Para finales de otoño me di cuenta de que realmente estaba jodido, mi trabajo era una verdadera mierda y tenía demasiadas deudas aún, claro que no podía pedir mucho con el puesto que tenía en una pequeña cafetería de la ciudad pero esto me ganaba por no tener una mejor educación, ¿queréis un buen consejo? ¡Nunca dejéis la escuela!
No ganaba mucho, compartía un apartamento con tres chicos, el más grande (MinSeok hyung) trabaja pero no era la gran cosa, Lay (el segundo mayor) se encontraba desempleado y el más pequeño de nosotros (Tao) aún no tenía edad para trabajar. En resumen estamos fregados.
Llegué como de costumbre a casa a las 10:45 PM y me encontré con Tao estudiando con ayuda de Yingxing (el nombre real de Lay) mientras que XiuMin (el apodo de MinSeok) preparaba mi comida. Una simple sonrisa me regalaron como saludo y más tarde me dediqué a comer en silencio mientras ellos continuaban entre sus cosas.
Al terminar nos sentamos en un viejo sofá de nuestra sala (la cual era pequeña ya que compartía espacio con el comedor) y nos quedamos viendo una película vieja, incluso estaba en blanco y negro. No era muy entretenida, de hecho era la típica novela romántica de adolescentes que no pueden estar juntos y tras mil peleas se quedan juntos.
— MinSeok hyung. –Le llamé tras que acabara lo que veíamos-.
— ¿Hm?
— Me iré por tres o cuatro meses.
— ¿¡Qué!? –Gritaron todos y me sentí realmente mal al ver los ojos húmedos de Tao-.
— Pandita, en verdad necesito hacerlo. –De esta manera le llamaba debido a las ojeras que tenía bajo sus ojos-.
—ChanYeol hyung… ¿por qué?
—Venga chicos, necesitamos dinero, ¿no? Bueno ya he conseguido trabajo.
— ¿Cuánto pagan?
— ¿Dónde es?
— ¿De qué trata?
— ¡Calmaos! Pagan $2,280.34, es salario minino pero nos sirve. Es a las afueras de Bucheon, en un bosque y se supone que debo pasarme el invierno cuidando unas cuantas casas.
— ¿Estarás solo haya?
— Supongo. Lo bueno es que pagan por casa, lo malo es que son muy grandes. –Admití de mala gana-
— ¿No queréis ayuda? Nosotros podríamos…
— No, no le quitare tiempo a Xiu, Lay mandaste recientemente tu currículo a una pequeña empresa y Tao, ¡debéis estudiar!
— No me quitas tiempo.
— Dudo que me den el trabajo.
— Podría ayudar y estudiar, después de todo es invierno, no hay clases.
— ¿En verdad me ayudaríais?
— ¡Por supuesto!
— ¡LuHan! –Salté de un susto en mi lugar al sentir como una mano tomaba mi hombro, estuve a punto de caerme-. — ¡Tú crio, estáis muy cerca de la orilla! ¡Te podéis ir de cara!
— ¡JoonMyun! No me asustes de esa manera. –Él podría ser mi mayor pero a veces en verdad no parecía pensar muy bien los actos que cometía-.
— Lo lamento. Hannie, ¿se puede saber por qué estás otra vez aquí?
— Es realmente linda la vista. –Comenté suspirando con suavidad; amaba esa área de las montañas era sumamente pacífica y en las noches la luna brillaba con gran esplendor provocando los aullidos de admiración por parte de los lobos que ahí habitaban-.
