Se encontraba escribiendo de espaldas a la puerta, completamente desconectado del mundo a su alrededor. En sus audífonos sonaba la melodía de una canción sin letra, y su mano como moviéndose por sí sola a una gran velocidad se hallaba escribiendo lo que de su corazón salía.
Su cara demostraba su concentración, mientras su pluma describía su tristeza.
Uno, dos, seis, ocho líneas. La letra parecía fluir a través de él. Doce, quince, veinte líneas. El ritmo era seguido con la cabeza y la lluvia de ideas parecía no tener fin.
Veinticinco, treinta líneas. Ahora sobre el papel ya no solo había una canción. También lágrimas.
Treintaicinco, cuarenta líneas. La larga melodía llego a su fin. Y sin más, él se echó a llorar.
Los minutos pasaron lentos, mientras sus lágrimas seguían fluyendo. Cuando su llanto cesó, busco enseguida sus apuntes y leyó lo escrito.
Aquel joven chico pelirrojo de 17 años abrazo su libreta contra su pecho. En silencio.
En aquella letra se reflejaba lo que sentía.
El dolor. El amor. Todo por una sola persona.
Bang YongGuk.
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¿Cómo llego a estar así? Derramando lagrimas por una persona 6 años mayor que él. Y como si eso no fuera ya un problema, esa persona en la que no podía dejar de pensar era un EL.
Junhong o Zelo como le llamaban sus amigos nunca pensó llegar a ser gay, pero desde que esa persona paso frente a él en aquel café, su interés por las chicas se vio opacado completamente.
Bang YongGuk, Bang YongGuk, Bang YongGuk, ese nombre rondaba su cabeza. Ya no podía dejar de pensar, ni en la escuela, ni en su casa, y aunque le avergonzara admitirlo hasta en el baño pensaba en él.
Aun recordaba el día en que le confeso a sus mejores amigos lo que sentía hacia ese chico y ellos habían prometido ayudarlo. Y al día siguiente ambos llegaban peleándose por quien le diría. Su nombre era Bang YongGuk.
Y es que antes, ese par de idiotas a los que amaba como a verdaderos hermanos, se había acercado a preguntarle, y ahora Bang los saludaba y se acercaba a ellos, incluso cuando Zelo estaba presente. Daehyun y JongUp sonreían y lo saludaban, y lo obligaban a él a saludarlo. Y ahora también lo conocía a él y se acercaba sin saber lo que el chico en realidad sentía hacia su persona.
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Se encontraba haciendo la limpieza del salón mientras pensaba en ello cuando una voz ronca detrás de él le sorprendió haciéndole perder la compostura, y haciendo a su corazón latir mil veces más rápido, pero no por el susto, sino por el dueño de la misma voz.
-¿Junhong? – reconocería esa voz donde fuera, Bang YongGuk estaba detrás de él.
-Ah, Hyung – logro decir dificultosamente sin llegar a voltear - ¿Qué sucede?
- Nada, ya me iba y pase por aquí ¿no es muy tarde para que estés en la escuela?
-Limpieza – respondió, aun sin llegar a cruzar miradas.
-Mnh ¿Te falta bastante?
- N-no, solo subir aquellas cajas – las señalo, sus miradas entonces se cruzaron, haciendo al menor enrojecer involuntariamente.
-Entonces te ayudare – el mayor sonrió yendo hacia las cajas – y luego te llevare a casa. Y no acepto no por respuesta – completó el mayor.
-Gracias- dicen que el no, no existe para el amor y mucho menos para el enamorado. Es una lástima que la contraparte sepa decirlo.
La limpieza acabo y ambos salieron del inmenso campus para abordar el auto del más grande.
-¿Y bien? – pregunto una vez adentro - ¿Hacia dónde vamos?
Zelo sonrió.
-A la derecha cinco cuadras y doblas a la izquierda y sigues unas doce más derecho.
-Ok. Un poco mejor ¿eh? – el mayo rio junto a el pequeño.
El recorrido se dio en silencio, hasta que el desastre hizo su aparición.
-¿Junhong? – el mayor se notaba nervioso y Junhong pensó en todas las posibilidades que había de que el dijera algo así como un me gustas.- ¿Podrías darme el número de JongUp.
Un cristal pareció romperse. Y miles de preguntas surgieron en la cabeza del chico. Pero aun así, no se negó y entrego en un papel el número escrito al mayor.
El camino siguió en silencio, mientras llegaban a su destino. Y la espera llego a su final. Sonrisas se intercambiaron, una verdadera, otra falsa.
Una última pregunta antes de despedirse causo el apocalipsis.
-¿Hyung, te gusta JongUp?