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Volver a caer por SholeSuperKawaii

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Notas del fanfic:

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Los hamo..! *3* <3

Notas del capitulo:

Holis :DD bueno pos... hace poco subi un one-shot RinHaru xDDD pero ahora les vengo a dejar un fic SouMako *-* que es uno de mis otros OTP's favoritos xDDD

Bueno posss... espero que les guste el primer capitulo :33 *que es en realidad un prologo xdd lo cual cuenta la historia antes de la historia :v aksjdkajsdkaj mas claro... cuenta como empezo todo xDDD*

Algunas aclaraciones antes de leer:

*Hay fragmentos de distintas canciones a lo largo del capitulo... Eso marca un comienzo/final o cambio de escenas
*hay saltos en el tiempo
*todas las dudas que les dejara este escrito seran resueltas durante el fic
Pos bien... Dejando esto en claro... a leer..! :DD

- ¡Voy tarde! – exclamé apurado, a la vez que terminaba de colocarme la camisa y salía hacia la entrada para colocarme los zapatos.
- ¿Para dónde vas, hijo? – apareció mi madre tras de mí.
- Haru me pidió que lo acompañara junto a Rin para comprar unas cosas – le dije, mientras me ponía de pie y me acercaba a ella para besar su frente – nos vemos.
- Que te vaya bien – y cerré la puerta, encaminándome rápidamente hacia el centro comercial, donde me esperarían Rin y Haru.

- ¡Siento llegar tarde! – me disculpé, a la vez que hacía una pequeña reverencia frente a ellos.
- No te preocupes – me contestó Rin, sonriéndome.
- Siento el retraso – escuché una voz gruesa a mis espaldas.
- ¡Sousuke! – exclamó alegre el tiburón.
Haru tomó rápidamente de la mano del pelirrojo, lanzándole una mirada extraña al recién aparecido.
Me di media vuelta para ver al emisor de aquella voz, la cual nunca había escuchado. Mi corazón se aceleró.
… Y en las últimas horas pienso en tus ojos verdes, tus pecas y sonrisas, y en el fondo de mi mente me hacen sentir que… Solo quiero conocerte más y más y más, conocerte ya…
Cabellos negros, ojos verde agua, estatura alta, brazos fuertes y sonrisa de medio lado. Un escalofrío recorrió mi espina.
Nuestras miradas se encontraron, chocando una con la otra. Oh, no.
Algo comenzó a formarse en mi pecho.

… He empezado a hablar de ti, a decirle a la gente, creo que me enamoré de un amor que es poco prudente…
- Makoto – me llamó Haru.
- ¿Sí? – pregunté volviendo de mis cavilaciones, últimamente había estado demasiado pensativo. Lo quiera o no, ese chico de cabellos negros no podía quitarse de mi mente.
- ¿Te gusta Sousuke? 
- ¡¿Qué?! – me volteé rápidamente, encontrándome con su mirada seria, escrutándome con ella.
- Tomaré eso como un “sí” – respondió volteándose.
- ¿Co-Cómo lo supiste? – sentía mi rostro ardiendo. Lo más probable es que ya este sonrojado hasta las orejas.
- Es cosa de solo ver tus reacciones – me dijo, volviendo su mirada a su cuaderno para proseguir con los ejercicios de matemáticas que nos había encargado el profesor – además que últimamente has estado bastante ido y todo cambió ese día que nos fuimos a comprar los trajes de baños.
Me quede aún más pensativo. Lo que decía Haru era cierto, pero ¿cómo podía comenzar a gustarme una persona que solo he visto una vez en mi vida?
- Debe ser algo pasajero – pensé.
No sabía cuan equivocado estaba.

… Me muero por conocerte, saber qué es lo que piensas, abrir todas tus puertas y vencer esas tormentas que nos quieran abatir…
Salí a caminar para poder despejar mi mente. La conversación que tuve con mi amigo de azulados cabellos me dejó aún más pensativo de lo que estaba. ¿Qué podría hacer? No podía llegar así como si nada y decirle “¡Hey! Desde que te conocí no he dejado de pensar en ti, ¡creo que me gustas!” 
Sin haberme dado cuenta, mis pasos me habían llevado hasta las afueras de las independencias de Samezuka.
- ¿Tachibana? – el vello de mi nuca se crispó al sentir nuevamente esa voz tras mis espaldas.
- ¿Sou-Sousuke-kun? – me di media vuelta, encontrándome con su mirada color agua.
Un leve sonrojo se posó en mis mejillas y mi corazón comenzó a latir desbocado, provocando la misma reacción en mí que la última vez.
Le miré. Tenía sus manos dentro de los bolsillos de los pantalones de su uniforme, polerón abierto y la misma sonrisa de medio lado que la última vez.
- ¿Podemos hablar? – me preguntó. Se acercó un par de pasos hasta llegar a mí.
- Cla-Claro – acepté, a la vez que comenzábamos a caminar hasta el interior del recinto.
Me estaba entregando de la forma más fácil.

