Capítulo 11: Despertar; Recordando Infancias
Todo iba con relativa tranquilidad, ninguno de los dos bandos de momento se atrevía a hacer algún movimiento, ya que corrieran el riesgo de perder mucha gente por más fuerte que fuera. Y Mientras tanto y para desalojar un poco el palacio de China se iban habitando zonas ya recuperadas, por ejemplo Venecia, estaban ya iniciando construcciones para mudarse
Dichas construcciones iban de mil maravillas, ya que en si no necesitaban maquinas, podían montar las cosas con sus propias manos, así como crearlas. Por otro lado, estaba Envy, preguntaba por cualquier cosa así como que copiaba casi todo lo que veía, era algo hasta cómico pero cansón a un punto por que imitaba todo, desde el comportamiento hasta la actitud
Ciel que había perdido la paciencia con él lo medio molió a golpes hastiado, sin embargo a Envy no le afecto mucho a decir verdad, se regeneraba mucho más rápido que antes. Ciel sintiéndose medio derrotado se fue de ahí directito a su habitación y ahí se tiro en la cama, Sebastián no estaba, se había ido a ayudar a los “nuevos” a instalarse y a explicarles cómo serían las cosas
—…—Se quedó mirando el techo un rato y recordó algo muy fugaz, como a Sebastián pero mucho más… ¿joven? Bueno siempre se veía igual…En fin, con una especie de Serpiente (en su forma humana) en su hocico y mordiéndolo de un lado a otro, matándolo—No sé en qué momento paso eso—murmuro para sí mismo
—Ciel? —Edward entro o bueno se asomó por la puerta, Ciel movió la mano dejándole pasa
—¿Qué quieres? —pregunto con tono de cansancio
—Lo llamaron a una reunión, debido a que Sebastián no está—explico el rubio—Pero si no quiere ir puedo suplirte—ofreció al verlo tan cansado
—No tranquilo yo puedo—dijo sentándose, se levantó y pero ahí mismo se desplomo, con las piernas a sus costados y las manos en medio, miro impresionado
—Ciel? —pregunto medio preocupado, no era secreto que Edward y Ciel eran como hermanos debido a la cercanía social que se tenían y estuvieron casi toda la infancia juntos (desde los 25 hasta los 170 :’3 aunque Ciel ya estaba casado)
—No es nada solo un mareo…creo…—dijo no muy seguro, levantándose
—No será que…—lo olfateo un poco—Hueles a perro
—No me digas… —sarcasmo detectado—¿Sera porque mi esposo lo es?
—Me refiero a que destilas olor a perro—explico—Sera que estas en cinta?
Ciel se desmayó ahí mismo, Edward se arrepintió de haberlo dicho, al parecer fue demasiada sorpresa
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—Parece que es obligatorio que uno de nosotros vaya—murmuro Sebastián
—Si~ es decir, no pude con todos ellos Sebas-chan ~ y lo que me da rabia es que asesinaron a tantos—gruño Grell, se podía notar su rabia
—¿Como hicieron para evadirte?
—No tengo idea, pero aparecieron con trajes distintos a los que usaban en Japón
— ¿Cómo eran?— pregunto ayudándolo a sentarse
—Eran trajes blancos, completamente cerrados y un casco polarizado. Tenían armas, pero no de balas específicamente sino de electricidad, también redes... todo era eléctrico...
—Descubrieron que somos un tanto más vulnerables a la electricidad...—comentaba rascándose la barbilla—...Hazuki y los Dragones son los únicos capaces de resistir cualquier arma
—Pero solo tenemos dos Dragones Sebas-chan~ y uno es demasiado terco y poco cooperativo— le recordó
—Lo se. . . Espero que te mejores pronto, necesito tu ayuda con todo esto— dijo para luego retirarse
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—No despertaras hoy tampoco...
