa. Su pie derecho pisa un morral de cuero y lo reconoce en el instante, era el morral de su padre. Lo toma en sus manos y ve que está lleno de medicinas, o al menos lo suficiente como para dos personas, si no es que más. Piensa que su padre lo dejo ahí y se escondió de los infectados.

Escuchó un gruñido, o más bien un quejido agudo, demasiado agudo, como si se tratase de un bicho, o similar. Se acerca hacía al sonido, y lo ve, ahí, atrapado contra unos de los estantes, sin poder moverse.

— Papá… — Murmura, porque sabe que aunque este asustado gritar o provocar un sonido demasiado estruendoso es completamente desubicado para la situación que se encuentran. — Papá… ¿Qué pasó? — Se agacha cerca del cuerpo temblante.

— M-min...seok — Gruñe — V-vete… a...a-ahora — Susurra, ya inentendible.

— ¿Por qué? No pienso dejarte aquí, déjame ayudarte. Cualquiera de esas cosas podría llegar y-y  morderte.

— Y-ya... es tarde — No sabe cuándo sus peores pesadillas colisionan pero se aterra al ver a su padre en un estado ya muy putrefacto. Su piel ya no tiene tono sano, parece como si hubiera estado meses sin comer, y su olor era a podrido. No sabía porque razón, luego de una mordida, el proceso de descomposición se volvía tan rápido.

— Debe haber cura, vamos papá, déjame sacarte de ahí — Intenta quitar el estante de encima de su padre pero es imposible, no comer traía las consecuencias de no tener fuerza, se sentía débil. Antes de darse cuenta, su padre, o lo que quedaba de él, dejó de moverse o quejarse y cree que se está curando, por más ridículo que sonase, y se había equivocado. Luego de escuchar ese quejido, ya sin ser humano, se cayó hacía atrás, viendo como ese ser que le había dado la vida intentaba atacarlo para comer y saborear su carne fresca. — Vamos, papá… óyeme, no me hagas esto, eres lo único que me quedas. Por favor, por favor… escúchame. — Cierra los ojos ante el horror, deseando con todas sus fuerzas que sus plegarías fuesen oídas.

Lo único que oye es un fuerte balazo cerca de sí.

Abre los ojos ante el impacto y ve como esa cosa, si, cosa, porque ya no era su padre, dejaba de moverse de un gran balazo en el cráneo. Voltea su vista a un joven pelinegro de labios finos y ojos grises, quien le miraba superiormente.

— ¿No me darás las gracias? — Enarca una ceja mientras le acerca su mano, pero el castaño le ignora y le dice:

— Mataste a mi padre — Intenta no sonar dolido, pero no puede, porque él lo amaba y no podía creer que de un momento a otro su padre le haya dejado convirtiéndose en esos seres que repudiaba con todo su corazón, y más desde que uno de ellos se llevó a su esposa, su madre.

— ¿Eres estúpido? — Rueda de ojos dando un suspiro de molestia — Te iba a morder, y no hacías nada. Ya no era tu padre, entiéndelo.

— No, no puedo entenderlo. Entiéndeme tú.

— Ya cállate. — Susurra, ya que el castaño tenía intención de subir el tono de su voz — No queremos que más caminantes lleguen hasta nosotros ¿o sí? — Quien residía aun en el suelo niega con la cabeza.

No, él tampoco quería tener esos depredadores cerca.

— ¿Dónde está tu grupo?

— Pues ahí le ves — Señala al cuerpo podrido, a la siniestra suya.

— Vendrás conmigo — Le toma del brazo y lo levanta bruscamente.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Porque yo lo digo. No me gusta dejar desprotegidos.

— Tu grupo no va a estar feliz — Dice.

— Mi grupo Tks… — Gruñe — No sé si es un grupo en sí, pero nos cuidamos la espalda entre sí. No lo llamaría grupo cuando todos pelean por liderar un grupo de sobrevivientes que solo quieren, que valga la redundancia, sobrevivir.

— ¿No tienen líder?

— Soy el líder — Murmura — Pero hay dos chicos que están conmigo desde hace mucho y sus personalidades no son muy amables, quieren hacer lo que a ellos creen que está bien.

— ¿No te obedecen?

— Lo hacen porque saben que los expulsaría si hacen lo contrario — Se ríe burlescamente. — Ya es suficiente de tanta charla — Enarca una ceja — Xi Luhan, líder de sobrevivientes de Busan hace cinco años.

— Kim Minseok, hijo del líder del grupo de sobrevivientes sin hogar. No tuvimos buena vida, lo sé— Suspira.

— Estás de suerte. No seré tan amable contigo los siguientes años, más te vale ser útil o adiós. — Su mirada se volvió fría y le dice que le siga, con cuidado, saltando calles rotas llegan a un gran campo dónde hay una enorme construcción que estaba reforzada demasiado bien, y había verjas con alambres con corriente, que suponía, que lo tenían gracias a un enorme generador de electricidad, de esos que funcionan con combustible.

— ¿Aquí es dónde viven? — Dice él más bajo enormemente asombrado. Pues claro, al entrar, se abrían unas enormes puertas, colosales, de hierro y luego había una verja con barrotes, como los de prisión, y luego estaba una puerta pequeña con barrotes que entraba a un tipo de bodega, pero no era una bodega común sino que era una especie de supermercado y había muchos estantes con provisiones.

— Si, vivimos aquí… desde que todo empezó — Mira la punta de sus zapatos gastados, restándole importancia al asunto. Casual. — Vamos te voy a presentar a la cuadrilla. Si son oscos no te preocupes, siempre son así cuando hay alguien nuevos. Otro miembro, otra boca que alimentar, ya sabes.

— Entiendo. 

Notas finales:

Si hay algun error diganme, también soy novata no escribo hace más de un año >.< tal vez dos... necesito más practica. 

 

Bueno, dejadme vuestros rw y veré si puedo actualizar algun día de estos.


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