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cuando el zorro atrapo a su gato. por incubusangel

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Notas del capitulo:

Hola, esta es una adaptación AUTORIZADA, por la autora original Milagro Gabriel, abajo encuentras su blog y su Gmail.

 

Para todas las chicas que me pidieron un Narusasu en mi otro fanfiction que no seguiré, por que prefiero hacer este. Espero que les guste.

Blog: http://historiasdeamorydeseo.blogspot.com

Autora: Milagro Gabriel. mailto:milagrogabriel@gmail.com.

                    . .  Encuentro,desastroso.

 Las flores se abrieron lentamente, para acabar cubriendo todo el valle de mil colores diferentes. En un temblor tímido la misma luz parecía bailar en cada pétalo mientras suspiros ahogados acechaban en busca de las ternuras del amor.

 Solo el joven Zorro aguafiestas se acostaba justo en medio de las flores, comenzando a revolcarse sin importarle cuantas aplastaba en su irresponsable juego, sin notar que los dulces aromas se pegaban a su pelaje uniéndose al olor de zorro grande que se comenzaba a desarrollar.

 En la próxima luna llena correría con el resto de la manada y se aparearía por primera vez en busca de su pareja destinada. Naruto sonrió de esa manera particular que lo hacen los zorros, los ojos  parecían tener dos ascuas en la profundidad de sus iris celestes. Sacando la lengua probo los sabores que traía el viento mientras comenzaba una feroz carrera como si el mismo alfa lo hubiera encontrado otra vez persiguiendo a los pequeños gatos, los cuales habían firmado hacia unos años un tratado de paz con los zorros, perdiendo la más grande de sus diversiones juveniles.

Morderle la cola a los gatos jóvenes era algo morbosamente divertido, eso hasta que llegaban los  más grandes a disuadirlo de sus juegos rudos. Creyendo que la vida era simplemente un inmenso campo de juegos, el joven zorro disfruto de la manera en que sus patas golpeaban la hierba y el sol calentaba su pelaje anaranjado mientras corría hacía el corazón del territorio de los zorros.

 Estaba en eso cuando un chillido felino lo hizo detenerse, todos sus sentidos le gritaron que alguien había invadido su territorio. Levantando la cabeza escudriño los olores que arrastraba el viendo.

 ¡Allí estaba! El característico olor de un felino le llego acompañado por el asido aroma del más profundo, miedo. Al parecer alguien había mordido más de lo que todos los estúpidos de su especie hacían por lo menos dos o tres veces en su vida, subirse a un árbol del cual luego no podían bajar. Eso era algo así como la primera regla para ser un gato.

 Al ver que solo se trataba de otro felpudo idiota, salió de entre la hierba hasta quedar en la parte despejada del río. ¿Cómo se le ocurrió al minino subirse a un árbol tan alto? Eso sí que era todo un misterio para el zorro.

 Después de estudiar bien el lugar donde el felino había ido a parar, se dio cuenta de que el animalito había caminado hasta una rama bastante delgada que para colmo daba a casi medio río, sumando a las dos anteriores requisitos para el desastre, estaba el hecho de que el caudal estaba  aumentado por los deshielos en las montañas.

 Definitivo, los felinos tenían bolitas de pelo en lugar de cerebro de tanto lamerse el culo. Riendo de su propia ocurrencia el futuro zorro feroz dejo salir un jadeo poco elegante y bastante ofensivo para el gato.

  El felino escucho el sonido burlesco del maldito chucho que lo observaba desde la ribera del río, lástima que tuviera que arreglar cuentas con el cuervo ladrón que había tomado el anillo de boda de su madre, de no ser así, hubiera bajado para arañar de pies a cabeza al zorro pulgoso que observaba como si se tratara de un numero de circo barato.

 Por su parte, el ave negra, disfrutando enormemente de ver al felino tan ofuscado, se quedo parada en la punta de la rama, el brillo dorado del anillo retaba al joven animal a actuar.

Enviando al diablo toda prudencia, Sasuke clavo las uñas en la delgada rama y comenzó a caminar luchando por mantener el equilibrio. Ya una vez se había resbalado y por un pelo se salvo de caer, esta vez tendría más cuidado. A Naruto no podía importarle menos la salud de un melindroso gato, sentándose sobre los cuartos traseros, se quedo allí observando en que terminaba la aventura, con suerte al felpudo le tocaba chapuzón. Conociendo lo delicaditos que eran los felinos, Naruto estaba seguro que el animal mojado debía de verse la mar de divertido, con la carita chata en un gesto de absoluto asco. No podía perdérselo.

   El crujir de la rama le aviso al zorro que sí habría un clavado al estilo libre. El animalillo abrió mucho los ojos, chillo como un alma en pena y se aferro a la rama como si la vida se le fuera en ello. Como en cámara lenta el zorro observo como el cuervo abandonaba la rama sosteniéndose en el aire mientras el pobre gato se iba con todo y ella directo a la peor parte de la correntada del río.