Gakupo se sentó en el suelo que estaba cubierto de flores, frente a él estaba Len, aun en estado vegetal y como si durmiera. Sentía tanta rabia...pudo haberlo y eso era no que más rabia le daba. Siempre odio a los humanos y la situación solo le empeoraba. Se acostó al lado del rubio y suspiro, recordando lo que había pasado
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—¿Prometes venir? — pregunto Len, ambos sentados al borde de un gran lago. Gakupo como siempre no dejaba de estar en contacto con el agua y es que no le gustaba pero esta vez le había prometido a Len ir a visitarlo a ese gran bosque y prado que había creado y cuidado junto a las ninfas que cuidaba
—Te lo prometo— dijo con su expresión neutra de casi siempre. Len soltó una risita
Llevaban 15 años de conocerse y 1 de ser cónyuges. Gakupo conoció a Len una noche al escucharlo cantar, le era sumamente extraño ver a una ninfa sola, todas iban en cambote por lo normal. Se quedó escuchándolo con atención sin embargo al terminar y verlo salió huyendo saltando desde la punta de cada árbol. Se desilusiono in poco, todo el mundo le temía, incluso las sirenas a las que protegía en el Triángulo de las Bermudas
Al día siguiente vio cómo se formaban ondas en las superficie, con intención de atacar subió pero se quedó quieto viendo a Len que estaba apenas tocando el agua. Primeros fueron días y días viéndose en silencio, luego empezaron a hablar y por ultimo a quererse, Gakupo lo trataba con adoración y le había mostrado el sitio donde estaban las sirenas
Y aun después de casarse Gakupo no se separaba del agua, decía que era un poco incómodo pero por complacer a su lindo rubio lo haría, además de otra por otra propuesta que había meditado bastante
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—¡¡Len-sama!! —las ninfas apenas lo vieron corrieron hasta el
— ¿Qué pasa? —pregunto extrañado de verlas tan nerviosas
—Los humanos están muy cerca de aquí…que hacemos
—Nos pasaran de largo, no saben que estamos aquí…Ni siquiera saben que somos reales—les confirmo
—Pero llevan armas—dijo con tono miedoso, después de todo, ellas no se caracterizaban por ser guerreras, eran más que todo juguetonas y cariñosas, igual que las sirenas
—Dile a todas que se reúnan aquí, mientras todos estemos en un solo sitio no podrán hacer nada en caso de que ese sea su propósito
Todas las ninfas se reunieron en el pequeño bosque donde Len cuidaba a todos, obedientemente todas ahí dentro tenían fe que nada les pasaria pues tenían confianza completamente ciega en el rubio. Len por su lado se mantuvo en la única entrada al bosque, haciendo crecer arboles de tronco grueso y fuerte para impedir la entrada de cualquiera que lo intentara
Gakupo por su lado al llegar el día siguiente y al ser la tarde salió del agua, definitivamente no le gustaba, pero por Len tenía que hacerlo. Sintió una especie de corazonada, le entro miedo por alguna razón, corrió hacia donde le había indicado Len el día anterior y siguiendo su olor
Vio una barrera verde pálido, recibiendo tanto balas como misiles, muchas plantas siendo destruidas quemadas y las ninfas huyendo por detrás. Vio lo que le importaba, lo más resaltante era el pequeño rubio arrodillado en el suelo, con los brazos con marcadas venas verdes tratando de mantener la barrera que estaba creando
—Len…—Lo vio escupir sangre, todos sus músculos se crisparon, incluso su cabello y sin poder refrenar la ira cambio a su forma de dragón, llego en segundos a donde estaban los humanos atacando y escupiendo fuego azul logro destruir la mayor parte de las armas
Su cuerpo alargado le dio la facilidad de pasar entre los humanos para morderlos, destrozarlos con sus garras a placer. Al último le agarro saña, volviendo a su forma humana para abrirle el estómago, sacarle los intestinos y dejarlos desperdigados por el suelo, tomar su corazón y explotarlo frente a la mirada del casi muerto hombre. Le abrió la boca y le metió el corazón destruido ahí
