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El Bar Músico Frutal por Marianema Fuseneco

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Notas del capitulo:

Hola a todos y todas esta es mi primera ves que escribo una historia asique les pido por favor que sean buenos conmigos si gracias- le tiran una pierdra-oigan que les dije- le tiran otra pierdra- malditos cabrones ahora veran. pum-sonido de escopeta- donde estan los malditos que me arrojaron eso. Pum, donde carajo ha con que se niegan hablar he tomen mierdad mueran. Pum si corran pero no se podran esconder de mi-les persigue con la escopeta-.

El lugar lo tome de la serie Winx club temporada 4 pero los personajes lo cree yo misma bueno algunos jijiji.

Aqui vamos espero que les guste.

Capítulo I


Terminé mis clases en la universidad como siempre, sudado, cansado y con un dolor inmenso en mi cabeza y mi trasero.


Por suerte este es mi último año en el instituto, solo estoy a once meses de recibirme como ingeniero de sonido y empezar a diseñar y manipular modernas tecnologías para el procesamiento de la señal sonora y acústica.


A decir verdad es una carrera muy buena ya que me conecta con lo que más amo en la vida y me ayuda a conocer sus ventajas y desventajas y es la música.


Salí de la facultad a las tres menos cuarto ahora me estoy dirigiendo a mi trabajo, estoy extremadamente exhausto pero solo de pensar que me iré allí, a mi segundo hogar, me da las energías suficientes para aguantar lo que sea.


Llego al bar y veo que esta atestado de gente, muchos bailan otros están sentados en las mesas bebiendo y comiendo mientras disfrutan de la música protagonizada por Andy y sus chicos  y otros van a la playa que está detrás de este. Camino y me adentro al bar, me dirijo hacia la barra y veo a mis amigos Tori y Chío trabajando apretadamente mientras que charlan con algunas muchachas.


Ellos al verme sonríen y me hacen gesto para que entrara. Traspaso la mesada plegable que separa los puestos de clientes y trabajadores y me acerco a ellos.


—Al fin llegas, pensé que no vendrías— dijo Tori abrazándome.


—Perdón por la demora pero es que tuve algunos inconvenientes en la facultad— me disculpe.


—No tienes de que preocuparte Roy lo importante es que llegaste—expresó Chío mezclando unas bebidas.


—Si —volteo y miro todo el lugar —Sí que está lleno el bar.


Ambos asienten.


—Es verdad hoy está más lleno que otros dias.


—Y que esperabas está haciendo demasiado calor afuera además hoy es viernes y siempre los viernes se llenan.


—Bueno eso es cierto.


—Okey basta de parlotear ustedes dos. Roy será mejor que te pongas el delantal y empieces a trabajar que hay mucho que hacer—Ordeno Tori.


—A la orden mi capitán —exclame entrando a la cocina.


Deje mi mochila en el casillero y busque el delantal que siempre uso para no mancharme la ropa con las bebidas y u comidas. Aunque eso no me importaba ahora ya que mi ropa estaba totalmente sucia, llena de sudor. Chío tenía razón hoy sí que esta infernal el día. Bueno a mí también se me ocurre ponerme una camisa de algodón y Jeans azules. 


Salí al exterior a ayudar a mis amigos a preparar los tragos que las personas pedían mientras veía a Andy cantar. Ese chico sí que sabía cantar y también sabía cómo llamar la atención de todas las chicas y uno que otros chicos.


—Se ve que la gente adoran a los muchachos.


—Y a quien no, esos tres sí que saben tocar y cantar.


—Si pero yo conozco a alguien que también sabe cantar y es muy popular en este lugar.


—Así—respondí mientras le entregaba unos batidos a unos niños —Y quién es esa persona —pregunté aunque yo sabía a qué persona se estaba refiriendo Tori.


—Pues tu Roy, quien más aparte de Andy sabe cantar como los ángeles.


—Queras decir como los demonios.