 Cometiendo la peor de las estupideces, el gato entro en pánico y cambio a su forma humana al tocar el agua. El golpe más el ímpetu del cambio hicieron que perdiera el conocimiento siendo arrastrado por la rama a la caída de agua que tenía al menos  setenta metros de alto. Una cosa era querer divertirse a costa de otro, pero dejar que el causante de sus carcajadas se muriera, era ir demasiado lejos. Dudaba que pudiera volver a encontrar a alguien tan idiota en toda su larga vida. Desperdiciar a toda es fuente de momentos embarazosos era algo que no se iba a permitir. Dando unos pasos hacia atrás, tomo impulso para saltar lo más cerca del centro de la correntada que pudo, una vez allí invoco el cambio y con sus extremidades humanas pudo nadar más rápido en busca de la rama que sostenía la cabeza negra de un hombre sobre la superficie, de manera bastante precaria. Agradeciendo no haber obedecido a su padre al prohibirle ir a nadar en primavera, utilizo toda la experiencia que tenía para evitar golpearse contra las piedras o dejarse arrastrar por la corriente. Sacando la cabeza del agua, Naruto pudo ver lo rápido que la rama se acercaba a la orilla donde la caída de agua prometía un final abrupto.

Tomando aire exigió a sus músculos mayor esfuerzo en busca de llegar hasta el felino. Estaba a menos de un metro de su objetivo, dando un último esfuerzo se aferro a la madera.

Asegurándose de sostenerse con una mano, con la otra busco tomar por la parte de atrás al chico para zafarlo de la trampa. Solo para confirmar que el gato era, o muy desafortunado o muy estúpido, despertó entrando en pánico aferrándose a Naruto en un acto de histeria que le podía costar la vida a los dos.

 El cambia-formas zorro trato de quitarse de encima al felino que se aferraba con sus finos brazos impidiéndole poder nadar correctamente. Hasta ahora se sostenía solo con el pataleo de sus piernas, rezaba para que un calambre no terminara de complicar su situación.

El aumento de la velocidad en la corriente le dejo claro a Naruto que habían llegado hasta el punto de no retorno. Liberando uno de sus brazos se aferro a la rama causante de todas sus desgracias mientras, sentía como comenzaban una caída libre de la cual no estaba muy seguro de salir con vida.

Sasuke tenía frío,  un estremecimiento lo hizo despertar de golpe. Sentándose tan rápido que su estomago se revolvió comenzando a vomitar litros de agua. Por lo menos se había tragado la mitad del maldito río,  pensó el felino maldiciendo su suerte. Sintiéndose un poco mejor, levanto la cabeza para ubicarse, por desgracia, no tenía la menor idea de donde estaba.

 Cuando había comenzado con la cacería del cuervo el sol estaba muy bajo en el firmamento, ahora estaba reinando justo en el centro de la bóveda celeste. Era cuando menos el medio día.

 El sonido de una queja lo hizo darse la vuelta, encontrando el cuerpo de un chico alto, de piel bronceada y cabello rubios, como el sol, acostado boca abajo sobre la arena de la rivera del río.

 El hombre estaba tan desnudo como él mismo lo estaba. No ocupo muchas pistas, el olor a zorro le indico que posiblemente el chico era el chucho que se había estado burlando de sus contumerias sobre la rama.

 Con cuidado de no marearse por el repentino movimiento, camino hasta donde estaba el zorro en su forma humana. Con afán de no acercarse demasiado toco el hombro del chucho con la punta de sus dedos y las rodillas flexionadas, listo para correr en caso de que el hombre no fuera de buen despertar.

 Inclinando la cabeza en un gesto de felina curiosidad olisqueo buscando la más mínima señal de peligro, no es que fuera un cobarde, era simple auto preservación. Sasuke no era idiota, el sé sabía muy pequeño aun para ser un gato montés y ese zorro en su piel de hombre era un espécimen bastante grande. El característico olor de la sangre llego dulzón hasta su nariz, había tardado un poco en darse cuenta ya que en su forma humana sus sentidos no eran tan claros como cuando estaba en su piel de gato.

Dejando de lado las precauciones puso las rodillas sobre la arenilla de la rivera del río, para revisar mejor.

Con sumo cuidado le dio la vuelta a su compañero de desgracia, si el cuerpo del hombre era bonito, la cara lo era más. Sasuke apenas si había pasado por su primer celo durante la luna del mes pasado, así que  sus sentidos ahora le decían cuando algo estaba de buen ver y cuando no.