—Vete al maldito infierno—dijo para luego entre sus manos destruirle el cráneo
Respiraba agitado, la rabia no le dejaba ni pensar bien, siempre supo que tenía problemas con su ira pero esta vez era justificada. Al pasar unos segundos de calmarse volteo y corrió hasta Len, el cual estaba vomitando sangre y llorando
—Tranquilo ya paso…Es-esta bien—dijo agarrándolo
—…Las…Ninfa…s…—decía débilmente, a punto de cerrar los ojos
—E-están bien, las cuidaste y algunas lograron huir—decía con tartamudeo del pánico—Va-vas a estar bien ¿si? So-solo estás cansado…No te duermas…
—No siento…el cuerpo…—murmuro al borde del desmayo—No las…puedo dejar…solas
—…—agarro mucho aire, Len no iba poder estar en ese estado tan deplorable mucho tiempo y no quería que muriera, la única forma de curarle era llevándole a su palacio, ahí con mucho esfuerzo y magia podría sanarlo…—Yo las cuidare…pero quédate conmigo
—Gak…up…o—y termino inconsciente. Gakupo le beso la frente y corrió dentro de la gran arboleda, entrando de milagro frente a las asustadas y llorosas ninfas
—ustedes vendrán conmigo, mientras Len despierta yo seré su protector, quien no quiera se puede ir las demás síganme—abrió un enorme portal donde se veía que era bajo el agua
Ninguna se negó, todas entraron y una se fue a avisar a las que huyeron, Gakupo dejo el portal abierto para que ellas pasaran. Al llegar al palacio entro a aquella habitación donde nadie podía pasar, donde guardaba su magia
Creo una gran burbuja y metió a Len dentro, tenía entendido que las ninfas no eran muy buenas bajo el agua y al borde de la muerte mucho menos. Después de mucho esfuerzo que casi el deja inconsciente logro hacer que los latidos de Len aumentaran, no tanto peor si lo suficiente como para saber que vivirá
Le motivo mucho más el ver que en la cama en la que le había acostado dentro de la burbuja salían algunos pequeños retoños de flores sin abrirse
—Estaré aquí hasta que despiertes…seré lo primero que veas—le dio un beso en al frente, estando en su dominio podía hacer lo que quisiera, con un simple movimiento de manos le cambio la ropa ensangrentada que tenia para ponerle un conjunto blanco— Ven Pronto…Len
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Desde ese momento ya habían pasado diez años aproximadamente, el tiempo pasaba mucho más rápido en su mundo así que no sabía cuanto era realmente. Se levantó y miro las flores que decoraban el paisaje, eran muchas y de colores azules, morados y blancos
—Sabes…Estando aquí siento que…podrías despertar pronto pero…sin ti me siento tan vacío como antes de conocerte…—una brisa soplo con fuerza, sin reconfortarlo ni un poco
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Misaki veía a Kaworu jugar con otros lobos, el hacía feliz ver como tenía amigos, personas con quien divertirse así como entrenar y probar cosas que quizás el como “madre” no sería lo mismo. Suspiro por lo bajo, se sentí atan inquieto, como si sintiera que algo malo pasaría pronto, un beso en la nuca le distrajo
— ¿Pasa algo amor? —pregunto Akihiko cariñosamente, abrazándole por detrás
—Solo pensaba que… me gustaría que esto acabara más rápido y sin…que nadie muera—dijo en una especie de suspiro
—A mi también me gustaría, no me hace gracia ver como matan a tantos vampiros…son de mi raza, me duele de cierta forma—dijo apoyando la barbilla en la cabeza de Misaki—Me gusta cómo eres…tan cálido
—Y tú tienes las manos frías…—las tomo un momento, jugando con ellas hasta que… vio esas manos llenas de sangre. Asustado las soltó
— ¿Pasa algo? —pregunto algo confundido por lo que hizo
—No…nada…solo me siento algo encerrado—dijo como excusa, aun no era del todo mentira, se sentí aun poco asfixiado, cuando estaba con Kagetsu se la pasaban volando por ese lugar que se adecuaba a los deseos de ambos, podía haber un prado, un volcán, los que le diera la perra gana
— ¿Quieres ir a volar un rato o algo?
