CAPITULO 1
PROMESAS
[Kim Hyun Joong]
Como cada mañana de hace aproximadamente siete años, me encargo de sacar a pasear a nuestro Gold Retriever llamado ‘Alexander’, un lindo y muy fiel perro, y bueno que perro no lo es, lleva acompañándonos ya siete años, desde aquel día que fue encontrado por mis encantadores mellizos.
^^ Flashback^^
Como cualquier día después de trabajo, me encontraba en mi estudio meditando sobre un negocio nuevo y la nueva filial que se abriría en Japón, el contrato realzaría mucho nuestra compañía, así que debería estar al tanto de este asunto, pues nada menos era el Presidente, a pesar de ser muy joven, con tan solo 28 años, por supuesto que hubo algunas objeciones de que me ocupara de ese puesto, pero podía hacerlo, me sentía capaz de asumirlo, y por supuesto una mente mas joven conlleva de tener novedosas ideas pero también muy arriesgadas, y vaya que había tomado algunas, una de ellas era firma de una nueva filial en Japón, país en donde el mercado seria mas duro, y mucho mas estricto en cuanto normas de cuidado ambiental. En fin aquel día mi mente estaba centrada en ello, como debería surgir esa furtura corporación, pero al parecer mis pequeños hijos no pensaban lo mismo…
¡Appa!, ¡Appa!, ¡Appa! – era mi Seung Jo, que entraba corriendo de la calle con una pequeña manta sobre sus brazos y detrás de el, aparecía Seung Hyun, ambos con las ropas sucias, manchadas de lodo, y sus caritas llenas de lagrimas que no cesaban - ¡Appa! Por favor, ¡sálvalo! ¡Papá!, esta herido – al escuchar sus gritos no podía quedarme sentado y seguir en mi trabajo, amaba a mis hijos mas que a nada en el mundo, deje todo aquello que me encontraba haciendo por atenderlos.
¿Qué sucede? ¿Porque tanto barullo, pequeños? Acaso les pasó algo – me acerque hacia ellos - ¿Qué traen ahí? ¿De donde lo sacaron? – observe al pequeño cachorro enlodado y con la lengüita que estaba fuera de su hocico, eso no podía estar bien, el pobrecito animal había sido atropellado, y se encontraba mal de una patita.
¡Papá, lo he encontramos en el parque, esta malito, por favor, ¡Cúralo, papá! Tú puedes… - el pobre animalito s encontraba malito, yo no podía hacer nada, pero si podía llevarlo a curar, aunque temí e que el veterinario, nos diera malas noticias , y no podría soportar ver sus caritas de dolor, al darnos la mala noticia
¿Hyun Joong?, ¿Qué es todo ese escándalo?, cuántas veces les he dicho que no deben de correr dentro de la casa, ¡Seung Ho!, ¡Seung Hyun! – mi esposo llama la atención a los pequeños, y si mi esposo era muy estricto en cuanto al comportamiento dentro y fuera de la casa, no por nada mis padres lo eligieron para casarme con él, según ellos, seria la persona idónea que podría ayudarme a cuidar a dos varoncitos que por antecedentes míos, serian muy revoltosos e inquietos.
Hyung Jun, los niños acaban de rescatar a un pobre animalito y están preocupados por el, lo llevare al veterinario ahora mismo – cogí al animalito en mis manos, pero de pronto sentí las manitas de uno de mis hijos
¡Papá! Yo quelo ir … ¡Papá! ¡Llévame! – de pronto la otra manito de mi otro hijo en mi otro brazo –
¡Yo tamben! ¡Papá! – estaban preocupados y era lógico, les preocupaban la salud del animalito, pero no quisiera que escucharan malas noticias, Hyung Jun solo observaba inerte, esperando una decisión mía, sabia que si los llevaba estaría desautorizándolo de alguna manera, los niños se encontraban desaseados, así que inmediatamente deberían asearse, Hyung Jun así lo había dispuesto, como condición principal para poder salir a jugar al parque. Pero debía tomar una decisión…
¡Lo siento! Pequeños, ustedes no podrán ir, deben asearse, sus papa se encargara de ello, así que desearía que en este momento suban a sus habitaciones a asearse – Hyung Jun reacciono antes que yo, estoy seguro que le preocupaba el estado del animalito, y sabría también de las consecuencias de dejarlos ir conmigo, así que era mejor que el manejara la situación
¡Es cierto! Yo me encargare, lo llevare a donde podrán curarlo, protegerlo, por favor confíen en mi, obedezcan a su appá - … - lo traeré de vuelta, pero esta vez podrán jugar con el…
¡Gracias papa! - me responden al unisonó, y empiezan su caminata a su habitación
^^Fin del flashback^^
Desde aquel día Alexander se unió a nuestra familia, al principio Hyung Jun no estaba muy de acuerdo de tener una mascota y más aun porque los niños aun tenía solo cinco años, definitivamente ellos no podrían encargarse de aquella mascota, así que yo lo haría hasta que ellos puedan cuidarlo.
Fue grato recordar aquel episodio de mi vida, que en todo ello, fue muy buena idea el haber adoptado a Alexander.
Bueno y se preguntaran ¿Quién soy yo…? Si, deben estar haciéndolo… en realidad mi vida no lleva nada de interesantes sucesos, como cualquier joven, lleve una vida normal, estudie Administración de Empresas, debía hacerlo, seria el heredero de un conglomerado, pero no lo seria hasta que yo lo asumí, es por ello que me esforcé por lo lograrlo, pero por supuesto aquello demandaba mucho tiempo, y así fue casi mi juventud lo dedique a estudiar, pero cuando estaba en camino de lograr mis sueños, como cualquier otro ser humano me enamore.