— Único, ¿no? Dios es todo un artista. –Asiento con lentitud y noto como el sol comienza a ocultarse entre las montañas del norte, es perfecto-. — No tardes en volver. –SuHo se fue dejándome nuevamente solo en el área. Me levantó y tras echar un último vistazo comienzo a caminar hacia nuestra casa. Juego con la nieve que roza mis pies descalzos, cualquier humano se sentiría completamente horrorizado por el frío, incluso yo podría pero no, es una obra de nuestro creador y debe ser adorada como él. Cuando llego a casa veo a BaekHyun sentado en una banca que tenemos fuera, él observa tranquilamente el cielo y lo miró pasar su mano hacia su espalda donde acaricia con cierto dolor: Pronto volveremos. Es lo único que puedo pensar, aunque debo confesar que no me quiero marchar. Hago una bola de nieve con mis manos y con una sonrisa inocente en mis labios lanzó la bola hacia Baekie sin embargo no conté conque KyungSoo saliera en ese momento, la nieve estrello contra la cabeza de D.O y este se gira a verme, rápidamente corro hasta él y le tomo las manos entrelazando nuestros dedos-.
— ¡Perdón, perdón, no quería herirte D.O! ¡En verdad! –BaekHyun algo desorientado nos mira y lo escuchó reír, lo veo haciendo un pequeño puchero para luego regresar mi vista a KyungSoo-.
— Xi LuHan, te he dicho miles de veces que no te comportes como un niño. –Me regaña y tengo un poco de miedo, a pesar de ser amable y paciente todo tiene límite y siento que me acerco al de él-. — ¡Tú pequeño bobo! –Siento como nieve cae en mi cabeza e instantáneamente cierro los ojos. Cuando los abro KyungSoo está riéndose además de que BaekHyun está en el suelo sosteniendo su estómago y llenando sus prendas de nieve. Giro mi rostro y JoonMyun también está riendo, es él quien me ha lanzado la nieve-.
— ¡Eso es trampa! –Recrimino con un puchero en mis labios, suelto rápidamente las manos de D.O y comienzo una guerra de bolas de nieve en las que no precisamente voy ganando sin embargo me estoy divirtiendo más de lo esperado.
Tras una media hora nos cansamos de pelear y simplemente nos arrojamos a la nieve, comencé a mover mis brazos y los chicos me siguieron en el acto haciendo la figura de un ángel o bueno como los humanos creen que lucimos. Cuando terminamos nos pusimos de pie y nos quedamos viendo lo que habíamos hecho-. — ¿En verdad nos imaginan así? –Pregunta D.O-.
— Es la inocencia de los niños y es lo que mayormente guardan los adultos de su infancia, nuestra silueta. Somos lo único que en el humano no cambia. –Respondió SuHo con inteligencia-.
— ¿Los únicos? –Pregunta impresionado BaekHyun-, ¿Por qué?
— Porque somos reales. –Respondo yo esta vez-. — Cuando los niños crecen cambian, Papa Noel no existe más, los monstruos bajo la cama desaparecen, maduran sin embargo no hay otra imagen nuestra más que la de un niño con alas o en todo caso un muchacho con alas pero continua siendo lo mismo. –Explico lo mejor que puedo-. Nada de lo que mencione existe pero hay un momento en la vida de los niños que creen que así es.
— Te confundes en eso –Dice SuHo-, los monstruos y Papa Noel existen, en la mente de los niños pero existen, siempre podrán existir mientras se les tenga fe.
—Hay un determinado número de familias cuyo apellido dura años, décadas, siglos y podrían continuar. Es cuando el linaje está completamente limpio, un orgullo de cualquier familia. Por eso el día de hoy vamos a conmemorar el linaje de tres familias, el orgullo de nuestras manadas y los siguientes alfas que cuidaran y velaran por todo el clan, sin importar divisiones.
¡Por todos los licántropos! ¡Es un verdadero honor para mí estar con los siguientes al frente!
¡Wu YiFan! ¡Kim JongDae! ¡Kim JongIn! ¡El más pequeño pero uno de los más fuertes! ¡Oh SeHun! —Los nombrados pasaron al frente provocando aullidos en todos los presentes, incluso los cachorros y las hembras aullaban aquella noche. Los cuatro muchachos en posiciones de respetar fueron palmeados por cuatro hombres mayores, cada uno con un asombroso parecido a los jóvenes. Los viejos alfas, sus padres—.