—Bueno como sea. Tú tienes un gran talento amigo y lo estas desperdiciando.


—Ahhh —suspiro —Es verdad pero mejor así prefiero esto a tener una vida llena de lujos y fama—respondí mirando hacia el escenario.


—Eres tonto Roy pero en algo tienes razón.


—Y cual es.


—Que sin ti este lugar se viene a la quiebra —Comento abrazándome. Yo sonreí y correspondí a su cariño.


Era verdad en este lugar soy muy apreciado más allá de mi singular belleza y masculinidad, todos me quieren y estiman demasiado porque era un chico muy simpático y gentil con todos, además de charlatán y talentoso. La mayoría de la gente me conocía y sabía mi pasado bueno parte de mi pasado y gran parte de ellos me ayudaron a superarlo en especial Tori, Chío, Andy, Mark, Connor, Mike y su padre Claus quien me dio esta oportunidad de trabajar en el bar y de unirme a esta familia.


—Oigan ustedes dos ya paren quieren, si quieren hacer eso, también deben incluirme —exclamo Chío entrando al abrazo.


—Que creen que están haciendo —pregunto un hombre. Los tres volteamos y vimos al dueño del lugar. Claus y a su hijo Michael; —Dejen de estar perdiendo tiempo holgazanes y pónganse a trabajar.


Los chicos y yo nos separamos y volvimos al trabajo.


—Ya papa no seas tan duro con los ellos quieres no estaban haciendo nada malo — declaró Mike tratado de tranquilizar a su padre quien se veía molesto; —Perdonen a mi padre chicos pero es que hoy esta de un malhumor impresionante.


—Está bien Mike no hay Problema —dije. Él se acerca y me saluda con un abrazo.


Al parecer todos amanecieron con ganas de abrazarme. Pero si se trata de Mike no hay problema, ya que él es un chico muy guapo no por algo somos novios bueno exnovios pero aun así somos los mejores amigos.


Él se separó de mí y entro a la cocina seguramente va por su delantal. Además de ser hijo del dueño él siempre nos ayuda como mesero o barman.


—Fiuuu estoy exhausto — expreso Andy sentándose en la barra.


—Y que lo digas, hey Chío dame lo de siempre —grito Mark.


—Ya te lo llevo Mark espérame un segundo.


 —Que hay Roy como estas— pregunto Connor. Yo lo miro y sonrio.


—Y lo de siempre Cony y tú.


—De maravilla.


—Roy amigo como estas que bueno que te veo.


—Que quieres ahora Andy —cuestione limpiando los vasos.


—Que subas a ese escenario y nos deslumbres con tu hermosa voz —respondió. Yo niego.


—Lo siento pero no.


El me mira sorprendido.


—Pero porque no que te gustaba cantar.


—Claro que me gusta cantar.


—Y entonces.


—Por si no te has dado cuenta —exclame apuntando todo el lugar; —Tengo muchas personas que atender y preparar las bebidas — el asiente.


—Claro tienes razón. Bueno si cambias de opinión ya sabes dónde tienes que ir — dijo terminando su bebida.


—Lo tendré en cuenta Andy —conteste entrando a la cocina.


—Okey —grito.


Ellos terminaron sus tragos y fueron de vuelta al escenario a seguir cantando. Todo estaba tranquilo sin ningún problema gente iba y venía, todos bailaban y cantaban las canciones que Andy liberaba de su gruesa voz.


La hora pasaba y pronto oscureció y el bar siguió llenándose de gente. Son las ocho de la noche y las cosas empezó a cambiar, todos estábamos a full con los pedidos.


—Roy dos licuado de ananá y tres de frambuesa.


—A la orden.


—Tori lleva esto a la mesa siete —ordeno Mike.


—Espérame un segundo Mike algo más señoritas.


—Claus ya no hay más azúcar.


—Voy por ellas mientras tanto atiende a esos muchachos.


—De acuerdo.