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Aquella era la visión mas perfecta para mis ojos, el joven mas hermoso de mi vida, parecía un modelo profesional, su cabello era castaño que al darle el sol resplandecía ligeramente, llevándote a un hipnotismo parcial, además de aquellos ojos, rasgados e imponentes, que de tan solo observarlos, podrías ser esclavizado eternamente, y así fue, tenia 21 años cuando lo conocí, era joven así que no sabia si lo que sentía era amor verdadero o solo uno pasajero, debía averiguarlo, quería saber la respuesta. Y así lo hice…
Dos meses después había convertido a ese jovencito en mi novio, por supuesto luego de haber sido yo cautivado por su belleza, el lo fue por la mía. Me sentía feliz, el mas feliz en el mundo, llevaba una prometedora carrera, un futuro asegurado, por mi potencial claro esta, y una persona perfecta en todos los sentidos que había aceptado pasar el resto de su vida junto a mi, a pesar de mis locuras, lo tenia todo… pero un visitante cambio todo aquello, que no solo se llevo a aquella persona perfecta, que pensándolo bien no lo era, mira que aceptar entregarme su vida a alguien como yo, con ideas disparatadas e irreverentes, pero a pesar de prometerme que pasaría el resto de su vida junto a mi, fue lo único que no pudo cumplirme.
Kwang Jae Jong, me había prometido…
Primero:: Amarme hasta el ultimo aliento de vida… (lo cumplió) Segundo:: Darme los hijos mas preciosos del mundo…. (Y vaya que o hizo y por partida doble…) Tercero:: Pasar el resto de su vida junto a mi…. (No pudo cumplirlo)…
Aun recuerdo el día que nos casamos, Jae Jong, se encontraba en una de las sesiones de quimioterapia, así es… el… el tenia cáncer… cáncer al cerebro…., Jae se repetía así mismo como es que su nuevo nombre sonaría, Kim Jae Jong, Kim Jae Jong – se repetía - Kim Jae Jong – una y otra vez… yo solo lo observaba mientras lo hacia luego de una dolorosa sesión.
Al fin el la hora había llegado, Jae Jong debía firmar los papeles y ansioso por mencionar su nuevo nombre corrigió al juez por haberlo llamado con antiguo apellido, Jae adobaba su nuevo nombre, el nombre de su único amado en el mundo decía, no tuvimos luna de miel, Jae debía continuar con el tratamiento, no debía perder ninguna sesión, aun cabria la esperanza de que pudiera recuperarse, y yo no dejaría pasar esa oportunidad.
Vivíamos casi en la clínica, constantemente Jae había tenido ataques severos de hemorragia, así que era mas conveniente que este bajo observación, y por supuesto me encargue de convertir aquella habitación mas cómoda para el, con todo lo que necesitaría. Jamás olvidare como fue nuestra luna de miel, debía presentar un examen en la universidad, era el final de semestre del cuarto año, como lo hacia cada día, reparaba el almuerzo para Jae, y me disponía a llevarlo a su habitación, pero e n el ingreso de la clínica se encontraba una hermosa morena vestida con una gabardina y unos lentes oscuros, era hermosa a pesar de llevar lentes, claro esa belleza no podía pasar desapercibida, extraño fue cuando la morena se acercaba hacia mi con total seguridad, y de pronto me estaba abrazando y dándome un suave beso en los labios, a lo que yo respondió con un alejamiento leve, pues me había sorprendido verlo así vestido, al sentir el beso pudo reconocerlo enseguida era él, mi esposo, por supuesto mi rostro luego de la sorpresa fue de severidad, al ver que había abandonado su habitación y ser capaz de tener una recaída, Jae con una sonrisa de lado disfrutaba mucho de aquello, y sin mas estábamos rumbo a un hotel cercano.
Jae anhelaba estar conmigo y yo con el, lo deseaba tanto, deseaba tanto que no solo nuestros cuerpos se unieran si no también nuestras almas, de aquella manera Jae seria mío, nadie podría quitármelo, ni siquiera el cáncer lo haría, el seria mío, para siempre…
Al regresar a la clínica, los regaños fueron traídos desde el conserje hasta el director, que no dejaban de sermonearnos la imprudencia de haber sacado afuera a Jae, a lo que Jae y yo solo podíamos sonreír recordando a la vez lo que había pasado entre nosotros.
Los días pasaban y Jae estaba mejorando, su condición era mucho mejor, su rostro emitía vida, un brillo especial, ya no era necesarias la sesiones de quimioterapia, ya casi no pasaba por aquel rito de agonía, pero los síntomas de nauseas y desmayaos fueron apareciendo, pensábamos que la enfermedad había vuelto, pero grande fue la sorpresa nuestra al enterarnos que dichos síntomas eran previos de una nueva vida…
Vida… irónicamente mi amado Jae estaba trayendo vida en su interior… en el interior aquel que hace unos meses fuese diagnosticado para dejar de existir… Vida… y no solo una… sino dos… Jae Jong me había hecho tres promesas, de ellas solo pudo cumplir dos, dos promesas…
[Heo Young Saeng]
Estoy sentado en el consultorio de uno de mis mejores amigos, esperando la noticia que cambiaria mi vida, aun no puedo creer que lo haya hecho, eche a perder 3 años de trabajo, solo por una noche de pasión, no podía resistirme era tan varonil, tan posesivo, tan…. No tengo ni palabras para describir a aquel hombre el cual solo se su nombre… su nombre… a ¿ver? Era… Kim… Hyun… Joong…
Bien Saengie – se acerca mi amigo con unos papeles, que supongo decidirá mi vida - si deseas que yo sea el padrino, con gusto lo seré… - si, ya esta decidida…