—Preferiría meterme en un volcán o algo, está haciendo algo de frio aquí…
—Es por que Hiroki le está enseñando a los que están recién llegados, debe estar congelando todo el castillo
—A ti te…¿gustaría tener más hijos? —pregunto de repente cambiando del tema de forma brusca
—Nunca lo había pensado, Kaworu creció demasiado rápido y debe ser por eso que me gusta, no hubiera podido con el llanto y todo eso
—Realmente si te hubiera preguntado antes ¿me hubierais dicho que no? —pregunto con cierto dolor
—si tú lo querías aceptaba, no es que no lo quiera, solo que recuerda que no tengo casi paciencia y no creo poder soportar el hecho de golpear a mi propio hijo por alguna estupidez
—Ah…
Misaki se recostó del pecho de Akihiko, recordaba que el mayor siempre tuvo miedo de lo que podría hacer estando molesto, temía herir a alguien cercano aunque nunca dijera nada.
—Muy lindo…—abrió los ojos pero no se movió para no alarmar a Akihiko, vio a Judal de cuclillas frente a ellos
—…Tu…que…—medio murmuro súper bajito
—Así que esta persona es la que te dejo solo… Y por el me dejaste a mí—sonrió burlón—Tranquilo, cuando todo acabe estaremos juntos y volverá s a sentirte solo—aseguro desaparecieron lentamente
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—Así que. Tú última creación… Envy se fugo
—Si…—se encogió un poco al ver la expresión de desagrado de Akira
—Ah…—suspiro— Te lo advertí, en la siguiente expedición de campo tu estarás a cargo
— ¿¡QUE!? ¡¡NO ME PUEDES HACER ESO!! —chillo asustada—Akira!!
—No es tan malo—dijo con una sonrisa burlona
—Me podrían matar allá afuera...
—Estarán los guardias y todo eso, si mueres será por andar ridiculiando como de costumbre
—…ERES MALO—y salió corriendo, Akira rodo los ojos, a veces era como una niña de 5 años
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—¿Como van las ubicaciones? —pregunto Jealous a Masamune
—Van bien, la mayor parte de los lobos se movieron a Japón, otros a Venecia junto a las ninfas y Hadas
—¿Y los dragones?
—No se han querido ir, de hecho se mantienen mucho adentro, quizás por su preferencia a lugares cerrados
—Um…¿Sabes donde esta Kuma?
—estaba entrenando a los Lobos…o a las hembras creo, parece que le gusta mucho la idea de enseñar
—Por lo menos hay un poco de orden en todo esto ¿no?
—Si…La parte buena también es que prácticamente ninguna raza se lleva mal…excepto los zorros y los hombres de hielo—dijo Masamune entre risitas, Ritsu y Hiroki como de costumbre se ponían a pelear y destruían una buena parte del jardín
— ¿Y dónde está Elsa? Hace tiempo que no la veo
—Ella está en la Antártida, organizando lo que habían destruido y todo lo demás
—Bien…Mañana tendremos que volver a salir, ningún grupo puede salir sin al menos un líder de raza, según lo que me conto Sebastián de Grell si no es alguien de nivel superior las armas funcionan demasiado bien, además de estar usando armas de electricidad
— ¿Electricidad?... No es buena idea mandara los que controlen agua, nos van a matar a todos—dijo negándose a morir chamuscado
—Y…Me llego esto—dijo dándole un carta, Masamune la leyó y abrió los ojos con sorpresa
— ¿Es enserio?
—Al parecer…
—Le dirás a Misaki y a Akihiko no es cierto?
—Debería pero no estoy seguro, Misaki no necesita más presiones de las que ya tiene, su hijo no se puede regenerar y está al borde del colapso y por ende Akihiko también…Tengo que pensarlo muy bien
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Una semana en esa rutina no era algo malo, de hecho estaban muy tranquilos todos, aun cuando a tenían que volver a sus deberes los cuales no eran faces, el convencer a un país tomaba mucho tiempo y evitar muertes mucho más.