Mike, Claus y yo éramos los encargados de preparar las bebidas y las comidas que los comensales pedían, Tori y Chío eran los meseros. Creo que esta noche es la mejor de todas para el bar ya que el lugar estaba a punto de explotar de personas. Muchos se amontonaban en la barra para pedir sus tragos y otros en el escenario.


Son las nueve y media ahora el lugar se despejo. Hay pocas personas y las cosas se tranquilizaron un poco.  Ahora yo estoy encargado de preparar las bebidas mientras que los demás hacían de meseros. Mike me quería convencer  de que salga a atender a las personas pero yo me había negado ya que estaba muy cómodo detrás de la barra. Además si salía Andy me arrastraría hacia el escenario y no quiero, no aun.


—Qué bueno que se calmó un poco el lugar — exclamo cansado Tori.


—Si es verdad.


—Jump oye mira quienes viene hay —dijo Tori apuntando hacia la entrada.


En el umbral de la puerta cuatro chicas bonitas entraban, una era hija de Claus y las otras eran las amigas de esta.


—Hola Roy, Hola Tori— dijeron al unísono las chicas.


—Valla pero miren quienes son, las clientas número uno de todo el lugar —exclamo Tori.


—Hola preciosas como están —pregunte.


—Todo bien. Danos lo de siempre amigo — pidió Emma la hija menor de Claus


—Okey ya les traigo— respondí sacando cuatro vasos y llenándolos de batido; —Aquí tienen señoritas.


Ellas solos sonrieron y tomaron cada una sus respectivas bebidas.


—Riquísimo—exclamaron todas.


—Hay Roy cuál es tu secreto— pregunto Daphne.


—Ninguna solo es cuestión de mesclar bien las cosas y punto.


—Jump, eso lo sé a lo que me estoy refiriendo es que como lo haces para estar así— yo lo miro confundido.


—A que te refieres.


—Pues—dijo apuntándome.


—Siempre estás bien en forma y toda ropa que usas te queda bien— declaró mirándome detenidamente Bridget.


Traía puesto una camisa roja, un pantalón negro y unas converses blanca, no era nada por el estilo.


—Pues no hago nada solo voy al gimnasio, corro todos los dias y siempre me tomo el momento de elegir la ropa correcta.


—Pues déjanos decirte que lo haces muy bien— alegó Ginger.


—Gracias Ginger.


De pronto escuche mi nombre. Era Andy quien me estaba llamando desde el escenario.


—Se requiere la presencia del joven Roy… puede el chico reportarse por favor—grito Andy. Yo me negué.


—Vamos Roy ven aquí y cántanos algo—pidió Mark.


—Levanten las manos los que quieren que Roy suba a cantar— ordeno Andy.


Todos los presentes levantaron sus manos y empezaron a gritar mi nombre.


—Vamos Roy complace al público deja ese lugar y ven a este lugar.


Yo lo mire un segundo mientras escuchaba a las personas gritar mi nombre.


—HAY ESTÁ BIEN LO HARE—grite sacándome el delantal y saltando hacia el escenario. Un griterío de aplausos sonó por todo el lugar; —Luego te voy a matar Andy— exclame con una cara de asesino; — Bien chicos canción diez.


Todos asintieron y empezaron con tonada de inicio.


Ansioso está el animal


Dentro de ti cuando sangras


Sufrir es fundamental


Cuando buscas lo que necesitas


La liberación es evidencia


De que hay más de lo que dices


El dolor está ahí en el momento en


Que despiertas de tus sueños.


 


¡Ohhhh!


Sé que no puedes ocultar


¡Ohhhh!


Cuando miras dentro de ti


Tienes que cruzar esa línea


SÍ, te estás quedando SIN TIEMPO.


 


La soledad es hermosa,


Te lleva a casa de nuevo.


La felicidad está sobrevalorada,


El placer es infinito.


Libera el odio que sientes


Antes de que sea permanente.


Sonríe cuando duele,


Funciona como la medicina de mamá.


 


¡Ohhh!