 El cabello rubio se le había pegado a la cara de formas simétricas, la nariz recta, la mandíbula perfecta y una ligera arruguita entre las cejas daba pistas de que ese zorro era de los "patea culos". Conteniendo un suspiro pensó en las razones por las que su madre le había prohibido salir a pasear su recién despertada sexualidad durante la pasada luna, algo de “estas muy joven” y otra sarta de estupideces.

 Si le hubieran gustado las niñas, estaba seguro de que su madre lo hubiera dejado salir a corretear por allí, pero cuando su primer celo había revelado que estaba destinado a ser la pareja de un alfa, todo se había acabado antes de empezar. Ahora estaba allí, a unos días de su segunda luna llena acompañado por un zorro brabucón, debía llegar a su aldea antes de que comenzara el celo nuevamente y las cosas se pusieran incomodas, si un gato errante lo encontraba sin la protección de la manada, podía tratar de aparearse a las malas.  La idea de que su primera vez fuera forzada no le gustaba para nada.

 Con mucho sigilo le quito algunos de los mechones mojados que se le habían pegado a la cara al zorro. Usando toda su fuerza de voluntad aparto la mirada del sexo que descansaba contra uno de los muslos, subiendo la vista recorrió el vientre plano, pasando por todos los cuadritos que parecían esculpidos a propósito para hacerlo babear.

 De verdad estaba grave, faltaban unos días para la luna llena y ahora se le ponía dura por un zorro que apestaba a perro mojado. Bueno, tal vez no apestaba, pero seguía siendo un maldito pulgoso. Después de quitar los mechones de cabello rubio de la cara del zorro, descubrió un fuerte golpe sobre la frente que se había abierto dejando salir un hilo de sangre.

 De seguro la herida había sido peor, prueba de ella era el charco que se había formado sobre la arena, una suerte que las habilidades curativas de los cambia formas fueran tan eficientes. Dejando salir un suspiro de alivio, Sasuke se dio cuenta de que esa parecía ser la peor de las heridas que tenía el rubio.

Con mucho cuidado de no despertar al enorme hombre, Sasuke se puso de pie. Dándole la espalda al tipo inconsciente se puso a tratar de averiguar dónde diablos estaba, en eso se encontraba cuando sintió como un cuerpo solido  se estrellaba contra él, empujándolo contra el suelo de arena.

 —¡Miau! — fue lo único que logro decir antes de que un hombre con mirada de zorro furioso le mostrara los colmillos.

 —¡Todo esto es tu culpa! — Reclamo Naruto entre gruñidos— por poco y nos matas a los dos.

 Sasuke era un niño mimado, lo tenía que admitir, si alguien le hablaba lindo podía llevarlo hasta el polo norte caminando, pero si alguien se atrevía a hablarle de la manera que el maldito zorro lo hacía, él no movería un solo músculo

 — Nadie te pidió que te metieras en cosas que no eran tus asuntos— bufo mostrando sus propios colmillos.

 — Eres un  malagradecido — reclamo Naruto apenas notando la erección en el pequeño cuerpo bajo él.

Aumentando la presión en las manos que sostenía entre las suyas, hizo que el felino chillara nuevamente

 — Y para colmo eres un llorón— agrego sin poderlo evitar. El comentario hizo que Sasuke se revolviera desesperado tratando de zafarse.

 Lástima que lo único que logro fue que su pene duro se moliera contra la cadera de su captor, ocasionándole un jadeo que lo hizo ponerse del color de un tomate

 —. ¡No soy un llorón! — Grito a todo pulmón, con la esperanza de que algún miembro de su manada deambulara por allí — lo que pasa es que eres un pulgoso grosero.

 Naruto le mostró los dientes gruñéndole al felino en un tono bajo, si el proyecto de hombre que tenía bajo suyo no le mostraba el cuello en señal de sometimiento, se lo iba a arrancar de un solo mordisco.

Asustado Sasuke levanto la vista, el zorro tenía unos ojos celestes que echaban chispas, bien podía ser que de verdad los gatos tuvieran nueve vidas, pero él no quería arriesgarse a gastar algunas, pudiendo evitarlo.

 Por instinto sabía lo que tenía que hacer, su gato supo que ese joven zorro no se tomaba las rebeldías a la amable, así que mostró el cuello mordiéndose los labios furioso.

 — Veo que no eres tan idiota — se burlo el zorro sentándose junto al jadeante Sasuke, fingiendo ignorar las miradas asesinas que este le daba. Sonrió como un niño que se ha salido con la suya.

 —¡Estúpido! — hablo Sasuke mientras se podía de pie, sacudiéndose la arenilla que se le había pegado a su blanco trasero.

 — ¡Llorón! — se burlo el zorro dedicándole un guiño.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y me avisen, sibquiren que siga. A medida que pasen los capítulos cambiaré algunas cosillas, o tal vez no.


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