Gakupo se paró frente a Len y se sentó a su lado, acariciándole el cabello y tomo aire
—Mañana iré a Grecia…Tienen una costa así que puede que sea mucho más fácil…Tal vez dure una semana allá…sin poder venir a verte—le acaricio el mentón—Sé que prometí estará tu lado en todo momento pero…si apoyo esto podremos estar en un mundo donde no nos preocuparemos de que alguien nos ataque por ser lo que somos…
Le dio un beso en la frente y se levantó, camino con muchísima parsimonia hasta la puerta que daba al palacio, después de todo estaba en el jardín trasero. Antes de abrir la puerta creyó escuchar algo, se dio la vuelta, seguía ahí acostado, quizás alguien le hizo una broma
—Ga…
Pego un brinco y se voltio, corrió hasta Len que se removía como incomodo, medio abrió los ojos. Gakupo se agacho para ayudarle a medio levantarse, Len medio parpadeo hasta abrir los ojos
—Gakupo? —Alzo la mano a duras penas, acariciándole la mejilla con cariño, Gakupo quería llorar de la emoción y trataba de contenerse pero la caricia le llego al corazón y abrazo a Len con demasiada fuerza—m-mi…mi espal…da…—decía tratando de aportarse un poquito al menos
—Tienes una miserable idea de lo que me dolía verte dormido por tantos años?! —dijo entre un gimoteo o sollozo
—Años…Gakupo que paso—no entendía, solo que estaba negro y abría los ojos, más nada, como si se hubiera ido a dormir
—Llevas más de 10 años dormido desde aquello—le dijo al fin separándose, Len se puso rígido y quedo con la boca ligeramente abierta—Casi mueres…pero cuando logre sanarte no despertaste, estabas como en un estado de coma o en estado vegetal, no sabía que hacer así que solo te deje esperando que despertaras pero pasaba mucho tiempo y tú no mostrabas signos de volver…
—Gaku…
—Creí que me ibas a dejar igual a como lo hace todo el mundo…Muchas veces pensé en dejarte ir por que no ibas a despertar pero…no podía…no podía ni acercarme a ti con la espada en las manos—confeso temblando de la rabia consigo mismo
—Está bien…Cálmate—relajo el cuerpo, Len era el único que podía sacarle de su estado histérico…
Len trato de levantarse pero cayó de culo al suelo. Gakupo le ayudo a mantenerse de pie a duras penas. Entraron al palacio y al primero que se toparon fue a Misaki el cual al ver a Len despierto se emociono
—Despertó…TENGO QUE AVISARLES—agarro a Gakupo y a Len de la mano y se los llevo jalando a ambos hasta donde sabía que estaban reunidos todos
Se armó una especie de fiesta por esto y aunque a Gakupo le parecía un tanto incomodo a Len le fascinaba el ver a tanta gente feliz por algo tan pequeño como su despertar.
Misaki y Len se habían llevado realmente bien, ahora estaban afuera, en un balcón mientras los demás hablaban, la conversaciones se empezaba poner seria así que ambos decidieron salir
—Así que un Fénix…Nunca creí que podría verlo, pensé que moriría antes de verlo—admitió Len algo divertido, Len tenía una copa de Vino en la mano
—Yo antes ni siquiera sabía que existían…Pero bueno, supongo que estoy bien siendo lo que soy
—Tienes pareja, un hijo, un padre que te ama como a nadie, un tío medio celoso…lo tienes todo y lo mejor es que lo valoras y lo sabes—dijo con una sonrisa. Alguien paso ofreciéndole otra copa de vino a Misaki— ¿Qué es?
—Vino—dijo con sencillez, Len tomo la otra copa que había—Pero esta calieeeeeeeeeeeeen… te—lo vio tomarse un traguito, el que lo trajo se fue, ya Misaki tenía otra copa en la mano
—Me gusta mucho el vino, así sea hirviendo—dijo tomando otro sorbo
—Umm… claro…
—Es tan raro… realmente ha pasado mucho tiempo, no se distinguir los olores… las cosas se ven tan distintas…hasta las ninfas son diferentes… siento que perdí parte de mi tiempo
—Te quedaste dormido y pasaron cosas horribles… es mejor que no lo vieras—dijo con algo de ira—Por cierto, mañana iremos a África, vienes con nosotros?