Sé que no puedes ocultar


¡Ohhhh!


Cuando miras dentro de ti


Tienes que cruzar esa línea


SÍ, te estás quedando SIN TIEMPO.


 


Tienes que aprender la lección


Para ver lo que has estado perdiendo


Tienes que CRUZAR ESA LÍNEA…


 


¡SÍ! Tienes que mirar por dentro


¡SÍ! Es hora de que decidas


¡SÍ! Tienes que cruzar esa línea


¡SÍ! Se te está terminando EL TIEMPO…


Termine de cantar y en eso todos me aplaudieron sí que los había impresionado especialmente a Andy quien me miraba sonriente. Hago una reverencia y corro nuevamente hacia mi puesto o sea detrás de la barra.


—Uau Roy eso fue increíble— exclamo Emma.


—Esa manera de gritar tuya me ha dejado sorprendida amigo— dijo Bridget bebiendo su trago.


—Muchas gracias chicas, no saben lo feliz que me pone al oír eso— exprese con una sonrisa brillante.


La música volvió a sonar en todo el bar y las chicas al oírla se fueron a la pista a bailar junto con los demás mientras yo me quedaba solo en la barra o eso creo.


Estaba limpiando unos vasos hasta que siento que alguien me observaba, volteo hacia el otro lado y en el rincón donde terminaba la mesada estaba sentado un hombre cuya apariencia era indescifrable pero no su manera de mirarme.


El al verme sonríe y agacha su rostro, vuelve a levantarlo me hace un gesto para que me acercara. Yo me acerco a él y le pregunto.


—Te puedo ayudar en algo amigo—pregunte observándolo detenidamente. Ahora que lo puedo ver bien, traía puesto una camisa a cuadros de color azul y negro encima de este tenía una campera de cuero, Jeans negros y zapatillas iguales a la mía. Su rostro no sé cómo podría describirlo pero era guapo tenía ojos negros al igual que su cabello, una barba en forma de candado y tenía un lunar en la mejilla derecha. No debe tener más de treinta.


El sonríe y dice.


—Tráeme dos de tus mejores tragos— pidió. Su voz era gruesa y áspera pero a la vez dulce y armónica.


Dijo dos pero si él estaba solo, quien era su acompañante y porque no estaba con él. Y a ti que te importa exclamo mi conciencia. Tu cállate no te metas, respondí haciéndolo callar pero en vez de decirlo en voz baja lo dije fuerte.


—Como.


—Eh?? Nada ya le traigo su bebida señor—exclame avergonzado.


Corrí hacia la cocina a preparar los tragos que ese hombre me había pedido. Dijo dos de mis mejores tragos o sea dos Erdbeerbowle o mejor conocido como Strawberry Bowle. Estaban hechos con • Pulpa de fresas • 3 partes de azúcar • 1 botella de vino tinto • 1 botella de vino blanco refrigerado • Jugo de limón • 2 botella de champán. Este era mi mejor trago, algunos quienes querían embriagarse me lo pedían ya que era muy fuerte.


Salgo de la cocina a entregar el pedido. El hombre cuya mirada era intimidante seguía sentado en el mismo lugar mirando hacia el escenario.


—Eh disculpe señor aquí le traigo su bebida— dije dejando los vasos sobre la mesada. El voltea a ver me y sonríe.


Por dios que hermosa sonrisa tiene.


—Gracias— exclamo con su voz de macho.


—Dis-disculpe que me entrometa pero puedo hacerle una pregunta.


—De que se trata.


Su mirada me pone tenso y nervioso. Volteo. Vamos Roy es solo un hombre no hay necesidad de que te pongas así me dije a mi mismo.


—Es que yo… me entro la curiosidad y… y quería saber porque… me pidió dos bebidas si usted está solo— pregunte apenado. Escuche su risa detrás de mí.


—Acaso te importa—exclamo prepotente.


Tiene razón a mí que me importa.


Volteo y niego.


—Y entonces.