… Dime dónde has ido, dónde esperas en silencio amigo. Quiero estar contigo, regalarte mi cariño, darte un beso, de tus ojos disfrutando con los míos… 
Tan solo unos centímetros nos separaban. Sus ojos, aquellos hermosos ojos se encontraban demasiado cerca de los míos, podía ver a través de ellos, dándome cuenta que lo que acababa de confesarme no era mentira.
“Me gustas” se repetía una y otra vez esa frase en mi mente, esas simples palabras provocaron que mi corazón que acelera y algo se removiera dentro de mí.
- Makoto – ¿era idea mía o mi nombre sonaba mejor cuando él lo decía? Aquella voz, cálida y gruesa, masculina y a la vez dulce. Sentía que podía estar escuchándole hablar toda mi vida.
- Sousuke – le llamé, perdido aun en sus orbes.
Vislumbre una leve sonrisa en sus labios, mientras que acortaba la distancia que nos separaba.
¿Es normal sentir que estás en el cielo con un simple roce?

... Cuando llegaste tú te metiste en mí ser, encendiste la luz, me llenaste de fe. Tanto tiempo busque pero al fin te encontré tan perfecta como te imagine…
- ¿Dónde iremos hoy? – le pregunté al ahora, mi novio, mientras salía de mi casa.
- Es una sorpresa – me respondió sonriendo, tomando mi mano y entrelazándola con la de él.
- No es justo – repliqué.
Me dio un rápido beso en los labios, acallando mis protestas y ganándose que mis mejillas se tiñeran de un leve color rosa.
- Sin chistar – y seguimos nuestro recorrido.

… Y llegaste tú y me sorprendió el poder que había en este amor. Y llegaste tú, una bendición. Aún recuerdo el momento en que todo cambió…
- Sousuke – suspiré, cuando sentí las cálidas manos de mi pelinegro rodear mi torso y sus dulces besos se repartían por mi cuello.
- Makoto – murmuró, a la vez que sentía como mordía y chupaba mi piel, mientras me sacaba la camisa que llevaba en esos momentos.
Más y más besos nos regalábamos, mientras nuestros cuerpos se fundían el uno con el otro, llamándonos continuamente, suspirando y gimiendo nuestros nombres perennemente.
Nuestro primer encuentro.

… Brillemos, tú y yo, al cielo. Te siento así como diamantes al brillar. Tan vivos, sin miedo, te siento así como diamantes al brillar…
La tensión en el lugar se podía cortar con tijeras. Mi mirada pasaba de mi madre a mi padre, quienes estaban sentados al otro lado de la mesa, para luego pasar a Sousuke, el cual estaba sentado a mi lado, tomando discretamente mi mano por debajo del mueble.
- ¿Y bien? – habló mi padre. Tenía su mismo rostro de siempre, relajado y un tanto sonriente.
- Señor Tachibana – llamó el pelinegro con su mirada y voz firme – no sé cómo se tome esta noticia pero, Makoto y yo estamos saliendo.
Cerré los ojos esperando una de las peores reacciones de mis padres. Miles de situaciones pasaron por mi mente, de las más realistas hasta las más bizarras, las cuales me da vergüenza admitir.
- Yamazaki-kun – escuché llamarle mi madre – ¿Tú quieres a mi hijo?
- Con mi vida – respondió.
Me sonrojé al escuchar aquello, pero traté de no darle tanta importancia. Toda mi atención se concentraba en la respuesta que darían mis padres.
- Entonces, ¿cuál es el problema? 
- Pa-papá – mi mirada se posó en mi padre, quien estaba más que sonriente.
- Hijo, no te preocupes por tonterías. Con tu padre te amamos con el alma, no te menospreciaríamos por amar a alguien, en cambio, nos alegra que pueda compartir tan hermoso sentimiento.
Tengo los mejores padres del mundo.
… Tú, llegaste a mi vida para enseñarme. Tu, supiste encenderme y apagarme. Tú, te hiciste indispensable para mí. Y con los ojos cerrados te seguí, si yo busqué dolor lo conseguí, no eres la persona que pensé, que creí, que perdí…
- Sousuke – te llamé con los ojos llenos de lágrimas.
- No me mires así, hasta aquí llegamos – me diste la espalda, para luego caminar hacia la dirección contraria – Terminamos.
Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, mezclándose con las gotas lluvias que caían desde el cielo, ¿qué hice de malo? Por favor, no me dejes, vuelve.
- No me dejes – susurré. Estirando mi mano hacia la leve silueta que se vislumbraba del agua marina.
Vuelve…