— ¿No iban a Grecia?
—Nos dividiremos, Gakupo ira a Grecia porque está cerca del mar, será más sencillo para él y no tendremos riesgo, en cambio nosotros iremos a África, ahí hace mucho calor así que para mí y Otro-san será perfecto
—Ummm…Si, me gustaría ir, de hecho en África me gustaría más porque hay más animales
—Ahora…convence a Gakupo no vaya a ser que no le guste—dijo medio divertido
—No creo que me diga que no
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—No—negó al escuchar todo
—Gakupooooooooooooooooooo~ —se le guindo del cuello—por favor… quiero ir~
—No planeo dejarte salir de este país, menos a uno donde hay Humanos—declaro en un gruñido
—Si de verdad dormí tanto déjame servir de algo, además no tengo nada de sueño ahora—decía pegándose mas al cuerpo del peli morado— ¿Si?
—NO
—Gakupoooooooooooooooooooo… Por favor, sabes bien que aunque no me des permiso iré—dijo soltándose y cruzándose de brazo
— ¿Y que pasa si los atacan? ¡¡DIME!! ¡¿TU CREES QUE YO PUEDO ESTAR VIENDOTE OTRO MALDITO AÑO EN COMA!?
—No me va a pasar nada, Hazuki estará con nosotros, él también es un dragón y es tu padre, dijo que me cuidaría— le conto agarrándole con suavidad la cara, Gakupo se relajó un poco—También estará Misaki…Akihiko… Kagetsu…todos nos cuidaremos entre nosotros
—Pero no estaré yo… ellos no darían la vida por ti…
—Confió en Misaki, el mismo me lo aseguro, el no morirá por más daño que le causen y renacerá si muere, él se aceptaría una bala por mi… porque sabe que soy importante para ti
—Y porque solo así seguiré ayudando—gruño
—No es así, ten confianza… Confía en mi ¿si? —le dio un besito en la frente y Gakupo se le aferro con fuerza
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—Sentí…un escalofrió—dijo Kagetsu y a Hazuki se le erizo el cabello
— ¿Tu? ¡¿Un escalofrió?!
—Si… —dijo también algo sorprendido— … Es extraño…
— ¿Seguro que estas bien? —lo olfateo un poco, solo seguía teniendo su olor desde el apareo
—Si… No me pasa nada… solo me siento un poquito encerrado—se limitó a decir sentándose en la cama de Hazuki
—Físicamente no te pasa nada… tienes algo que decirme?
—Solo… lo de siempre…
—Lo de siempre que es—dijo medio molesto de la idea inconclusa que dejaba el fénix
—Me gustaría tener más hijos… Amo a Misaki con mi alma y no sentiré esa emoción como con el que fue el primero… pero quisiera tener un bebe que venga de mi a la primera
— ¿Y que te lo impide? Hay veces en las que no te entiendo
—No puedo, no importa cuánto intente, simplemente soy estéril de cualquier manera—le toco su fibra sensible, Hazuki se arrepintió un poco de preguntar, él nunca se sintió así, porque tuvo hijos en todos lados, pero Kagetsu siempre estuvo solo… y siendo técnicamente hermafrodita era obvio a lo que se refería
— ¿Quisieras tener un bebe en el vientre?
—No lo se, mejor me voy a dormir a la terraza—dijo saliendo de la habitación.
Al llegar a la terraza se dejó caer en el piso, convirtiéndose en fénix para acurrucarse contra sí mismo como hacia siempre, sintió como si algo se le restregara en el ala, vio a Misaki como lobo ahí junto a Len. Alzo su ala y Misaki se acurruco ahí, adorando el olor que su padre le daba
—Buenas noches Misaki—dijo dándole un suave picotazo, Misaki le lamio el piso en respuesta
Y es que ese simple escalofrió era la señal de que todo empezaría a ir mal….