—Bueno yo… yo lo siento perdóneme por ser entrometido—Dije avergonzado—Discúlpeme— exclame caminando hacia la cocina. Quería desaparecer de ahí, estaba por lograrlo pero el hombre me detuvo.


—Espera.


Volteo y lo miro, me hace el mismo gesto que hace rato. Yo me acerco.


—Dime que esto—pregunto mirando la bebida.


—Es un trago hecho con pulpa de fresas y alcohol mucho alcohol, la llamo Strawberry Bowle—respondí ante su pregunta. El asiente.


—Le pido un favor señor—ordene. El hombre me mira; — Tenga mucho cuidado, usted y su acompañante ya que esa bebida contiene un alto porcentaje de alcohol.


El sonríe y asiente lentamente.


—Dime algo.


—Sí.


—Está mal que un cliente invite a tomar un trago a un cantinero—pregunto. Yo me puse a pensar.


Que si está mal claro que está mal o no.


—Eh bueno etto no lo creo—respondí.


El  ríe.


—Pues si no está mal— exclama pasándome el vaso; —adelante.


Yo lo miro confuso y desorientado, acaso este hombre no está acompañado.


—Perdóneme pero…


—Adelante no estoy con nadie asique bébetelo pero ten cuidado no quiero que te embriagues—bromeo.


—Yo fui el creador de esta bebida mi querido señor no soy tan tonto como para emborracharme con mi propia creación—dije molesto.


—Pues entonces que esperas. Salud — exclamo el levantando su copa.


Lo mire un segundo.


—Vamos que esperas no me dejes con el vaso levantado.


Sonrio y hago lo mismo que él, levanto mi copa y al unísono dijimos. Salud. Bebí el líquido y sí que estaba rico, está más rico que las veces que suelo hacer.


—Y dígame como se llama— pregunto.


Él no contesta se queda mirando hacia abajo como si estuviera pensando.


—Sabes—exclama mirándome; —Tú habías dicho que no estaba mal que un cliente invitara un trago a su cantinero verdad.


Yo asentí.


—En efecto eso es lo que justamente dije porque.


Sonríe.


—Pues me gustaría invitarte a tomar… un café.


Lo miro sorprendido.


—Un café.


El asiente.


—Claro si no te molesta—dijo clavando su mirada en mí. Lo miro un segundo y niego.


—Lo siento me gustaría pero…


—Roy—gritaron. Volteo a ver quién era que me nombro y vi a Mike.


—Me esperas un segundo— exclame. El hombre asiente.


Me acerco a Mike.


—Que sucede— cuestione. El me sonríe y me toma del brazo y me arrastra hacia la cocina.


—Qué crees que estás haciendo—pregunto mirándome serio.


—Yo nada porque.


—Esta es tu oportunidad amigo— exclamo él. Yo lo miro extrañado.


—De que hablas.


—Que esta es tu oportunidad de salir con otra persona—dijo sonriendo.


Yo me quede boquiabierto por lo que Mike dijo.


—Pero.


—No tienes de que preocuparte, los chicos y yo nos encargaremos del bar.


—No lo sé Mike.


—Vamos Roy has estado trabajando duramente toda esta semana debes divertirte un poco y más si es con otra persona—declaro guiñándome un ojo. Lo miro en algo tenía razón él, he estado laburando muy duro toda la semana.


—Porque haces esto Mike, acaso esto no te pondría celoso—bromee.


El sonríe y me da un suave golpe en mi brazo.


—Si solo un poco.


Ambos nos reímos.


—Eres un idiota Mike realmente no te entiendo.


—Porque.


—No pasaron tres semanas y ya me estas insistiendo que salga con otra persona—declare recordando; —Me acuerdo que al día siguiente después de terminamos yo empecé a coquetear con algunos chicos y tu tan celoso como siempre te entrometías haciéndome quedar como un idiota, lo recuerdas.


El asiente.