… Cuando coincidimos, cuando nos vimos. Cuando sonreímos, cuando nos conocimos. Cuando nos tomamos, cuando nos saludamos… Cuando fue, cuando te besé, cuando me besaste. Cuando te amé, cuando me dejaste…
No sabía que era lo que me pasaba últimamente. Tenía constantemente mareos y todas las mañanas me levantaba y mi primera parada era el baño, vaciando en él todo lo que había comido y que lo que no el día anterior.
- Makoto, ¿estás bien? – la mirada preocupada de Haru no podía evitarla.
- Claro, no tienes de que… – un mareo interrumpió mi oración, cayendo de rodillas y tratando de apoyarme en el muro
- ¡Mako-chan! – el grito preocupado de Nagisa, antes de que todo se volviera negro y perdiera la conciencia.
Sentía una superficie cálida y blanda contra mi espalda, y unas cuantas frazadas sobre mi cuerpo. Lentamente comencé a abrir los ojos y lo primero que pude ver fue a mi madre junto a mí y a un doctor de bata blanca hablando con ella. Me removí un poco, llamando la atención de los presentes.
- Hijo, ¿estás bien? – la preocupación de mi madre ya era más que evidente.
- Sí, madre – le regalé una sonrisa, calmándola.
- Makoto-kun – habló el doctor – le tenemos una noticia que dar.
- ¿Qué sucede? – pregunté un tanto asustado por el tono serio que había empleado.
- Mientras estaba aún dormido, le realizamos un examen de sangre, la cual los resultados que arrojó son un tanto extraños, por lo que debemos realizarle una ecografía en estos momentos.
- ¿Qué quiere decir?
- En el examen salía que usted está en cinta.
¡¿Qué?!

… Sin ti me muero, me puede el miedo, me siento solo, te echo de menos, sin ti me muero y siento por dentro que nunca más seremos dos…
Ha pasado cerca de un mes desde aquella tarde en la que todo terminó. El clima está igual; nubarrones cerraban el hermoso cielo azul y el sol que todos los días se alzaba majestuosamente, iluminando todo el pueblo, una que otra gota caía desde aquellos chubascos.
Me encontraba sentado junto a la ventana admirando el nostálgico paisaje, mientras mi diestra se posaba en mi vientre, la cual estaba levemente abultada, escondido entre las ropas. Hace dos meses que una vida se formó dentro de mí, y hace un mes nos separamos.
Hace un mes que no sé nada de ti, ¿qué estarás haciendo en estos momentos? ¿Dónde te encontrarás? Hace un mes todo terminó.
Hace un mes…

... Y ahora que mi vida pasa entera ante mis ojos y se van borrando los recuerdos poco a poco. Y ahora sé que pone todo el mundo entre nosotros. Entre nosotros…
Luego de nueve meses de espera, luego de todo lo que sufrí, todo lo que te extrañé, todos los momentos que anhelé pasar junto a ti, fueron recompensados. Una pequeña niña se encontraba entre mis brazos, durmiendo plácidamente. Gracias a ella, te tendré presente toda mi vida; cabellos castaños claros, piel clara y…
Ojos verdes agua…
… Y si nos volvemos a encontrar, volveré a eludir la realidad, no verás más que un caparazón incomunicando un corazon...

Notas finales:

kasjdkjdka dejen un comentario si les gusto n-n las actualizaciones seran semanales :33 asi que... esta en sus manos el hecho de que suba o no ewe muajaja... kasjdkajsdkj okay,no :v

 

Los hamo .3.

 

*si pueden le dan mg a mi pagina c: ahi subire fanart's de mis fic's y noticias de las actualizaciones, entre otras cosas (? alli me pueden contactar mejor xDDD*

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