— ¡Hoy dejan de ser niños y comienzan en su etapa de adultez, ustedes serán los lideres! –Gritó un hombre mucho más grande que los viejos alfas, tanto en edad y tamaño, todo se hizo un gran revuelo y los chicos unidos a su celebración lanzaron un fuerte aullido a la luna llena que estaba—. ¡Cómo primera lección, serán enviados a las montañas del sur y deberán cuidarse el uno al otro de todo lo que este haya! ¡Cuando regresen deberán pelear por su puesto como alfa y sólo hay dos maneras de salir de esto! —Tras esas palabras los ojos de los actuales alfas brillaron cambiando la tonalidad de los colores—. — ¡Como líderes! —Otro aullido—. ¡O como cadáveres! —Un aullido más fuerte, el último de la noche y todos los presentes cambiaron de forma, la reunión que anteriormente parecía de humanos ahora estaba llena de lobos, con distintos pelajes, tamaños y géneros pero todos un clan—.
—Tras la ceremonia de que pronto dejarían de ser niños los habitantes del clan actuaron como realmente eran, animales. Gritos, aullidos, peleas, comida, retos, alcohol, drogas, cigarrillos…Un sinfín de actividades sólo para celebrar a los nuevos alfas, estos estaban agotados, quizá no físicamente pero si mentalmente y lo que menos necesitaban era provocar un escándalo así que decidieron ir a descansar, escaparse por unos momentos. Los cuatro se fueron a aquella gran montaña representativa del lugar y como humanos observaron el cielo, las estrellas y todo lo que los rodeaba—. Pronto será todo nuestro. —Dijo el más grande, YiFan, un muchacho de un metro noventa con ojos azules, los cuales se oscurecían en el momento indicado, piel pálida y un cuerpo atlético además de poseyente de un tatuaje en la espalda, grandes alas como de dragón resaltaban, junto a la palabra “dragón” en chino, su padre se lo había hecho y el mensaje que había dejado era claro en la mente del chico: “El más fuerte gana y tú mi querido YiFan tienes la fuerza de un dragón.” —. Aún nos falta por entender. —Hablo JongDae, el muchacho era el más bajo de los cuatro pero no le importaba en lo absoluto pues su fuerza era fantástica, sus ojos eran de un color avellanado hermoso los cuales cambian a un potente amarillo a la hora en que tomaba su cuerpo animal. En su pecho había un tatuaje con la palabra “Luna” escrita en chino, además de que debajo de ella llevaba en pequeñas letras (chinas) una metáfora: Literalmente "las flores son buenas [en floración] y la luna es redonda [llena]", es una metáfora que describe una vida maravillosa y feliz y es comúnmente usada para expresar felicitaciones con motivos de una boda. Su padre había agregado lo último refiriéndose en que una vez que fuera alfa debería encontrar a su consorte. — Parece que eso no les interesa ahora Chen. —Respondió el moreno de los cuatro, JongIn o Kai como era bien conocido, sus ojos eran negros, totalmente, pero cuando la luna le llamaba aquellos oscuros ojos se volvían grises y permitían a su lobo interno salir, a pesar de que no se notara de gran manera como en los anteriores poseía un tatuaje en el área de su corazón, una metáfora china que decía: Luz brillante. Refiriéndose obviamente a la luna llena. — Jamás les ha interesado, lo importante es el linaje y los herederos. —Respondió secamente el menor de todos, SeHun, alzo la vista moviendo parte de su platinado flequillo y cerró los ojos, estos que siempre eran de un color entre gris y lila además de que a la hora de cambiar se volvían de un azul violeta sumamente fuerte. En su pálida piel, específicamente en la parte de su brazo resaltaba la palabra “gōng” que en chino era poderoso o masculino, él utilizaba ambos.
— Linaje y herederos. —Susurró Kris, de esta manera era apodado el líder YiFan—. Lo único que importa. —Respondió Chen, de dicho modo se le decía a JongDae—. Que siempre importará. —Anunció Kai—. Y nunca cambiará. —Finalizó SeHun—.