—Si lo recuerdo hacia todo lo posible para que nadie se te acercara— exclamo recordando


—Y que te paso.


—Ja recuerdo que Tori y chío se molestaron conmigo por hacerte eso—suspira— Me acuerdo que Tori me había dicho que te dejara en paz, que tenía que dejarte ir.


—Y.


—Así lo hice te deje ir, ya no me interpuse más, deje que te divirtieras con quien tu quisieras—declaro; — Asique como hijo del dueño del bar te ordeno que largues de aquí me escuchaste.


Yo sonreí por lo que él dijo, me acerco y lo abrazo. De todas las personas con quienes salí, Mike era el único quien me entendía, quien estuvo conmigo en las buenas y en las malas. Me separo de él y lo beso en el rostro.


—Gracias Mike te quiero.


El sonríe.


—yo también ahora vete y no quiero que vuelvas hasta mañana te quedo claro—ordeno él.


—Claro con tu lo digas Mickey—respondí caminando hacia la puerta. Pero antes de salir el muy desgraciado me da una nalgada; —Oye— él sonríe y me empuja hacia afuera.


Camino hacia el hombre y le sonrio. Me extraña que aún no se allá ido. El me mira y luego observa a Mike.


—Perdóname—dice. Yo lo miro confundido


—Perdonarte porque.


—Por mi culpa te despidieron.


—Que no, no, no para nada sin mi este lugar se va a la quiebra—declare sonriendo. El me mira


—Seguro— yo asentí.


—Perdone pero sigue en pie su propuesta de tomar café en otro lugar—sonríe y asiente.


—De acuerdo será mejor que salgamos de aquí conozco un lugar donde podemos charlar— dijo levantándose del banquito.


—Si— levanto la parte plegable de la mesada y salgo. Me despido de Mike y camino posicionándome al lado del hombre que por cierto aún no se su nombre.


Salimos del bar y empezamos a caminar hacia el restaurante que está a cuatro cuadras del bar.


—Oye aun no me has dicho tu nombre—pregunte mirándolo.


—Que oscuro que esta la calle— dijo ignorando mi pregunta.


—Sí y eso es extraño ya que siempre suele haber luz por aquí— declare. Mirando la calle  la cual se veía tenebroso.


—Quizás se fundieron los fusibles de las farolas.


—Quizás.


Doblamos la esquina y debíamos pasar por un callejón el cual nos conducía hacia la otra la calle.


—Este camino esta es muy feo, pero no mide más de 150 metros, podemos pasarla rápido, ¿ok? —declaro examinando el lugar.


—Sí, entiendo, rápido.


—No quiero que te pase nada malo—Declaro mostrando su hermosa sonrisa.


Entramos al callejón y de verdad que era feo, lleno de basura y ruidos de ladridos de los edificios que lo rodeaban. Los dos comenzamos a caminar más rápido y yo detrás de él cuando de repente. Tres hombres aparecieron de la nada.


—Entréguenos todo lo que tengan—grito un chico apuntándonos con una navaja.


Él me toma de la mano y se pone delante de mí para que no me suceda malo.


Uau. Me tomo de la mano, de verdad lo está haciendo. Él me está protegiendo como un novio protege a su novia. De verdad, es tan lindo para ser real.


—Vamos que esperan denos todos los que tengan—volvió a insistir el mismo tipo.


—Ni lo sueñen basuras—dijo el poniéndose en posición de pelea.


—Jajaja decidieron un mal momento para entrar a este lugar inútiles— declaro otro chico sacando un cuchillo y saltando sobre nosotros.

Notas finales:

Y que les parecio espero que les haya gustado por que si no-besa a su escopeta-tengo varios cartuchos que estaran destinados a todos ustedes muajajaja. Na mentira.

¿Que sucedera con Roy y su amigo incognito? ¿trataran de escapar de las manos de los ladrones? ¿Podran disfrutar del cafe?.

Lo sabran en proximo capitulo de El Bar Musico Frutal. 

Nos vemos.


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